Yoon Gi

      Y justo cuando llegaba a casa con la intención de descansar, de tomar una buena taza de café mientras veía alguna serie o película... Justo en ese punto del universo, a Kim Taehyung se le ocurría la fabulosa idea de tardarse casi dos malditas horas dando su propio concierto dentro del baño.

—¡Joder esa canción ya se repitió tres veces! Taehyung, en cuanto salgas tú serás el que recibas unos "Bang Bang".

     No sé a qué clase de persona pensó que un baño era suficiente para siete personas. Mi paciencia la cual tenía un límite muy pequeño comenzó a cansarse.

—¡Tienes tres jodidos minutos para que abras la puerta o voy a...

—Hyung —Esa voz era más que suficiente para olvidarme de todo lo demás a mi alrededor y centrarme en ella —¿También espera para una ducha?

     Jimin apareció de repente en el pasillo con su toalla en mano y luciendo justo como un bebé al que acaban de despertar, últimamente se veía muy cansado debido a todos los festivales de fin de año y la cercanía de sus fechas.

—Sí pero adentro están haciendo su propio world tour.

—Si Taehyung no se estuviera moviendo como gusano dentro de la ducha y permaneciera quieto, seguramente se quedaría dormido.

—Otra cosa debe estar moviéndose como gusano con todo el alboroto ahí adentro.

—Eh... ¡Hyung!

     La espera me pareció eterna, tanto que pensé por un momento en mandar mi higiene personal a la mierda un día y largarme a descansar. Sin duda mi mal humor era como un termómetro de mercurio y viviendo con estos supuestos "hombres maduros" hacia que siempre estuviera a nada de reventar o reventaba.

      Cerré los ojos por cortos periodos de tiempo recargando mi cuerpo en la pared, minutos después me encontraba cabeceando.

—No se duerma hyung. —Dicho eso sentí como lentamente colocaba un auricular en mi oído. Eran canciones tranquilas, baladas, iugh.

     Había canciones de todo tipo en esa lista de reproducción y cuando menos lo esperamos uno de los tantos covers que graba Jimin y que no sube al Internet por pena, se colaron. Rápidamente el chico jaló el auricular hacia el y se cubrió la boca con sus manos, estaba completamente rojo y avergonzado... Y yo no sabía por qué.

—Ahhhh ya ya ya que pena, voy a eliminar esto más tarde.

—Hey hey, ¿Por qué?

—No salió como yo esperaba, creo que se escucha fatal.

—Jimin —Tomé las manos de su rostro tratando de apartarlas y el chico me miró con total atención. —, ¿cuántas veces tendré que repetirte que me encanta tu voz?

—No a todos les gusta mi voz.

—Dije que me encanta tu voz, estoy hablando por mí y es lo que yo pienso, no los demás. Deja de ser tan duro contigo mismo y disfruta lo que haces y si a alguien no le gusta, bueno, aquí siempre tendrás a alguien que estará dispuesto a escuchar hasta tus peores desafinaciones.

     No hubo conversación después de eso entre los dos, sólo unos auriculares compartidos con una vocecita que te hacía suspirar. Así pasamos los minutos hasta que por fin, por un milagro o alguna mierda así la puerta del baño se abrió lentamente mostrando a un Taehyung mirando por todos lados en el pasillo.

—¿No hay nadie?

     Y sorpresa, justo cuando Taehyung salió caminando de puntitas un Hoseok envuelto en una toalla salió detrás de él. Mi mandíbula y la de Jimin casi se cae al suelo.

—¡Niños! —Les grite sacándoles un susto.

—Entiendo sus necesidades como seres humanos, comprendo todo el amor que tengan para darse, ¡pero joder! No nos hagan esperar a que terminen todos sus rounds.

     La escena se había tornado en carcajadas descontroladas de Jimin, un Taehyung tratando de dar explicaciones y un Hoseok muriéndose de vergüenza. Mis planes eran descansar en la soledad de mi habitación, pero sin buscarlo, pasé una agradable noche al lado de Jimin.

     Dos días después cuando por fin me digné a revisar la cuenta de Twitter me encontré con un curioso hashtag, y cuando lo abrí una sonrisa se dibujo en mi rostro.

—Y se murió de pena por nada.