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Jungkook se encontraba sentado en la mesa de la cafetería junto a sus amigos.

—Entonces eso pasó, solo porque le dije que su clase era aburrida me enviaron con el director y tengo que limpiar los baños por toda una semana —bufó Eunwoo.

—Tú también que eres bien idiota y le dices eso al maestro más jodido de esta universidad —suspiró Yoongi, cansado por la estupidez de su amigo.

Jungkook solo rió, sus amigos siempre hacían tonterías en la universidad –sobre todo Eunwoo– quienes se comportaban como niños pequeños.

—¡Hola, Kookie! —se escuchó una voz chillona.

Todos se quedaron en silencio al escuchar aquella voz.

Jeon viró sus ojos con fastidio, otra vez venía a molestar y era nada más y nada menos que Dahyun, una admiradora de Jungkook desde el primer semestre. No importaba cuántas veces la rechazara, ella seguía detrás suyo.

Jungkook solo la miró inexpresivo, mientras que ella rodeaba la mesa para llegar a su lado.

—Te traje esto. Fue un dulce que aprendí a hacer ester fin de semana. —Sonrió de oreja a oreja con la esperanza de que Jungkook lo recibiera.

—Gracias, pero no me gusta el dulce, así que no puedo aceptarlo —dijo como si nada.

—Pero este no tiene mucha azúcar, tiene poca. Acéptalo por favor —hizo un pequeño puchero.

—Me pregunto. ¿Tú por qué sigues detrás de Jungkook? —preguntó Yoongi, confundido.

—¿Eso qué tiene de malo? —Dahyun frunció el ceño.

—Primero, el rumor de que tiene tremenda anaconda entre sus piernas; la segunda, que tiene novio. Eso es caer muy bajo, ¿Sabías eso?

Dahyun no alcanzó a hablar, pues alguien los había interrumpido, saltando a los brazos de Jungkook.

—Hablando del rey de Roma —comentó Eunwoo.

—¡Koo, te estaba buscando! —Jimin hizo un puchero.

—Perdón, bebé, pero Yoongi y Eunwoo no me dejaron esperarte. Estaban ansiosos por tragar como los cerdos que son —Jeon se encogió de hombros, mientras le sonreía a su novio.

—Desgraciado, aparte de que te apoyamos en tus locuras, mira cómo nos tratas —se quejó Min.

—Las cosas como son —rió Jungkook.

—Oye disculpa, pero yo estaba hablando con Jungkook antes —Dahyun tocó el hombro de Jimin para llamar su atención.

—Pues...

Antes de que Park pudiera terminar su oración, Jungkook se levantó rápidamente y lo tomó de la muñeca.

—Me acordé que tengo algo que hacer y de los cual Jimin quedó en ayudarme —con aquellas palabras la pareja salió de la cafetería.

—Koo... —llamó el rubio—. ¿Qué tenemos que hacer?

—No te hagas, perfectamente sabes que le ibas a decir hasta de qué se iba a morir a Dahyun. Quería evitar que mi novio fuera expulsado de la universidad, ¿está eso mal? —Jeon lo miró con seriedad.

—¡Sí, está mal! ¡Yo quería decirle su poco de cosas a esa perra arrastrada! —bufó Jimin.

—Bebé, muy bien sabes que no me gusta que uses ese tipo de vocabulario y que por ello mereces un castigo.

Y ahí fue cuando Park Jimin sintió el verdadero terror.

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Jimin se encontraba contra la puerta de aquel cubículo, pues Jeon los había metido al baño de la universidad y en este momento se encontraba mordiendo el labio para no soltar algún sonido indebido para que alguna persona curiosa que pasara por ahí los escuchara.

—Cuéntalos, y si te equivocas, comienzas desde cero —demandó.

Jimin solo asintió y esperó a que la primera nalgada tocara su piel sensible.

—Uno... D-Dos... C-Cinco, ah~ —soltó un gemido a lo último.

—Haz silencio —dio un golpe más duro.

Aquello ocasionó que los ojos de Jimin se cristalizaran, mientras volvía sus manos un puño.

—Nunca dije que dejaras de contar —volvió a demandar Jungkook para luego proseguir con sus golpes en trasero de su novio.

—D-Diez, quienes... n-no pue... —no alcanzó a terminar su frase cuando Jungkook volvió a darle una gran nalgada—. Dieciocho, veinte...

—Listo. —Acarició el trasero de su novio para tratar de disminuir el ardor, seguidamente, bajar hasta quedar a la altura de estos y darle un pequeño beso en ambos lados—. Es hora de ir a clases, ya sonó la campana.

—P-pero... ¿N-No me vas a follar? —Jimin se giró rápidamente para encarar a su novio con un puchero.

—Mereces ser follado en algo mejor que un asqueroso baño donde han pasado muchas personas —Jungkook asintió—. Además de que si te cojo aquí, no podrás caminar y todos van a saber el porqué y no quiero que sepan que te follé en esta asquerosidad —tras decir aquello, subió el bóxer junto al pantalón de Jimin—. Luego de la universidad si puedo hacerlo y además también podré escuchar tu bella voz suplicando por más —Jungkook abrió el cubículo y salió del baño como si nada hubiera pasado allí.

—¡Jeon Jungkook, no puedes dejarme así! —exclamó Jimin, frustrado.

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Jimin iba a su salón de clases con los ojos rojos y el labio hinchado.

—Definitivamente, no debo hacer enojar a Jungkookie —susurró para sí mismo.

"Mira, ahí va el novio de Jungkook"

"¿Es el que ha aguantado los 27 centímetros de Jungkook?"

"Sí, es él. De seguro todavía está con Jungkook porque no han follado, deja que lo hagan y ya no seguirán juntos"

Jimin estuvo a punto de voltearse y encarar a aquellas personas que solo les gustaba joderle las pelotas.

—¡Park Jimin! ¡Te estuve buscando por todas partes! —habló un Taehyung indignado.

—Perdona, Tae. Se me fue el tiempo —Park lo miró con un puchero para que lo perdonara por haberlo dejado solo.

—¿Estabas con Jungkook? —Jimin asintió—. Con razón, tienes los ojos rojos y el labio hinchado, no me imagino lo que debieron de hacer.

—¡No es lo que crees! —habló rápidamente.

—A mí no me engañas, se que eres un pequeño masoquista y que tu lema es "entre más grande, mejor el placer"

Jimin se sonrojó y siguió su camino, ignorando de esa forma las palabras de su mejor amigo.

—Minnie, quien te viera tan inocente pero en realidad eres tan pervertido —continuó burlándose Taehyung.