Kelverly (15)
Se despidieron de ellos y miraron la imponente montaña que crecía delante de ellos, una enorme montaña en la que en cuya cima se podía ver el brillo de un castillo o una ciudad construida a lo lejos.
- ¿Crees que lleguemos a la cima?
- Hoy no, y puede que mañana tampoco. Pararemos antes de empezar a subir...- los pasos del centauros empezaron a avanzar el río que tenían a unos cuantos kilómetros del bosque.- Hoy si tenemos suerte llegaremos a una aldea al pie de la montaña, lo malo es que posiblemente llegaremos al anochecer, lo cual no me gusta nada.
- ¿Por qué?
- Porque es una aldea de vampiros.
- ¿¡Eh!?- exclamaron los dos a la vez.- ¿¡Cómo que vampiros!?
- ¿Por qué tanto grito? ¿Acaso les tenéis miedo? ¿No se supone que sois de otro mundo donde solo hay humanos?
- Sí, pero en nuestro mundo los vampiros son una ficción terriblemente sexualizada.- el centauro los miró con una expresión confundida.- En nuestro mundo se usa los vampiros, que no existen,como una ficción cinematográfica y para escribir novelas, principalmente románticas y para nada recomendables para inocentes. Además de una colección de cinco libros conocida internacionalmente sobre una humana jodidamente emo y depresiva que quiere follarse al vampiro sobreprotector y con masculinidad frágil y al licántropo que finge ser el más masculino, rudo y ugh... para la prota.
- ¿. . .?
Los dos hermanos se miraron de reojo al ver la cara de póker del centauro.
- Creo que empiezo a cuestionar la cordura y la inteligencia de los humanos de vuestro mundo...- dicho esto empezó a caminar, más bien trotar, porque iba bastante rápido el cabrón y los dos rubios no tuvieron de otra que seguirlo casi corriendo para no perderlo de vista aunque en ese momento estaban corriendo campo a través.
Al llegar a un imponente puente sobre un embravecido río, caminaron a paso rápido para poder llegar hacia la aldea rápido, estaba anocheciendo y era acojonante escuchar el agua y sus pasos, los dos hermanos se pusieron paranoicos de un momento a otro y acabaron abrazándose al centauro, uno por cada lado. Este los miró con una expresión irritada, se frotó el puente de la nariz y suspiró con exasperación. De un momento a otro una bandada de murciélagos cruzó por encima de sus cabezas, provocando que los dos hermanos se volvieran a abrazar al pelinegro. Éste los mandó a la mierda y se los separó del cuerpo.
- Saludos.- los dos hermanos chillaron y se abrazaron entre ellos.
El pelinegro se dió un facepalm.
- Buenas noches...- musitó William con voz forzada, pues estaba conteniendo sus ganas de golpear a los dos hermanos por ser estúpidos, cobardes y por comportarse como niños pequeños.
- ¿Qué te trae por estas tierras acompañado de...?- los miró- ¿... dos humanos con miedo a la oscuridad?
- De hecho, yo los voy acompañando a ellos, pero ese no es el tema importante...- dijo forzando el tono de seriedad.- Necesitaríamos pasar la noche en la aldea y seguir nuestro camino por la mañana hacia el reino Frost.
- Será complicado, no por quedaros, por eso no hay problema, desde luego que no; más bien por lo de llegar a Frost, últimamente hay bastantes peleas familiares e inestabilidad en el reino, el heredero está en su etapa rebelde si sabes a qué me refiero.
- Soy príncipe, lo entiendo perfectamente.
- ¿Y qué haces aquí acompañando a los dos humanos?- preguntó con sorpresa.
- Mi reino perdió contra ellos y debía acompañarlos hasta que perdieran o ganaran todos los combates.
- ¿Son aspirantes a Dioses?- expresó el vampiro con sorpresa.
Los dos hermanos, que ya habían dejado de temblar y lloriquear hacía como cinco minutos, asintieron con la cabeza.
- Espléndido...- musitó con sorpresa.- Entonces no me queda duda de que la escena fue por mi aparición repentina... Acompañadme.
Sin más empezó a andar adentrándose en una tétrica oscuridad. Caminaron por unos cinco minutos y de la nada una ciudad oscurecida por la noche y la falta de luz apareció ante ellos como si de arte de magia se tratara.
- Desgraciadamente, al no tener muchas visitas no tenemos hostales, por lo que os dejaré alojaros en mi casa, aunque estará un poco complicado, no tenemos necesidad para dormir, por lo que tampoco tenemos camas, ¿Os molesta si os dejo un par de sofás? Lamento los inconvenientes.
- Descuida... No nos molesta. Entendemos que no tengas una cama si no la necesitáis.- el chico sonrió por cortesía.
- Perfecto... Mi nombre es Richard...- les tendió una mano a cada uno, primero a Álex, ella tembló, su mano estaba completamente helada, después Keenan, quien tuvo la misma reacción por la misma razón y finalmente William, él se quedó igual.
Hasta que no llegaron y entraron en la casa no pudieron ver al chico por completo. Era pelinegro, con dos mechones a los lados de su cara, su flequillo peinado hacia un lado, grandes ojos verdes, una sonrisa con dos colmillos y su ropa fundamentalmente negra, elegante y caballeroso. Les preparó una cena rápida y los cuatro comieron alrededor de una mesa sentados en el suelo.
- No, los vampiros dejamos de ser un reino importante incluso desde antes de la guerra...- suspiró pero con calma.- Previamente antes de la guerra mundial por el trono de Dios, tuvimos una guerra civil con los Frost, los vampiros adoramos las zonas frías y desoladas, por lo que era lógico pensar que nos batiríamos contra los Frost por el territorio... Perdimos gran parte de nuestro reino en un juego y finalmente tuvimos que acomodarnos en el pie de la montaña, no hace tanto frío, pero al menos si estamos apartados de todo. Además, nadie viene a visitarnos porque nadie va a Frost, solo una persona hace casi veinte años...
- SG11...- dijeron los dos hermanos.
- Efectivamente, el actual Dios. Pasó por aquí y apenas estuvo unas horas, pero cuando se convirtió en Dios pasó tres días en esta aldea simplemente porque según decía adoraba la oscuridad y la soledad. Si no recuerdo mal después fue al territorio de los minotauros a jugar todo el día con el rey a tirar hachas a una diana... Me pareció particular ese pensamiento de no ser un Dios omnipotente que no interviene en la sociedad y que solo está ahí para determinar decisiones importantes sobre el reino.
- Estuvo presente durante el enfrentamiento contra las hadas y contra el de las nagas...- habló el pelinegro.- Ambos vimos la primera pelea, la segunda no tengo ni idea de como fue, pero visto lo visto, ganarán seguro todos los enfrentamientos.
- ¿Estuvo contigo y no nos lo dijiste?- se quejó Álex frunciendo el ceño con ofensa.
- Me pidió que no os lo dijera nada cuando salierais del palacio de las hadas...- bufó molesto en respuesta.- Además aunque os lo hubiera dicho no puedo haceros una descripción, así que no me lo pidáis, ni me roguéis, ni hagáis tonterías de las vuestras.
- ¡Agh! ¡No puede ser! Dinos al menos sí parece un niño de unos diez años.
- ¿Niño de unos diez años?- alzó una ceja el vampiro.- Es cierto que parece joven per. . .
- ¿Habéis visto a Kelverly?
- ¿Quién?- dijeron los dos a la vez.
- Dicen que Kelverly es hija del actual Dios.- los dos hermanos parpadearon incrédulos ante las palabras de Richard.
- Y no solo eso, sino que es natural...- continuó el centauro con expresión nula en su rostro, solo había seriedad.- Nadie sabe como lo hizo o con quien se apareó para tenerla, pero eso solo nos confirma que tiene lazos con alguien.
- Debe ser humano, pues tener hijos entre especies diferentes no es algo que se haya visto comúnmente, y menos con descendencia entre ellos... Más bien... Parecía que el cuerpo era completamente estéril a la hora intentar tener crías.
- ¿Por qué os sorprendió tanto que viéramos a Kelverly?- preguntó Keenan.
- Si ver al Dios de este mundo es sorprendente y poco usual, ver a la criatura que engendró y cuidó con tanto mimo y cariño lo es aún más. Después de todo, si cualquier criatura fuera un Dios y tuviera una cría la sobreprotegería y vigilaría constantemente...- explicó Richard.- Desgraciadamente los vampiros somos todos estériles y nacemos por la luz de las luna roja, azul o durante los eclipses lunares, por lo que no sabría decir si permitiría que caminara a sus anchas una criatura que he criado yo.
- Entiendo...- susurró Keenan.
- ¿Dónde la visteis?- fue la pregunta que William lanzó al aire con duda.
- Cuando aparecimos en este mundo ella apareció de la nada y nos explicó las reglas de este mundo, cuando tocamos el suelo, ella nos animó a derrotar a todas las especies y llegar hasta el reino de los kitsunes, después desapareció sin dejarnos preguntar nada al saltar sobre una seta gigante.
- SG11 debió mandarla a explicaros las reglas del mundo, dado a que por algún motivo él no quiere hacer acto de presencia delante de vosotros... Porque no quiere que sepáis como es... debe ser por algo...
Aunque William estuviera hablando, su vista se desvió en una mirada cómplice hacia el vampiro, los dos se miraron por unos segundos y después devolvieron sus ojos hacia los dos hermanos. Ninguno de los rubios preguntó por aquella acción que a su parecer era sospechosa, preferían ahorrarse problemas, si es que había alguno, claro.
- ¿Al menos podrías decirnos algo que no sea relevante? ¿O tampoco?
- Tampoco.
Los dos hermanos hicieron un puchero.
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HEY
¿Alguien que se haya leído Forasterx recuerda a Kelverly?
*wink*
ewe
Básicamente, el que se haya leído esa historia ya sabrá que onda está pasando aquí ewe
Pero yo no voy a decir nada uwu
Referencia a crepúsculoooooo
Era obvio xD
Aquí las opiniones ------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1640 Palabras]
P.D.: Me despido rápido antes de soltar cualquier spoiler sin querer XD
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