[Yoon Gi]

—No puedo hacerlo Hyung.

     Y ahí estaba de nuevo esa frase que tanto me hacía enfadar, más sí provenía de él.
    Quería demostrar que Jimin podía desenvolver más sus habilidades, que él podría lograr cualquier cosa pero el joven se estancaba en el "que dirán" y en su poca confianza en sí mismo.

—Te aseguro que no es tan difícil como bailar —hablé convencido —, vamos, así como aprendiste nuevas técnicas para mejorar tu baile ¿por qué no habrías de mejorar en rap?

—Hace dos años me dijiste que no lo volviera a intentar de nuevo... —ay Min Yoon Gi, tienes que cuidar tu boca la próxima vez.

     Me levanté de la acolchonada silla y me paseé por todo mi estudio mientras el rubio intentaba aprender una canción en el teclado, yo por mi parte revisaba en mi repisa alguna canción con la que Jimin tuviera confianza.
     Busqué y busqué, ¿le doy un cypher? No, Taehyung sería capaz de armar un completo drama.
     ¿School of tears? No es una canción difícil, pero no era nuestra.

     Me senté resignado en el suelo mientras revisaba las últimas publicaciones en Twitter, no solía estar muy activo últimamente, además, NamJoon cambiaba la contraseña con frecuencia y cuando lo notaba ya había una nueva con más de once dígitos.
     En la pantalla apareció la noticia de nuestro chat grupal en Kakao Talk, mensaje de Taehyung.

태 [taetae]
Jimin dejó su móvil en el baño otra vez,
ㅋㅋㅋㅋhay que jugarle una broma.

Kookie.
Se va a enfadar sino lo encuentra.
¿Alguien sabe dónde se metió?

Está conmigo, Taehyung voy el móvil.

Kookie.
Tenía que ser... 😒

[***]

     Después de un buen tiempo revisando el móvil de Jimin —husmeando en su música con más reproducciones— encontré la canción que le quedaría perfecta para el evento, él mencionó que no quería presentarse solo, bien, sus deseos son ordenes.

—Hyung —NamJoon me tomó del brazo deteniendo mi paso y me mostró una hoja en la que podía leerse en grande "Planeación 3rd MUSTER"— ¿Sabes que va a presentar Jimin.

—Ah sí, lo estuvimos pensando y he quedado con él.

[***]

—¿¡Tony Montana!? —gritó levantándose de su asiento.

—Dijiste que te gustaba... —suspiró hondo y en ese momento supe que comenzaría a hiperventilar así que me acerqué seleccionando la pista en el ordenador, iba a colocarle los auriculares cuando se alejó unos centímetros.

—No quiero arruinar tu canción, yo de verdad no puedo hacerlo.

—Park Jimin, mi querido Park Jimin ¿crees que me importa la canción? —por unos instantes me miró confundido, podía notar los nervios en su mirada y ni siquiera habíamos puesto un pie sobre el escenario. Tan inseguro, tan ingenuo, tan lejos de mi alcance —No hay tiempo para cambiar la planeación, vamos, puedes tomar mi mano si sientes que tus rodillas tiemblan.

     Pasamos toda la tarde metidos en el estudio ensayando hasta que perdimos el hilo del tiempo y nos percatamos que debíamos volver al dormitorio, y lo habríamos hecho de no ser porqué el auto no encendió, ambos nos metimos en el edificio de la empresa muriendo de frío hasta que recordé que Jin guardaba un par de mantas en su colorida oficina y asumí que lo importaría que tomase algunas.

     A Jimin se le habían coloreado las mejillas de un tono rojizo debido al frío, le dejé acomodarse en el sofá mientras yo me las arreglaba para no lastimar mi espalda durmiendo en el suelo. El rubio fue el primero en ceder a los brazos de Morfeo, se le miraba tan adorable que pase mis dedos múltiples veces por entre su cabello enrollándolo y despeinandolo.

—¿Cómo puedes dormir así? —le cuestioné aunque no obtendría respuesta alguna —Es un poco injusto ya que mientras descansas, a mí parece ser que se me va a salir el corazón del pecho.