Seis;;
[ Lunes 25 de enero, 7:18 p. m.]
Yoongi se encontraba nervioso, ansioso y feliz al mismo tiempo.
Era su aniversario número 5 de bodas, y literalmente lleva planeando esto desde hace cinco días que su mujer lo dijo por accidente.
Relamente era malo con las fechas, super patético en ese sentido y sería completa odisea que el chico al menos recuerde el cumpleaños de su mujer y el suyo, no deberían exigirle memorizar más fechas.
Se encontraba esperando a la pequeña mujer en la panadería delante de la Iglesia, el sol se escondería en cualquier momento y aún faltaban 12 minutos para que su esposa llegase; tenía un destino en particular bastante especial para ambos, deseando que nada vaya a arruinar por ningún motivo todo por lo que se esforzó durante esos cinco días.
- ¿Acaso esperas a tu amante aquí, Min, o por qué carajo te mueves tanto? - preguntó con burla una voz, llamando rápidamente la atención del chico - porque si es así me quiero unir, sería interesante experimentar.
- ¿No se supone que estás enojado conmigo, Park? - preguntó con una sonrisa.
- No puedo enojarme contigo, cedo fácilmente a tus encantos - Yoongi rió.
- ¿Cuáles encantos? - Jimin pensó.
- No sé, alguna gracia debes de tener - todo en ti es un encanto. Todo en ti es perfecto, papi.
- ¿Qué haces aquí?
- Haciendo... Homosxualidades - bromeó.
- ¿Sabes que es gracioso? Qué relamente no tienes ni la pinta de ser hetero - molestó el pelinegro.
- ¿De verdad me veo tan gay? - preguntó Jimin, haciendo una falsa actuación de ofensa.
- De cabeza a pies.
- Qué bien, temía verme demasiado heterosexual... Como tú - le mira.
- Arresteme, oficial; admito mis culpas - diciendo esto, aquel chico pálido levanta las manos, como si algún policía realmente le apuntara.
Jimin sabía que aquel hombre era todo menos completamente heterosexual.
- En este país sólo se te permite ser gay, tendré que someterte para que se te quite lo hetero - Yoongi soltó una carcajada tan fuerte y tan hermosa a los oídos de Jimin, que el simple hecho de escucharlo reír le provocaba borbujeos en su corazón.
Mierda. Si Min tan sólo supiera que lo tenía en sus putos pies.
- ¿Tú? Sí claro, todo un alfa - se burló el más alto, aún sin creer que se encontraban en un juego de roles tan patético.
- Esto es ridículo - finalizó el rubio.
- Dimelo a mí, ahora la heterosexualidad es un delito y tú eres policía.
- En un mundo al revés, presentamos: "No hetero" - presentó. Haciendo una voz más profunda a la normal y causando nuevamente aquel melódico sonido en Yoongi.
Era tan extraño para ambos, es decir, hace tres días ambos chicos estaban enojados el uno con el otro y ahora, se encontraban bromeando y jugando, sintiendo como si aquellos casi 8 años nunca hubieran pasado. Teniendo la sensación de que jamás se separaron, y jamás hubo distancia entre ellos.
- Bueno... Ahora que estás aquí; quiero pedirte disculpas por como... Pues por como me comporte en la fiesta el viernes - soltó el mayor una vez terminaron de reír.
- Yo también me disculpo - le respondio tímido - fui bastante patetico.
- ¿Estamos bien?
- Estamos bien - confirmó.
- Bueno, ahora que somos amigos nuevamente, ¿Quieres ir algún día a mi casa? No lo sé, a tomar un poco y ponernos al corriente de estos ocho años que pasaron.
Mierda.
Pero es que Min era idiota, estúpido, realmente era un pendejo total. ¿Necesita una carta o algo así para darse cuenta de que tiene a Jimin arrastrando, y que pasar tiempo juntos no servía ni siquiera un poco para dejar de quererlo? Parece que así es; o tal vez lo sabe pero no le importa un carajo el jugar con su pequeño y bonito corazón.
- Claro, ¿Qué día tienes tiempo? - no iba a rechazar tiempo de estar con Min.
- Cualquier día, últimamente he tenido muy poco trabajo.
- ¿Estás de flojo?
- Mi vida es un lujo - bromeó.
- ¿A quien esperas? - se animó a preguntar nuevamente. Siendo que la primera vez pasó desapercibida.
- A mi esposa. Cumplimos cinco años de casados y esperaba pasar una bonita noche a su lado - respondió.
Por supuesto que la esperaba a ella, ¿A quien si no? Yoongi no es ese tipo de hombres que engañan a sus parejas.
- ¿A dónde irán?
- A Cambridge, al 'río cam' para ser más exactos, ahí fue nuestra primera cita así que... Es más que perfecto.
Perfecto sería que Jimin estuviera en el lugar de ella.
- Aunque ella se piensa que iremos al teatro - continuó el mayor.
- Bueno yo me tengo que... Ir, así que suerte - vaciló mientras se comenzaba a alejar. Yoongi asintió y se despido cortésmente de aquel joven muchacho.
Jimin era patético, realmente era un gran mediocre.
- Si emborracharte por una mujer es estúpido, por un hombre es peor - murmuró un alto castaño de cabellos rizados. Jimin bufó.
- Siete años, imaginando que cuando estuviéramos juntos volveríamos a ser pareja, ¿Y ahora que? Se está cogiendo a una chica - escupió con sus palabras mal pronunciadas gracias a su alto nivel de alcohol.
- Te largaste sin decir nada, si tan sólo le hubieras dicho un: "esperame que volveré" tal vez él seguiría soltero - recriminó.
- Eso no justifica - rodó los ojos.
- Claro que sí. Si mi novio se va sin decirme nada yo me busco otro; hablando se entiende la gente y tu modo fantasma le dio el permiso de volverse a enamorar.
- ¿De que lado estas, Taehyung? - chilló ofendido el rubio.
- Del tuyo, claro - le sirvió otro vaso.
Jimin no llegó solo de América, se trajo de chicle a aquel castaño bonito quien se había aburrido de estar en Estados Unidos; sin mencionar que se volvió muy apegado a Park.
- Sólo quiero que me ame - chilló con suavidad.
- Si bueno, está casado y a como describes al muchacho, dudo que le monte el cuerno a su mujer - habló, tomando asiento a lado del más bajo.
- No conoces a Min, es débil a las tentaciones - lo miró.
- Espera... ¿Bromeas? ¡Jimin! ¿¡Realmente piensas en convertirte en el amante!?
- ¿¡Tengo otra opción!? - exclamó de vuelta.
- ¡Sí! Quererte tantito, superarlo y buscar otra persona - respondió obvio.
- Superar es para idiotas.
- Estar donde tú ya ni pintas es para idiotas - le corrigió - terminaras peor de lo que estás ahora.
- Yo sé lo que hago - gruñó.
- ¿Quién te asegura que la dejará por ti?
- Yoongi no es tan fuerte - Tae tenía tremendas ganas de golpear a ese cacheton.
- ¡Santo cielo, Jimin! ¿Cuánto duró su relación? ¿Año y medio? - Park asintió - compara ese bendito año con los siete que lleva con ella ¿Realmente piensas que te va a preferir a ti? - preguntó frustrado - no conozco a tu hombre amado de nada, pero por lo que me hablas de él, aunque se termine acostando contigo no creo que rompa con su matrimonio. Por favor amigo, busca a alguien más - le insistió, colocando su mano en la espalda del más bajo.
- Tú déjame - gruñó - tú no sabes nada.
Bueno. Jimin tenía razón, Tae no sabía absolutamente nada sobre Yoongi y quizás era lo suficientemente tonto como para romper un matrimonio se tantos años sólo por el rubio; pero para ser honestos, ¿Quién demonios no preferiría a Park? Joder, era el arte en persona.
Al menos para Tae... Jimin era la perfección encarnada.
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