Escucharon un bufido a su espalda y un grito del pelinegro acercándose a ellos a toda prisa, riñéndolos maternalmente por haberse separado de él. El castaño los guió hacia un palacio en un árbol, era como una enorme ciudad en los árboles, con múltiples casas de madera en el árbol, pero una más grande y brillante que las demás, ambos asumieron que sería el palacio. El pelinegro mencionó que los esperaba abajo, que él no podía trepar a los árboles, asintieron con la cabeza y llegaron a la casa más grande. Al entrar, los dos hermanos se mostraron asombrados por la decoración y los muebles de madera.

- Hermana.- repentinamente la naga se detuvo y miró fijamente a una lamia que llevaba un traje similar a un chaleco largo, cubría su torso con una camiseta corta por la tripa más o menos, con un corazón en la parte media alta de la camiseta, pero no es que fuera un dibujo, sino que era como una parte faltante. Era una ventana de corazón.

- ¿Sí?- preguntó ella con una sonrisa cálida, también tenía el cabello castaño, con las puntas moradas, sus ojos con el síndrome de alexandría, es decir, con los ojos morados, su piel lechosa.- ¿A qué se debe la visita de unos humanos?- preguntó ella.

- Dicen ser aspirantes a convertirse en los nuevos Dioses.

- Ya veo...- musitó ella con una sonrisa cálida, se acercó.- Por lo que puedo intuir ya derrotasteis a casi la mitad de los reinos de este mundo.- Su tono de voz era tan calmado y suave, casi como si fuera una nana.- Bien... Será un juego de cartas con una baraja naga, y jugaréis uno contra uno con mi hija, heredera al trono a agrupar las parejas, ¿Sabéis cual es el juego?...- los dos hermanos asintieron con la cabeza.- Serán tres cuatro rondas, si ganáis tres ya habréis ganado el juego, lo mismo si perdéis... Si ganáis una y perdéis otra se jugará la siguiente con el mismo hermano o hermana, depende quién de vosotros, y si vuelve a perder se jugará la última con el otro hermano. Si quedáis dos a dos, se jugará otra partida definitiva.

- ¿Podemos ver como es la baraja naga al completo antes de jugar?- pidió Álex con seriedad.

Obviamente si no sabían cómo era la baraja de cartas no podían jugar, así que esa era la única razón por la que pidieron aquello. Además, también querían ver que tal alta probabilidad había de que hicieran trampas. Y no eran estúpidos, ambos sabían que había una gran probabilidad de que hicieran trampas aprovechando que la baraja de cartas era poco conocida para los dos hermanos. Les entregaron la baraja y la ojearon rápidamente, devolvieron las cartas pocos segundos después, apenas llegó a los veinte segundos.

- Pasemos a las condiciones... Si ustedes ganan... ¿Qué quieren?

- Preferimos saber qué nos pasará si perdemos...- dijo Keenan.

- Marchaos de este mundo.

- Eso no lo decidimos nosotros...- dijo Álex.- Fue el Dios de este mundo quien nos trajo aquí.

Repentinamente un ave paradisiaca apareció por una ventana de la casa del árbol con un mensaje entre sus patas. Se quedaron pálidos al leer el mensaje, y más al ver por quien estaba firmado.

- Dios será testigo de esta pelea...- musitó la reina de las nagas alzando la vista del papel.- Acepta nuestra petición, si perdéis os regresará a vuestro mundo.- les mostró el papel para que ellos lo confirmasen con sus propios ojos.

- ¿Y dónde está?

- Quién sabe, él puede verlo todo... Podría estar en cualquier lado...- musitó ella...- Algo del mismo valor puede ser... Si ustedes ganan, no solo los guiaremos hasta la salida del bosque para llegar lo antes posible al siguiente reino, sino que también les entregaremos bolsas de alimentos y telas... El siguiente reino está siempre envuelto en una capa densa de frío penetrador y nieve extremadamente peligrosa.

No les parecía algo del mismo valor, porque alimentos y ropa no parecía ser algo de valor para ellos, porque el bosque estaba repleto de recursos, pero igualmente aceptaron porque les iría bien tener ropa de abrigo y comida si iban a subir una montaña helada.

- Bien...- dijeron a la vez.

Ya sabían que les harían trampas, es así como a duras penas lograron empatar dos a dos, siendo aquello la ronda final que determinaría al ganador, pero no pensaron que serían trampas tan patéticas como una baraja trucada, los dos hermanos se miraron de reojo y asintieron ligeramente, ambos habían visto lo mismo, ambos sabían cómo proceder en aquellas circunstancias en las que la baraja de cartas está completamente trucada. Sabiendo que era una táctica arriesgada, tomaron la carta del comodín y la expresión de Keenan se volvió un completo póker, mezcló las cartas en un intento de confundir a su oponente, una chica castaña de ojos morados, era hermosa, pero tan hermosa como tramposa, por lo tanto era una belleza peligrosa.

Cuando a ella le quedaba una carta y a Keenan dos, movió las cartas sabiendo que ella no tenía ni idea de qué carta era la que se trataba del comodín, y Álex, siendo consciente de que había pequeñas serpientes observando el juego y siseando de vez en cuando se acercó a su hermano y le dió la espalda mirando todos los rincones y palpando su espalda con código morse dándole suaves golpecitos poco notorios con el codo. Charlotte, la hija de la reina de aquel mundo, tomó el comodín y su expresión se volvió escéptica, Keenan sonrió de lado, tomó su debida carta y las dejó sobre el montón.

- Muy arriesgado intentar hacernos trampas, pero lamentablemente no os funcionó.- las tres serpientes se quedaron en blanco por las palabras de Álex.- Buena idea usar serpientes para chivaros las respuestas, pero deberíais usar serpientes menos vistosas y no serpientes tan llamativas.- Os lo dejamos pasar porque sabíamos que era una victoria fácil.- Keenan se levantó del asiento.

- Extraordinario...- dijo el hombre de la sala.- Simplemente sorprendente que fueran capaces de apañárselas para poder confundir tanto a la serpiente como a mi sobrina...- ella los miraba fijamente.

- ¿Cómo os llamáis?- preguntó ella rápidamente, y no es que lo dijera rápido, sino que se apresuró, casi como si fuese a interrumpir a su tío.

- Keenan Line.

- Álex Line.

Las tres nagas abrieron los ojos en shock, pero la princesa reaccionó rápidamente y les sonrió, les tendió una mano para estrecharles las manos.

- Habéis sido unos dignos oponentes. Me satisface saber que tuve oportunidad de pelear contra unos Line...- los dos hermanos se quedaron perplejos por aquello, pero no lo tomaron tan en cuenta, simplemente asumieron que les daba importancia pensando que por el simple hecho de que el Dios de aquel mundo los hubiera traído a ese mundo sería por algo importante.

- Gracias...- dijo Álex, después lo dijo el otro.

Cuando bajaron del árbol, el pelinegro ya había cargado los alimentos en las alforjas y las telas las metieron en la mochila que les entregó una lamia con una sonrisa maternal. Por las costuras y como estaba hecha la mochila, aquella bolsa había sido cosida a mano y fabricada desde cero por aquellas criaturas. Agradecieron tantas veces como les fue posible y dos o tres nagas los guiaron por el bosque rápidamente hasta la salida del bosque. Se despidieron de ellos y miraron la imponente montaña que crecía delante de ellos, una enorme montaña en la que en cuya cima se podía ver el brillo de un castillo o una ciudad construida a lo lejos.

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Charlotte mi niña hermosa, hacía SIGLOS que no aparecías en una historia.

Mi niñaaaaa *mimos a la niña*

Violeta: y yo qué QnQ

...

*mimitos a las dos*

Charlotte y Violette (Violeta) son dos personajes que creé cuando tenía unos catorce o quince años y eran los dos únicos personajes femeninos que tenía antes.

Ahora intento equilibrar esa balanza para tener los mismos personajes masculinos que femeninos.

Pero me inspiro mejor con hombres que con mujeres...

Silver: Creo que ahora entiendo porque hay tantos homosexuales.

Yo: BIsexuales

Silver: Ah, pero si todos terminan con hombres ._.

Yo: SHHHHH se supone que eso no debía saberlo nadie >:)

Todos: *facepalm*

Sjakdjksdj

Aquí las opiniones uwu ----------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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