SooBin llegó al departamento cerrando detrás de sí, suspiró dejando las llaves en algún lugar y se detuvo al encontrar a JungKook con compañía. Sonrió ligeramente cuando Jiwon vino a abrazarla diciendo lo feliz que estaba de verla fuera de cama, TaeHyung la abrazó también al igual que YuGyeom, hace tres días JungKook y ella habían tenido esa conversación en el balcón sobre estar cansado y decepcionado de todo. Y desde esa misma noche, SooBin había decidido ir con una psicóloga, no sólo ella, JungKook también tenía sus citas para ayudarla a ella y saber ayudarse así mismo, en ocasiones se sentía presionado o frustrado. Ambos tenían doctores diferentes y horarios diferentes.

— ¿Todo bien con tu doctora? —Jiwon acarició su cabello estando sentada a su lado.

— Aún estoy algo...incómoda, pero me han gustado nuestras secciones—admitió. JungKook sonrió complacido de escucharlo.

— JungKookie nos contaba que sentía un peso menos sobre sus hombros cuando salía del consultorio de su doctor—indicó YuGyeom—Si ambos sienten algo de alivio con cada visita al psicólogo creo que vale la pena.

— Ustedes dos son una pareja muy fuerte, no importa porque hayan pasado, siempre salen de todo juntos—Tae los miró.

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Aquella tarde se había antojado de llover fuertemente, los chicos seguían en el departamento acompañándolos, habían preparado algo de comer junto a una limonada bien dulce, SooBin tenía su mente tan ocupada gracias a sus amigos que podía decir que se sentía un poco mejor. JungKook también sentía lo mismo, era como si aquello que sintiera la chica él también lo sintiera el doble. Cuando terminaban de ordenar la mesa, el timbre se escuchó.

— ¿Estás esperando a alguien? —Soo recogía el bol de ensalada.

— No, ¿Y tú? —JungKook frunció el ceño secando sus manos con el pañuelo de la cocina. Ante la negativa de la chica fue a abrir la puerta, se sorprendió al encontrar una joven de baja estatura, cabello azabache y piel pálida, la reconoció de inmediato— ¿EunHa?

— ¿Lo encontraste? —una voz masculina interrumpió. Su hermano apareció y sonrió con cierta timidez inclinándose un poco—Gusto verte de nuevo.

— ¿Hoseok? ¿Qué hacen aquí? —los miró.

— Mi hermana ha estado algo preocupada por tu novia, así que quiso venir a verla, pero este clima me complica el conducir—con cierta pena añadió— ¿Podemos quedarnos hasta que la lluvia baje un poco?

— Claro, ahh...unos amigos vinieron a vernos, estábamos preparando la mesa—los dejó pasar para luego cerrar la puerta— ¿Tienen hambre?

— ¿EunHa? —SooBin se acercó sorprendida también de verlos—Oh, viniste con tu hermano—hizo una reverencia a modo de saludo— ¿Cómo supieron donde vivíamos?

EunHa se sorprendió fue por lo delgada que la chica se veía, Soo lucía cansada, muy diferente a la chica que la había defendido en el baño.

— Pregunté en la universidad por ti, me extrañó no verte cuando habíamos planeado hacer lo de tu proyecto—indicó la chica—Tu profesor de fotografía me comentó lo que pasó—bajó la mirada—Lamento lo de tu padre.

— Lo sé—suspiró. JungKook se situó junto a ella tomando su mano dando un suave apretón—Estoy intentando recuperarme, bueno, ambos. ¿Por qué no vienen a la mesa? Serviremos el almuerzo.

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Estar entre tantas personas se sentía un poco raro para Soo ya que no estaba del todo cómoda, JungKook se mantuvo a su lado atento de cualquier cosa que ella necesitara. No supo en qué momento Hoseok y TaeHyung conversaban como si fueran amigos de toda la vida, EunHa escuchaba con atención las historias que Jiwon o YuGyeom le contaban sobre ellos en la secundaria, de cómo JungKook y SooBin se habían conocido. Por culpa de esa normalidad que sentía pensó en llamar a su padre para decirle que se acercara a almorzar con ellos, revisando su celular y viendo su número de contacto fue que la realidad la golpeó.

"Él no contestará, en donde se encuentra ahora no creo que tenga permitido recibir llamadas"

— ¿Soo? —EunHa llamó su atención— ¿Seguirás con tu proyecto para la clase? —quiso saber. Todos hicieron silencio en la mesa y ella negó con la cabeza.

— No.

— ¿Qué? —JungKook fue el primero en reaccionar—Estabas muy entusiasmada con la idea de demostrarles algo diferente, demostrarles la realidad...

— No tengo cabeza para eso ahora.

— SooBin, tienes que hacerlo—insistió—Entiendo que no estés en tu mejor momento, entiendo que...tengas cosas más importantes en la cabeza, pero debes hacerlo, además de que debes retomar tus clases en la universidad.

— No quiero hacerlo—dejó los palillos mirándolo— ¿No puedes entender eso? Mi punto de vista no cambiará la mente de varias personas, todos ellos se burlarán de mí.

— Toda tu vida se han burlado de ti y les has callado la boca—señaló. El resto veía la discusión entre la pareja en silencio.

— Es sencillo decirlo cuando no es a ti a quien señalan. Es sencillo decirlo cuando has tenido todo en tu patética vida—se levantó—No eres tú quien perdió a sus padres a una joven edad.

JungKook estaba más que molesto. Cuando ella se dirigió a la habitación, éste se levantó golpeando la mesa con sus manos.

— ¡Pero fui yo quien se quedó junto a la persona que amaba sin importarle hundirse con ella!—alzó la voz y ella se detuvo, JungKook sintió su corazón latir fuertemente en su pecho—Perdí mi trabajo por permanecer a tu lado, Soo, lo sabes—la chica volteó a verlo, él lucía tan cansado como ella—Te he cuidado día y noche temiendo que la depresión te haga parte de ella como ha hecho con miles de personas—continuó—Dejé de comer para cuidarte, dejé de dormir para velar tus sueños por las noches, dejé de trabajar para evitar que la soledad te acompañara—respiró profundo—Te conozco desde la secundaria, te conozco lo suficientemente para decirte que esta no eres tú.

— La SooBin de ese tiempo no había perdido a su padre...

— Cierto, pero había perdido a su madre—comentó—Y la SooBin de ahora también la perdió, ¿Hay alguna diferencia en ese hecho? —sus manos estaban temblando ligeramente—Todos aquí creen en ti, todos aquí se preocupan por ti, y no soy el único que te pide que no abandones el proyecto.

SooBin bajó la vista para que no la vieran contener las lágrimas, no dijo nada, simplemente se metió al cuarto cerrando de un portazo.

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Todos se habían ido, la lluvia se había detenido convirtiéndose en una llovizna. JungKook recogía los platos sucios del almuerzo colocándolos unos sobre los otros, continuó con los vasos y los cubiertos llevando parte por parte todo al fregador, escuchó la puerta abrirse y simplemente continuó su trabajo, guardó la jarra de la limonada en el refrigerador subiendo las mangas de su camisa para lavar los platos. SooBin se acercó para ayudarle a secarlos y ambos permanecieron en silencio un buen rato.

Cuando Soo secó el último plato y JungKook secaba sus manos ella habló.

— Lo siento.

— ¿Por qué? —fue serio sin mirarla.

— Por meterte en problemas.

— ¿Eso es lo que realmente crees? —bufó dejando el pañuelo a un lado. Soo soltó el que tenía dejándolo en el mesón—No me has metido en nada, sólo quiero que no te des por vencida contigo misma, eres fuerte, eres única y eres diferente. Por esas razones y más me enamoré de ti.

— No tiene importancia...

— No digas eso, si lo tiene—tomó sus manos—Eres Hwang SooBin, puedes cambiar la mente de millones de personas-dijo tan seguro que ella sonrió ladinamente—Por sólo ser tú puedes hacer lo que quieras, no te rindas, ¿Sí? He estado a tu lado para verte levantarte, no para verte caer.

Soo lo abrazó fuertemente dejando que la estrechara entre sus brazos. Tenía suerte de tener un novio como él.

— Fui egoísta discutiendo contigo.

— No abandones lo que estabas haciendo, ¿Sí? —pidió—Por favor.

SooBin se separó un poco mirando sus ojos, se colocó de puntitas para alcanzar sus labios delgados besándolos despacio y con dulzura, JungKook abrazó su cintura acercándola a su cuerpo, sintió las manos de ella en su nuca jugando con su cabello.

Estaba más que claro como había terminado esa conversación.

El próximo será el epílogo