Reunion (12)
Durante varios días más estuvieron caminando y avanzando hasta que llegaron al desnivel, se miraron entre ellos nerviosos, asintieron con la cabeza y se dejaron deslizar por la montaña con ayuda de Robert.
- Parece que fue ayer cuando empezamos a descender...- dijo Keenan soltando una risilla, habían hecho una hoguera para la cena, solo quedaban las ascuas en ese momento, pues fue solo una pequeña hoguera de dos o tres horas para hacer la cena, o la comida, no sabían qué hora era, pues todo el tiempo era de día por la iluminación artificial.
- Cierto...- dijo Álex.- Por cierto... Robert... ¿Estás bien? Has estado muy callado desde que saliste de la fábrica de androides... ¿Viste algo malo?
- Demasiado malo...- suspiró bajando los ojos a las ascuas de la hoguera, jugó con las ascuas con un palo.- Tardé tanto en salir porque accidentalmente dejé caer un tubo de ensayo y tuve que tener muchísimo cuidado arrastrándome por los conductos de ventilación, los androides tenemos demasiado buen oído, debía deslizarme lentamente.
- Pero... ¿Qué fue lo que viste?
- Aunque seáis mayores de edad, no puedo explicarlo. Aún no soy capaz de procesarlo todavía...- dejó la rama y se acarició la palma, suspiró con frustración.- Necesito algo más de tiempo...- susurró mirando a los dos hermanos con súplica.
Ambos asintieron con la cabeza y decidieron no insistir en el tema, suspiraron mirando las ascuas. Decidieron dormir un poco para descansar y reponer fuerzas. Cuando despertaron bastantes horas después, procedieron con el camino hasta la hora de comer. Momento en el que se detuvieron un rato. Posteriormente siguieron avanzando. Hasta que llegaron a los veintiocho mil metros, ambos estaban nerviosos, quedaban menos de mil metros para llegar. Podían ver el huerto a lo lejos, aquello los emocionó aún más. Robert iba tras ellos y les mencionó la dirección en la que la madriguera se encontraba, pero ambos insistieron en ir al huerto, querían ver los cultivos, les hacía ilusión, y aunque Robert no comprendía del todo las razones por las que perder tiempo mirando los cultivos, aceptó.
Nada más estuvieron delante de la tierra cultivada, los dos hermanos sonrieron con emoción y miraron al albino, este sonrió un poco y los despeinó. Posteriormente se movió rápido y se interpuso entre los chicos y algún punto concreto.
- Estoy de vuelta, no hay peligro.- dijo el albino con seriedad en voz alta.
Entre la duna de césped apareció un usuario enmascarado que bajó la duna deslizándose y se acercó como un felino, lento y cauteloso, pero al mismo tiempo curioso y teniendo en cuenta de que podía salir corriendo ante cualquier movimiento.
- No llevamos armas. De todas maneras dudo que fuesen a herirte.- habló después de que se acercara con cierta distancia prudencial, entrecerró los ojos al ver que no bajaba el arco.
- ¿Vinieron?- preguntó repentinamente.
Robert se quitó del medio, ambos hermanos se habían levantado del suelo y miraron con curiosidad ladeando la cabeza, más que nada por la máscara con la que se cubría el rostro y el traje que utilizaba usando cuero, plumas de las aves de la parte de arriba como camuflaje; se retiró lentamente la máscara y ambos pudieron reconocerlo de las fotografías tomadas por el albino cuando bajó la primera vez.
- Juraría que mis dos hijos eran varones.- musitó con seriedad.- De hecho, los parí yo, ambos eran varones.
- No todos crecen normativamente...- musitó con cierta timidez Álex.- Quiero decir...
Hubo un breve silencio, pero un breve silencio verdaderamente tenso.
- Creo que lo comprendo.- musitó mirando fijamente a la chica, después de eso hubo otro silencio, le sonrió un poco, quedándose como en trance.
- ¿Mamá...?
- ...- se quedó mirando fijamente a Keenan, hizo una mueca enternecida.- Te pareces mucho a Kenai...- sonrió un poco.- Lamento no haberme quedado y haberos criado como debí hacer.- Suspiró colocando la máscara en el cinturón, acabó por acercarse a ellos colocando el arco cruzado a su espalda en diagonal, los dos infantes eran más altos.- Espero que podáis perdonarme...
- Mamá...- susurraron los dos al mismo tiempo abrazando a uno de sus progenitores con fuerza.
- Eso sí, habéis sacado la estatura de Kenai...- bromeó un poco y los miró a ambos.- Venid los tres...- los guió hacia la madriguera.- De verdad me alegra que vuestro amigo robótico os ayudara a llegar a la superficie intactos... ¿Tuvisteis alguna complicación grave?
- No... Gracias...- sonrió Keenan.
- No, no hubo ningún problema con la subida... Pero ¿Cómo descubriste cómo esquivar la maldición?- preguntó la hermana mayor.
- He pasado casi veinte años aquí abajo, he tenido tiempo de sobras para descubrirlo...- sonrió entrando en la madriguera.- Kenai...
- ¿Hmph...?- se escuchó desde el interior.
- Mira.- musitó cuando acabaron de bajar las escaleras.
- ¿Uh?- giró la vista y abrió los ojos en shock dejando de coser una manta para el frío, aparentemente había momentos en los que haría frío en aquella zona, sino, no estaría cosiendo esa manta, la cual ya estaba prácticamente acabada.- Keenan... Álex...- susurró en bajo.
- Definitivamente eres el padre, no necesitas prueba de paternidad.- bromeó quitándose el arco y la casaca de flechas para dejarlo en una mesa central en la que el otro dejó la manta que estaba a medias.
- No es el momento, Sil...- musitó mirando mal a la otra persona, después se acercó a los dos chicos, ambos eran más bajos que él, pero eso no impidió que lo abrazaran con fuerza.- Dios... Tenía tantas ganas de hacer esto... No me puedo creer que tuviera que esperar casi veinte años para hacerlo...- suspiró con pesadez.
- Sabes perfectamente que no es culpa tuya, es la maldición de este maldito lugar.- bufó con molestia tomando la aguja y la manta a medio coser y dejarlo a un lado para sentarse en el borde de la mesa de madera.- Si no fuera por ese lugar ambos estaríamos en la superficie con ellos.
- Puede que igualmente hubiéramos estado en el abismo... Bajando más todavía... Si es que hay más profundidad...- musitó Álex.
- Cierto... La carta decía que a lo mejor estaríais en el fondo del abismo... ¿Significa que el abismo tiene 30.000 metros?
Los dos adultos hicieron silencio.
- Ya quisiéramos haber encontrado el final del abismo...- musitó Kenai.- Nos hemos rendido...
- ¿Eh...?
- No hemos seguido bajando, nos hemos rendido... Si siguiéramos bajando, moriríamos en el inframundo...
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BUAH....
Por fin están juntos otra vez aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Tenía muchas ganas de llegar a esta parte aaaaaaaa
:3
La canción no le queda absolutamente, porque la escena en la que se utiliza este soundtrack y este capítulo están completamente....
...
Es completamente distinto jeje
Me acuerdo perfectamente de este soundtrack, es que me gustó mucho, ajdhdjkndjk
Aquí las opiniones ---------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1127 Palabras]
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