19
Yoongi y Jimin subieron al taxi con la ropa toda mojada y el conductor puso mala cara, pero en aquel momento no se preocuparon, eran felices. Hacía tiempo que no se reían juntos, que no compartían un chocolate caliente en un día lluvioso. Hacía mucho que no se abrazaban con necesidad.
El taxista paró frente a un bloque de edificios y Jimin abrió la puerta.
—¿Seguro que no quieres subir? Podríamos cenar juntos y jugar a algo o ver una peli.—murmuró Jimin mirando fijamente a Yoongi. Este negó con la cabeza ligeramente.
—No, Jimin. Sé cómo funciona eso, y tú no quieres hacerlo, al igual que el beso de antes. No soy yo al que quieres ahora mismo.
El conductor tosió exageradamente, indicándoles sugerentemente que terminasen la charla y se despidiesen para poder conducir de nuevo.
Yoongi sonrió y le hizo un gesto a Jimin con la mano para que se fuese.
—Hasta mañana, Park.
Cerró la puerta desde dentro y el hombre arrancó de nuevo su ruta.
Había dejado de llover en el trayecto, pero Jimin seguía con la capucha puesta. Miró hacia el cielo ahora despejado y estrellado.
Caminó hacia su edificio y se quedó de piedra al llegar al portal.
Un chico estaba sentado en las escaleras con la cabeza entre las piernas, temblando ligeramente.
—¿Jungkook?
El menor levantó la cabeza al segundo, sobresaltado, probablemente no le había oído llegar. Tenía los ojos rojos e hinchados.
Se pasó el puño del jersey por la nariz rápidamente y se secó las lágrimas con la mano.
—Jimin...
—¿Qué haces aquí? —preguntó algo frío.
—Llevo toda la tarde aquí esperándote, yo...realmente te he dicho la verdad antes. Estaba muy preocupado por ti, dijiste que estabas en el hospital y me colgaste, así que llamé a Yoongi y...
—¿Llamaste a Yoongi? ¿Es que estás loco?—Jimin calló enseguida. Gracias a él Yoongi había aparecido en el hospital, y de no haber estado ahí...estaría totalmente derrumbado.—Perdona, Jimin. Siento que hayas perdido tantas horas preocupado, estoy bien, no era nada.
Jungkook tartamudeó.
—No...¿no vas a decir nada?
—¿Sobre qué?—preguntó mientras buscaba las llaves en su mochila, desinteresado.
—Sobre que te he dicho que me gustas y me has colgado.
A Jimin se le cayeron las llaves pero las recogió de inmediato.
—¿Qué?
—Pues eso...por eso te llamaba antes por teléfono.
—¿Y...me has dicho eso? —Jimin suspiró— Perdóname Jungkook, estaba...estaba algo ausente en ese momento, estaba en el hospital.
Jungkook se mordió el labio, temeroso de preguntar.
—¿Qué hacías allí?
Jimin respiró hondo.
—Escucha, es de noche ya, deberías irte a casa, mañana hay clase...
Jungkook acercó a Jimin de golpe y lo besó por sorpresa en los labios.
Al principio Jimin se quedó helado, pero sólo le llevó unos segundos agarrar al contrario del cuello y profundizar el beso, que fue más largo y apasionado de lo que se esperaba.
Cuando se separaron para tomar aire, se miraron a los ojos. Jungkook estaba sonrojado.
—Siento mucho no haber hecho esto antes, aunque me muriese de ganas.
Jimin miró al suelo.
—¿Sí? ¿Y qué te ha hecho cambiar de idea?
—Tan sólo me he dado cuenta de lo estúpido que he sido todo este tiempo. Lo siento.
Jimin le besó fugazmente.
—Es tarde, Kook, ve a casa.
—Quiero dormir contigo.
Jimin sonrió.
—No es el momento.
—¿Por qué no? Sé que te pasa algo que me ocultas, no te voy a obligar a contármelo si no quieres hacerlo, pero quiero abrazarte mientras duermes.
Jimin le despeinó el flequillo al menor.
—Eres tan dulce...pero realmente necesito estar sólo ahora mismo, tengo muchas cosas sobre las que pensar.
—¿Pensarás sobre lo nuestro?
Jimin frunció el ceño.
—Kook, no hay un "nosotros", creo que estás confundido, no creo que realmente te guste del mismo modo que tú a mi, y está bien, no pasa nada, me basta con tu amistad.
Jungkook se acercó a él y le tomó de la cintura.
—No me estás entendiendo, Jimin. No quiero ser sólo tu amigo.
Se miraron a los ojos varios segundos antes de fundirse de nuevo en un largo beso, esta vez más lento y lleno de sentimiento.
—Quizás—murmuró Jimin entrecortado por la excitación de momento— sí que sea buena idea que me abraces esta noche.
Jungkook sonrió y le besó de nuevo.
****
Ambos estaban en la cama semidesnudos. Jungkook abrazaba por la espalda al más pequeño. La diferencia de tamaño de sus cuerpos era notable.
Había descubierto varias cosas con las que antes sólo había soñado saber: Lo suave que era la piel de Jimin, lo duros que eran sus músculos, lo sensible que era su cuello...
Pero lo mejor de todo era el hecho de estar así, abrazados en una cama, la tranquilidad que emitían ambos, era como si no existiese nada más que ellos. Aquella cama era su universo en ese momento.
—¿Estás despierto?—susurró Jimin.
—Mm-hmm...
Jimin esperó unos segundos antes de hablar.
—Mi padre lleva casi 1 año en coma, por eso fui al hospital.
Jungkook le hizo girarse para mirarlo de inmediato.
—¿¡Qué!? Dios santo Jimin...lo lamento tanto...
—No lo hagas, yo...yo no lo hago.
—¿Pero qué es lo que dices? ¡Es tu padre!
—Sin duda no le has conocido...
—¿Y...qué le ocurrió? ¿Por qué está en coma?
Jimin se encogió debido al escalofrío que le recorrió el cuerpo entero.
Las imágenes pasaban por su mente de forma atropellada. Casi podía oler la sangre, sentir los golpes.
—No me apetece contarlo ahora mismo.
—Está bien, cuando te sientas preparado.
—Gracias.—dijo antes de besarle en la cabeza.—Durmamos.
Jungkook asintió y atrajo el cuerpo de Jimin para rodearlo con sus manos y piernas.
—Buenas noches.
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