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Batalla campal (17)

Los guardias suspiraron de forma frustrada y susurraron: "Ya están otra vez", lo cual les dejó claro que el príncipe rebelde estaba discutiendo con los padres seguramente sobre heredar el reino y todo ese tema.

Les pidieron que esperasen un momento y abrieron las puertas de la sala del trono, intentando obtener la atención al menos de la reina. Los tres invitados abrieron los ojos en shock al ver al rey y al príncipe peleando a puñetazo limpio, además de lanzándose bloques de hielo que al estallar contra la pared se rompían en mil pedazos. La reina intentaba detenerlos y el hermano menor también. La mujer se dio cuenta de la presencia de los guardias y se acercó pidiendo disculpas, todo para después ver a los tres invitados.

- Oh, buenos días...- sonrió con amabilidad a pesar de que en su expresión había desesperación- Lamento que hayan llegado justo en este momento.- desvió la mirada hacia su marido y su hijo...- Supongo que ya sabían que hay peleas constantes en el reino...- suspiró derrotada.- Intentaré calmarlos y podrían explicarnos con tranquilidad el motivo de su visita... ¿Les parece bien?- los tres asintieron con la cabeza.- Gracias...- sonrió con tranquilidad.

Fue complicado, pero al final, y después de casi media hora, lograron separar a los dos hombres. La mujer riñó a los dos por comportarse como dos niños, pero la verdadera bronca fue hacia el hijo, este exclamó que no era su culpa, que él no quería ser heredero, que lo estaban obligando, que no era justo, y todo acabó con un castigo hacia el chico, lo mandó a su habitación a reflexionar y nada más se fue de la sala, la mujer pidió que pasarán los invitados. El centauro y los dos hermanos pasaron a la sala del trono.

- Lamentamos que vieran tal escena, cada vez tiene peor temperamento nuestro hijo...- suspiraron los dos, pero habló la mujer.- ¿Qué os trae por aquí?

- Somos aspirantes a Dioses...- dijo Álex con un tono de voz tranquilo.- Ya hemos derrotado a los reinos anteriores.

- Ya veo...- dijo el hombre con una mano en la barbilla.- Entonces hablemos de cosas serias...- se levantó del trono y caminó hacia ellos.

La mujer también se acercó.

- ¿Podríamos saber porque les acompaña un centauro?- preguntó la mujer.

- Cuando pelearon contra nuestro reino, mi madre dijo que si perdían, serían sirvientes en nuestro reino, pero si ganaban, debía ir con ellos hasta que fueran derrotados o ganasen todos los juegos.- explicó el pelinegro, los dos reyes se miraron de reojo.

- Ya veo... Creo que tomaremos el ejemplo...- musitó el hombre.

El príncipe miró a sus padres con escepticismo, casi con horror, tragó saliva lentamente.

- ¿A qué se refieren?- preguntó Keenan ladeando la cabeza con confusión.

- Jugareis ajedrez contra mis hijos.- dijo la mujer.- Si ustedes ganan, quien sea que pierda de mis hijos primero, irá con vosotros, en caso de mi hijo mayor, como castigo por su temperamento, en caso de mi hijo menor, por haber perdido...- este apretó los labios y desvió los ojos.- Pero si pierden, deberán quedarse aquí, y ser no solo sirvientes de mis hijos, sino que también deberán intentar mejorar el temperamento de mi hijo mayor.- explicó la madre de los príncipes con una expresión seria, estaba hablando completamente segura de sus palabras, no había arrepentimiento ni iba a cambiar lo que estaba diciendo.- Consideramos que es un acuerdo justo, pues, si perdemos, uno de mis hijos deberá ir con vosotros, es como si nos arrancarnos una parte de nosotros.

- Lo entendemos...- dijo Álex.

- Batalla campal.- se escuchó con eco en la sala del trono.- Solo acepto esas condiciones si jugamos batalla campal en parejas.

El príncipe heredero estaba en la puerta, mirando con desafío a sus padres. Los invitados miraron a los reyes, después al príncipe, volvieron a mirar a los padres, estos aceptaron y las reglas del juego fueron explicadas y adaptadas para jugar dos personas al mismo tiempo. Salieron del palacio hacia un campo cubierto en el que había piezas bastante grandes del juego de la batalla campal. Ambos hermanos conocían bien el juego, pero no eran de los que solían jugar muy comúnmente porque odiaban los juegos de guerra explícita, aunque sí que solían jugar ajedrez o videojuegos como call of duty o cosas así.

Las piezas se dividían igualmente en los hermanos, si uno de ellos perdía todas sus piezas, se consideraría como que había perdido la partida, si se perdían todas las piezas, se detendría la partida en el acto y se consideraría una victoria. Dicho usuario que perdiera, en caso de los mellizos Frost, tendría que ir con los aspirantes a Dioses.

La batalla fue bastante larga, estuvieron jugando por lo que parecía una eternidad, estaban bastante igualados, pero había una gran diferencia entre los dos hermanos, en un caso de los rubios humanos atacaban a la par y se defendían a la par, en caso de los Frost, uno era atacante y el otro defensor de los ataques de enemigos. Por lo que era obvio que perdían piezas bastante más inequitativamente. Dejando rápidamente a uno de los hermanos con muy pocas piezas a su disposición y que el hermano menor se lanzara en ataque para defender a su hermano. Cayendo en la trampa de los dos hermanos.

Y provocando que el hermano mayor acabara por perder todas las piezas todavía bajo el escepticismo de atacar la retaguardia sin piedad y sin miedo.

- Eso fue arriesgado... ¿Fue una improvisación?- los dos hermanos estuvieron tan sumamente tranquilos durante ese encadenamiento de ataques premeditados.

- No.- dijeron a la vez.- Lo teníamos planeado desde el principio.- ahora dijo Álex.- Solo que no pensábamos que fueseis a caer en la trampa...

- Tsk... No os paseis de listos, ha sido por pura casualidad.- dijo el de cabellos blancos entrecerrando los ojos.

- No digas eso ahora que has perdido el juego, deberíais llevaros bien, pues tendrás que ir con ellos hasta el final de su viaje.- habló el padre con un tono de voz demandante.

- No sabes la ilusión que me haría que durante el viaje ocurriera algo y Yorg fuese quien se convirtiera en rey.- después de eso chasqueó la lengua contra el paladar y se encaminó hacia la puerta para salir del palacio.

- ¡Tyrkelige!- exclamó el príncipe yendo tras él.

Los padres suspiraron.

- Cuiden de él, por favor... Tiene mal temperamento, pero no es mal chico... Empezó a ser así después de decirle que sería el heredero del reino...

- No es fácil lidiar con alguien con ese temperamento, pero esperamos que al regresar no sea tan cabezota con ese tema. Como príncipe intentaré que vea lo que realmente implica ser príncipe y heredero.

- Contamos con vosotros.- dijo la madre con una sonrisa tranquila.

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Venga... Ahora ya son 4 viajando :3333

Tenéis peleas y discusiones aseguradas ewe

Bueno, no os emocioneis mucho respecto a eso jsjs

uwu

anyway

Información para los que recién llegan: Bert y Tyrkelige son el mismo personaje pero dos formas de llamarlo distintas.

Tyrkelige se pronuncia: [Tairquelic]

Me gusta mucho el juego de la batalla campal en verdad jeje

Aquí las opiniones -------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1209 Palabras]

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