Ramen a las 3 am
Bar en Seúl , 21:30 pm
—Como va tu trabajo de niñera— Eun-ji bebió de su copa de vino.
—Quería hablarte de eso, pero no sin antes saber de ti— tomé su mano para que guardara su teléfono — Porque siempre tienes que estar con eso en la mesa—.
—Disculpa, es Joon, es que no nos vemos hace días por su viaje de negocios— Eun-ji bajó su teléfono y lo dejo con la pantalla hacia abajo para no ver las notificaciones de los mensajes de su pareja de años.
—Responde mi pregunta, realmente no te importa saber de cuantas cirugías dentales atendí— sonrió — Sonabas preocupada en tu audio por eso estoy acá—.
—Eun, no es tan fácil lo que te diré pero he estado pensando que me estoy volviendo loca— suspiré —Como puedo mantener mi compostura cuando todo mi cuerpo reacciona ante un estimulo que debo enfrentar todos los días, 24/7—.
—Hmmm déjame ver si entendí— llevó su dedo indice a la boca cual niño de primaria para pensar —De todas las veces que te pregunté si este chico te interesabas el cien porciento de las veces dijiste que no y ¿ahora haz cambiado de parecer?— sonrió— Amiga es normal que te pasen cosas pero no con él, es un niño— rió — Cuantos tiene ¿22 años?—.
—25 años, 26 años— respondí —Eun-ji, estoy mal y he comenzado a soñar con él—.
—¿Qué tipos de sueños?— se acercó hacia mi puesto— ¿De "ese" tipo de sueños?— insinuó.
—Sí, y al otro día no puedo mirarlo porque me muero de vergüenza— cubrí mi rostro con mis manos— Soy una horrible persona—.
— Hey espera, no creo que seas la única persona en el mundo que fantasea con él o con algún hombre, no estas haciendo nada malo— quitó mis manos del rostro—No te avergüences por querer tener sexo con alguien de tu trabajo, a mi me pasó y mira, llevo 5 años felices— sonrió.
— No es lo mismo, Joon no te despedir, mi trabajo corre peligro— bebí de mi cerveza— Firmé un contrato donde dice específicamente "No se permiten relaciones intimas o románticas"—.
—¿Le harás caso a un papel?— miró su copa de vino — Tu solo llega un día a su casa y en vez de darle su desayuno dale una buena mamada y te lo agradecerá— cogió su copa con delicadeza— Si quieres que tu servicio como asistente ser mejor ¿por qué no tomarse sus atribuciones? sobre todo su hay intenciones pecaminosas de tu parte con el chico— sugirió y bebió de su copa — si me preguntas que haría en tu lugar, pues me preocuparía de disfrutar, mientras él sea feliz y mantengas tu trabajo no hay problema pero eso no le quita que sea menor que tu—.
—Estaría violando una clausula de mi contrato— pensé — No puedo— .
— ¿Y tu qué? ¿vivirás un luto eterno? — se acercó a mi y tomó mi mano sobre la mesa —Lo único que debería preocuparte a tus 28 años es ser feliz y disfrutar ese cuerpazo que tienes— lanzó un Chef Kiss —¿Tu crees que es chico no te ve con otros ojos? , no seas ridícula y hazle caso a tu corazón y a tu calzón— rio — Que harta falta le hace—.
Luego de la ducha nocturna que me di llegando a casa desde el bar me recosté en mi cama con la bata y el pelo semi húmedo, miraba el techo como esperando encontrar respuestas en el. No sabia si las ideas descabelladas de Eunji serian una buena idea en algún universo alternativo.
Mi cabeza traía recuerdos del trabajo y de Jk a mi cabeza, de ese abrazo del fin de semana pasado con lagrimas, de su olor, de su ropa recién lavada, su cabello mojado luego de la ducha matutina, sus quejidos cuando boxeaba...
Mis manos rozaron mis muslos por sobre mi bata de seda rosa y mi piel se erizó, el silencio de las 3 am un sábado por la noche en mi apartamento era todo lo que necesitaba para conectar con mi intimidad. Desconozco si el alcohol en mi sangre hacia que mi cuerpo se sintiera más ligero o eran mis pensamientos vagantes sobre como mi mano se transformaba en la de Jk en cuestión de segundos mientras recorría la zona baja de mi abdomen.
Una llamada interrumpió mi sesión de cariños, mi teléfono de trabajo había encendido la pantalla y en ella marcaba
llamada entrante de JungKook
Contesté el teléfono y lo dejé junto a mi oído apoyado en mi cojin, me sentía algo molesta por haberme quitado mi momento de placer pero podía ser importante y que ingrata seria no contestarle cuando era con él quien fantaseaba a las tantas de la madrugada.
—Hola Yunji, siento llamarte tan tarde, se que no es tu hora de trabajo pero estoy cocinándome algo y quisiera algo de compañía, no necesito que me respondas o me hables, solo quiero sentir que no hablo solo— JK al otro lado de la linea se escuchaba con algo de eco en la cocina.
—Está bien pero no te escucho muy bien por el eco iré por audífonos— me levanté de mi cama a buscar mis audífonos al bolso que estaba en el sillón del living — listo— dije una vez devuelta en la cama.
—Iré por los míos entonces— se escuchaban los pasos de Jk en la casa.
Me sabia de memoria los espacios de su casa como si tuviera un mapa con galería de fotos incluidas , así como también sabia donde estaban sus cosas.
—Mesita de noche, primer cajón a la derecha— dije a través de la llamada.
—Gracias, los encontré— respondió — ¿Se escucha bien?—.
Su voz se proyectó en mis auriculares y mi piel reaccionó erizándose como si una corriente de aire frio se hubiera colado por mi ventana. Pasaron por mi mente los comentarios de Eunji diciéndome que debía pensar en mi y mientras no dañara a nadie esto no seria algo malo. Volví a mirar al techo de mi cuarto y pensé:
"Discúlpame por esto pero te utilizaré de la forma más sucia y no lo sabrás porque estás a través de mi teléfono a unos 20 minutos de mi"
—Se escucha perfecto— respondí— ¿Qué vas a comer?— me acomódame en mi cama.
—Ramen, es lo mas rápido en estos momentos— suspiró y liberó un quejido.
Se escuchaba de fondo la llave del agua mientras se alistaba.
—Dejaré hirviendo el agua mientras me acuesto en el sillón— sus pasos me alertaron su camino—Mientras te puedo contar mi día—se recostó. —¿Estas acostada?—.
—Sí, acababa de darme una ducha— respondí, luego me arrepentí por decirlo.
—Ahhh, son muy geniales las duchas a media noche—suspiró y soltó un nuevo quejido—En casa mi ducha da masajes, un día puedes tomar una ducha acá, sabes que no tengo drama con que ocupes mis cosas—.
Cerré los ojos y comencé a trazar caminos sobre mi abdomen mientras escuchaba la respiración Jk a través de la llamada, su voz ahora con auriculares sonaba muy intensa en mi oído, tanto que había enfatizado las oleadas de placer en mi cuerpo.
—Creo que esta lista el agua, iré a preparar mi cena— se levantó y camino hasta la cocina.—Tengo tanta hambre— suspiró dando un quejido que sonó a gemido.
Que cruel eres Jk y no lo sabes.
Mi teléfono apoyando al costado de mi cabeza junto a la almohada, conectado a mis audífonos era lo único que me mantenía en este planeta ya que mi mente y mi cuerpo estaban en otro lugar.
Mis manos se abrían paso a los rincones más erógenos de mi cuerpo como si no fueran mías sino de él , lo escuchaba respirar y mantenerse concentrado revolviendo sus fideos. Mis piernas se tensaron cuando decidí darle atención a mi zona intima.
—Hmmm que rico— suspiró Jk a través del teléfono y una oleada entre calor y frio recorrió mi columna hasta posarse en la parte trasera de mi nuca haciéndome sentir cosquillas y mucho placer.
El sonido de los fideos en la boca de Jk se asemejaba a los que emanaban a los que mis dedos emitían al deambular por los pliegues íntimos, de vez en cuando pasaba por mi parte más sensible que daba señales de placer alertándome de que podía atenderla cuando quisiera.
—Esta caliente esto— Jk hacia sonar su boca más rápido luego de quemar su boca con los fideos.— Lo siento si hago mucho ruido, realmente esta caliente— suspiró —Hmmm..—replicó.
Tomé el tempo de masticación de Jk como el ritmo perfecto y sostenido de mi placer, no me reconocía a mi misma ni a mis dedos que se movían al unísono de su boca.
—Estaría aquí comiendo por horas— dijo.
—¿Te gusta mucho?— mi voz sonó a través de un suspiro.
—Sí, mucho— trató de imitar mi voz — Estas dormida, suenas cansada— respondió
—Estoy perfecto—suspiré.
Aumenté el ritmo de mis dedos hasta alcanzar el momento perfecto donde mi cadera y mi espalda se arquearon tensándose de placer, cerré mis labios para no emitir ningún sonido más que mi respiración que se mantenía agitada. Mi cuerpo se inundó de calor y hormigueos desde mi nuca hasta la punta de mis pies, sentía que mi corazón había descendido a mi entrepierna porque era ahí donde lo sentía palpitar. Dejé mi zona intima a merced las ondas de placer y me centré en las contracciones de mi cuerpo tanto interna como extremamente mientras Jk me hablaba quizás de que cosa, yo estaba a años luz de ahí.
—Creo que te quedaste dormida, gracias por acompañarme a comer, nos vemos el lunes— se levantó —Lindo sueños Yunji— cortó la llamada.
Abrí mis ojos luego de que dejé de escucharlo en la linea y suspiré, acababa de tener un gran orgasmo que había contenido en mi pecho y recién lograba salir de mis labios y Jk ni siquiera sabia que había sido su responsabilidad llevarme al climax mientras comía Ramen.
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