Pedido de: Macyline55_owo

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Craig, Clyde y Tolkien oficialmente estaban solteros.

Tampoco es que fuese un drama, pero todos estaban fingiendo que así lo era. Tweek y Craig habían tenido una fuerte discusión y varios malentendidos empujados por celos y se habían tomado un tiempo llamado: "para siempre". Bebé dejó a Clyde por un chico de dos cursos mayor, y aquello le sentó como una patada en los huevos al castaño (todavía estaba llorando cada vez que recordaba sus palabras). En el caso de Tolkien fue él quien dejó su relación Wendy, le había llegado a sus oídos gracias a Stan que Wendy frecuentaba muchas zonas de entretenimiento personal, no necesitaba especificar cuáles para saber que era una posible infidelidad como un piano. Stan y Tolkien obtuvieron cierta amistad gracias a Wendy.

Stanley le había confesado que Wendy le había dejado caer la idea de su deseo de tener tener un trío los tres y Tolkien ahí dijo: "basta", porque no solo Wendy estaba dispuesta a querer tener relaciones con dos varones al mismo tiempo, sino que también disfrutaba de poner montarselo con prostitutos (o prostitutas, no iba a asumir cosas) a sus espaldas.

Los tres amigos estaban solteros y gran parte de sus salidas eran solo para quitarse de la cabeza todo lo bueno (y malo) que habían pasado con las personas con las que habían mantenido una bonita relación, hasta que el amor se terminó.

- Necesito irme de putas.

Los otros dos se quedaron con cara de póker.

- ¿Clyde?- el castaño giró la cabeza hacia lado y lado.- ¿Qué mierda?

- Me voy a pasitas esta noche…

- Clyde…- el mencionado se giró hacia Tolkien.- ¿Qué mierda te pasa? El mal de amores te está afectando…

- No lo entenderías, a ti no te ha abandonado tú novia, tú amor de por vida.

- Clyde…

- No te ha cambiado por un puto músculos de mierda.

- Clyde.

- ¡Egoísta!

- Clyde, no estás siendo razonable…- murmuró Craig captando la atención del castaño.- Entiendo que duela, a mí también me duele… Pero no es plan que vayas a desfogar toda tu rabia teniendo sexo o comprando cumplidos en un restaurante de entregadas baratas.

- Si no fueras gay, lo entenderías. Los maricas no entendéis las necesidades de afecto femenino que tenemos verdaderos hombres.

- Perdona que te diga, pero las entiendo muy bien. Y ahpra mismo estás sonando como un maldito homófobo de mierda solo porque tu masculinidad se vio dañada porque tu novia te dejó por otro… Y eso no es justo, ni para ti, ni para mí… Yo no tendría el valor de irme a un pub gay a liarme con el primero que se frote contra mí únicamente por poder satisfacerme y dejar de pensar en Tweek.

Clyde chasqueó la lengua contra el paladar.

- Estaré en pasitas esta noche, si queréis decirme algo, allí estaré.

Clyde se retiró, dejando solos a Craig y a Tolkien.

- No está siendo razonable…- opinó Tolkien.- Está diciendo cosas que no cree realmente, y no vienen a cuento, no se lo tomes en cuenta, por favor…

- Ya lo sé… Yo también lo creo…- suspiró profundamente.- Lo que me preocupa es que esta noche se emborrache y se meta en líos de camino a casa.

El moreno miró al azabache preocupado, casi como si hubiera dicho: "tienes razón, eso es un problema" o algo por el estilo.

- ¿Te importa si vamos esta noche con él? O al menos… A por él.

Craig asintió con la cabeza.

- A por él, mejor.

Tolkien también asintió.

…

Lo que no esperaba ninguno de los dos es que al llegar a la puerta de pasitas el novio de una de las camareras, cuyo nombre era tal vez Mercedes, se estuviera marcando un street fighter con Clyde, concretamente uno de los combos que destruía al oponente hasta dejarlo en un hospital (o directamente en el cementerio). Craig y Tolkien maldijeron en bajo porque asumieron rápidamente que Clyde se emborrachó, intentó coquetear con Mercedes hasta que esta llamó a su novio porque Clyde se estaba sobrepasando o estaba siendo muy molesto y empalagoso con sus peticiones de amor pagadas y este le destruyó la existencia.

Al acercarse, el desconocido acababa de destrozar a puñetazos al castaño, justo a timpo para que el moreno lo tomara en brazos cuando este se precipitó a caer de espaldas contra el suelo.

- ¿Estás bien?- preguntó uno.

- ¿Qué ha pasado?- ahora fue Tolkien quien habló.

- Iros a la mierda, traidores…- escuchó el castaño separándose de ellos y limpiándose la sangre que caía de su nariz con el dorso de la mano.

- Hemos venido para acompañarte a casa, Clyde…- Craig se había cruzado de brazos con el ceño ligeramente fruncido.- Para que no te metas en más líos… ¿Qué mierda le has hecho a esa camarera?

- No os importa.

- Somos tus amigos.- dijo con el ceño fruncido Craig.

- Tsk…- apartó la cabeza.

- Clyde.

- Ligaba con ella…- chasqueó la lengua contra el paladar.- La zorra no me dijo que tenía novio, y cuando iba a besarla, el hijo de puta del novio empezó a pegarme por la cara.- Craig apartó la mirada con desesperación.

- Me largo.- frunció el ceño.- Clyde se está pasando.

- ¡Craig!- exclamó el moreno viendo al de ojos verdes apretar los puños.- Clyde está borracho, no está pensando con claridad.

- ¿¡A quién te crees que le estás llamando borracho!?- exclamó Clyde.

- Estás borracho, Clyde.- dijo el moreno con seriedad.- Y nos vamos a casa. Ahora.

Clyde no dio respuesta, aquello mantuvo al moreno un poco más tranquilo, solo momentáneamente. Tolkien giró la cabeza hacia el peruano, pero este no dijo nada, los miraba desde lejos, señaló al castaño. Tolkien miró a Clyde, este se balanceaba de lado a lado como si fuese a caer, a pesar de que estaba despierto, pero era como si hubiera perdido el equilibrio repentinamente, y terminó cayendo hasta el hombro de Tolkien, este lo sujetó rápidamente por los hombros.

- ¿Nos vamos?- preguntó Tolkien mirando a Craig.

- ¿Qué remedio? Se quedó sobado.

Tolkien tomó al castaño en brazos como una princesa y recorrieron las oscuras calles, escuchando los ronquidos molestos del castaño, cosa que hacía poner cara de póker a los dos.

- ¿Cómo alguien tan pequeño puede hacer tanto ruido?

- Yo también me lo pregunto…- susurró Tolkien con una cara indescriptible.- ¿Crees que su padre esté despierto?

- Posiblemente ni sepa que se fue de "putas".- hizo las comillas con los dedos.

- Sigue teniendo diecinueve, debería controlarlo un poco.

- Creo que a los padres solteros les importa más su propia vida que no la de sus hijos.

- ¿Qué?- puso cara de póker.

- ¿Qué?- se encogió de hombros.

Tolkien rodó los ojos.

Cuando llegaron a casa del castaño todas las luces estaban apagadas, lo cual hizo tener considerablemente a los dos, pues si el padre estaba dormido, posiblemente despertarlo en esos momentos provocase enojo, pues, si bien, las posibilidades de que no supiera nada fueran altas… las posibilidades de que se cabreara brutalmente por que llegase borracho y dormido también serían catastróficamente altas… Craig y Tolkien no querían recibir el golpe por rebote.

- Revisa si lleva las llaves.- dijo Tolkien.

- ¿Por qué tengo que revisarlo yo?

- ¿Tal vez porque lo voy cargando?- se cruzó de brazos como si fuese obvio.

Craig rodó los ojos.

- Si se despierta y empieza a gritarme porque "me estoy aprovechando de él" le daré tal puñetazo que lo mandaré a la dimensión 42.

Tolkien frunció el ceño ligeramente confundido… No había entendido la referencia, si es que había referencia en eso.

- ¿Dijiste un número al azar?

- Nope.

- … ¿Qué mierda significa eso?

- Solo ignoralo…- rodó los ojos.

Craig encontró las llaves en el bolsillo izquierdo de la chaqueta y consiguieron entrar en la casa silenciosamente. Todo para encontrarse al padre mirándolos espeluznantemente con solo la luz de la mesita encendida, haciendo una sensación de claroscuro totalmente siniestra que a poco le arranca el alma a Tolkien y lo envía al jodido cementerio.

- S-Señor Donovan.- susurró Tolkien acojonado perdido.

El hombre encendió la luz.

- ¿Se puede saber qué le hicieron a mi hijo?

- Fuimos a buscarlo y lo trajimos a casa al darnos cuenta de que se fue solo a emborracharse a Pasitas…

El padre de Clyde miró a su hijo con decepción.

- ¿Os llamó para que lo fuerais a buscar?

- Nos lo pidió esta mañana…- respondió Craig.

- Lo mato…- susurró el padre en voz baja.- Cualquier día lo mato…- ahora sonó desesperado.- No os preocupéis- susurró.- Yo lo llevaré a la cama, podéis volver a casa…

- De acuerdo…- susurró Tolkien tendiendo al castaño.

Los dos se quedaron quietos mientras el padre se dirigía hacia la habitación de su hijo. Cuando regresó, los dos esperaban.

- Pueden irse tranquilos, está dormido.

- Mañana estará muerto por la bronca, ¿No?- el padre asintió con la cabeza.

- Se fue a emborracharse siendo menor, solo, y no me dijo nada de esto. No sé qué pretende, pero desde hace un tiempo está muy rebelde.

- Lo dejó su novia, con nosotros está igual de rebelde…

- ¿Tenía novia?- el padre frunció el ceño.- No me lo puedo creer.

Después de aquello, Craig y Tolkien estaban seguros de que Clyde no era particularmente abierto a tener conversaciones con su padre. Fue a pocos días cuando vieron que Clyde seguía con su "mal de amores" que ya parecía ser una especie de prórroga para hacerse el drama Queen y así darle pena a su novia y que regresara con él.

Lamentablemente lo que no se daba cuenta era que en realidad sí daba pena, pero pena ajena.

- Clyde…- llamó Craig.- Das vergüenza ajena.

- Tú sí das vergüenza ajena.

- Considerando que yo no me estoy avergonzado públicamente para dar pena a mi ex…- Tolkien se rio entre dientes.

- ¡No te rías!

- Craig tiene razón.

- Ustedes dos últimamente se apoyan en todo… Son un par de maricas.

Los dos rodaron los ojos al mismo tiempo.

- ¿No dejas de repetir lo mismo, seguro que no intentas que te demos afecto?- Craig sonrió ladino, casi sarcasmo, con intenciones de molestarlo.

Clyde enfureció, o eso marcó su expresión. Porque sus pómulos al mismo tiempo se enrojecieron hasta límites insospechados. Tolkien giró la cabeza lentamente hacia Craig, casi como diciendo: "¿Y ahora qué pretendes decir, listo?" Cosa que no llegó a pensar porque sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver la expresión de sorpresa del peruano.

- Ah, genial… ¿Y yo soy el marica?- se cruzó de brazos.

- Qué te den.

- ¿Un besito, tal vez? En serio, ese berrinche tuyo se está pasando. No puedes seguir así.

- Iros a la mierda. Los dos.

Craig y Tolkien rodaron los dos.

- Closetero…

- ¿¡A quién llamas . . .!?

- ¿Vamos a empezar con la misma discusión otra vez?- Tolkien rodó los ojos estaba desesperado.

- Si Clyde quiere, estoy dispuesto…- Tolkien lo miró mal.- Perdón…- alzó las manos a la altura de los hombros.

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Aquellos que le conocen, sabrán que Clyde no es de mis personajes favoritos...

Pero aun así intenté hacerlo mejor que pude :'3

Lamentablemente su personalidad difícil, sumado a mi odio, y sumado a lo complicado que se me hizo este one-short (me tomó tres días, cuando normalmente solo necesito un día para escribir estas pequeñas historias) tardase más de lo normal...

Pero bueno, al menos no lo acabé el mismo día que tenía que publicarlo :'3

Doy gracias a que el anterior lo tenía preparado desde varios días antes :'3

Pero bueno...

Igual espero que hayan podido disfrutarlo :'3

Aquí las opiniones --------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo one-short

Bye~

By Silvia Line / Ecchisforlife

[1949 Palabras]

P.d.: Ya quedó más largo de lo que esperaba xD

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P.d.2.: *esperando a que alguien comente algo sobre la referencia a la dimensión 42* :³