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『8』
























『 Los ojos de NamJoon fueron cubiertos, mientras se movía con dificultad. Le quitaron su teléfono y le entregaron un arma con cuatro balas dentro. Por otro lado, SeokJin. Quien había salido del bosque. Jalaron su mano de vuelta a la oscuridad e hicieron lo mismo con él.

YoonGi mantenía el brazo de Taehyung alrededor de su cuello para que pudiera caminar. Mientras que su mano derecha, apretaba el pecho de TaeHyung para que evitara sangrar más. En la oscuridad, ninguno de los dos podía ver. TaeHyung trataba de mantenerse despierto. Pero fue justo ahí, que a YoonGi le arrebataron a TaeHyung. Le taparon la boca, vendaron sus ojos y le entregaron un arma.

Taehyung, a quien lo estaban arrastrando. Le hicieron lo mismo, pero este lloraba por el horrible dolor que sentía. A los dos los dejaron en paz.

—¡Chicos! —la voz de NamJoon llegó a oídos de YoonGi.

—¡NamJoon! —YoonGi escuchó también la voz de SeokJin, pero este se chocó con alguien.

—¿Qué mierda? ¿SeokJin? —era NamJoon quien tocaba a YoonGi.

—Soy yo, imbécil. —respondió YoonGi.

—¿Dónde están? —volvió a decir SeokJin.

—Solo sigue mi voz. —habló NamJoon.

—¿Taehyung? —dijo YoonGi, moviéndose de su lugar. —Háblame por favor. Taehyung.

—hyung... —dijo entre gemidos de dolor. —hyung, hay algo incrustado en mi pecho además de la bala.

—Mierda, Taehyung. Háblame, llegaré a ti. —YoonGi empezó a avanzar dando pasos en la oscuridad, pero piso mal y se fue de cara contra el suelo. —¡MALDITA SEA! —gritó.

SeokJin llegó a ellos y se tropezó con NamJoon haciendo que los dos cayeran al suelo.

—Idiota... —murmuró NamJoon, levantándose.

Pero antes de que SeokJin pudiera decir algo, los altavoces chillaron de nuevo haciendo que todos los presentes se taparan los oídos y fue ahí cuando salió la voz de los altavoces.

Quítense las vendas. Carguen sus armas y que empiece el maldito duelo. —la voz era extraña, tenía un efecto de sonido. —¿Listos para las preguntas?

Todos apartaron las vendas de sus ojos y entrecerraron los ojos al ver que los iluminaba una fuerte luz blanca. SeokJin miró a NamJoon y luego miraron a TaeHyung. Estaba muriendo, tenía un cuchillo incrustado. ¿Cómo había llegado eso ahí?

YoonGi, quien estaba a su lado. Sostenía el mango del cuchillo junto con la mano de TaeHyung para tratar de sacarlo. Pero, si lo sacaba. TaeHyung perdería mucha sangre y moriría en brazos de YoonGi, nadie quería eso.

NamJoon y SeokJin se acercaron a TaeHyung y YoonGi, quienes lloraban.

—hyung, por favor... —la mano derecha de TaeHyung, le entregó el arma a YoonGi. —Hágalo.

—No, TaeHyung. No lo voy a hacer. Vamos a salir de esta. Por favor se fuerte.

—¿Listos para la primera pregunta? —la voz salió de nuevo por los altavoces.

NamJoon miró con enojo hacia los árboles y levantó el dedo medio.

—¿Qué estaban haciendo antes de que YoonGi desaparecieran? —primera pregunta.

Todos se miraron.

—Yo fui el primero en llegar... —dijo Taehyung.

—Pero, cuando yo llegue. YoonGi, tú ya no estabas. —dijo SeokJin. —JiMin, también había llegado. —hubo un momento de silencio. —HoSeok. Él... —NamJoon miró a YoonGi y lo levantó del suelo.

Lo cogió por el cuello y lo agitó.

—Tú sabes algo, Min. —le dijo NamJoon. —¿Quién mierda está haciendo todo esto? ¡Habla!

—Bájame, imbécil. Yo no sé nada. —dijo YoonGi. —Yo fui el que desaparecí primero, idiota. No sé quién mierda está haciendo esto.

NamJoon miró a SeokJin.

—Bájalo.

—Más bien, ¿Qué estabas haciendo tú esa noche, imbécil? —dijo YoonGi.

—Fuiste el último en llegar. —dijo TaeHyung. —¿Dónde estaba, hyung?

—Vamos, NamJoon. ¿Dónde estabas? —volvió a salir la voz de los altavoces.

NamJoon soltó a YoonGi y se alejó de ellos. Se llevó las manos a la cadera y empezó a caminar de lado a lado. Cogió el arma y lo cargó.

—¿Qué mierda haces, NamJoon? —dijo SeokJin.

NamJoon apuntó con el arma hacia TaeHyung.

—NamJoon, baja la maldita arma. —dijo YoonGi.

—Si no fuera por el estúpido de TaeHyung y JungKook, nadie estuviera aquí. —dijo NamJoon. —No hubiesen insistido en que lo buscáramos. —dijo NamJoon.

TaeHyung, trató de sentarse.

—hyung... —gimió. —Son nuestros amigos, hyung.

—¿Amigos? ¿Crees que en verdad son nuestros amigos? —soltó una carcajada. —¡JiMin incriminó a JungKook en la muerte de YuGyeom! ¡Fue él! JiMin lo empujó. —rió. —¿SeokJin? Es más que un estúpido engañador. ¿Quieres saber lo que en verdad hace?

—¡UNA PALABRA MÁS KIM NAMJOON Y TE MATO! —le gritó SeokJin acercándose.

—¡Hazlo! —NamJoon abrió los brazos. —Dispara. Después de todo a eso se dedica tu familia. ¿No, asesino?

—ERES UN MALDITO BASTARDO... —SeokJin corrió a él y le lanzó un puñetazo en la cara.

—¡Paren, mierda! —gritó YoonGi. —Eso es lo que quiere. Que peleemos para no salir de esta mierda. ¿Qué les pasa imbéciles?

SeokJin se alejó de NamJoon.

—Vamos, sigan. YoonGi, es tu turno. ¿Qué ocultas?

YoonGi miró los altavoces y con el arma disparó hacia dos de ellos. Se había gastado ya dos balas y solo le quedaban dos. Las luces se volvieron a apagar dejando a los cuatro en la oscuridad de nuevo.

—NO, NO NOS SEPARARAS DE NUEVO. —gritó YoonGi.

—NamJoon, ¿Dónde estás? —dijo SeokJin. —YoonGi, ¡NamJoon!

YoonGi se había dado cuenta que estaba lejos de TaeHyung.

—hyung, no. ¡No! ¡YOONGI! —los gritos de TaeHyung, hicieron que YoonGi corriera, pero volvió a caerse.

—NO LO TOQUES, MALDITO LOCO. —YoonGi se arrastró por la tierra, al sentir que su pierna dolía y fue ahí cuando escuchó el disparo y algo le salpicó la cara.

Soltó un sollozo.

—PUDRETE EN EL MALDITO INFIERNO, KIM NAMJOON. —sollozó YoonGi, aún tendido en el suelo. —MUERETE, IMBÉCIL.

Y otro disparo de escuchó, dejando atónito a YoonGi. El ultimo mencionado se sentó en la tierra en una especie de shock y fue ahí cuando sintió que alguien lo levantaba por los brazos.

—No, déjame. ¡Suéltame!

—Soy yo, vamos. —la voz de SeokJin llegó a sus oídos.

—¡Suéltame! Eres un asesino, ¡Déjame ir!

—¡¿Quieres morir aquí, imbécil?! ¡¿Eso quieres?! —le gritó SeokJin. —Encontré una maldita salida y si no vienes vas a morir con una bala en tu cabeza.

—¡Prefiero morirme! —gritó YoonGi, alejándose de los brazos de SeokJin y volviendo a caer al suelo.

SeokJin lo pateó y una luz llamo su atención. La tierra de abrió por la mitad dejando ver una gran luz blanca y unas escaleras. SeokJin arrugó el ceño y se acercó a eso para mirar más. YoonGi, quien se encontraba sentando en la tierra. Observó que su pierna estaba rasgada y brotaba mucha sangre. La piel se le desprendió y se podía ver el hueso. YoonGi vomitó y sollozó. SeokJin lo miró por encima del hombro y bajó las escaleras. Dejó a YoonGi sumergido en esa oscuridad.

A YoonGi le taparon la boca y ojos. También despareció y el único que bajo fue SeokJin. Cargó el arma cuando se sumergió en un pequeño pasadizo y fue ahí cuando escuchó algunos gritos de tortura y otros de sufrimiento. Las voces se le hacían conocidas y caminó más rápido.

Cuando llegó, empujó la puerta de madera y se encontró con una de las peores escenas de su vida. Sentados en sillas, mientras los electrocutaban. Estaban algunos de sus amigos. JungKook, estaba muerto. NamJoon se encontraba en el suelo dentro de una jaula. Vio a TaeHyung bajo un gran charco de sangre y luego vio entrar a YoonGi.

SeokJin pasó saliva al ver tal cosa y fue ahí cuando lo vio. Este levantó la mano y lo saludó.

—Adelante, pasa. —quien diría que esa sonrisa que alguna vez le pareció agradable, llamaba gritos.

—Estás loco... —SeokJin sacó el arma y apuntó hacia su cabeza.

—Vamos, hyung. ¿No quieres ver cómo termina este increíble juego? —sonrió.

—¿Dónde está? —preguntó SeokJin. —¡¿DÓNDE ESTÁ JIMIN?!

Este ladeó la cabeza y le hizo un gesto a SeokJin para que se acercara a él. Le señaló el monitor de la pantalla y vio JiMin ahogándose en un tanque de agua.

—Sobran cinco. —dijo él. —Solo me hace falta uno más.

Y antes de pudiera taparle la boca a SeokJin. Este le apuntó con el arma a la cabeza.

—Te reto. Ultimo juego, tú y yo. Cara a cara. Bala por bala. —le dijo SeokJin.

La sonrisa de HoSeok se hizo más grande.

—Trato hecho, SeokJin. 』















































Supongo que lo esperaban, sí ahr. 

Nos vemos pronto. 

















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