Ninguno de los rubios preguntó por aquella acción que a su parecer era sospechosa, preferían ahorrarse problemas, si es que había alguno, claro.

- ¿Al menos podrías decirnos algo que no sea relevante? ¿O tampoco?

- Tampoco.

Los dos hermanos hicieron un puchero.

Al día siguiente, el vampiro les entregó un mapa mucho más actualizado del que ya tenían los hermanos con todas las aldeas, ciudades, reinos o palacios, con el que podrían observar cada rincón de aquel mundo, les había trazado una ruta por la que podían caminar seguros para subir la montaña, agradecieron enormemente que les hubiera permitido dormir en su casa y por darles un mapa. Lo siguiente que hicieron fue emprender rápidamente el camino hacia el reino, pues seguramente perderían todo el día en intentar llegar al menos a la ciudad, pues el pelinegro les dijo que el palacio no se encontraba centricamente en la ciudad sino a unos cuantos kilómetros, pues alrededor del palacio había enormes campos de entrenamiento y cultivo.

Solo pararon para comer y en ese punto se encontraban todavía a menos de la mitad del camino, además, tuvieron que hacer otra parada porque los dos hermanos estaban agotados, la montaña parecía tener unos cuatro mil o cinco metros, lo cual hacía que les faltara el aire por la repentina reducción de oxígeno y la presión de la atmósfera hacia que se sintieran tan pesados como piedras, sus pies se volvían pesados y todo su cuerpo apenas se aguantaba en pie. Aquello se sentía como escalar el Teide o el Everest, tal vez peor, porque no tenían botellas de oxígeno, y la ropa de abrigo no causaba nada más qué más frío al calarse por la humedad. Acampar en medio de la montaña era una locura, así que el centauro cargó a Keenan en brazos, y permitió que Álex se subiera sobre su lomo, pero no al completo, con las piernas a un lado.

- ¿Técnicamente esto no va en contra de tus ideales?- preguntó ella mientras este arropaba mejor con la manta de su lomo al rubio oscuro.

- Si. Pero ni de coña vamos a acampar aquí, quién sabe si despertéis mañana por la hipotermia...- sus pasos aguantaban fuertes, casi como si no tuviera efecto el hecho de que a tanta altura faltase el aire, tal vez fuera porque William tenía una capacidad superior al ser una criatura más grande y preparada para ambientes extremos como el desierto en el que estaba su palacio.

- N-No creo que fuera necesario que tomaras estos extremos...- respondió ella sintiendo sus dientes castañear, por un momento pensó que se los rompería por lo fuerte que estaban sonando y por el temblor de su cuerpo.

- No os puedo llevar a los dos en brazos, y tu hermano ya se ha quedado dormido por el frío, no tenía de otra... Si tu también te quedas dormida no podré hacer otra cosa que tener que llamar a gritos al cabrón de vuestro p. . .- sus pasos y sus palabras se detuvieron en ese preciso instante.- Puto Dios...- siguió avanzando con el ceño fruncido.- Ya podría echarnos una mano, nos estamos muriendo de frío aquí y ya veo cómo interviene...- expresó con sarcasmo.- Ni siquiera entiendo cómo fue capaz de llegar hasta aquí él solo con lo enclenque y escuchimizado que es.

- ¿Qué ibas a decir antes de insultarle?- preguntó ella con un hilo de voz, estaba temblando de frío.

- Nada importante... Veo la ciudad a lo lejos...- sus pasos avanzaron más rápidamente convirtiéndose en un trope.- agárrate.- y se volvió un galope una vez el terreno se allanó un poco.

Cuando estuvieron cerca redujo su paso y ella se bajó de su lomo, posteriormente caminaron avanzando lo más rápido que podían, al menos Álex, por el frío. Al verlos llegar con un humano inconsciente, varias personas se acercaron y los guiaron rápidamente a la posada de la ciudad. Agradecieron, entraron y pidieron una habitación, mientras esto sucedía, el pelinegro acercó al hermano menor a la hoguera que había en la planta baja en un fuego a tierra. Ella se sentó poco después al lado del centauro, en un asiento, suspiró con pesadez.

- Gracias...- musitó Álex.- Nos hubiera ido muy mal si no hubieras estado...

- Sois un par de idiotas... Pero con suerte...

- Gracias...- repitió ella bajando los ojos hacia su hermano que todavía estaba dormido.

No dijo nada solo hizo silencio, bajó los ojos hacia el rubio oscuro. Le dijo que lo iba a llevar a la habitación, si quería subir a la habitación... ella asintió y se levantó de aquel asiento suave y acolchado. Cargó a su hermano y caminaron hacia el cuarto, dejó a su hermano en el colchón, justo cuando se despertó.

- ¡Keenan!- exclamó ella y lo abrazó con fuerza.

- ¿D-Donde. . .?

- Llegamos a la aldea después de que te durmieras...- dijo William con un tono borde y seco.- Deberíais descansar, mañana tenéis un enfrentamiento duro.

- Me cuesta respirar...

- Estamos a cuatro mil metros de altura. Sois humanos, tenéis menos capacidad respiratoria, no como nosotros o los habitantes de esta zona.

- ¿Por qué estás tan borde de repente?- preguntó Álex con una expresión confundida.

- Porque casi digo algo que no debo...- se levantó del suelo, movió sus patas delanteras de forma impaciente.- Saldré un rato... Casi os morís en mis brazos, necesito procesarlo...

Los dos asintieron.

- No me esperéis despiertos... Podéis dormir tranquilos.

- Vale...- asintió Álex, Keenan solo movió la cabeza.

Cuando los dos hermanos despertaron, William ya estaba despierto, miraba por la ventana, estaba con los brazos cruzados y su manta en el lomo, giró los ojos hacia ellos y les susurró: "Buenos días" después caminó hacia la salida de la habitación.

- Estaré fuera esperándoos, ya desayuné...- salió de la habitación, no era la primera vez que hacía eso, pero aquella vez a los dos hermanos no les sentó bien que se fuera por la noche y se fuera nada más despertarse.

Cuando salieron del hostal después de comer algo, bañarse y vestirse con todas las capas de ropa, miraron al centauro, miraba fijamente el palacio de los Frost. Al verlos les sonrió con sarcasmo.

- Todavía no entiendo cómo no tienes frío, me das frío...- dijo Keenan cubriendo su cuello con la chaqueta.

- Pffff, somos especies diferentes...- se encogió de hombros.- Yo no tengo frío.

- Pero todos los centauros que hemos visto si llevaban ropa en el torso...

- Yo no la necesito.- se encogió de hombros.- Vamos... Me dijeron que el príncipe rebelde está calmado, que no saben cuánto durará ese temperamento.

- ¡Vale!- dijo Álex dando pequeños saltitos para entrar en calor.

Desde la ciudad hasta el palacio había casi cinco kilómetros de camino, pero se hicieron cortos porque en aquellos kilómetros que recorrieron todos los campos de cultivo, de entrenamiento y mantenimiento del ejército estaban llenos de Frosts que les dieron conversación o los saludaban... Todos ellos tenían tatuajes en sus brazos y la piel pálida, con las manos o las extremidades de tonos azulados, junto con las orejas puntiagudas. La gran mayoría de ellos eran rubios, o tenían colores muy claros en sus cabellos. El palacio parecía haber sido construido con hielo, era tan brillante y resplandeciente... En la entrada del mismo varios guardias se sorprendieron por su presencia y preguntaron qué estaban haciendo allí. Respondieron, como en todos los reinos, que eran aspirantes a convertirse en los nuevos Dioses del mundo y que ya habían derrotado a las especies inferiores y que les tocaban ellos. Los guardias los acompañaron a la sala del trono, pero en el camino se empezaron a escuchar gritos de una discusión y golpes de cristales rompiéndose. Los guardias suspiraron de forma frustrada y susurraron: "Ya están otra vez", lo cual les dejó claro que el príncipe rebelde estaba discutiendo con los padres seguramente sobre heredar el reino y todo ese tema.

___________________________________________________________________________

Tranquilos chicos, nadie ha muerto

jejeje

Ah y no. Lo de la explicación del honor de los centauros y todo eso, no fue por este capítulo, sino por algunos capítulos que vendrán más adelante.

Por cierto, cuando os dije (hace como cinco capítulos) que habíamos llegado a la mitad... Miré mal el cursor, todavía no hemos llegado a la mitad XDDDDD

Había mirado mal y confundí el cursor del documento con el cursor de mi ratón XDDDD

Así de pendeja estoy.

Perdón uwu

En fin... Aquí tenéis al príncipe rebelde de los frosts ewe

Ah... Berto, da igual lo hagas, eres beio uwu

Will: Si es.

Richard: si es.

Gil: si es.

...

Axel y Yorg: ...... Am I a joke for you?.jpg

Pinchi Berto, tiene un pinchi harem si se lo propone XDDDDDD

Anyway...

Aquí las opiniones ---------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1462 Palabras]