Sherlock estaba parado frente la ventana, observaba como llegaba su mejor amigo junto a la pequeña, era la primera vez que la cuidaría él solo.

Los pasos se escucharon  en las escaleras, Sherlock suspiró, estaba nervioso hasta cierto punto, un niño era diferente a cuidar un experimento.

— Gracias Sherlock, en serio espero que no sea una molestia — Sherlock se dio la vuelta observando a la pequeña —  Bien Rosie te quedarás con el tío Sherlock.

—Sí Papi —La pequeña rubia alzo una ceja mientras miraba a su tío directamente — Será divertido.

—John frunció sus labios — Sí, no se diviertan mucho, por favor —El Doctor miró a Sherlock —Debo irme, espero todo salga bien, vendré a las ocho.
Dicho eso, Watson beso la frente de su pequeña y se marcho, no sin sentir nervios.

Sherlock miro a Rosie, siempre que la veía era ver los ojos de Mary, con la nariz de John y el cabello rubio de ambos.

—¿Me llevarás a un caso? — Preguntó la niña mientras se sentaba en el sofá de su papá.

—No puedo llevar a una niña de 5 años a un caso —Sherlock se sentó frente a ella.

—Tengo 9 — Replicó molesta mirando a su tío.

—Para mí sigues siendo de 5 — Dijo el azabache mientras se encogía de hombros.

—Yo te tengo un caso —Sherlock la miro — Ocurrió en mi escuela.

—Qué paso en tu escuela — Ella miro a su Tío mientras empezaba a sonreír.

—Hace unas tres semanas, uno de mis compañeros se cayó de la segunda planta —Sherlock alzó una ceja — Todos dicen que se cayó pero cuando fuimos a revisar con unas niñas, en el piso había unas huellas negras, como si Venom se hubiese parado ahí.

—Quién es Venom —Sherlock pestañeo.

—Eso no importa — Dijo Rosie — Quieres ir a ver qué paso.

— Sherlock lo pensó — Ponte tu abrigo... Iremos a revisar