Especial
Especialmatt x mello: chocolates y videojuegos.
-ummmmmmmm......
Elpelirrojo de googles se paseaba pensativo por los pasillos deledificio de investigación con una mueca que gracias a susinseparables googles no se podía apreciar claramente, llevaba másde media hora caminando sin rumbo por cada rincón del edificioignorando a cada persona que le hablase o se interponía en sucamino. La cuestión de que él famoso hacker y gamer estuviese asísolo se debía a una sola cosa...Mello. Dentro de dos díasexactamente ambos cumplían el segundo año de noviazgo "oficial"y dado a eso, era una ocasión especial, pero...ahí la interrogantedel pelirrojo, no sabía que podía obsequiarle al amante de loschocolates.
Habíapensado en miles de ideas, pero sabiendo el carácter de su novioera difícil encontrar una adecuada. Sabía que el rubio amaba elchocolate (si no lo supiera no sabría ni donde estaba paradoentonces), pero él no quería solo regalarle chocolates, él queríaalgo más especial para ese día, algo más...mágico, según élpodía explicar pero, no sabía que exactamente y eso era lo que lomolestaba. Intento buscando en libros, internet, tiendas, en todo loque pudiera, pero nada le convencía, incluso fue a parar en unatienda de armas a ver si hallaba algo, pero lo único que consiguiófue escapar de los hombres de la mafia de los cuales habían estadohuyendo desde hacía más de un año. Como costumbre, su amado Mellotuvo que llegar a salvarle el pellejo, incluso ya parecía rutina, élse metía en problemas y Mello iba y le salvaba. No podía evitarsonreír cuando recordaba que hacia este luego de salvarlo de lamuerte por milésima vez (sin exagerar): primero corría hasta élpreguntando por su estado y haciéndole un examen físico, luegoenfurecía y lo molía a golpes en lugar de los hombres de la mafia,y por último y más importante se abrazaba a él comentándole aduras penas (y con todo el rostro enrojecido) que había estadopreocupado por su perro, por así era él era suyo, eso nadie se lonegaba ni aunque tuviera el cañón de un arma pegado en su sien.
-¡¡¡¡¡necesitoayuda!!!!!-grito lo más alto que pudo desde la azotea del edificio,era una suerte que se encontraba solo en ese lugar o comenzarían atildarlo de loco, suspiro mientras se estiraba, se le acaba eltiempo-. ¡Maldición! Sería más fácil si solo pudiera encontraralgo y ya...
-¿ocurrealgo?
Sevolteó de repente y a pocos metros de él hallo a un curioso Lightque le veía con rareza, este comenzó a reír algo avergonzado porel reciente espectáculo que había hecho, pensó que estaba solo yal parecer se había equivocado nuevamente.
-no,no es nada ¿Qué ocurre Light? Es raro encontrarte aquí-le dijeextrañado de verlo, generalmente estaba siempre en el salón deinvestigación al lado de Ryuuzaki.
-Ryuuzakiestaba con un dilema de que debía tomar algo de aire fresco de vezcuando por lo del embarazo y entonces me harté y subí hasta acá-yahabía algunos meses de la noticia del embarazo de Light, este yaparecía haber engordado un poco, después de todo eran gemelos, peroa pesar de ser primerizo, Light sabía disimular bien su estado deembarazo. Al principio la noticia había sido un shock puesto que noestaba al tanto de que los hombres podían concebir, eso mesorprendió, pero parecía ser que mello si estaba enterado sobreeso, no hemos hablado sobre el tema pues este parece evadirlo, sinembargo, desde ese día he comenzado a cuidarme un poco más; por miparte no tengo disgusto con los niños pero Mello no parecía muyconvencido de estos y que sería un peligro si los tuviéramos,tomando también en consideración que ambos solo teníamos 20 años.
-yaveo-sonreí-, desde que te le declaraste ha estado mássobreprotector que nunca-este enrojeció como un farol de navidadmientras comenzaba a balbucear un montón de incoherencias, yo solopodía reírme un poco, me recordaba a Mello cuando hacia cosas que aél le parecían "vergonzosas".
-¿Cuándote dijo eso?-me pregunto aun sin desaparecer el rubor de susmejillas.
-loviene diciendo desde el viernes-respondí-, no para de repetirlotanto que hasta Mello se hartó y se fue-dije esto casi llorando dela pena.
-¡ese....!-respiroprofundo-, ya vera...oh señor, parece ser que estos bebes se vanquedar sin padre, ¡voy a buscar mi death note!
-¡E-E-Esperaun momento Light, n-no te vayas tanto a los extremos!-intentedetenerlo, por favor, procuren nunca, pero nunca hacer enojar aalguien embarazado dueño de una death note mientras tiene suscambios de humor, que sería del mundo si Mello la tuviera.
-estábien, no lo matare-yo suspire tranquilo.
-porcierto Light-lo llame-, ¿podrías ayudarme con algo? Es que no hallouna solución al problema que tengo.
-si¿Qué te ocurre?
-bueno...dentrode dos días es el aniversario número 1 de Mello y mío, y no séqué regalarle exactamente.
-ummm,pero no sería más fácil regalarle una arma.
-¿eh?
-esechico pareciera que con todo lo que hace necesita una nueva, podríaperder su vida en cualquier momento si no se cuida-las palabrasdichas por Light me dejaron en shock, mi querido Mello necesitaba unarma nueva, no podía seguir más tiempo sin una.
-¡MUCHASGRACIAS LIGHT!-Le grite antes de salir corriendo de la azotea.
-denada...supongo.
Corrílo más rápido que pude hasta una tienda de armas que era la queantes solía ir con Mello mientras paseábamos por Japón, era unasuerte que con las placas del policía Japonesa nos dejaran escogerde su arsenal. El viejo de la tienda me recibió con gran alegríapues éramos sus mejores clientes en tan solo medio año queestábamos en Japón, le pregunte si mi "amigo" había pasadoestos días por un arma nueva y este me había respondido que habíavenido preguntando por una en especial, pero lastimosamente no latenía para ese momento y que seguramente no le llegaría hastadentro de un año; sin embargo, a los tres días le había llegado unsolo ejemplar de ese mismo modelo y lo había estado guardando justopara el joven rubio, yo le agradecí efusivamente y la compre almomento, me despedí del dueño de la tienda y me devolví a la mismavelocidad de como Salí hasta el edificio de investigación. Justo enesos instantes venia entrando Mello quien dejaba aparcaba sumotocicleta en el estacionamiento, sigilosamente lo siguió y derepente lo abrazo por la espalda.
-¡Mello!
-¡wuaaaa!¡Perro!-me golpeo en la cabeza-, maldición, por un momento creíque me estaba atacando.
-pero-lomire con los ojos de cachorro-, yo solo quería darle una sorpresa a Mello y abrazarlo por la espalda.
Comosiempre, Mello era débil ante estos ojos, siempre volteaba el rostrosonrojado y aceptaba mis mimos pese a sus "reclamos".
-penséque te quedarías en el edificio toda la mañana-me dijo.
-¡ah!B-bueno yo...-dios, no sabía que excusa poner y tenía el paquete dela pistola en la espalada, Mello comenzó a verme inquisitivamente.
.-¿Qué es que tienes en la espalda?
-¡N-Noes nada!-dije rápido.
-ummm....¡dame eso!-intento quitármelo.
-¡NO!-griteocultando la caja de él.
-¡Queme lo des a ver!
-¡NO!
-¡malditoPerro!-gruño-, ¡dime que es!
-¡NO!
Forcejeamos por unos breves momentos hasta que de una patada me alejo de éltomando el paquete entre sus manos, yo lo mire y él sonrióvictorioso mientras abría el paquete, ahh, ahí se iba otro regalo.Vi como sus ojos se iluminaban como un niño con un regalo nuevo ennavidad, me volteo a ver con las mejillas sonrojadas y los ojosbrillando de la emoción, sonrió abiertamente dejándome totalmentehipnotizado, quizás, que haya descubierto el regalo no había sidotan malo.
-¿mattdonde la conseguiste?-me pregunto sin que dejaran de brillar susojos.
-bueno,fui a esa tienda esta mañana y el vendedor me dijo que hacía tresdías que le había llegado ese modelo, entonces...decidí comprarlapara ti.
-¡eresun maldito Perro!-grito de alegría, y en el lenguaje de Mello meestaba diciendo que era grandioso-, muchas gracias Matt-y se acercópara besarme.
-creo...quedebería regalarte más seguido-lo acerque nuevamente y volvimos abesarnos pero esta vez por más tiempo, el beso comenzó a tomar unrumbo más intenso mientras nuestras lenguas tomaban un papel en lajugada, comencé a acariciar el cuerpo de Mello por debajo de laropa mientras sus mano traviesas subían por debajo de mi camisaacariciando mi pecho, nos separamos mientras soltaba un gemido desatisfacción.
-subamos-ordene.
-N...no-senegó eso me dejo en shock-, no podemos ahorita, L me llamo, por esarazón es que estoy aquí de nuevo, han hallado una nueva pista.
-peroyo...-le indique mis pantalones- tengo un pequeño problema-el bajola mirada y luego sonrió pícaro.
-verdaderamenteeres un perro, matt.
-partede la culpa es toda tuya.
Entramosal ascensor y lo paramos en entre el primer sótano y el segundo, nohabía posibilidades de lo pidieran pues este no era el que ibadirecto a la sala de investigación, y todos se hallaban allá.Carecíamos de tiempo por lo que nos movimos con rapidez, Mello sebajó los pantalones y con solo pocos minutos de preparación comencéa embestirlo mientras él se sostenía de las paredes. En un momentoL me había comentado lo excitante que era hacerlo en lugares dondeposiblemente podrían ser descubiertos, y eso pese a que luego Lightle discutiría por contármelo, se lo agradecía, hacerlo en lugarasí te aumentaba todo, el miedo, la pasión, la excitación de poderhacerlo con Mello en cualquier lugar, simplemente no teníacomparación a nada.
-Mello,me has engañado... ¿verdad?
-¿q...que?-tratode mírame pero volví a embestirlo y solo pudo ahogar un gemido.
-como...puedesestar tan lubricado si solo te prepare unos minutos...-dios, elplacer no me dejaba hablar.
-¡esopregúntatelo...a ti mismo!-sonreí por su respuesta, aumente lavelocidad y comencé a masturbarlo al ritmo de las embestidas, Mellotrataba de sofocar sus gemidos pero casi le era imposible, duramosunos minutos más hasta que ambos nos corrimos, el en mi mano y yodentro de él, me abrace a su espalda y lo escuche respiraragitadamente, hice una mueca burlona y mordí su espalda dejando ungran chupetón que seguramente no desaparecería en un buen tiempo, ylo mejor de todo es que Mello no podría verlo a menos que se vieraen el espejo.
Arreglamosnuestras ropas y subimos hasta el primer piso, cuando iba saliendodel primer ascensor vi como Mello se quedaba dentro de este, yo lomire interrogante
-estoymás sudado que tu-me dijo-, primero iré a dame un baño y luegobajare.
-estábien-y me despedí de él para bajar de nuevo al salón deinvestigación.
Luegode escuchar lo dicho por L permanecimos investigando durante toda lanoche aun si llegar a una conclusión clara, estábamos cerca deencontrar las pistas del rompecabezas pero aun hacía falta algo.
Peroyo en estos momentos tenía otro problema igual de grande... ¡lehabía dado la pistola a Mello antes de tiempo! ahora ya no teníaotra cosa que más regalarle y solo me quedaba un día, esto eradesesperante. Era una suerte que debido a una cita médica de Light,L le hubiera dado el fin de semana libre a todos los del cuartel,además, parecía querer también cerciorarse de algo más que solola salud de Light, por lo menos a mí me daba más tiempo extra parapreparar otro regalo para Mello, pero ya no tenía a Light para queme ayudara necesitaba otra persona.
-¡yase!
Corríhasta el séptimo piso y toque la habitación de una persona queseguramente me podría ayudar con mi problema.
-¿sí?
-¡B.Bnecesito tu ayuda para elegir el regalo de Mello por nuestro primeraniversario de noviazgo!
-¿Porqué no le regalas mermelada de fresa?
-ummm,Mello la odia.
-entoncesjodete-y me cerró la puerta en la cara, pues, debo tomar notamental, nunca molestar a Beyond en las mañanas.
Suspiroabatido, necesitaba de la ayuda o el consejo de alguien sin que Mellose enterara, esta mañana nuevamente había vuelto a salir y aunquedesconocía la razón no estaba preocupado, antes de irse el rubio lehabía mostrado con mucho orgullo su nueva arma por debajo de supantalón. Mientras caminaba por la cocina se encontró a Wataricocinando un pastel que seguramente era para L pero se sorprendiócuando este le dijo que era para Light que le había dado un antojopor un pastel de fresa, no pudo evitar sonreír con ello, Watariparecía un abuelo emocionado por el futuro nacimiento de su primernieto, dios, si él estaba así ahora no quería imaginar cuandoMello y él tuvieran su primer hijo o Near con Gevanni....ahora quelo pensaba, no le parecía tan mala la idea de tener un bebe conMello aunque fuera adoptado, no sabían si Mello podía concebir porlo que también optaba por la segunda opción, y adoptar nunca eramalo, pues ellos eran huérfanos y sabían cómo era no tener a suspadres, pero para ese momento ya se tenían el uno al otro y no lesdio tiempo de llorar aún más por sus padres.
-debodejar el sentimentalismo y ponerme a trabajar-seguí caminando hastallegar a la biblioteca (si, teníamos biblioteca) donde pude ver aAlex sentado disfrutando de un libro-, hola A ¿Cómo estás?
-ah,muy bien...-desde siempre, A nunca había sido muy hablador y solohablaba con L o con Beyond, en especial con este último, pues eranpareja y amigos inseparables desde hacía años, pero nosotrosaprendimos a llevarnos con él con algo de tiempo y bajo variasamenazas por parte de Beyond, pero él debe tranquilizarse, yo soloamo a mi Mello
-¿Ayo podía pedirte un favor?
-¿eh?Sí, claro ¿de qué se trata?
-mañanaMello y yo cumplimos un año de novios y no sé qué regalarle, habíaconseguido un buen regalo pues Light me ayudo pero Mello lo descubrióy ahora ya no tengo que darle.
-eh-tratode asimilar todo lo que le dije-, bueno, a Mello-kun...le gusta muchoel chocolate, porque no le pides a Watari que...te ayude a hacer unpastel de chocolate...
-¡esestupendo!-lo abrace y este enrojeció-, ¡muchas gracias A!
-d-d-d-d-denada.
-¡¡JEEVAASS!!-megrito Beyond con cuchillo en la mano.
-¡AHH, es B, adiós, cuídate!
Logreescapar de B.B por poco, ah, esto es cansado. Volví a la cocina yencontré a Watari decorando el pastel que hacía poco estaba en elhorno, hable con él para que me ayudara a hacer el pastelexplicándole las razones y este acepto gustoso, me explicodetenidamente como hacer el pastel y estuvo guiándome en cada paso,además de darme una mano en varias ocasiones, no imagine que hacerun pastel fuera tan complicado. Duramos tres horas haciendo elpastel, Watari se encargó de decorarlo para que luego me dejara lamejor parte: colocar el feliz aniversario. Decidí usar su apodo,pues solo lo llamaba por su nombre en contadas ocasiones.
-yome quedare a limpiar la cocina y guardare el pastel cuando seenfrié-le dije a Watari, me había ayudado demasiado y no iba apermitir que también limpiara mi desastre. Este agradeció el gestoy regreso a sus otros trabajos.
Mientrasseguía limpiando la cocina de vez en cuando le echaba una mirada alpastel y sonreía, Mello seguramente amaría el regalo pues erachocolate, y el rubio amaba el pastel de chocolate negro con crema dechocolate blanco.
-¡pastel!-mecongele al escuchar la voz de mello cerca, dios, estaba corriendohasta la cocina, lo único que pude hacer fue darme la vuelta con elpastel y quitar por el momento el chocolate que decía felizaniversario y comérmelo de golpe-. ¡Aquí hicieron pastel dechocolate!-me miro-. ¿Matt?
-h-holaMello.
-creíque el pastel de chocolate negro con crema de chocolate blanco teparecía muy empalagoso.
-s-sí,p-pero a ti te encanta.
-¿uh?–Sonrió divertido-, gracias perro-y lo tomo entre sus manos-, meiré a la habitación primero, nos vemos al rato-y desapareció pordonde entro con el pastel de chocolate en las manos.
-¡estono puede estar pasando!-llore, era el segundo regalo que Mellodescubría y no podía hacer nada para ocultarlo, ahora no teníanada para darle, y ya no podía regalarle ni el arma ni el pastel,además era demasiado tarde como para ir a comprarle algo. Dios, Mattpiensa, algo para mello, algo...¡¡¡L!!!
Corríhasta el ascensor marcando repetidas veces el piso de L, pisaba conimpaciencia el piso del ascensor mientras este subía y apenas seabrieron las puertas corrí hasta la habitación de L y abrí lapuerta de golpe.
-¡Lnecesito tu....!
....mierda...
Supongamosque el momento en el que entre no era el mejor de todos, la posiciónde uno (literalmente) en la se hallaban L y Light me había hechocerrar la puerta casi a los tres segundos, pude escuchar los reclamosde Light a L por no pasar el seguro, y los pasos de L hasta la puertade la habitación.
-¿Quéocurre matt? –Me pregunto-, no es un muy buen momento sabes.
-sí,ya me he podido dar cuenta-le dije-, es rápido, y necesito de tuinteligencia, mañana es el aniversario noviazgo de mello y yo, y yatengo 2 intentos fallidos de regalos ¡necesito tu ayuda te loimploro!-le pedí llorando de rodillas, el suspiro.
-bueno-memiro-, matt, dime, ¿Qué son las cosas por las que mello esposesivo?
-¿posesivo?Ummm, bueno, por el chocolate,
-aja.
-suarma inseparable...
-dejemosel arma de lado por el momento.
-y-caíen cuenta-...y yo...
-sijuntas lo primero con lo segundo hallaras el mejor regalo paraMello-y dicho esto cerró la puerta de la habitación dejándome lamas gran idea del mundo.
Bien,solo faltaba una hora y media para las doce, tenía poco tiempo.
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-¿Quédiablos le pasa a Matt diciendo que lo busque en la azotea?-comenzóa maldecir Mello tomando el ascensor, mientras por el otro iballegando Matt con una bolsa llena de cosas.
-¡bien!-mirosu reloj-, tengo menos de diez minutos antes de que se dé cuenta queno estoy allá.
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-esemaldito de matt lo voy a matar cuando lo encuentre-gruñía Mello apaso molesto mientras ingresaba a la habitación-, ¿unm? ¿Quémierda?-intento prender la luz pero no se prendía-, maldita cosa,mañana le diré a Watari que la vengan a arreglar-camino hasta lahabitación, oliendo un suave olor a chocolate, lentamente fueabriendo la puerta hasta quedarse congelado con lo que veían susojos.
-M-mello...nopensé...que llegarías antes...
AMello estaba que le daba un ataque al corazón sin que fuera Kira elresponsable, el verdadero autor estaba acostado en la cama, como dioslo trajo al mundo cubierto por una fina capa de chocolate en granparte de su cuerpo, desde el cuello hasta el pecho, ombligo y másdebajo de eso; para el rubio era el más grande manjar que habíavisto en su vida.
-sabes...estáhaciendo algo de frio
Nose esperó más y en una velocidad impresionante se despojó de todaprenda y se subió encima de su postre viéndolo con ganas dedevorarlo, no se imaginaba que semejante persona pudiera verse másapetecible de lo que ya era antes.
-Yo...
-nodigas nada-le sonreí-, solo disfruta tu postre.
yhaciendo caso a sus palabras Mello comenzó a disgustar del postreque tenía frente a él, comenzó con el cuello, lamiendo con extremodetenimiento, y sacando varios gemidos a su acompañante, siguió enun camino de besos hasta llegar a los pezones del pelirrojo que lamiolas veces que quiso, lo mordió varias veces deleitándose con lossuspiros que hacia este, siempre le había gustado la dominación yMatt lo sabía por esa razón seguramente se estaba dejando hacer,sonrió complacido, ese de verdad era su perro. Siguió bajandodevorando el chocolate que combinado con la piel de matt daba unsabor exquisito, único, no había otro igual este era mucho másadictivo que el resto y lo seguiría probando tantas veces quisiera.
-M-mello...
-¿Quépasa? ¿Ya te rendiste?
Estele indico el chocolate que se había quedado encima de sus labios yentonces subió a besarlo, matt tomo un poco más y beso a Mellocompartiendo ese manjar dulce. Quien había dicho que solo había unamanera de comer chocolate se había equivocado de una muy mala forma,esta nueva forma le había encantado, no solo la repetirían una vez,lo harían mil y un veces hasta que no hubiera chocolate sobre latierra.
-eresdelicioso Matt-le dijo entre besos este solo sonrío divertido.
-puesa mí también me gustaría probarte.
-¡oye!-reclamoMello al ser separado de los labios con sabor a chocolate de Matt.
-creoque ha llegado mi turno de la diversión-volteo las posicionesposicionando a mello debajo de él, se relamió los lamios con laimagen de mello que tenía, volteo un segundo hacia el reloj ysonrió, Mello se extrañó por la sonrisa y no pudo evitarpreguntarle, Matt solo se acercó a su oreja y le dijo: felizaniversario.
Escuchocomo Mello reía y le abrazaba un poco, se separó para mirarle y lomiro con ambas mejillas rojas pero con una gran sonrisa, adorabatodas las facetas de mello, la enojada, la burlona, la sarcástica,la violenta y más que todo la amorosa, esa era la que más amaba;que solamente él tenía derecho a ver la mayor de esa, solo el teniapermitido captar esa faceta de Mello, nadie lo tenía permitido.
-entoncestodos esos eran regalos de aniversario-reía aun Mello.
-sí,pero alguien los descubría antes de tiempo-dijo eso ultimo con falsamolestia.
-noes mi culpa que el perro no sepa esconder bien las cosas-decíariendo-, mi regalo está en mi guardarropa, me costó muchoconseguirlo, es la psp 4
-¡Prosi aún no sale al mercado hasta dentro de medio año!-grito elpelirrojo de emoción.
-tengomis contactos-respondió el rubio orgulloso-...y también...
-¿eh?
-había-enrojeció violentamente-...otra cosa más...
-¿Quécosa?-no pudo evitar preguntar.
-yo...mehice el examen para donceles...-abrí los ojos desmesuradamente- ydio positivo...
-entonces...
-siquisiéramos tener hijos en un futuro...podríamos hacerlo...
Dios,creo que casi muero de la emoción, abrace fuertemente a Mello contrami mientras compartíamos uno de los besos que recordare durante todami vida, este había sido el mejor regalo de aniversario del mundo.
-¡teamo Mello!-Le dije mientras lo abrazaba-, ahh, no puedo sentirme másfeliz, ahora mismo tengo deseos de casarme contigo-lo sentíenrojecer y yo no pude evitar reír, pero era verdad, quería casarmecon él y eso no era una broma, algún día él y yo estaríamos enel altar juntos-de verdad te amo mucho Mello...
-yo...También...perro.
Sonreíy volvimos a besarnos, primeramente suave hasta subir la intensidad.Matt sujeto la espalda de Mello para atraerlo a si pegando aún mássus cuerpos que necesitaban de su calor mutuo. Bajo sus palmas por laespalda enterrando sus dedos cuando Mello rompió el beso paradirigirse al cuello del pelirrojo, besándolo y dejando pequeñasmarcas rojas en la piel.
Matttembló al sentir una sutil mordida en su lóbulo derecho, se aferróal muchacho bajando las manos por debajo del pantalón de mello. Susrespiraciones chocaban una contra otra. Comenzó a bajar su lenguapor el pecho hasta los pezones, jugando con la punta de su húmedalengua de un lado a otro. A Mello se le escaparon varios gemidos que complacieron a Matt quien seguía con su tarea. Mordió suavemente supiel erizándola por completo. Bajo por el abdomen hasta el vientrepresionando con sus labios, Mello enterró sus dedos en los cabellosrojizos de Matt guiándolo más debajo de eso, Matt cumplió susórdenes, fue lamiendo hasta llegar a su miembro, el rubio arqueo laespalda cuando sintió rozar la punta de su lengua contra sudespierto miembro.
-Matt...nopares...
Lamiodesde la punta hasta la extensión, sintiendo las manos de Mellosobre su cabeza, sopló la punta causando un escalofrió en Mello yluego s lo metió de lleno en su boca, los gemidos que salían de suboca excitaban cada vez a Matt que solo podía observar cada una dela expresiones que hacia su amante, aumento la velocidad al igualque Mello sus gemidos, este no parecía poder soportar por mucho mástiempo.
-matt...mevengo...
Peroese no era el objetivo inmediato, aun quería jugar un poco más, seseparó del rubio, ganándose una mirada asesina que prefirióignorar hasta llegar a su pecho
-creoque encontré una manera distintas de jugar videojuegos.
-comenzóa presionar y a pellizcar los pezones de Mello como si se tratasen delos botones del control, este se retorcía de placer debajo delcuerpo de Matt mientras una mano traviesa iba hacia la entrepierna deMatt, ese soltó un gemido ahogado y miro a Mello quien sonríocómplice.
-estees un juego de dos-Matt le sonrió divertido.
Elrubio se llevó dos dedos de la mano de Matt a la boca para lamerlosde una manera que dejo estático al propio pelirrojo, para que luegoeste los pusiera en la entrada de Mello. Entraron lentamente, primerouno, luego el otro, para dilatar al rubio, este se mordió los labiosen una mueca de mezcla entre placer y dolor. El rubio siguiómasajeando el miembro duro del pelirrojo; y este con la mano seguíamoviendo en círculos la entrada, introdujo un dedo más, causandoque Mello gimiera mordiéndose el labio.
Seacomodó entre sus piernas, introduciendo el miembro despacio, sinbuscar lastimarlo.
-¿puedo...?
Loslabios del Mello le interrumpieron, indicándoles que continuara, asílas embestidas comenzaron, primero suaves acostumbrado al pelirrojo,pero subiendo de frecuencia, rapidez y fuerza. Hasta lograr que elmiembro de Mello entrara por completo en el cuerpo de Matt.
Susrespiraciones chocaban, podía el rubio oír los jadeos ahogados delpelirrojo y eso le gustaba...realmente estaba disfrutando de esecontacto más allá de lo físico. Mello se aferraba a la espalda deMatt gimiendo repetidas veces su nombre entrecortado, Matt tambiénlo hacía susurrándole al oído. El contacto era el paraíso. Mattni su propio nombre recordaba pero si uno en especial.
--Mello...—gimióMatt por fin a la persona indicada sudando contra su cuerpo.
-Mihael...
-¿eh?
-Llámame...Mihael...Mail
-Mihael...
Soloescuchar su verdadero nombre salir de los labios de matt fuesuficiente para que este se viniera, Matt se vino dentro de él casial mismo tiempo al sentir con las paredes internas de Mello secontraían. Ambos cayeron exhaustos al acolchonado mientras seguíanrespirando agitadamente.
-eresun gran olvidadizo, perro.
-¿eh?
-hoyno era nuestro aniversario-le anuncio.
-¿¡QUE?!
-Nuestroaniversario fue ayer, tú te me declaraste cinco minutos antes de lamedia noche-declaro el rubio sonriente.
-¡¿enserio?!...bueno ya que...yo cumplí con mi cometido
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