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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐬

Jisung sabia que la venganza era mala, pero el como una persona muy vengativa y rencorosa no le importaba las consecuencias después de esto.

Pero es que se había puesto a pensar, tardo casi todo un día en ello. Pero logro tomar una decisión.

Se iba a vengar de Hyunjin.

Han lo amaba demasiado, no iba a negar sus sentimientos por el mayor, pero tuvo su límite hace dos días cuando vio como la profesora Ryujin tocaba a Hwang sin pudor. Lo había tomado del brazo y había puesto estos en medio de sus pechos.

Jisung sabia que Hyunjin era demasiado bueno, el no era capaz de decir lo que le molestaba de alguna persona así que se dejaría, pero a las buenas o a las malas Han le iba a enseñar a no dejar que las personas hicieran lo que quisieran con el y mucho más si se trataba de una mujer.

Hyunjin había crecido en medio de pura mujer, su mamá y sus tres hermanas menores, su padre había muerto justo antes de que la más pequeña naciera, así que Hyunjin en su casa solo veía cosas de mujeres y cuando sus hermanas le pedían algo el no podía negarse, así que por ello cuando alguna mujer se acercaba a él no tenía el corazón para rechazarla.

Pero Jisung ya se estaba cansando de que Hyunjin fuera así, no iba a negar que había comenzado a odiar esa parte del mayor pero vamos ¿Quién estaría de acuerdo con ello?

Han había comenzado a Hyunjin desde el día de ayer, no le respondía los mensajes que este le dejaba o se quedaba en el salón cuando el pedía que lo hiciera cuando la clase finalizaba.

Incluso estaba pensando en quedarse a dormir en la casa de alguno de sus amigos por si Hyunjin llegaba a su departamento a querer hablar, Jisung sabia que si eso sucedía el iba a caer y su venganza se iría a la mierda.

No podía dejar que eso sucediera, no, claro que no.

—¿Como vas con tu venganza?—preguntó Chaewon mientras llevaba una fresa a su boca.

—Creo yo que bien, no he tenido alguk contacto con el aparte de profesor y alumno—Respondió Jisung mientras se encogía de hombros.

—Apuesto a que terminaran cogiendo en menos de dos días—apostó Sunwoo.

—Yo apuesto a que cogeran antes de que acabe la semana—se unió Felix a la apuesta.

—¿No me tienen esperanza?—Jisung llevo una de sus manos a su pecho de forma dramática.

—Te queremos mucho Jisung pero estamos siendo sinceros, todos aquí sabemos que ustedes dos son peor que un conejo en celo, así que yo se que no tardarán mucho—Sunwoo se encogió de hombros.

—Bien—Jisung asintió—yo apuesto a que si podre completar mi plan.

—Luego no te andes quejando porque perdiste—Felix sonrió de lado.

—Tu pelirroja, ¿No te uniras?—Sunwoo miro a Chaewon.

—No gracias, apenas tengo dinero para mi almuerzo y ya me voy a poner a desperdiciarlo en esta apuesta—bufo.

—tipico de pobre—se burlo Sunwoo.

—hablo el más rico—Chaewon lo miro con el ceño fruncido.

Los dos jóvenes iban a seguir discutiendo hasta que la hora del almuerzo se acabó y tuvieron que levantarse para ir a la siguiente clase.

—Ánimo chicos, solo dos queda una semanaa para salir a vacaciones—hablo un animado Felix a sus amigos.

—Ojalá sea pronto, estoy tan cansada de venir todos los días y verles las caras, ya eso estresa—suspiró Chaewon.

—Menos mal nos quieres—Sunwoo viro los ojos.

—Obvio corazón, si no soy yo ¿Quién más será?—esta río.

—Han—se escucho una voz detrás del grupo de amigos.

Cuando Jisung reconoció esa voz no quería girarse, no, no quería verle la cara, pero había sido muy bien educado así que su cuerpo por reflejo se giro para verle la cara a la persona que lo había llamado.

De todo el mundo que podía necesitarlo de verdad ¿Tenía que ser ella? A veces Jisung sentía que la vida lo odiaba.

—¿Si profesora Ryujin?—Jisung forzo una sonrisa.

—Necesito hablar con usted—su mirada era sería.

—chicos vayan al salón, luego los alcanzo—Jisung le dijo a sus amigos con una sonrisa cálida.

Los tres asintieron y siguieron con su camino, dejando así a Jisung solo con la profesora.

—¿Para qué le soy bueno profesora?

—Quería comentarte que ya arregle tu calificación, ya tienes mi materia aprobada—en su voz se podía notar lo fastidiada que estaba.—así que no tendrás que recuperarla en vacaciones.

—Oh eso es bueno—Jisung sonrió, pero nada más, no mostró alguna otra emoción, el sabía que con ella no se podía.

—Si, bueno eso es todo.—y sin más dejo a Jisung solo en medio del pasillo.

—¿Para eso me necesitaba a mi solo?—Jisung frunció el ceño—Orgullosa. —y con ello retomo su camio hacia el salón de clases.

Ryujin estaba demasiado molesta y es que ella no quería cambiarle la nota a Han, Hyunjin se había percatado del "error" y pudo ver las excelentes notas que Jisung tenía, así que el mismo fue quien corrigió la nota, así que ella no tenía otra opción que dejar esa nota y avisarle al estudiante.

Ah si tan solo no le hubiera pedido ayuda a Hyunjin para terminar de calificar se hubiese salido con la suya.

A la próxima se iba a quedar callada, porque era obvio que eso no se iba a quedar así porque si.

Ya había pasado una semana y todos se encontraban de vacaciones, claro menos los que tenían que recuperar materias.

Hyunjin había dejado de enviarle mensajes a Jisung cuando se dio cuenta que este no le iba a responder, pensó que tal vez estaba ocupado con alguna materia pero aun cuando estaban de vacaciones este le había respondido algún mensaje.

A Jisung le había sorprendido su autocontrol, o sea no todos los días podía no caer ante la tentación de no ir corriendo a los brazos de su pareja y terminar en una noche bien caliente.

Justo ahora se encontraba comiendo cereales mientras veía una película que estaban pasando, eran apenas las 11:00 AM.

Estaba tan concentrado en la película y en sus cereales que no sintió cuando la puerta de su apartamento era abierta.

¡No!—exclamo molesto—¡Es una perra! ¡Matala!—gruño Jisung al televisor.

—Quién diría que peleas con un televisor—se escucho detras de el.

Jisung sintió como su corazón se detenía y como algo de la leche que tenia en su plato caía en sus manos, asustado se giro para ver a la persona que le habló.

—Ah eres tu—Han pudo respirar tranquilo al ver que se trataba de Hyunjin.

—¿Esperabas a alguien más?—el ceño de Hwang se frunció.

—Tal vez—Jisung le dio la espalda para seguir concentrado en la televisión.

—¿Por qué me ignoras?

Silencio.

—¿Por qué estas molesto?

Silencio.

La paciencia de Hyunjin se rompió.

La mente de Jisung estaba en blanco, pues amaba la sensación de tener los labios de Hyunjin por su cuello, como ambos penes se rozaban.

—Voy a hacer que no me vuelvas a ignorar y que no me digas alguna razón—gruño Hyunjin mientras continuaba bajando hasta la clavícula del menor.

Hwang estaba tan concentrado en marcar todo el cuerpo de su chico que no se percato cuando Jisung estiro una mano hacia la mesita de noche, no fue hasta que Han hizo un brusco movimiento para ser el el que estuviera en su regazo.

—Y yo te voy a enseñar algo mucho mejor—Jisung sonrió.

Con aquella sonrisa en su rostro agarro las manos de Hyunjin y las llevo a la cabecera de la cama para con unas esposas que había comprado hace unos días esposarlo a la cama.

—¿Que haces?—Hyunjin gruño.

—Me canse de que seas tan blando, de que no puedas decir no, que dejes que otros hagan lo que quieran contigo, sobretodo la profesora Ryujin y que luego de ello seas tu el que hace conmigo lo que quiere—Jisung comenzó a desabrochar el cinturón del mayor—Esto es fácil, mi plan era ignorarte por un tiempo hasta que tuvieras que venir arrastrandote por mi atención y ya luego de esto tenerte en mi casa a mi disposición. Estas esposas las compre el mismo día que se me ocurrió el plan y solo era cuestión de tiempo para que vinieras a por mi, al principio si fue frustrante porque te quería a mi lado, pero no podía ser tan blando, ya no dejaré que sigas siendo así, o cambias o cambias Hwang Hyunjin.

Cuando termino de hablar ya Hyunjin no tenía ni su pantalón ni su bóxer.

—Esto será tan divertido—Jisung sonrió en grande.

Han acerco su rostro a la verga del mayor.—extrañaba tus 28 cm mi amor.

Su aliento era tan caliente que enviaba una gran corriendo por todo el pene de Hyunjin.

—J-Jisung...

—Tranquilo, ya todo estará bien.

Jisung dejo un pequeño beso en el glande para luego introducir el pene en su cavidad bucal, lo metió hasta que sintió como la punta tocaba su garganta, ahí fue cuando comenzó a sacar y meter el pene en su boca.

No importaba si sus ojos se comenzaban a llenar de lagrimas o si comenzaba a sentir como se quedaba si aire al tener aquel grande trozo de carne en su boca.

—Oh mierda~—gimió Hyunjin.

Han paso sus dientes por la gruesa carne ganándose así un gruñido por parte de Hyunjin.

—N-no haga-as e..so—Habló como pudo.

A Jisung no le importo y volvió a hacer aquello para seguir luego metiendo y sacando el pene de su boca.

Ah que se sentía tan bien tener la gruesa polla de su novio en su boca, ¿Por qué no lo había hecho antes?.

Mientras le daba atención a ese trozo de carne con sus manos acariciaba los testículos del castaño. Con algo de burla pellizco uno, pero fue un pellizco muy suave para no hacerle daño.

—N-no...—logró formular Hyunjin con lagrimas en sus ojos.

No sabían cuanto tiempo había pasado pero Hwang quería correrse ya, quería acabar con la tortura que Jisung le estaba dando y es que sentir los dientes y pellizcos en su pene no era muy agradable que digamos.

—V-voy a...—Hyunjin no alcanzo a terminar porque Jisung lo interrumpió cuando saco su pene de su boca.—¿Q-que?—Hwang lo miro confundido.

—¿Qur creías mi amor? Esto es un castigo.—Jisung sonrió com maldad.

Han volvió a acercarse aquella ereccion para solo dejar un beso en el glande, cuando se despego se escucho un pequeño "pop".

—Voy a bañarme mi amor, yo también tengo un problema—Jisung hizo un pequeño puchero.

—Yo puedo ayudarte...—Hyunjin lo miro con ojos esperanzadores.

—Si dejo que veas mi cuerpo y me toques no será un castigo, no me parece bien—Hyunjin se encogió de hombros.—tratare de no tardarme.

Y con una sonrisa en su rostro Jisung se levanto de su cama y se dirigió al baño, obvio dejo esposado a Hyunjin porque sabía que si lo soltaba el iba a caer en la tentación y si eso era así Hwang no aprendería la lección.

Además, ¿Quién había dicho que el castigos había terminado?

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