Jungkook

     Jimin había estado enfermo la última semana así que estaba en reposo absoluto, era como un fantasma que se paseaba con camisetas que le llegaban hasta los muslos y sus boxers, de repente le veías salir de su habitación para ir al baño o a ducharse y otras nos preocupaba no verlo en todo el día.

     Gracias a su resfriado y que todos habíamos estado cuidandole como niñeras, Jimin se volvió más caprichoso y se aprovecho de la situación. Y vamos que no sólo se aprovecho de mí, sino de todo Bangtan, nos habíamos vuelto alguna de esclavos para el jovencito que no hacía más que poner pucheros.

—Jungkookie, tengo antojo de una pizza.

—¿Dónde voy a conseguir una pizza a esta hora? —No sabía si estaba enfermo o embarazado. —Puedo darte una sopa caliente.

—¡Quiero una pizza!

—Jimin son las dos de la mañana ¿quieres que la saque de mi bolsillo o... —Y su labio inferior termino colgando. No se dejen engañar por Jimin, detrás de ese bonito ser hay un demonio que sabe manipular a los demás. —Jimin, no hay pizzerias cerca, lo siento, podemos cenar ramen si quieres.

—Pero yo quiero pizza...

     Y ahí estaba mi patético yo robando el auto para pasearme en plena madrugada en busca de una pizza, no había ninguna pizzeria abierta cerca del departamento y justo cuando estaba por rendirme encontré un local con un chico a medio cerrar.

—Por favor por favor necesito una pizza. —Junte mis manos y le rogué saltando.

—Lo siento ya cerramos, puede volver más tarde.

—¡La necesito ahora!

—Tendrías que pagarme lo de una semana de sueldo para que acepte volver a abrir todo de nuevo.

—Ah, negocios de hoy en día, vale cobralo de ahí —Al chico casi se le cae la baba-, pero necesito esa pizza.

     Y por arte de magia el chico asintió rápido y salió corriendo directo a su cocina, y esa magia se llamaba Blackcard. Vale si, quizá estaba haciendo mal uso de mis ganancias y ahora le pagaría el sueldo a alguien, todo por un capricho de Park Jimin.

°°°

—Kookie!

     Pero verle salir más emocionado que un niño de cinco años en su fiesta de cumpleaños... Vamos ¿como iba a negarme? ¿No es adorable?