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Mentiras (2)

- Bueno... porque nuestro papá sea más alto que nuestra mamá no significa que siempre la mamá no pueda ser más alta que el papá...- ella puso una expresión llena de curiosidad y desconcierto, lo miró atenta, sus ojos grandes de color azul, su cabello castaño oscuro, casi negro, se detuvo en el sitio pensativa, Arnold se giró hacia ella, después la puro ver como sonrió radiante: tuvo una idea. Tal vez un pensamiento. Tal vez una conclusión.

- ¿Te puedo decir mamá?- sonrió.

Arnold ahogó una risilla, aquello no lo esperaba, pero le dio una dosis de ternura que le duraría mínimo hasta el día siguiente, después la cargó en brazos como si fuese un bebé, rodeando su cintura con las piernas.

- ¿Prefieres decirme hermanito cómo siempre y a Karan papá?- preguntó alzando una ceja.

Solucionar los grandes problemas y las grandes dudas de los niños pequeños como si fuesen grandes misiones dignas de héroes legendarios era muchísimo más divertido que ser un adulto de dieciocho años, serio y responsable. Adoraba a su hermana por eso, porque podía sacar su parte más infantil y tierna con ella. Karan adoraba eso, porque en el momento en el que estaban con Isabella, los dos dejaban de lado las preocupaciones, el último curso de bachillerato de uno y el último curso de secundaria del otro, los dos volvían a ser niños de diez años cuando estaban con ella y a ambos les encantaba aquella sensación.

- Valeeeeeee.

Adoraba la ternura de su hermana.

Llegaron a casa y la madre los recibió con tranquilidad, su característica cálida sonrisa y con la merienda puesta en la mesa, magdalenas recién horneadas y todavía calentitas. A Isabella se le abrieron los ojos con ilusión y se bajó de los brazos de su hermano para agarrar una magdalena, llevársela a la boca y correr hacia el baño para lavarse las manos antes de seguir comiendo y así librarse del regaño de su madre por ponerse a comer sin haberse lavado las manos después de haber venido de la calle. Arnold soltó una risilla y siguió a su hermana después de saludar a su madre.

Ver a los dos hermanos comer las magdalenas era lo que llevaba a la madre de vuelta a cuando uno tenía doce años y la otra cuatro. Que rápido habían crecido los dos, uno ya estaba a un paso de la universidad y la otra ya estaba a un paso de la secundaria... Bueno, a dos... Porque tendría doce años cuando entrase a la secundaria, y no duraría mucho porque su marido ya estaba organizando su futuro... Tendría que enseñarla a hornear magdalenas, seguro que con lo felices que eran ambos comiéndolas, seguro que a Isabella le encantaría hacerlas.

No era así.

- Algún día te enseñaré a hornear magdalenas, pequeña.- habló la madre en un idioma distinto al que estaban acostumbrados a hablar en la calle, después de todo, eran de Rumania, y claramente entre ellos hablaban en dicho idioma por cultura, educación y costumbre desde que eran niños pequeños, apenas bebés.

- Uh... ¿No aparecen mágicamente del horno?- su inocencia a veces no tenía límites, aun cuando ya tenía diez años, ya tendría que conocer más del mundo, tendría que enseñarla.

La risa de su hermano la hizo hacer un puchero.

- Ni las galletas, ni los bizcochos, ni las magdalenas, Isa.- musitó el chico.- Tampoco los postres tan deliciosos que hay a veces.

- Wooooow. ¿Los haces tú, mami?

Demasiado inocente a veces...

- Sip, y tú también podrás hacerlos.- ella sonrió con ilusión.

Quería aprender a cocinar magdalenas, sería apasionante descubrir cómo se hacían realmente las meriendas tan deliciosas que hacía su madre, pero tenía claro algo, que no quería ser cocinera, no quería pasarse el día cocinando galletas, magdalenas, meriendas deliciosas, ella quería ser tan buena como su hermano jugando al baloncesto. Sería genial aprender a hacer magdalenas, pero ella tenía claro lo que quería...

Algunos días después, Arnold le dijo un pequeño secreto, dijo que aquella noche se vendría a dormir Karan, ella no tenía la maldad o la picardía de imaginar para qué, ella solo procesaba que iban a dormir juntos y ya está, pero sabía que si dos personas dormían juntos, era porque se querían mucho; después de todo, sus papás dormían juntos, y ella siempre pensaba que dos personas que dormían juntos eran porque estaban casados. Su hermano le explicó que era porque dos personas se querían mucho, y, cuando veía que su hermano se iba a dormir con alguna pareja, era porque la quería mucho, igual que cuando una persona se venía a casa, y dormían juntos, era porque a esa le persona le gustaba mucho y por eso venía. Arnold le pidió que si sus padres le preguntaban, que dijera que era un amigo del bachillerato y que tenían un trabajo muy importante que hacer. Ella sabía que las mentiras eran malas, así que se mostró preocupada porque no quería mentir a sus padres.

Su hermano la calmó. Él sabía que era muy arriesgado traer a Karan a casa, pero es que no podía estar siempre yéndose de casa para dormir con sus parejas, es decir, Karan era diferente a las anteriores, si llevaba dos años con él era por algo, y ese algo era que estaba listo para dar el paso y que alguien fuese a su casa a dormir, consciente de que no podían hacer nada más que dormir abrazados, pues sus padres casi dormían con un ojo abierto y más cuando llevaba a gente a casa porque no confiaban en nadie y realmente pensaban que cualquier persona podría robarles.

- Isabella... Escucha, tranquila...- tomó sus manos para calmarla.- Mira, sé que mentir es malo, pero es importante... ¿Quieres que Karan siga jugando contigo?- ella asintió con la cabeza.- Para que Karan pueda seguir viniendo a casa, no puedes decirle a papá y mamá que me doy besitos con él, ni que le doy abrazacitos, ni que somos de clases diferentes... ¿Vale?

- Pero... Pero si miento...

- Tranquila... No es mentir... Es cambiar la verdad... Simplemente es decir que Karan es mi amigo, y lo es, no es una mentira, lo único que tenemos que decir es que tiene mi edad, solo dos años, no tiene importancia, la edad es un número, y por eso, podemos decir que Karan tiene dieciocho...

- No entiendo...

- ...- inspiró y buscó la manera de intentar que su hermana no se sintiera culpable por tener que mentir a sus padres.- Vale, juguemos a algo... Cuando Karan venga, tenemos que evitar que mamá y papá sepan que tiene dieciséis.

- Hermanito, no soy tonta.

- ¿Entonces les podrás decir que tiene dieciocho solo si te preguntan?

- ... Bueno... Les diré solo por ti.

Arnold sonrió y suspiró aliviado.

- No pueden saber que me doy besos con él, eh?- sonrió un poco, ella asintió.- Mamá se pondría furiosa y no haría más magdalenas.- ella hizo un puchero.- Y ya sabes como se pone papá cuando se enfada...

- Si... Da miedooooo.

Los dos sonrieron de forma cómplice.

- Entonces no pueden enterarse.

- De acuerdo...- dijo ella con seguridad.

Cuando el rubio llegó a la casa el moreno le sonrió y le guiñó un ojo, le susurró: "Homófobo" y giró los ojos hacia su padre que leía el periódico desde el sofá, apretó los labios y asintió con la cabeza lentamente. El adulto levantó los ojos para ver al chico.

- ¿Quién es él y por qué está aquí?- Karan se tensó y tragó saliva por el tono furtivo, la mirada amenazante y la postura dominante que adoptó al cerrar el periódico y levantarse imponente, con paso firme, postura varonil, los brazos relajados pero tensos y feroces al mismo tiempo, tragó saliva de nuevo.

Odiaba que lo tratasen como un intruso, y aquel hombre parecía tratar como un intruso a todo el mundo que se acercaba a su casa, a él o a sus pertenencias.

- Un compañero de clase, tenemos un trabajo de la escuela.- respondió con seriedad, su ceño entre fruncido, su mandíbula tensa.

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Well...

La cosa se está poniendo potente, pero es normal, no es una historia muy larga como para ponerse a meter relleno, además, la historia ya está escrita, ahora simplemente la estoy transcribiendo a Wattpad, jeje...

En realidad no es que tenga gran cosa que decir, los que llevan tiempo siguiéndome ya saben que si empiezo a "hablar" ya no paro hasta que lo explique todo, y no lo aconsejo, porque haría spoilers XDD

Es mejor ir descubriendo la historia poco a poco, jeje

De hecho, en las historias como las de "Situaciones" fue propensa a explicar TODO en cada situación, bueno, en la gran mayoría... O también en "Unidos por una partida de ajedrez" ahí también expliqué toda la historia de Silver xD.

Por ahora, aquí los comentarios / opiniones ----------------------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1484 Palabras]

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