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Día 17

Deseos

—¿Deseos?

Sí…

—¿Has visto la hora?

Puedo enviar a alguien por ustedes al apartamento y estarían aquí en un abrir y cerrar de ojos.

Todoroki pasó su mano derecha por su rostro con pereza y entonces con los ojos entre abiertos, observó al muchacho pecoso que dormía a su lado, luciendo tan tranquilo e inofensivo.

¿Cómo alguien sería capaz de interrumpir su sueño?

—Yaoyorozu… estamos muy, muy cansados…

Por favor, la mayoría de los chicos ya están aquí —insistió al otro lado de la línea— Será maravilloso, lo prometo.

Iba a replicar, pero pronto el teléfono le fue arrebatado de las manos.

—Iremos con gusto, gracias por la invitación —en cosa de un parpadeo, ahora era Izuku quien charlaba con la muchacha—. Por supuesto, nos vemos, muchas gracias.

—¿Qué fue eso?

—Si llamó a esta hora, debe ser importante para ella… no podemos fallarle a una amiga —sonrió aún estando somnoliento y bostezó.

Al semi albino le causó gracia y algo de ternura verlo adormilado, con su lindo cabello aún más despeinado y sus mejillas levemente sonrojadas.

Hermoso.

Sin avisar o pensarlo realmente, tomó sus mejillas para atraerlo y unir sus labios en un beso, uno que el otro no dudó en corresponder.

—Le iba a decir que sí de todas formas —comentó una vez se separaron.

Midoriya sonrió y sus ojos comenzaron a cerrarse, pronto ya estaba dejando caer su peso sobre el chico a su lado.

—Quería decirle que nos diera tiempo a prepararnos —señaló para luego bostezar también—. Pero gracias a ti, tendremos que ir luciendo horribles…

—Imposible… Shoto siempre luce bien —murmuró medio adormilado.

Todoroki con ambas manos lo empujó para poder levantarse, pero Midoriya se adelantó y dio un salto fuera de la cama, solo para volver a ella en un parpadeo.

—Que frío… —murmuró abrazándose a si mismo mientras temblaba—. Oh rayos, mis pies se congelan…

El semi albino sonrió victorioso mientras señalaba sus pies.

—Sí, existe algo llamado… calcetines —dijo a modo de broma—. Quizá te regale un par en navidad… ¿los quieres con la cara de All Might?

Comenzó a reír, pero pronto recibió un golpe con la almohada en el rostro.

—Me has robado la idea —comentó divertido, recobrando la energía en cosa de segundos—. Yo iba a darte calcetines para navidad.

—Cariño ¿cómo supiste? —siguió entre burlas—. No tenías que molestarte.

Izuku entre risas se lazó sobre él y comenzó a revolverle el cabello, mientras Shoto intentaba defenderse atacando al contrario con cosquillas.

No cambiaría nada, su vida así era perfecta.

Pero como no era nuevo para ellos, el momento de diversión llegó a su fin cuando se escucharon unos golpes en la puerta principal. Ambos intercambiaron miradas curiosos, y como el heterocromático era el único que traía calcetines, fue el responsable de ver a su inesperada visita.

—Izuku, han llegado por nosotros —anunció sonando neutral.

—E-Eh… ¿ya?

—Le dije que en diez minutos estamos abajo.

—P-Pero…

El pecoso bajó nuevamente de la cama, olvidando el frío y que iba descalzo, pero pronto corría dando saltitos por el cambio de temperatura en contraste con la piel de sus pies, buscó ropa, algo que le abrigaba era lo importante, como si tuviesen una especia de sincronización desconocida, ambos comenzaron a sacar prendas para el contrario y comenzaron a vestirse sin chocar ni golpearse en ningún momento.

Básicamente, habían escogido la ropa de su pareja.

Pero eso no era lo importante ahora mismo, el rizado corrió al baño para lavarse los dientes y la cara, mientras Shoto caminaba a paso lento e imitaba sus acciones con calma. Una vez listos, cogieron sus llaves, móviles, algo de dinero y salieron de ahí en un tiempo récord.

—Vaya, pensé que no podría despertar del todo, pero me siento con mucha energía.

—¿A si? —preguntó Todoroki con una sonrisa.

—Podría correr una maratón y derrotar a la liga de villanos ahora mismo —dijo lleno de entusiasmo y con los ojos reluciendo como un par de gemas.

—Entonces… podrías ir corriendo a casa de Yaoyorozu.

—Por supuesto, sin problemas…

Sí claro, sin problemas…

El semi albino cargaba a Izuku sobre su espalda, quien iba completamente dormido.

Sabía que eso ocurriría, pero no pensó que seguiría durmiendo aún cuando intentó despertarlo tantas veces. No le molestaba en absoluto, pero debía admitir que el rizado pesaba, pese a aparentar todo lo contrario.

En ocasiones, olvidaba que ese rostro angelical, tenía un cuerpo…

Mejor no desviarse por ese camino.

—¿Ya gané?

Sonrió ante eso y con cuidado lo dejó en una banca ubicada cerca de la puerta principal de la enorme mansión.

—Oye, no es que no quiera seguir contigo sobre mi espalda como un koala —murmuró—. Pero estoy seguro de que no quieres que te vean así…

Midoriya con dificultad abrió los ojos y se puso de pie.

—Vamos a… ¿a qué hemos venido?

—Deseos… es toda la información que poseo.

—¿Deseos?

—Sí, ven —le ofreció su mano y comenzaron a caminar—. Estoy seguro de que Yaoyorozu terminará con nuestras dudas.

—Chicos… ¿cómo es que siempre son los últimos en llegar?

—Juro que no quería llegar tarde sensei —murmuró Izuku adormilado.

—¿De qué está hablando? —preguntó Denki con curiosidad mientras se acercaba al par.

Shoto se encogió de hombros, y entonces decidió cambiar de tema para evitarle a Izuku algún momento bochornoso.

—Más importante… ¿De dónde has salido tú?

—Oh, estamos en el jardín de atrás, es gigante y Yaomomo se tomó esto muy en serio —comentó divertido y entusiasta—. Vamos.

La pareja siguió en silencio los pasos del muchacho rubio, aunque bueno, el pecoso cargaba su peso en la espalda del más alto mientras arrastraba los pies, por lo que el de mirada heterocromática era quien impedía que el rizado emprendiera un viaje directo al suelo.

—¿Dé que se trata todo esto?

—Ya lo verás.

Cuando llegaron, Todoroki debía admitir que la imagen frente a él era algo asombrosa, y es que el jardín era realmente enorme, lleno de flores y arbustos perfectamente podados, tenía una pequeña fuente para aves cerca de la casa y un riachuelo cruzaba por donde comenzaban los árboles frondosos.

La única iluminación artificial que existía en el lugar, eran unas cuantas luces blancas en forma de estrellas y de un tamaño bastante reducido. Todos sus amigos sostenían tazas de algún líquido caliente que humeaba entre sus manos, sí, el frío no dejaba de ser espantoso, pero con todos ellos ahí, de seguro no tardaban nada para entrar en calor.

El lugar simulaba una especie de bosque encantado, exceptuando a los habitantes muy bulliciosos y para nada mágicos que se encontraban ahí.

—Todoroki, han llegado y… —la dulce sonrisa con la que Momo le daba la bienvenida se esfumó y le vio con curiosidad—. ¿Y Midoriya?

El semi albino le dio la espalda en un movimiento veloz, tomó a Izuku por los hombros y lo sostuvo para que pudiera saludar, el rizado solo logró sonreír con pereza y alzar un poco la mano.

—No lleva bien lo de madrugar.

—Oh por todos los cielos… —dijo espantada mientras se acercaba con una manta—. Lo lamento tanto, puede dormir dentro si lo deseas.

Shoto suspiró, ahora mismo, su pareja se había convertido en su hijo pequeño.

—No te preocupes, nada que una taza de café no pueda solucionar.

La muchacha pareció meditarlo un momento y entonces señaló una enorme mesa donde había galletas, chocolate, malvaviscos —si su vista no lo engañaba— y tazas, un montón de tazas, todos se servían y reían.

¿Cómo es que estaban tan animados a esa hora?

—Solo preparé algo de chocolate caliente… pero puedo hacer café, si me esperas un momento…

—No, no hace falta —dijo Todoroki sin soltar al pecoso—. Mientras más azúcar, mejor será para él.

Momo asintió y una risita infantil escapó de sus labios al ver al par que no dejaban de parecerle lo más adorable.

—Chocolate será…

—Gracias —Shoto asintió y con pasos lentos comenzó a guiar a Izuku donde todos estaban reunidos.

Tenía la esperanza de que quizá, al escuchar a todos su amigos ahí, despertara al fin.

—Uraraka, por favor… ¿no pueden hacer esto en privado?

—Kaminari, solo lo abrazo, no hago nada malo.

—Sí, luego de meter tu lengua hasta su garganta y acariciarle el corazón con ella —agregó Mina con una enorme sonrisa.

El semi albino observaba la situación en completo silencio, pero pronto sintió compasión al ver al pobre de Iida sonrojado hasta las orejas mientras Uraraka no dejaba de abrazarlo.

—Estoy segura de que todos los días te bebes una o dos copas de aquella bebida extraña —dijo la muchacha de cabello rosa entre risas—. Amiga, necesitas calmar tus hormonas un poco.

—Oblígame —sentenció la castaña.

El de mirada heterocromática comía en silencio un trozo de chocolate mientras con su mano libre sostenía al rizado para que no cayera dormido sobre el césped, pero entonces, escuchó algo que captó toda su atención.

—Estoy segura de que no soy la única que disfrutó de eso, Deku-kun dijo que le pareció delicioso —comentó Ochako.

Shoto sin querer parecer muy obvio, se acercó un poco con intenciones de no perderse detalles sobre aquella charla.

—Pero… sabes… yo no me volví loca, solo sentí un poco de calor, pero nada en comparación a lo que tú me cuentas.

¿De qué diablos estaba hablando Mina?

—Bueno, eso es porque Deku y yo bebimos más y bueno… supongo que las hormonas se descontrolaron un poco.

¿Sus hormonas?

—Todoroki… antes de malinterpretar mis palabras, podrías acercarte más y unirte a la charla, así te enteras de todo —anunció Uraraka fingiendo inocencia.

Iida y Denki que hace poco ignoraban a las chicas ahora tenían sus ojos puestos sobre el muchacho de cabello bicolor y el bello durmiente que sostenía por los hombros. Todoroki sin saber qué decir o hacer, tomó la mano de Izuku y la movió de un lado a otro a modo de saludo.

—Hombre… ¿has dopado a Midoriya? —preguntó Kaminari entre risas.

—¿Por qué haría eso? —cuestionó el de mirada heterocromática con cierto horror.

—Yo puedo despertarlo —anunció Tenya.

Todos los ahí presentes le vieron como si hubiese enloquecido, ese no era Iida, el Iida de siempre diría que lo dejen en paz o algo por el estilo, por lo que entonces las miradas pasaron a la castaña.

—Ochako… ¿qué le has hecho al pobre de Iida? —inquirió Ashido con diversión.

La castaña se encogió de hombros y sonrió apenada.

—Bien, basta… no es necesario —advirtió Todoroki—. Yaoyorozu traerá…

—Chocolate caliente —anunció la azabache con una dulce sonrisa mientras estiraba sus manos con dos tazas humeantes que desprendían un delicioso aroma—. Le puse un poco de crema, espero no les importe.

—Muchas gracias.

—Momo-chan es un ángel —susurró Izuku sin abrir del todo los ojos, pero tomando con cuidado la taza entre sus manos.

La aludida se sonrojó levemente ante el cumplido y se fue, no sin antes recordarles que la buscaran si algo les hacía falta.

—¿Has estado despierto todo este tiempo? —preguntó Tenya moviendo su mano de arriba abajo frente al rostro del pecoso.

—He escuchado todas las cosas extrañas que han dicho hasta ahora… —murmuró dando el primer sorbo—. ¿Por qué Denki querría un dinosaurio?

Sus amigos y su novio incluido le vieron sin comprender, entonces comenzaron a reír —excepto Shoto— quien solo sonrió con ternura.

—Vamos, eso te hará entrar en calor y tendrás un poco de energía —susurró.

—Tengo frío —dijo Izuku buscando los brazos del más alto y refugiándose entre ellos.

—¿Ves eso Uraraka? —cuestionó el rubio con una sonrisa—. Eso es adorable… ¿por qué no son así?

—Porque llevan unos días siendo novios —le regañó Ashido—. ¿No recuerdas cuando este par no podía estar separado en un inicio?

—Solo recuerdo como todos teníamos que soportar lo bobos que eran —bromeó Kaminari—. ¿Recuerdas aquella vez que tuvimos que encerrarlos diciendo que la llave se perdió?

—Oh… pero ni siquiera ahí hubo avances —continuó Ochako.

—¿Fueron ustedes? —preguntó Todoroki viéndolos con ligero asombro—. Izuku casi muere ahogado.

—Sí, por estar encerrado contigo en el cuarto de los materiales deportivos —señaló Uraraka—. Izuku jamás ha sido claustrofóbico.

—¿No lo eres?

Izuku es escondió aún más mientras hacía ruidos al beber de su taza.

—Ochako, no puedo creerlo… ¿en serio fuiste parte de eso? —inquirió Iida tomando un poco de distancia para alcanzar una galleta—. Ese día corrí por todos lados buscando un profesor que me facilitara la llave.

Kirishima pronto se unió a la conversación junto con Asui y Sero.

—¿Recuerdan el cumpleaños de Midoriya? —preguntó el pelirrojo con una enorme sonrisa—. Creo que fue en segundo año… o tercero… —mencionó mientras hacía muecas intentando recordar.

—¿Cuándo los empujamos? —preguntó Asui—. Fue en segundo año.

—Sí, pero no salió bien —dijo Hanta con una sonrisa—. En lugar de besarse, ambos terminaron en la enfermería.

—¿Lo hicieron a propósito? —decía Midoriya con asombro, aparentemente, con más energía—. Mi nariz sangró mucho ese día.

—Creo que aún tengo una pequeña cicatriz en mi labio —añadió Shoto con indiferencia.

—Chicos, no pueden culparnos —dijo la castaña—. Solo intentábamos ayudar, pero ambos eran tan ciegos…

—Tímidos —agregó Tsuyu.

—E inocentes —finalizó Mina—. No nos quedaba de otra que intervenir.

—Sí, bueno, no lo hicieron bien.

—¿Recuerdan el chocolate de San Valentín? —preguntó Denki con una sonrisa—. Creo que debimos dejarle esa tarea a las chicas.

El pecoso observó a su pareja con confusión y entonces habló.

—Pero… tú estuviste ausente por días —comentó.

—Sí… ahora entiendo por qué…

—Espera un poco… ¿qué diablos hicieron en San Valentín?

Tenya sonrió apenado.

—Tal vez… hicimos un chocolate a tu nombre…

—¿Eh?

—Pero sabes… gracias a eso descubrimos que la cocina no es nada fácil —señaló Kirihima con una enrome sonrisa.

—¿Te comiste ese chocolate? —le preguntó al chico de cabello bicolor.

—Pensé que realmente lo habías hecho tú —confesó.

—Ahora entiendo por qué comías tan desconfiado cuando te ofrecía de mi comida —suspiró y entonces observó a sus amigos—. Chicos, ustedes son más peligrosos de lo que parecen.

—Viejo, todo sea por el amor —vociferó Sero.

—Bro, que varonil —le siguió Eijiro.

—Chicos.

La voz de Yaoyorozu consiguió que todos se quedaran en silencio, a la espera por sus palabras.

—Quiero disculparme por hacerlos venir tan tarde y sin ningún tipo de explicación —anunció—. Pero a pesar de eso, todos están aquí sin importar nada, y eso significa mucho para mí.

Sonrió con dulzura y con un gesto delicado limpió lo que parecía ser una lágrima solitaria, entonces prosiguió a sacar un pequeño trozo de papel y un lápiz que estaban sobre la mesa tras ella.

—Sé que estamos en víspera navideña y que aún falta para nuestros deseos de fin de año, pero eso no lo hace menos simbólico —sonrió, tomó una bocanada de aire y continuó—. Tenía planeado, que todos nosotros escribiéramos en estos pequeños trozos de papel, nuestros deseos para esta navidad —compartió una mirada tímida con Kyoka y cuando esta le sonrió como si le diera ánimos para continuar, terminó de hablar— Entonces… una vez estén listos…

—¡Los quemamos y lanzamos las cenizas! —gritó Mina desbordante de emoción mientras daba pequeños brincos en su lugar.

—Oh… deseos —murmuró Todoroki—. Ahora tiene sentido.

El semi albino suspiró y sonrió con ternura al ver como Izuku se agrupaba junto a sus amigos y sonreía de una manera deslumbrante, en lo que su mirada brillaba ante la emoción.

Nunca se cansaría de ver esa dulce e inocente sonrisa.

—Todoroki podría quemarlos todos —sugirió Kaminari.

—Katsuki también puede ayudar —secundó Kirishima—. ¿Verdad?
El nombrado simplemente gruñó en respuesta y se encogió de hombros para luego desviar la mirada.

—Eso es… ¿un no o un sí? —preguntó Sero.

—¿Un tal vez…? —inquirió el pelirrojo.

Momo, Jirou y Aoyama eran los encargados de repartir los pequeños trozos de papel y un lápiz, todos tenían un color diferente, detalle que todos los presentes agradecieron con una enorme sonrisa.

—Te has esforzado en esto —comentó Shoto con una leve sonrisa.

Yaoyorozu sonrió y le entregó los materiales necesarios.

—Quería hacerlo… especial.

—Y lo es —afirmó—. Solo que…

—Lo lamento mucho por hacerlos venir a esta hora, realmente lo siento.

—No te preocupes —entonces sus ojos se posaron sobre cierto muchacho rizado que reía a carcajadas junto a sus amigos—. Sirvió para recuperar energías.

La chica a su lado también observó al joven de pecas.

—Luces muy feliz Todoroki.

—Lo soy.

—Y no sabes lo mucho que me alegra saberlo.

—Te debo en gran parte toda esa felicidad —dijo cruzándose de brazos.

—¿A mí? —preguntó intrigada—. No comprendo.

—Sí, fuiste quien me apoyó en todo momento ¿lo olvidas?

—Eres mi amigo y Midoriya también… ¿cómo no iba a ayudar a dos personas que se querían? —sonrió con dulzura—. Bueno… que se quieren.

Dicho eso, la muchacha se fue irradiando felicidad y continuó con su labor.

Entonces, bajó la mirada hacia el pequeño papel entre sus manos y pensó…

Un deseo…

¿Qué podría pedir?

Sentía que tenía todo, no necesitaba más ni menos, todo estaba bien tal cual. Estaba en el camino para convertirse en un gran héroe, estaba saludable, su familia también y la relación había mejorado considerablemente, tenía amigos grandiosos —algo extraños y peligrosos— pero grandiosos, al fin y al cabo, y… a una persona que bien podría ser consideraba un ángel caído del cielo a su lado.

¿Realmente hay que algo que podría desear?

Pese a no demostrarlo, se sintió ligeramente nervioso cuando notó a todos los presentes escribiendo en silencio, incluso Bakugo estaba enfrascado anotando algo en su pequeño trozo de papel. Él era el único de pie que observaba todo en silencio….

¿Alguna vez dejaría de ser el extraño e inadaptado?

Entonces, como Izuku tuviese una especie de sensor, se acercó y le dio un leve empujón con el hombro para llamar su atención, frenando de golpe sus pensamientos negativos.

—¿Recuerdas nuestra primera cita?

—¿Te refieres a cuando todo se salió de control y terminamos perdidos en el bosque? —preguntó con curiosidad.

—No, no nuestra primera cita como pareja —comenzó a reír ante el recuerdo y comenzó a juguetear con el lápiz, dándose golpecitos en el labio, como cada vez que muchas ideas venían a su cabeza—. Me refiero a… aquella en el centro comercial.

Shoto elevó la mirada, intentando recordar, entonces asintió y le miró expectante.

—Cuando nuestros amigos nos dejaron plantados…

—Sí, bueno… eso fue mi culpa —confesó sin quitar la vista sobre el papel—. Yo planee todo eso.

—¿A sí? —preguntó divertido.

—No voy a mirarte porque el recordarlo es muy vergonzoso incluso ahora —admitió—. Pero… creo que ese día, me di cuenta de lo mucho que estaba enamorado de ti, ya no era una simple atracción, no me agradabas solo por ser mi amigo y un buen compañero, era algo más…

—¿Por qué me dices esto ahora?

Midoriya sonrió y le vio a los ojos, con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Porque al recordar todo eso, pienso en los maravillosos amigos que tenemos.

Shoto elevó la mirada y sonrió al ver todos muy entusiastas respecto a sus deseos.

Él no era un inadaptado, ni un extraño, porque todas las personas que estaban ahí presentes se habían convertido en su familia, una que, a diferencia de la biológica, tienes el placer de escoger. Esas personas no eran normales, claro que no, y les encantaba meterse en problemas, con ellos cerca, de seguro todo se saldría de control, pero Izuku tenía razón, y es que todos y cada uno de ellos era simplemente maravilloso.

Ellos le habían ayudado de tantas maneras, ya fuese manera consciente o no, le aceptaron y le daban su espacio cuando lo necesitaba sin hacer preguntas.

Suspiró y sonrió, no había manera de sentirse como un extraño entre ellos, porque sabía que siempre podría contar con alguno de los presentes sin importar la circunstancia.

Entonces como si hubiese recibido un golpe de inspiración, apoyó el papel en la espalda del más bajito y comenzó a escribir.

—Tómate tu tiempo —bromeó Midoriya.

Luego de unos segundos, la fuerza que ejercían sobre su espalda desapareció, por lo que una sonrisa se posó en sus labios y se giró para ver al muchacho de mirada heterocromática.

—¿Ya? —curioseó.

—Ya —el más alto sonrió victorioso con el papel en alto.

—¿Puedo leerlo?

—Solo si lo alcanzas —elevó su mano y esperó pacientemente.

—Al menos lo intenté —bufó.

Todoroki se encogió de hombros y pronto se sorprendió cuando todos sus colegas y amigos comenzaron a rodearlo.

—¿Qué pasa?

—Creo que van a sacrificarte y bañarse en tu sangre —bromeó Izuku—. Tú quemarás los papeles… ¿recuerdas?

—Oh…

—Chicos —Midoriya con una sonrisa nerviosa en el rostro alzó la mano esperando atraer la atención, cuando la consiguió, prosiguió—. Me gustaría sugerir algo… si no les importa.

—Más vale que sea rápido —advirtió Katsuki—. Porque muero de sueño.

Kirishima sonrió al verle de reojo, al menos, ahora compartía más seguido con todo el grupo.

—S-Sí —asintió y entonces se acercó donde Yaoyorozu—. Tú fuiste la de la idea, por lo que sin dudas debes ser la primera.

Todos asintieron y dieron su visto bueno a través de enormes sonrisas, entonces, pronto todos comenzaron a alabar a la muchacha de cabellera negra que con un brillo especial en la mirada se acercó donde Todoroki y le entregó el pequeño trozo de papel, doblado en al menos dos o tres partes.

El semi albino sonrió y lo quemó, lanzando las cenizas al viento.

Por primera vez en mucho tiempo, no hubo escándalos, gritos ni peleas improvisadas. Nadie estaba ebrio ni con ganas de hacer el ridículo, todo ere un ambiente tranquilo, cálido —pese a la nieve acumulada bajo sus pies— todo se sentía como en familia.

Pero la paz no podía ser eterna, y es que cuando solo quedaban dos personas pendientes, fue que se desató el desastre.

—¿Eres idiota? —preguntó Bakugo entre gritos—. No se supone que lo leas.

Pronto Todoroki y Bakugo comenzaron un forcejeo, mientras todos reían, Izuku, Iida y Yaoyorozu miraban con horror, esperando por el desastre.

—Lo siento, mano equivocada —comentó el semi albino con calma en lo que enseñaba una bolita de papel totalmente congelada.

—Te mataré.

Y antes de que el muchacho de carácter feroz se lanzara a atacar a Shoto, una bola de nieve le golpeó la nuca. Katsuki observó furioso a Kaminari, este se congeló en el lugar y solo atinó a señalar a Kirishima, que sin importarle la situación comenzaba a crear más bolas de nieve con sus manos.

—¡Que comience la guerra! —vociferó con entusiasmo.

Lo que era paz y tranquilidad, pronto se volvió una guerra de bolas de nieve donde nadie estaba a salvo. Izuku corría mientras reía y entonces, algo llamó su atención, en el suelo, a sus pies, había un pequeño papel.

Reconocería esa letra en cualquier parte…

Era de Todoroki.

La tomó con cuidado y pensó en leerla, una sonrisa victoriosa se asomó en sus labios al tener acceso a aquello que Shoto había escrito… sí, algo tan íntimo…

Suspiró, sintiéndose culpable, lo arrugó, y entonces una idea se le vino a la cabeza… una muy riesgosa.

—¡Kacchan! —gritó entre todo el desastre—. No sabía que eran tan manco con las bolas de nieve —dijo a modo de burla.

Shoto observó espantado al pecoso a su lado.

¿Había enloquecido?

—¡¿Qué has dicho maldito nerd?!

Ante las inminentes explosiones de Katuski, Midoriya corrió y lanzó el papel en el momento preciso para que este se esfumara entre el caos. Por obra divina, se salvó de una explosión en la cara, y es que Todoroki había lanzado una bola de nieve, dándole en la cara al rubio.

—Esto es sin poderes —anunció.

Katsuki gruñó y comenzó a lanzar nieve como loco, Kirishima entre risas hacía más y más munición, Kaminari junto con Sero hacían de escudo y Mina se encargaba de arrojar al igual que Bakugo.

Izuku recibió dos o tres de lleno en el rostro y simplemente sonrió, pues las merecía.

Estaba loco, sintió que su alma había abandonado su cuerpo en cuanto se le ocurrió esa tontería, pero todo con tal de proteger los deseos de la persona que tanto amaba.

Sigo atrasada, lo lamento tanto, intento ponerme al día, pero como ven...  Este me salió más largo que todos los anteriores 🙈😂

Demonios 😂

Pero...  Espero lo disfruten, de todo corazón y que esto sirva como una pequeña distracción antes dea Navidad (donde podré morir al fin xD)

Amor para todas las personitas preciosas que se toman el tiempo de leer cada tontería que se me ocurre.
Y...  Quiero hacer un agradecimiento especial a NekoFran porque eres un sol, en serio, siempre estás en cada capítulo dejando tus bonitas palabras y no puedo con tanto 😭😭😭😭💕💕💕

Gracias a todos por no odiarme aún...  Porque si siguen mis otras historias, de seguro me odian xD

Amor y paz 💕

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