Lunes nuevamente. Un millón de cosas por hacer esta semana, llamadas y correos por contestar, organizar nuevamente la agenda de JungKook cada vez que alguien sumaba algo. A veces me terminaba preguntando ¿Cómo es que no me volvía loca?  pero luego llega él con su cabello alborotado, en pijama con sus ojos algo hinchados a saludarme por la mañana.

Apartamento de Jk - 9:00 am Seúl 

—¡Que sorpresa!— Jk se restregaba sus ojos para despertar— Te preguntaría como entraste pero tienes la tarjeta hace casi 10 meses— dijo en tono irónico.

—Hay mucho trabajo por hacer así que vine temprano—suspiré — ¿Acaso esta gente no para?—.

—¡Nunca! hubieras estado en el debut quedarías calva—tomó unos bocadillos de arroz del refrigerador y colocó la cafetera— ¿Desayunaste?—.

—Si, no te preocupes— respondí sin levantar la mirada.

—¿Algo para hoy?— se levantó mientras terminaba de tragar un bocadillo posicionándose tras de mi—Wow, es mucho por procesar— suspiró —¿Esto es Noviembre?— se llevó las manos a la cabeza.

— Sí, pero Diciembre y Enero será mejores, deja que esto pase y serás más libre...—

Me detuve en secó porque tenia a Jk hurgueteando con su nariz por mi pelo y el espacio entre mi cuello y hombro, su respiración me daba escalofríos.

—¿Si aparece en verde el cuadro es porque estoy libre?— preguntó sentándose junto a mi.

—Sí, los azules son días ocupados y los morados son viajes, shows—  respondí y me detuve para mirarlo.

Le acaricié el cabello mientras él miraba a la nada y masticaba lentamente sus bocadillos de arroz, la verdad es que lucia muy tierno cuando tenia estas escapadas a otro lugar del universo.

—JungKook, ¿estás bien con lo de la apertura del mundial?—.

La semana pasada luego de finalizar con el concierto de Yet to come se reunieron Bang PD, Nicole y otro ejecutivos de Hybe a conversar acerca de una invitación a participar en la apertura de la copa en Noviembre, fueron largas horas convenciendo a Jk para que participara debido a que no deseaba hacerlo solo, creía que no seria capaz de hacerlo bien y debido a la presión por ser un show mundial l situación lo colocaba mas tenso aún. 

No recuerdo como llegaron a un acuerdo pero al otro día recibí en mi correo un boleto de avión pagado hacia Qatar justificado con un "te necesitamos allá, a petición de Hybe".

—Sí, he estado practicado la canción para grabarla el miércoles— suspiró. 

—Todo saldrá muy bien, tu eres un gran artista— pasé mi mano tras su espalda mientras caminaba hacia la cafetera.

— Iré a ducharme y vuelvo por un café— se fue a su cuarto dejándome sola en la sala.

Busqué avanzar lo más posible en aquella hora que se demoró en estar listo.

Quisiera ir a la ducha y sorprenderlo, quisiera se insinuara lo suficiente como para tomar las riendas luego y disfrutar como el sábado por la madrugada. No nos hablamos el domingo y pensé que había sido algo que no se repetiría.

—¡Yunji!— Jk llamó desde su cuarto.

Ingresé interesada en saber que sucedía, llevé su café en caso de que quisiera beberlo mientras se vestía como lo suele hacer y lo encontré en un buzo gris holgado, pecho descubierto untándose crema en los hombros.

—¡Ah que linda!— sus ojos se abrieron sorprendido por el café y lo tomó para luego dejarlo en el porcelanato negro el lavamanos.—¿Me ayudas aquí?— dijo apuntando unas gotas de crema que escurrían por sus escapulas con músculos tonificados.

—Claro, ¿por qué no?— sonreí.

—No me hablaste el domingo, creí que no volverías—  dijo para romper el hielo.

—¿No volver?—reí sarcástica — Trabajo acá—.

—Después de lo que sucedió el sábado por la noche ¿no te parece un poco grosero no hablarnos?— bebió de su café.

Nuestras miradas se encontraron a través del espejo. ¿Un hombre con necesidades de aprobación? ¿Seria posible que fuera el mismo que sabia exactamente como tratarme en lo intimo? Jk hace que mi cabeza explote totalmente.

—¿Crees que no me gustó y por eso no te hablé o llamé?— me escondí tras su espalda y dejé mis manos ya sin crema a lo constados de su cintura y lo acaricié.— ¿Necesitas que te diga lo mucho que me gustó?—.

—Siempre es bueno saber que tan bien hiciste sentir a la otra persona—  dejó la taza de café a un lado y apoyó ambas manos en el lavamanos cargando su peso en ellas mirándose al espejo, jugueteando con su piercing.

— Pasé todo el domingo en mi casa tendida en mi cama oliendo mi piel porque aún conservaba tu olor intacto, recordaba tus besos por todo mi cuerpo y como me llenabas por completo— mis manos recorrieron su abdomen y su pecho hasta engancharme en un abrazo.— Si no tuviera autocontrol de mis impulsos me hubiera devuelto esa misma noche y no te hubiera soltado por horas— deposité húmedos besos en su espalda que se entremezclaban con las gotas de agua que caían de su pelo mojado por baño.

Jk lograba despertar una Yunji que tenia escondida, jamás me he sentido segura de intimar con un hombre de forma espontanea porque no soy la mujer que se da así es fácil. Luego de salir de una relación por años no había frecuentado con otros chicos hasta Jk , puede ser que él a tocado una parte de mi y ha desatado deseos que no sabia que tenia.

Unió sus manos con las mías en su pecho y las llevó a su pantalón y el simple roce por sobre la tela hizo que llevara su cabeza hacia atrás.

—Me encantaría pero se te hace tarde para ir por Bam y sabes que no te esperan hasta las 14 pm—saqué mis manos de su erección—Piensa en gatos, pajaritos, pagar tarifas...—dije ante de salir del cuarto.

Poner a tope a Jk estaba sido mi juego favorito, definitivamente.

Se despidió a la distancia y salió con los snacks de Bam, su arnés en mano. Bucket head negro, mascarilla en polera azul marino y la típica estela de perfume que lo perseguía donde fuera.

—¡Dices que apartaron parte el parque de lo cerezos!— dije asombrada— Eso debe salir una fortuna—.

—No es tanto en realidad— respondió humildemente.—Ya verás que será una boda preciosa—.

—No lo dudo Eun-ji—me gustaba escucharla feliz.

Jk atravesó la puerta con Bam, este ultimo al verme corrió hacia mi a darme unas lamidas amistosas.

—Eunji, debo colgarte, mándame fotos del vestido, siento no estar ahí para ti, nos vemos el sábado—sonreí y colgué.

—¡¿Cómo esta la cosita más preciosa del mundo?!— le dije a Bam mientras le hacia cariño tras sus orejas.

—Cansado, el trafico esta pésimo y hace calor— dijo Jk sentándose en el sillón junto a mi.

—¿Tienes sed Bam?— me levanté y llené el agua de Bam para que bebiera.—Está más saludable que la ultima vez, su pelo brilla— sonreí antes de sentarme nuevamente en el sillón junta Jk.

—¡Sí!, no quería venir, estaba jugando con los otros perritos—sonrió sin dejar de mirarlo.

Aproveché de apoyar mi cabeza en sus muslos y me recosté en el sillón, esta acción lo tomó por sorpresa pero no hizo nada más que suspirar y dejar caer su rostro hacia atrás en el despaldo del sillón.

—¿Tienes hambre?—pregunté ya que tenia que pedir algo para comer .

—No, aún no— su mano pasó por mi cabello y dejó un beso en mi frente.

Con dos dedos comenzó a trazar líneas imaginarias sobre mi ropa recorriendo mis muslos, mi abdomen , mi pecho hasta llegar a mis labios terminando de acariciar mis mejillas. Era tan dulce cuando hacia esa cosas, mi alma se derretía por dentro.

Me incorporé en el sillón pensando si debía seguir con lo que había iniciado en la mañana y pensé en Bam quien estaba mirándonos desde su posición echado junto a su comida.

—Ya sé, espérame— Jk había comprendido lo que pasaba por mi mente y llamó a Bam a la pieza continua donde tenia su cama juguetes y unos snacks para sacar el tiempo en el que estuviéramos ocupados.

Una vez de vuelta en el sillón me senté sobre él dejando mi trasero posado sobre su intimidad, la cual no tardó en hacerse notar luego de iniciar nuestra típica sesión de besos, esta vez más intensa que la ultima vez.

A diferencia de la noche del sábado, Jk parecía más seguro de lo que quería. Pasó sus manos por dentro de mi camiseta y calzó ambas sobre mis pechos que estaba cubiertos por mi brasier, creo que esta vez si quería atenderlos como se merecen y yo quería disfrutar eso.

Me quitó la polera y sumergió su rostro en el centro de mi pecho lamiendo la piel que dejaba entre ver hasta que tomó la decisión de quitarme el brasier por completo. Sus manos fuertes se aferraban placenteramente a ellos masajeando con delicadeza, rozaba con su pulgar mis pezones hasta erectarlos haciéndome morder mi labio inferior de placer por el escalofrio que provocaba en mi intimidad.

Acercó su labios y dejó besos cortos sin soltar los senos de sus manos hasta envolverlos con su lengua humedeciéndolos y succionándolos poco a poco a un ritmo que me ponía a mil. Entrelacé mis dedos en mi cabello acercándolo más al pecho que atendía entre sus labios y su lengua la cual movía con agilidad, llevé mi cabeza hacia atrás de placer y gemí cuando sus dientes atraparon mi pezón sin dañarme haciendo que una corriente eléctrica bajara por mi espalda hasta mi intimidad liberando fluidos dentro de mi ropa interior.

Sus ojos se fijaron en mi desde su punto de vista entre mi pechos, brillaban de lujuria. Me levante al igual que él y nos despojamos de la ropa que nos cubría.

—Quiero que te hinques sobre el sillón y apoyes tu peso sobre el respaldo—Jk estaba tras de mi empoderado esperando a que adoptara la posición que me pedía.

Su voz en mi oído, sus manos guiándome hacia el sillón, la forma sutil en la que empujaba mi espalda y cogía mi cadera hacia él hizo que todo el pudor desapareciera. Vi como dejó el envase del preservativo junto a mi pierna en el sillón y comenzó a rozar mi intimidad desde adelante hacia atrás alterando mis hormonas  por completo y sin previo aviso entró en mi haciendo que me aferrara a la piel de sillón con mis uñas.

Sus embestidas no eran gentiles, sentía cuanto me quería para él y cuanto adoraba tener el poder de mi cuerpo para él así que curvé aun más mi espalda logrando alzar más mi intimidad hacia él quien la acepto deseoso de más. Necesitaba llegar al orgasmo porque mis piernas ya no daban más por lo que comencé a estimularme con una mano mientras que la otra se aferraba al sillón.

—Más... rápido—dije con la voz entre cortada.

—No quiero— respondió en seco dejándome confundida

—JungKook— dije entre gemidos.—Más rápido—.

—Así me gusta—susurró.

Mi piernas estaban hormigueando y colocarme los pantalones fue un desafío, mi espala baja parecía que se estaba acostumbrado a la curvatura habitual, Jk lucia que había salido recién de entrenamiento, algo sudado y feliz.

—Yunji ¿Qué pasa?,¡ te veo cansada!—tomó asiento junto a mi —Mucho trabajo al parecer—susurró a mi oído mientras yo solo acariciaba mis muslos.

Se inclinó hacia mí para darme un beso en la mejilla y hablarme al oído.

—Admito que es mucho mejor cuando tomas el mando tu—mordió mi oreja .—Ahora si tengo hambre—.