Y finalmente llegaron a la ciudad donde, tal y como fueron avisados, la hospitalidad no fue el punto fuerte del reino y casi los miraban todos mal. Los orcos eran una especie de pieles humanas pero ligeramente oscurecidas, con cabellos en su gran mayoría rubios, haciendo un contraste sumamente hermoso, los colmillos que sobresalían entre sus labios eran los de la mandíbula inferior, viéndose bastante amenazantes en el caso de los hombres. Al llegar al palacio, pues no vieron una sola posada en todo el reino, el rey parecía más bien que quisiera matarlos por haber entrado, pero después de escuchar las palabras amenazantes más el arma afilada con la que el centauro lo amenazó accedió a participar en un juego.

El resultado fue una derrota aplastante para el rey de los orcos, pues, al no jugar nunca y siempre reírse de las visitas, no practicaban los juegos. Siendo una derrota simétrica al último humano que logró salir de la mazmorra y llegar hasta la ciudad, en su caso, en caso de SG11 aceptaron jugar contra él por la valentía, astucia y perseverancia que mostró al haber escapado de un laberinto tan complicado como aquel.

Casi los echaron al verse humillados en una derrota tan fácil y ellos solos emprendieron el camino hacia el reino de los elfos. Estaba sorprendemente cerca y no parecía haber un solo problema, simplemente tendrían que parar en las aldeas cercanas porque estaba anocheciendo y los orcos no parecían dispuestos a permitir que se alojasen en sus casas.

Aunque...

No todo fue tan fácil como ellos esperaban, y, lo que ellos pensaron que era una aldea, se convirtió en una trampa que los encerraba en un laberinto de enredaderas que se iban moviendo y convirtiéndose en un laberinto diferente cada pocos segundos, por lo que intentar recordar los caminos no servía de nada y del cual tardaron toda la noche en salir, y así, sin haber dormido absolutamente nada, lograron llegar a la verdadera ciudad previa a al reino de los elfos, el penúltimo reino, en la que les dieron hospedaje al verlos llegar tan agotados. Se alojaron todos en la misma habitación y nada más cerrar la puerta, el centauro se giró y vió a los tres dormidos, los dos hermanos en la cama grande y al albino en la cama pequeña. Rodó los ojos y arropó bien a los dos hermanos. Después giró la vista hacia el de cabellos blancos.

- ¿SG11 no te deja decirles quien realmente es?- el pelinegro se sorprendió al escuchar la voz del albino, le daba la espalda y miraba hacia la pared, pero poco después se giró. Asintió en respuesta.- ¿Qué planea?

- Apenas me contó nada sobre su plan, pero me reveló demasiada información que todavía no me explico como...- hizo silencio. Carraspeó.- Estaba esperando al pie del reino de las hadas a que esos dos críos derrotasen a los reyes y repentinamente sentí peso sobre el lomo, y sabía que no podían ser hadas porque el peso era excesivo, así que al girarme vi a SG11 sentado sobre mi lomo, empezó a flotar cuando iba a quejarme de su arrogancia.- desvió los ojos hacia los hermanos asegurándose de que no estaban escuchando nada, verdaderamente estaban dormidos y agotados por la caminata, no estaban fingiendo dormir, sus respiraciones pesadas indicaban que estaban totalmente K.O. Volvió a mirar al príncipe de los frost.

Flashback

- Por que seas Dios no voy a permitir que te subas sob. . .

- Ya lo sé, ya lo sé...- sonrió y repentinamente el suelo desapareció bajo sus pezuñas, se encontraban en una negrura absoluta, la misma negrura en la que los dos hermanos le contaron que aparecieron la primera vez antes de llegar a ese mundo... Tragó saliva.- Era una broma para captar tu atención...- una melodiosa voz salió de los labios de dicho ente que flotaba sentado en el aire con las piernas cruzadas como si realmente estuviera sentado en alguna parte.

- ¿Qué estás haciendo aquí?- entrecerró los ojos con una ligera amenaza.

- No hace falta mirarme así... ¿Me vas a guardar rencor por gastarte una broma?- alzó una ceja.

Chasqueó la lengua con molestia en respuesta.

- De acuerdo...- suspiró fingiendo derrota al encogerse de hombros.- Vengo a pedirte un pequeño favor...- sonrió de lado tomando sus tobillos, dando una postura infantil a estar sentado con las piernas cruzadas.- Ellos acaban de presentarse ante la princesa Janneth y ante ti.

- ¿Son realmente tus. . .?

- No les digas nada al respecto.- apartó un mechón que tapaba su ojo y le guiñó el mismo ojo mientras acercaba su mano libre a los labios dando a entender que mantuviera silencio o que no dijera nada.- Ni permitas que nadie les revele dicha información.

- ¿Ellos no saben qu. . .?- negó con la cabeza en respuesta antes de que acabara de decir esas palabras.- ¿Y qué ganas tú si no les digo nada?

- Estamos esperando al final de su viaje para que ellos peleen con todas sus fuerzas y no se acobarden al saber a que se enfrentan realmente.- Hubo una breve pausa.- Cuando estaba en el mundo humano me convertí en un ídolo para todos aquellos que se convertirían en gamers que recién estaban empezando en el maravilloso mundo de los videojuegos...- sonrió de lado.- Ellos dos tienen un ídolo... soy yo... Saben que van a enfrentarse a mí en algún momento... Pero no saben nada más... No saben que, al contrario de los dos anteriores Dioses, los espero en el palacio de los kitsunes...- la expresión del pelinegro se mostró sorprendida por aquella información.- ni que Kelverly os está siguiendo y me informa de cada paso que dais o juego en el que ellos participan, me informa de las victorias, de las tácticas e incluso memoriza todos los movimientos y posibles pensamientos expresados...- explicó mientras aterrizaba en el suelo y dejaba de aplicar una gravedad distinta sobre él.- Ellos van a derrotarme.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- Sus genes incluyen a los dos mejores jugadores del mundo...- el pelinegro palideció por aquello.- ¿De verdad crees que tendrán algún problema para llegar hasta nosotros dos?

- Ese Kitsune es...

- ¿Por qué te crees que se parecen tanto?- una sonrisa traviesa se coló entre sus labios.- No ha sido mera casualidad...- se encogió de hombros.

- Imposible...

- Esa palabra no existe cuando eres un Dios...- volvió a empezar a flotar al modificar la gravedad aplicada a su cuerpo, el cabello que ocultaba uno de sus ojos también empezó a flotar al faltar gravedad sobre él, el pelinegro palideció más por esto.- Creo que ya he revelado suficiente, más bien, demasiada información...- mencionó sonriendo de nuevo con picardía.- Espero contar contigo para guardar silencio y que mis pequeños no se enteren de nada... ¿Verdad?

Asintió incapaz de hacer nada más. Dios sonrió y la realidad volvió a implantarse sobre él, la negrura desapareció y junto a ella SG11 tampoco estaba, no había ni rastro de él... Abrió los ojos en shock, miró alrededor y después giró los ojos hacia la entrada del palacio, los dos hermanos acababan de salir y en ese momento los estaban regresando a su tamaño original.

Fin del flashback

- Después de eso nos dirigimos hacia el reino de las nagas, donde estuvo presente pero transformado en animal escondido en el interior de la sala del trono... Llegamos a la aldea vampírica al pie de la montaña y después a tu reino... El resto ya lo has vivido en tus propias carnes.

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BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOUM

:3

¿Ahora ya sí que todo el mundo entendió que carajo está pasando en esta historia, no?

Espero que ahora sí jeje

Por cierto, quedan unos cinco o seis capítulos para el fin de la historia XDDDD

No creo que lleguemos a los treinta capítulos (solo con los extra), pero igualmente, ahora sí que estamos más o menos llegando al final de la historia uwu

Aquí las opiniones del capítulo --------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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