Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6. Cliché #5: Coqueteos

No hay peor experiencia que estar en una charla de profesores, pero es peor siendo el botones de los profesores y para arruinarlo más, en un sábado por la mañana. Tristemente es mi caso. La universidad celebra su aniversario nuevo noventa realizando una charla a lo grande con todos sus profesores y blah, blah, blah. Estoy aquí por obligación de Neil, él tuvo que alistarse como ayudante en la nota de una tarea, y como no quería morir solo, me pidió de favor que lo ayudara. Quise rechazar al segundo, pero uso la carta de: "te estoy ayudando en lo de tu lista" y tristemente ese ataque si fue efectivo contra mí.

Por esa razón, estoy utilizando un traje como de mesero —todo y corbata— y unos pantalones de tela ajustados que marcaban mis caderas, porque no tendré trasero grande, pero sí puedo presumir mis caderas. Mientras que mi mejor amigo iba con una charola entregando copas con vino, yo me daba un respiro de tanto sonreír mientras caminaba sin rumbo esperando que tomarán bocaditos.

—¿Todo perfecto? —preguntó con un rostro demacrado.

—Si a esto le puedes decir perfecto, en serio, Neil, no entiendo cómo no pudiste entregar esa tarea y nos hubiéramos ahorrado esta tontería.

Neil no dijo nada más porque sabe que es verdad, y todo por pasar una tarde en casa de Ceci. Y no es que me guste el chisme ni mucho menos, pero un pajarito me dijo que tenían casa sola y ya saben lo que hace una parejita que se ama mucho... Exacto, juegan al Twister sanamente y luego cogen fuerte y duro. Lo normal.

—¿Cuánto llevamos aquí? —pregunte queriendo tirándome de la ventana.

—Tres horas.

Se nota, mis pies me están matando al igual que mi mandíbula por estar sonriendo como pendejo a todos estos profesores que muchos de estos no volveré a ver en toda mi vida.

—Me debes una salida al cine para ayudarte por esta tontería —Esperé que ninguna autoridad estuviera cerca para decir tal cosa—. Un profesor me tiró el vino en el traje y ahora huelo medio dulce.

—Mejor, así podrás atraer a los hombres con tu olor.

—Si tu definición de hombres son señores entre sus cincuenta, pues menos mal eres hetero.

Neil pone los ojos en blanco mientras una bandeja vacía en la mesa y suelta un suspiro.

—Necesito irme de este evento.

—Ahí está, por no entregar esa tarea.

—No ayudas, Robert.

—¿Cuánto más faltará?

—Ya solo falta el discurso final y listo, nos vamos de esta porquería.

—¿Qué espera? Que hable rápido para terminar esta tontería.

No fue pronto, para nada pronto.

¿Se acuerdan de la profesora que solo habla en el idioma de sueños? Pues resulta que ella era la encargada de dar el discurso para conmemorar los años de prestigio de la universidad. O, en otras palabras, se puso a hablar por más de media hora de lo linda que es la institución y como debemos mantenerla impecable y pura mierda más. Juro que, si no estuviera Neil golpeándome el hombre a cada rato, estaría en el suelo tirado roncando tras escuchar esas palabras.

Por suerte, apenas los asistentes se levantaban de sus asientos, solo tuvimos que sonreír como idiotas en la salida mientras los docentes salían del lugar. Como me gustaría que no fuéramos imbéciles del lugar, pero a exclusión de otras cuatro almas en pena que ni sé sus nombres, nosotros dos fuimos los únicos disponibles. Cecilia se encontraba con su familia en una reunión, mientras que Dylan tendría una lección importante el lunes, por lo que estaría todo el fin de semana ocupado. Me comprometo en ayudarle a repasar el domingo en mi casa, total, casi siempre está vacía.

Luego de que Neil habla con el profesor sobre su tarea, dejamos la sonrisa de idiotas y salimos del lugar recibiendo el sol de la tarde y la universidad tan tranquila sin estudiantes.

—Carajo, juro que, si tengo que sonreírles a mis maestros por casi tres horas de nuevo, antes me doy un tiro.

—Mira el lado positivo.

Espero unos segundos.

—¿Y? ¿Cuál es el lado positivo?

—Dije que lo miraras, no que yo supiera cuál fuera.

—Idiota.

Le doy un golpe en el hombro mientras caminamos hacia la entrada principal. Quisiera irme directa a la casa, quitarme esta ropa, quedarme dormido hasta mañana y solo pensar en lo lindo que se está comportando Taylor conmigo.

Es curioso cómo cuando menos me lo esperaba, es que aparece Taylor.

Primero estaba comiendo en la cafetería de la universidad en donde di mi primer bocado y comenzó mi reto.

—¿Cuál fue la primera película anime que ganó el Oscar?

—El viaje de Chihiro. Pero hace poco ganó también el niño y la garza. Por lo que Hayao Miyazaki es un completo genio.

Luego estuvo...

—Sabías que, en una serie de eventos desafortunados, Jim Carrey se olvidó de sus líneas...

—... Pero logró realizar una escena improvisada y todo quedó muy natural.

Después estuvo...

—Considero que las adaptaciones de películas extranjeras a versiones estadounidenses son innecesarias, además de basura.

—Completamente de acuerdo.

Casi siempre aparece de la nada, me dice algún dato curioso de película o cualquier cosa relacionada con el cine y de ahí podemos hablar por largos minutos hasta que alguno de los dos nos tengamos que ir. Juro que nuestras conversaciones se sienten mágicas, casi como un sueño. Nadie puede hablar tanto del mundo de las películas sin ser objeto de burla o considerado como un tonto. Es casi que, con él, pudiera ser yo mismo... lo sé, lo sé. Apenas sí lo conozco y ya lo considero como un posible esposo, pero en verdad nunca antes había tenido tanta química con un chico que es casi aterrador.

—¿Seguro que todo está yendo bien? —preguntó Neil quitándose el chaleco.

—Te lo juro, nadie ha salido con el corazón roto, no había problemas graves y nada de lo ocurrido hace... ¿Taylor?

—¿Qué?

No quería interrumpir nuestra conversación de amistad, pero si ves a tu candidato a novio caminando con una caja sospecho y sus audífonos que en esta ocasión son plateados como casi toda su ropa, es casi de sorprender. Grito su nombre mientras agito mis manos llamando su atención.

—Robert —se quitó sus audífonos—. ¿Por qué te vestiste tan elegante?

—¿Te gusta? —doy una pequeña vuelta—. Tuve que asistir a la charla y quise verme impecable.

—Claro —Neil puso los ojos en blanco y por querer usar el sarcasmo, terminó con el pie aplastado por mi zapato.

—Te ves increíble, casi como salió de los perros de reserva.

Un cumplido solo para cinéfilos, en serio que me encanta cuando me compara como si fuera sacado de una película.

—Gracias. ¿A dónde te diriges con esas cosas?

Taylor sujeta de otra manera su caja llena de aparatos electrónicos y me brinda una sonrisa.

—Como te dije en otro día, tengo un pódcast y la universidad me presta un lugar en donde puedo realizarlo con total tranquilidad con la condición de que no dañe nada y traiga mis propias cosas.

—Ya veo.

Rápidamente, el rostro de Taylor se iluminó mientras se aferraba a la caja.

—Robert, ¿te gustaría estar en mi pódcast?

—¿Qué?

—Suelo hablar mucho sobre el cine y la farándula y me gustaría hablar con alguien más sobre un tema en particular y quien mejor que una persona tan especial como tú.

Cállate los ojos. ¿Acaba de decir que soy especial? Me muero, es lo más lindo que un hombre haya dicho de mí, bueno, un hombre que pueda considerar un posible nombre, porque luego está mi padre, Neil y hasta incluso Dylan me han dicho que soy especial. Pero nunca de una manera tan especial como ahora.

—¿Tú crees? —finjo estar algo apenado cuando en realidad estoy a punto de gritar de la emoción.

—Por supuesto, serías perfecto y me gustaría que estuvieras.

Listo, me compro. ¿Cómo puedo envolverlo en papel de regalo y ser mi obsequio de Navidad?

—Claro, me encantaría... —rápidamente, recuerdo que no estaba solo y miró a Neil, quien ya tenía una cara medio rara—. Solo déjame despedirme de mi amigo.

—Claro, no hay problema.

Taylor sonríe mientras me llevó a Neil un poco lejos de ese ser de luz fan de las películas.

—¿Entiendes que esto es una oportunidad de hora y debo abandonarte? —hable lo más bajo posible.

—Lo entiendo —a Neil le importa mi modo secreto, él habla con normalidad—. Igual voy a estar en la cafetería un rato y, si no te demoras mucho, podemos irnos juntos, pero si vas a tener sexo, me envías un emoji de berenjena y me largo.

Golpeo su hombro por decir eso como si nada cerca de Taylor.

—Puede que sea el indicado.

—Si tú lo dices, para mí es solo otro chico, pero si quieres, puedo darles ánimos y decir que soy fan de su relación...

—Ni te atrevas a decir eso, solo manifestarás en mi control.

Zanahorias pone una mano en mi hombro.

—Espero que sí sea el indicado, pero no te sobrepases, ¿de acuerdo?

Tranquilo, amigo, no voy a enloquecer, pero sí pondré a prueba un cliché algo curioso.

Coqueteo.

¿Qué? Algunos clichés tienen nombres tan obvios que hablan por sí mismos. Pero sí, voy a coquetear con este chico de manera que no sea tan obvio y a la vez algo juguetona. Así no haré una tontería tan grande que pueda incomodar a Taylor.

Abrazo a Neil para regresar con Taylor, quien al verme vuelve a sonreír.

—¿Estás listo?

—Contigo, siempre.

═══════ .˚♡˚. ════════

La habitación era completamente blanca, con una mesa del mismo color y nada más. Tampoco esperaba una baticueva increíble o del estilo, pero esperaba algo más.

—Sé que es pequeño, pero sirve increíble para mantener el audio sin ruido externo.

—Bastante ingenioso.

—Gracias, trato de dar mi mejor versión en mi pódcast.

Eso es lindo, lo tengo que reconocer.

Taylor comenzó a sacar todas sus cosas de la caja y lo ayudó en lo mejor que puedo que es casi nada, ya que no sé mucho de programar micrófonos o conectar el teléfono para nivelar el audio, eso se lo dejó completamente a Taylor. Al rato de unos minutos logró colocar dos micrófonos en la mesa mientras acomodaba las sillas. Tras escuchar sus anteriores pódcast, sé que primero da un pequeño resumen de lo que hablé en la semana pasada y tras mencionar una noticia en particular, se va desenvolviendo poco a poco.

—Escucha, Robert, empecé dando un resumen de lo que dije en mi anterior sesión y luego de presentarte, puedes decir interesante sobre ti y luego podemos empezar con el tema principal, ¿de acuerdo?

¿Qué tan difícil puede ser? Dudo que algo malo ocurra, solo debo preocupar que mis coqueteos sean lindos y tiernos para que Taylor se fijara completamente en mí.

—Claro, estoy más que preparado.

Presiona un botón de su celular. 

—Cómo se encuentra mi hermosa comunidad, espero que estén más que bien. Dios, siento que fue una eternidad cuando estuve presente del micrófono. Hablando de la polémica sobre la adaptación de la nueva novela salida de Wattpad, qué caos se surgió y más con esos fans tóxicos que querían quemar las oficinas de Netflix.

Me causaba algo de gracia cómo la voz de Taylor se volvió más activa, casi como si fuera el protagonista de una comedia. Incluso diría que su voz se encontraba más viva y eso me gustaba mucho.

—Pero dejando eso a un lado, hoy tenemos un invitado muy especial para mí, con ustedes, Robert Alcanzar.

Estuve en silencio por unos segundos, callado por escuchar mi apellido de la voz de Taylor, más teniendo en cuenta que nunca se lo había dicho. ¿Busco información mía en redes?

—Es un gusto estar aquí presente, querido Taylor.

Quería iniciar con mi primera carta: halagos. Chicas y chicos que estén interesados en hombres algo que tiene que saber muy bien, es que a todos los hombres les encanta ser halagados, aunque digan que no, siempre están sonriendo cuando le dicen que tiene lindo cabello o una bonita sonrisa; y se nota demasiado cuando una crítica le dolió demasiado. Eso no funciona conmigo, mi confianza de oro anula cualquier adulación o crítica. Pero puedo decir que funcionó contra Taylor, ya que me sonrió mientras inclinó ligeramente la cabeza.

—Robert, al igual que su servidor, es un fanático del séptimo arte, ¿puede creer que nos conocimos por platicar sobre películas?

"Nos conocimos" suena como si nosotros fuéramos una pareja de casados que compramos una casita en el bosque donde nuestros hijos están jugando tan pacífico. Mierda, deja de ilusionarte, Robert.

—Bueno, lo haces ver muy amigable, pero casi tuvimos un duelo en ver si era digno de tener tu atención. —Término guiñándole el ojo y mostrando una ligera sonrisa.

—Así son las cosas conmigo, me suele tomar muy en serio esta clase de temas. —Da un aplauso mientras su sonrisa se hace presente—. Bien, lo que quiero opinar con Robert, es un tema que llevo debatiéndome por milenios: la heterosexualidad forzada.

Esto será interesante.

—Nadie me puede negar que desde sus inicios el cine tiene esa manía de tratar a personajes masculinos como fuertes hombres de acción y que obligatoriamente necesitan una pareja femenina, aunque esta no sirva para la trama o simplemente no tenga personalidad. ¿Lo has notado, Robert?

—¿Si lo he notado? Es mi mayor frustración en pequeño.

¿Cuántas películas tuve que soportar al ver a un personaje claramente queer, tener que ser representando como heterosexual, incluso de pequeña tenía esa espina de que algo no cuadraba? La respuesta: demasiadas. 

—Odio eso, mi imperio romano sin duda son Bilbo y Thorin, esos dos tenían tanta química para simplemente ser "amigos" —Taylor suelta un suspiro—. No tienes idea cuántos Fanfics tuve que leer para imaginarme que ellos pudieron tener un final feliz juntos.

—Dímelo a mí —contestó—. Naruto y Sasuke eran la mejor pareja que todas las otras mujeres sin personalidades que tienen ese anime. Sé que no es una película, pero me daba mucha rabia recordar ese final. Vi todos los malditos capítulos de relleno y esos dos no se comían la boca otra vez.

Taylor sonrió.

—¿Y qué opinas de la representación queer?

—Depende, hay joyitas como Con amor, Simón o Rojo, Blanco y Sangre azul. Pero eso es porque están basados en libros queer hermosos. Mientras que, cuando una compañía multimillonaria quiere mostrar "diversidad", tiene que poner a una lesbiana como una chica con actitudes de hombre y a un gay como un chico adicto al sexo y con una voz superaguda.

—Exacto, piensan que por incluir esas "representaciones" deben alabar su proyecto, cuando la mayoría de las veces es una gran porquería.

Estoy fascinado por el rumbo que está teniendo esta conversación, pero necesito seguir con el coqueto, si no simplemente esto sería una charla de amigos como cualquier otra.

—Pero dime algo, Taylor, ¿pero debes tener un personaje queer que te guste mucho?

Taylor se reclina en su silla mientras se cruza de brazos, espero no haberlo puesto en una mala posición.

—Si te soy sincero, me encanta mucho Alex Truelove... no me mires así.

No puede evitarlo, esa película es malísima, con un humor absurdo que no le sirve de nada y con una representación muy absurda de la bisexualidad. Yo la vi con Neil y ambos concordamos en que odiamos a ese chico.

—¿Tienes que darme un buen argumento para no irme del pódcast?

—Sé que la película es mediocre y todo lo que intenta representar es una basura, pero si algo bueno puedo sacar de esta historia es su enseñanza del amor queer. El protagonista es horrible, pero esas dudas sobre su sexualidad, la manera en como sus seguridades lo dominan y que realiza acciones que simplemente lo llevan a una crisis donde puede decir claramente lo que siente, me agrada. —Posa su mentón en una de sus manos mientras me brinda una sonrisa—. Suena tonto, pero me ayudó a darme cuenta de que soy una persona que cometió tonterías en el amor, pero puedo mejorar y no necesito encasillarme en un grupo para ser feliz. Por eso todos mis seguidores saben que soy Queer, nada de elegir uno u otro, simplemente vivo y espero encontrar a la persona correcta en el momento ideal.

Tomo su mano mientras le correspondió la sonrisa.

—Eso sí, es un gran argumento.

—¿Tú crees?

—Claro que lo creo, me pareció hermoso, como el que lo digo.

Sonrió mientras seguía teniendo mi mano sujetada.

═══════ .˚♡˚. ════════

—No lo puedo creer, se veían la pareja perfecta —cubro mi boca con mis manos.

—Pero así pasan, se separan y nunca vuelven a hacer lo mismo. —Taylor revisa su celular—. Ya nos pasamos de la hora, creo que es momento de despedirnos.

—Noooooo, todavía me debes contar tu experiencia viendo Annabelle 2 en cines, en el siguiente pódcast me la debes contar.

Taylor se mostraba extasiado por mi petición.

—¿Quieres volver al pódcast?

—Claro —respondí—. No esperaba que me divirtiera demasiado, pero teniendo a un presentador tan maravilloso, hasta hago cosplay de Alex Truelove para que pueda regresar.

—Ya lo oyeron, gente, si todo sale bien, Robert regresa conmigo.

Oh, por favor, no sé si el que está coqueteando es yo, o él conmigo. Cada cosa que dice relacionada conmigo nos hace ver como una pareja de novios que nos conocimos desde pequeños y al fin pudimos declarar nuestros sentimientos. Cuando me ilusiono, mi cerebro suele darme muchas ideas algo locas. Taylor continúa su transmisión despidiéndose de su público mientras mi único aporte, es decir, un simple adiós para luego oficialmente terminar con este pódcast.

—Eso estuvo...

—¡Increíble! —chilló Taylor, su rostro no puede contener su gran sonrisa.

—¿Tú crees? —pregunté con genuino interés.

—Sí, fue espectacular, no esperaba que hacerlo con alguien más fuera tan alucinante —ok, eso ya no sonó como coqueto, eso sonó como una indirecta muy directa—. En serio necesitamos repetirlo.

—¿Seguro? —Voy a probar algo—. Digo, me divertí demasiado, pero no creo que fui lo mejor, tal vez...

Quise sonar como alguien apenado que no fui tan bueno para ver la reacción de Taylor, pero no me esperaba para nada que me tomara de los hombros y me miraba tan fijamente con sus hermosos ojos.

—No, quiero que seas tú, fuiste increíble y nunca antes había tenido una química tan fuerte, por lo que necesito que estés a mi lado.

Mis mejillas estaban ardiendo.

Mi corazón latía a mil por hora.

Mis dedos no se podían controlar.

—¿Lo dices en serio?

—Por supuesto, Robert.

Tenía que actuar normal, no quisiera parecer un desesperado que quiere besarlo, aunque sea lo que más quiero hacer en este instante.

—Pues, tengo que más que seguro que no me iré tan fácil de tu lado, Taylor.

Nos despedimos con un brazo que duró menos de lo esperado y apenas abandonó la habitación. Doy unos brinquitos mientras contengo mi voz para no soltar chillidos de emoción.

Salgo corriendo esperando que Neil siguiera en la cafetería, que para mi felicidad así era, solo que estaba en la parte más profunda del lugar, sentando en una posición poca ortodoxa mientras se muerde el labio inferior y mira su Nintendo Switch con fuego en los ojos.

—Ya volví.

—No molestes.

Estoy de tan buen humor que sigo sonriendo, aunque mi amigo me hubiera gritado mientras terminará su partida y se frustrará por perder.

—Maldito equipo, solo tiene que pintar la zona y ni eso puede hacer.

—Gracias por preguntar, Zanahorias, tuve una increíble tarde con el chico más dulce y hermoso de todos.

Neil guarda su consola en su estuche mientras me cuestiona con su mirada.

—¿Eso no dijiste con Marcos?

—Eso dije, pero porque no sabía cómo era en verdad.

—¿Ósea que sabes como es este nuevo chico?

Hubo unos segundos de silencio.

—Como iba diciendo, la pasé increíble y ese chico dijo que me necesitaba a su lado.

—¿De verdad? —preguntó atónito.

—De verdad —doy un pequeño chillido—. Debiste ver la manera en que tomó mi mano, en como sujetó mis hombros, en cómo me decía que no debía alejarme de su lado. Fue —suspiro—, mágico.

Neil no podía contener su sonrisa al punto de ponerme nervioso, no es que sea un apagado sin emociones, de hecho, cuando está con Ceci, suele ser la persona más expresiva del mundo, pero no suele sonreír como lunático ni tampoco abrazarme mientras se reía de manera tan suave.

—Me alegro por ti, Robbie.

Sé, cuando mi mejor amigo está verdaderamente feliz por mí cuando utiliza ese apodo, casi nadie me llama de esa manera y sabe que me gusta mucho cómo suena, por eso solo lo utiliza en momentos importantes.

—¿Crees que este sea el indicado?

—Si quieres mi respuesta más honesta, sigo pensando que estás loco por crear una lista de clichés para conseguir al chico de tus sueños.

—Qué malo —le doy un golpe en el pecho.

—Pero yo no puedo decir nada sobre si ese chico es el indicado o no, eso debes descubrirlo por tu cuenta. Pero quiero que recuerdes, Robert.

—Que sí, que sí, no puedo salir lastimado o esto terminará...

Neil me da un golpe en la cabeza que rápidamente sobo para alejar el dolor.

—Déjame terminar. —Suspiró por las narices—. Quiero que sepas que no importa lo que decías, o las cosas que ocurran. Siempre estaré para ti. Eres mi mejor amigo y ni loco, pienso dejarte solo en esto, ¿entiendes?

Esa respuesta ni siquiera tengo que pensarla demasiado.

—Claro que lo sé, Zanahorias.

—Solo quería recordarlo.

Tengo que repetir que si piensas poner a prueba estos clichés, tengas amigos que siempre te apoyaran en las buenas y en las malas. 

Sin nada más que decir, los dejo en su linda noche, tarde o día.


Los quiero, bye <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro