Capítulo Cuarenta y Cinco: +21 (FINAL)
Capítulo Cuarenta y Cinco: +21.
Dawson.
Abril, 2018.
—Dawson...
Hay muchas maneras en las que me gusta escuchar a Mérida decir mi nombre incluso el tono enojón de cuando quiere zarandearme, pero mi nombre en medio de un profundo gemido es de mis entonaciones favoritas, más cuando tengo el rostro enterrado entre sus piernas, mis labios besándola y mi lengua saboreando su humedad.
—Abre más esas piernas, cielo —murmuro contra su carne húmeda, sonriendo cuando maldice y extiende las piernas tanto cómo puede con sus dedos aferrándose a mi cabello.
A mi boca se suman mis dedos y de esa manera en la que ya conozco su cuerpo, pero de la misma forma en la que siempre se siente cómo la primera vez, la llevo a un espléndido orgasmo que la tiene gimiendo tan fuerte que me pregunto si nuestros nuevos vecinos van a quejarse, me empapa la barbilla y se humedece hasta los muslos.
Mientras la veo sonrojada, jadeando y húmeda, me tomo en una mano, deslizando la punta de mi miembro contra ese hinchado nudo de nervios y poco después a su entrada, tanteando, jugando a meter solo la punta antes de sacarla y eso la tiene gimiendo por lo bajo y a mí tensándome porque deseo siempre estar dentro de ella. No queriendo torturarnos por más tiempo, me deslizo con lentitud en su interior, amando la sensación cálida, estrecha y mojada con la que me recibe y luego tomándola del trasero para que se siente sobre mí, llevándome hasta la empuñadura.
—Me encanta estar arriba —Murmura contra mi barbilla antes de mordisquearla, clavando sus dedos en mis hombros para sostenerse mientras hace movimientos circulares.
—Lo sé, amas montarme —Le doy una palmada en la nalga que suena más fuerte de lo que en realidad es.
Aun con mis manos aferradas a la carne de su hermoso culo, la ayudo a moverse, no porque lo necesite sino porque me gusta, y lo hace tan bien, subiendo y bajando, haciendo movimientos circulares y presionándose de tal manera en la que su clítoris se roce contra mi pelvis, eso la hace apretarme con fuerza en su interior. Sus movimientos se vuelven más acelerados, haciéndonos sudar, en tanto el sonido del choque húmedo de nuestros cuerpos resuena por la habitación, pero entonces su velocidad disminuye en un pequeño balanceo, dándome un beso apasionado y profundo antes de instarme a acostarme de espalada, con mis dedos clavados en sus caderas cuando se apoya con las manos hacia atrás, en mis rodillas, arqueando la espalda para que esos bonitos y erectos pezones sobresalgan cuando comienza a rebotar sobre mí.
Mis ojos son codiciosos bebiendo de ella, siguiendo la ruta de su sudor y la manera en la que mi miembro entra y sale de su cuerpo, recubierto de su humedad. Conozco muy bien a mi novia y sé cuándo está cerca de correrse, así que cuando sus gemidos se vuelven más profundos y sus "ahí, ahí, Dawson" comienzan a llegar, sé que está a nada de saltar al vacío y cómo buen novio la ayudo, llevando mis dedos entre sus piernas y haciendo movimientos circulares acorde a sus saltos, eso la tiene dando pequeños gritos y a mí tensándome cuando acaba con fuerza apretándome en su interior.
Envuelvo mis brazos a su alrededor en tanto sigue estremeciéndose, presionando su pecho contra el mío, haciendo palanca con mis pies y las piernas extendidas cuando la inmovilizo y empujo sin clemencia desde abajo hasta que me sacudo y gimo acabando en su interior.
No es la primera vez que lo hacemos sin condón, pero siempre me maravilla lo bien que se siente. No, no estamos buscando un bebé o enfermedades, tuvimos nuestros exámenes y ella decidió ir por anticonceptivos incluso cuando le dije que con el condón estábamos bien.
Me mantengo abrazándola mientras jadeamos y sudamos tratando recomponernos luego de tan alegre inauguración a nuestro apartamento alquilado.
Sí, finalmente Mérida y yo nos hemos mudados juntos. Es aterrador y emocionante.
Pensamos que todo el proceso de mudarnos juntos sería tan sencillo cómo querer hacerlo, pero de hecho iniciamos nuestra búsqueda en enero y nos dimos cuenta que éramos demasiado quisquillosos, siempre buscando detalles, a veces no coincidiendo y otro detalle importante fue el que nos permitieran tener mascotas, porque además de que Reik se venía con nosotros, Boo y Perry el Hámster también lo hacían y no hay tantos alquileres amantes de los animales cómo nos gustarían.
Algunas opciones eran buenas, pero con un precio excesivamente caro que podríamos hacer el esfuerzo de costear, pero que no era nuestra prioridad. Así que finalmente el mes pasado conseguimos este apartamento de tres habitaciones, sala de estar, sala principal, una cocina amplia, dos baños y amigable de los animales, el precio no es nada barato, pero tampoco nos dejará sin nada, decidimos que era perfecto.
—Iré al baño —dice dándome un beso en la boca y sacándome de su interior.
Somos un desastre húmedo.
Ladeando el rostro la veo caminar desnuda hacia nuestro baño mientras permanezco en el colchón en el suelo porque hasta el final de la semana no nos traen la cama que compramos junto a los sofás, pero ¡Joder! Para mí esto ya es bastante increíble.
Han sido unos meses bastante buenos incluso con sus altibajos porque es imposible estar todo el tiempo feliz. Conseguí un trabajo en una clínica veterinaria no tan reconocida cómo en la que trabajé anteriormente, pero sí atiendo a muchísimos más pacientes y ayuda que sea un veterinario bastante popular en redes y que mi novia siempre me haga publicidad, además, el ambiente laboral es increíble y también sigo haciendo voluntariado dos veces a la semana en el refugio de Micah y Wanda, también empecé mi postgrado y está yendo bastante bien.
Sueño con en unos pocos años conseguir tener mi propio consultorio, pero no tengo prisas y ansias, entiendo que todo se da poco a poco y por ahora disfruto de la etapa en la que me encuentro y no soy el único.
Mérida ha tenido una evolución y crecimiento hermoso, ha sido precioso ver la manera en la que la alocada chica que me golpeó en una piscina es ésta deslumbrante loca encantadora que ahora tiene cien mil suscriptores en su canal de YouTube, muchos seguidores en Instagram y que además ha trabajado en conjunto con Alaska para las ilustraciones del libro que sale el próximo mes.
Además de ello usa una cuenta en una aplicación llamada Imaginetoon en dónde al parecer tiene un proyecto con Alaska de escribir una historia juntas en dónde Aska proyecte los diálogos y ella los dibujos, se han hecho muy cercanas y es lindo ver la manera en la que ambas están brillando cómo las estrellas que son.
Cabe destacar que sigo participando en los vídeos de Mérida sobre sus tutoriales de maquillaje, no porque le dé vergüenza hacerlo sola sino porque nos convertimos en esa pareja que todos esperan ver interactuar en los vídeos y lo disfruto, por eso ella dice que las publicidades por las que le pagan deben ser para los dos.
La amo, la amo un montón. Antes a otras novias las quise e incluso llegué a estar enamorado, pero la manera en la que la amo a ella es diferente.
Y hablando del amor de mi vida, ella sale del baño con una pequeña toalla envolviéndole el cuerpo y con el cabello corto en el intento de una cola de donde escapan casi todos los mechones.
La veo vestirse y cuando ya trae el vestido largo, aun descalza, me ve en el colchón y sonríe.
—Iré a ver que hacen Boo y Reik, no quiero que estén ansiosos por el cambio de hogar.
—Tomaré una ducha —Me incorporo y luego hago mi camino al baño.
Aun me sorprende que la mamá de Mérida accediera a que Boo viniera a vivir con nosotros ni mi novia podía creerlo, pero influyó muchísimo que reconociera el apego emocional que tienen Mérida y Boo, además, es Mérida quien la cuida. Mi novia prometió que cuando su mamá estuviese libre en su casa, la llevaría de visita y que ella también podía visitarnos.
Mi relación con Miranda Sousa es cordial, no soy su yerno soñado, pero está aprendiendo a conocerme y me acepta, ella tampoco es la suegra que soñé y una parte de mí resiente que no haya sido la mamá que Mérida merecía, pero trato de no ser rudo al respecto y ser cordial y educado las pocas veces que nos hemos reunido. Su relación con su hija tampoco es la mejor, a veces es doloroso ver la manera en la que Mérida se aflige luego de verla al darse cuenta de que no tienen una gran relación, pero puedo ver que se aman es solo que ese amor no es suficiente para acortar la gran distancia entre ellas, Mérida siempre me dice "podría ser peor, esto es suficiente", pero nos encantaría que fuese un más que suficiente.
Pero siempre le dejo en claro que mi familia fácilmente es la suya y mientras entro en la ducha, sonrío recordando cuánto la aman. Papá ama conversar con ella sobre cosas de Venezuela, siempre hace preguntas curiosas y Holden, siendo el cerebrito, conversa más sobre lo que él sabe y absorbe todo lo que Mérida comparte de su cultura y raíces. Mamá cree que ella es dulce y siempre es cariñosa del mismo modo en el que lo es con Alaska, Drake siempre bromea diciendo que ella es su nueva hermanita y la verdad es que debido a que mi gemelo es diseñador gráfico a veces tienen muchos temas de conversación y sobre Hayley, ya ella no es odiosa y maleducada con Mérida, no son las mejores amigas, pero sí se han vuelto cercanas y conversan.
Salgo de la ducha y tras secarme después de afeitarme, me visto, saliendo para encontrar a Mérida con Reik acurrucado junto a ella en el suelo en tanto Boo la ve de manera pretenciosa desde la distancia. Nuestro cachorro ha crecido y sé que crecerá mucho más, él es demasiado entusiasta y juguetón por lo que cuando me ve, corre hacia mí, sacudiendo la cola con demasiada energía.
—Reik, tu mamá estaba preocupada de que te estresaras y todo lo que veo es que parece que te metiste éxtasis para perros —Rio, agachándome para mimarlo antes de tomar mi teléfono del mesón.
Por hoy tengo el día libre debido a la mudanza, pero reviso mis mensajes en caso de que pudiese tener una emergencia de algún paciente.
—Oh, Ophelia me escribió —digo con sorpresa.
Desde que abordamos sus sentimientos por mí solo nos hemos visto cuando coincidimos en fiestas de amigos en común y siempre es incómodo, me dolía haber perdido una amistad, pero también entendí que se protegiera. Sonrío viendo su mensaje sobre que espera que esté bien y diciéndome que su trabajo de grado fue aprobado, que está saliendo con alguien y espera algún día podamos tomar un café.
—Creo que finalmente estaremos bien —digo.
—Bien, eso me alegra por ti —Me sonríe Mérida—, pero tengo que admitirte que ella y yo nunca seremos amigas, sin embargo, seré agradable.
—Eso es suficiente.
Camino hasta Boo, cargándola, yendo hacia Mérida para sentarme a su lado en el suelo.
Somos esta pareja joven de una venezolana de veinte años y un inglés de veintidós años que se conoció tras ser víctimas de una estafa de internet por el que alguna vez fue mi amigo. De salvarla junto a sus mascotas en una piscina olímpica, llegamos a dónde estamos ahora con un perro, una gata y un hámster, en nuestro apartamento alquilado con un montón de textos sobre medicina veterinaria y un montón de apuntes de animación digital y cajas repletas de dibujos en dónde muchos de ellos son +21.
Lo gracioso es que en un principio se supone que tras engañar a Martin no nos volveríamos a ver, pero entonces el señor Enrique nos hizo reencontrarnos y comenzó una amistad en dónde sentíamos más, sin darme cuenta le inspiré dibujos y la hice desear hacer muchos +21.
Me gusta creer que un día tendremos más animales, que sus dibujos serán todavía más reconocidos, yo tendré un consultorio y posiblemente tendremos un bebé con base a nuestras conversaciones despreocupadas del futuro o podríamos ser solo nosotros dos y estaría igual de feliz.
Volteo a verla y sonrío, lo que la tiene devolviéndome el gesto y dándome un beso en la boca.
—¿En qué piensas? —pregunta.
Me aclaro la garganta y canto esa nueva canción de una banda llamada Morat que me enseñó, practiqué muchísimo para cantarle una pequeña parte porque siento que me identifico mucho con la letra, así que, con mi mal acento, canto:
—Te cuento que me encuentro enamorado y siento que esta vez es la correcta. Te cuento para mí ella es perfecta, con todos sus defectos y pecados...
Su sonrisa es inmediata y las mejillas se le sonrojan mientras presiono mi frente contra la suya y continúo.
—Sé que con otras yo me he equivocado —Le doy un suave beso en los labios—. Sé que he dado contra el mundo y he perdido la esperanza.
»Porque aunque llevo cargas del pasado cuando ella está a mi lado se equilibra la balanza y nada me cansa... —Hago una pausa y rio por lo bajo—. Lo siento, cielo, pero solo me aprendí esa parte.
—Y fue perfecta, periquito —Me besa—. Te amo, te amo un montón.
—Te amo —La beso de nuevo— y porque te amo aquí estaré siempre para inspirarte los mejores dibujos +21.
—¿Ah, sí?
—Sí y los recrearemos también —Sonrío contra sus labios—. Ya lo sabes bien, cielo, uno de mis mejores talentos es inspirarte nuevos dibujos +21.
Y eso es lo que espero, tener muchos años por delante para inspirarla, para amarla, para crear recuerdos y ser simplemente nosotros. Estoy asustado y emocionado de lo que sigue para lo que nos gusta llamar en broma: nuestra historia de amor +21.
No te vayas, que falta el epílogo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro