- Así que, para probar si me veía bien, me vestí masculinamente y tanto mi hermano como su novio aceptaron y con un poco tiempo y paciencia, logré ir cortándome el pelo lentamente hasta que me llegase a los hombros y pudiera hacerme este peinado...- sonrió socarrón, Abraham soltó una risilla también.- Y bueno, eso sería todo más o menos...

Abraham hizo una mueca y giró la cabeza y se encogió de hombros.

- Si... Entiendo...- asintió.- Es un buen plan.

- Gracias.

Los dos se quedaron en silencio unos segundos.

- Deberíamos volver a casa...

- Ugh... ¿Me vas a hacer ponerme esto...?- sacó la tela negra de su mochila.

- No soy yo quien dicta las órdenes...- Isaac bufó con pesadez.

Los dos se levantaron del banco, cerró la mochila con la tela entre sus manos, caminaron hacia la casa del de cabello por los hombros. Se fue poniendo el hijab y posteriormente se quitó la sudadera, bufó y carraspeó, posteriormente dobló la sudadera y la metió en la mochila que llevaba, la acomodó a su espalda y llegaron a la parcela.

- Algún día te acompaño a casa de mi hermano.- dijo con una risilla entre dientes cuando picó al timbre.

- Perfecto.

Los dos se rieron entre dientes.

Pero sus risas se opacaron rápidamente cuando los padres de Isaac abrieron la puerta. La mirada fulminante recorrió el cuerpo del mencionado anteriormente, seguidamente miraron fijamente a Abraham, pero sin la misma mirada fulminante, era una mirada como las de siempre, siempre miraba a la gente como intrusos, pero si lo correspondían con la misma mirada desafiante, entonces se mostraba algo más amable dentro de lo que cabe en el sentido de la palabra, porque era excesivamente rancio y borde.

- Tardaron mucho. ¿Dónde estaban?- exigió saber al hacerlos entrar en la casa, en el salón, la madre de Isaac servía un café tanto a los padres de Abraham, como otra taza a su marido.

El padre de Abraham también lo miraba fulminante.

- En el parque, papá...- El tono de voz de Isaac cambió radicalmente, tanto que sorprendió un poco a Abraham el contraste.- Estuvimos hablando un rato para conocernos mejor.

- Eso espero, a final de este verano os casáis.

Los dos abrieron los ojos con sorpresa.

- Oh...

- Ahm...

Pero no dijeron nada más, solo se miraron de reojo casi como esperando que a uno de los dos se les ocurriera una buena excusa para retrasar la boda.

- Papá...- se atrevió a mencionar Isaac.

Se giró mirándolo con desafío.

- ¿Tienes algún problema? Ya está fijado, os casaréis a final de verano.

- De hecho... Abraham y yo estuvimos hablando... Ambos coincidimos en que nos gustaría casarnos en primavera...- Abraham lo miró con extrañeza, pero cuando lo miraron todos fijamente para confirmar la información cambió su cara al completo a una de póker y asintió con la cabeza.

- Si, me da igual, ya hemos decidido la fec. . .

- Oh, vamos... Son un par de enamorados que les haría ilusión casarse en primavera... ¿Les vamos a privar de ese capricho?- Abraham puso su mejor cara de "Bless" que pudo pero sin verse sospechoso.

- Oh, Dios, gracias papá... Palabras que nunca pensé que diría...- susurró en español tan bajo y cerca de Isaac que apenas fue perceptible para nadie más que ellos dos, puesto que los dos adultos empezaron a hablar.

El padre frunció el ceño y se frotó la frondosa barba, bufó con molestia y se sentó en la silla, tomó su taza de café y dió un sorbo renegando y refunfuñando en bajo. Finalmente se decidió, tomó aire y habló con voz rancia...

- Bien, si vosotros estáis de acuerdo, se casan en primavera del próximo año.

- Gracias, papá...- dijo él acomodando el hijab.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Se acercó a la mesa de la cocina con un par de calendarios impresos en una hoja de papel completa, uno de aquel año y otro del año siguiente, cuatro cabezas se agolparon ante los calendarios con miradas fijas, había una fecha del año siguiente marcada en un color amarillento, en el mes de abril, la fecha confirmada en la que se casarían, y porque no pudieron retrasarlo más... Era principio de verano en ese preciso instante, de hecho, era el día siguiente a que Abraham llegase a España para conocer a su pretendienta y resultó ser un fiasco, porque ninguno de los dos quería casarse.

- Tenemos tres cuartos de año para decidir, y cuanto antes lo hagamos mejor...- Arnold, con un fluorescente verde en la mano marcó desde el mes de agosto hasta abril del año siguiente.- Isaac, tienes que venirte a vivir con nosotros antes de abril del año que viene... No, de hecho, tienes que denunciar a papá antes de que te case, tienes que denunciarlo por el maltrato a mamá, por el maltrato hacia ti, y por lo que me hizo a mí.

- Técnicamente te desheredó, porque es como que no existes para él...- dijo Isaac con obviedad.

- Y no me extrañaría nada que ya hubiera escrito el testamento.- Mencionó Karan con sarcasmo.- Pero Arnold tiene razón... Si quieres que tomemos la custodia hasta los dieciocho y te saquemos de esa casa de mierda, la única solución es esa.

- Pero Isaac no puede decidir con quién irse a vivir hasta los dieciséis si no recuerdo mal...- mencionó Arnold haciendo una mueca fastidiada.

- Para esa edad ya llevará dos años casado en contra de su voluntad...- dijo Karan.

- No debería decir nada porque no me incumbe meterme en vuestros problemas, pero estoy completamente de acuerdo... No solo así evitamos el matrimonio, sino que también puedes librarte de tu padre y así no tener que ir incómodo por la calle...- habló Abraham mirando de reojo los calendarios en la mesa.- Además, yo aprovecharía para hacerlo en algún momento en el que haya algún tipo de abuso.

- Eso es lo que había pensado... Pero ya suficiente abuso hemos tenido que soportar tanto mi hermano como yo durante tantos años...

- Al menos durante tus trece años solo por haber nacido mujer...- dijo Arnold.- Y obviamente papá no va a aceptar tu transexualidad, así que sí, te maltrataría aún más solo por eso...- dijo a continuación.

- Estamos en dos mil dieciocho, creo que ya alguien tendría que haber hecho algo, vuestros vecinos deben saber por huevos que vuestro padre es un animal... ¿Por qué nadie ha hecho nada?

- Nadie quiere meterse con los rumanos...- dijeron los tres morenos al mismo tiempo.- Ni siquiera sé por qué...

- Damos miedo y producimos inseguridad en la civilización porque normalmente protagonizamos atentados y esas cosas...- explicó Arnold ante la duda de Abraham.

- Pero los de los atentados no son los de. . .

- Justifican su xenofobia con ese argumento barato.- dijo Arnold.

- Oh... - dijo Isaac.

- Nos estamos despistando...- mencionó Karan.

- Cierto...- dijo Isaac.

...

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MAÑANA ES EL ÚLTIMO CAPÍTULOOOOOOOOOOOOOOOOO

uwu

Bueno, ahora hablando de este capítulo, ya podemos ver como las piezas lentamente se van uniendo para el final :3

De hecho, esta historia no tiene mucha complicación, y no, no la tiene, de hecho, es muy simple y se resuelve muy tontamente, pero bueno, son las historias de mis personajes, tampoco es que se pueda hacer gran cosa más cuando intento que sean lo más reales y cotidianas posible.

Dentro de lo que cabe, claro...

Aquí las opiniones ----------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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