Los miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios y los miembros de las Águilas de la Muerte se vistieron con ropas del Ejército Norteamericano y, adoptando identidades falsas como soldados nisei (en el caso de Tanjiro y compañía) y soldados navajos (en el caso de Izel y compañía), realizaan una reunión secreta con el coronel estadounidense H. A. Mucchi para la misión a la que están encomendados.

- ¡Hello, friends! - saluda el coronel Mucchi - ¿Ustedes son los hombres de los que nuestros agentes nos han comentado? -

- ¡Of course, my friend! - responde Tanjiro Kamado en perfecto inglés - Permítame presentarme; mi nombre es Alvin Zachary Yakitori, y pertenezco al 442.º Regimiento de Infantería. - responde usando su identidad falsa.

- Mi nombre es Simon Austin Yagami, también formo parte del 442.º Regimiento de Infantería. - responde Inosuke Hashibira, también usando su identidad falsa.

- Y yo soy Theodore Alexander Kinoshita, también del 442.º Regimiento de Infantería. - responde Zenitsu Agatsuma, también usando su identidad falsa.

Tras revisar todos y cada uno de los documentos que los miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios le ofrecieron, el coronel Mucchi se sorprendió al percatarse de que todos ellos eran miembros del 442.º Regimiento de Infantería, un un regimiento de infantería estadounidense formado por estadounidenses de ascendencia nipona conocidos como Nisei, quienes se destacaron por su participación en la Campaña de Italia y en la Liberación de Francia.

- Por lo que veo, ustedes han estado presentes en algunos combates en el frente italiano. - comenta el coronel Mucchi al ver dichos documentos.

- Así es. Nosotros hemos conseguido numerosas condecoraciones por nuestras acciones; con decir que nuestra unidad participó en la batalla de Montecassino. - comenta Tanjiro.

- Si. De hecho, he recibido reportes de que en algunas zonas de Italia y de los Balcanes se han registrado manifestaciones de "seres demoniacos capaces de cometer actos de total salvajismo"; incluso me han comentado que los Ustachas de Croacia realizaron actos macabros bajo la influencia de dichos seres demoniacos, incluso que los mismos seres actuaron en dichos lugares. - prosigue Mucchi.

- ¡Espera un momento! ¡¿Ya sabías de la existencia de los demonios?! - replica Tanjiro con mucha sorpresa.

- Así es; y también sé acerca del Cuerpo de Cazadores de Demonios y de Las Águilas de la Muerte; así que no se preocupen, sus secretos están guardados conmigo. - comenta Mucchi.

- Eso explica muchas cosas. - comenta Izel.

Después de revisar y analizar múltiples archivos, el coronel Mucchi llega a una conclusión determinada:

- Caballeros, me han informado que mañana se realizará una misión para rescatar prisioneros de guerra que se encuentran recluidos en el campo de prisioneros de Cabanatuán, y yo y los soldados de mi unidad debemos estar presentes para realizar dicha misión; así que ustedes no tendrán tiempo para recibir mi asesoramiento; pero no se preocupen, porque se acaba de asignar a alguien más que los podrá ayudar en la misión de liberar el campo de Los Baños. - declara el coronel Mucchi, quien comienza a presentarles a otro general que será encargado de la misión en Los Baños.

- Hi, les habla el Mayor General Robert H. Soule, Comandante del 188.º Regimiento de Infantería. Es un gusto que algunos combatientes del Regimiento 442 estén presentes en éste lugar, además de algunos "descifradores de códigos". - dice el susodicho general, quien hace referencia a Las Águilas de la Muerte.

Tanto los miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios como las Águilas de la Muerte hacen al unísono un saludo marcial.

- ¡Es todo un honor, señor! - exclama Izel con un tono de mayor fuerza.

- A partir de ahora, el General Soule será quien los asesore y los entrene para la misión de Los Baños. - declara el coronel Mucchi, quien luego prosigue - ¡Buena suerte! - después de decir éso, Mucchi sale del recinto, dejando a los demás junto con Soule.

- Bien, como les decía... - Soule prosigue - He recibido informes de que en los campos de prisioneros se han registrado lo que en nuestro argot actual se conoce como "manifestaciones sobrenaturales"; múltiples prisioneros de guerra de dichos campos contaron con múltiples heridas ocasionadas por "armas de origen desconocido", incluso se habla ya de algunos muertos. La misión que se nos ha asignado a varios generales estadounidenses es la siguiente: liberar todos los campos de prisioneros posibles y evitar más casos de "ataques sobrenaturales". Ésta información es confidencial y no ha llegado a ningún medio oficial; y es nuestro deber que se mantenga de ésta manera. - finaliza Soule.

- ¿O sea que debemos mantener ésto en el anonimato? - pregunta Xanastaku con cierto grado de curiosidad.

- Si te refieres a lo de las manifestaciones sobrenaturales... pues sí. Así es. - responde el General Soule.

- Ya veo. - dice Xanastaku con entendimiento.

- Bueno, a partir de mañana, comenzaremos con el entrenamiento especial. El teniente Alvin Yakitori y el teniente Joseph Adakai serán transferidos a la División Aerotransportada 11 para participar en la liberación de Los Baños - dice el General Soule haciendo referencia a Tanjiro e Izel respectivamente - Mientras que el resto de los miembros serán asignados a brindar asistencia al comandante Gustavo Inglés de las Fuerzas Filipinas; les mostraré información, planos y documentos para que puedan ubicarse. - el General Soule les muestra a los demás varias carpetas con información del nuevo recinto a donde se reubicarían nuestros héroes.

- Me parece buena idea. - comenta Tanjiro.

- Si, contamos con usted, general. - replica Izel.

- Bueno, pues no se hable más; mañana a primera hora comienzan los entrenamientos. - sentencia el General Soule.

Después de ésta reunión, nuestros héroes comienzan a ser trasladados hacia un par de bases del Ejército de los Estados Unidos que estaban a 40 kilómetros del recinto donde el Cuerpo de Cazadores de Demonios tenían su base de operaciones. Como se había acordado, Tanjiro e Izel fueron transferidos hacia la División Aerotransportadora 11, mientras que el resto había sido enviado para ayudar a las guerrillas filipinas.

Desde el comienzo de la Campaña de Filipinas , fue una prioridad del general Douglas MacArthur que tanto los civiles como los soldados retenidos en los campamentos japoneses fueran rescatados lo antes posible. Temía represalias sobre ellos, ya que los japoneses sufrieron derrotas, lo que chocaba fuertemente con la mentalidad del soldado japonés promedio, que prefería morir antes que rendirse. El campo de prisioneros de Los Baños albergaba a más de 2000 civiles de todas las edades y nacionalidades que fueron capturados durante la invasión japonesa. El rescate implicaría enviar a multitudes de soldados, a 40 millas (64 km) detrás de las líneas japonesas. Además, a una marcha de 90 minutos del campo, había 9000 soldados japoneses endurecidos por la batalla de la 19ª División japonesa, conocida como la "División Tigre".

Durante aproximadamente un mes, los dos grupos de héroes aliados comenzaron a recibir todo tipo de entrenamientos y adquisición de nuevas habilidades para obtener todas las ventajas en el campo de batalla. Izel y Tanjiro comenzaron a entrenarse para realizar labores de paracaidismo mientras seguían mejorando sus prácticas de tiro con arma de fuego y uso de la espada para atacar enemigos; mientras que Zenitsu, Inosuke, Yun, K'in, Zyanya, Xanastaku y el resto de combatientes se ofrecieron como codificadores y mensajeros dentro de las fuerzas filipinas.

Durante el proceso de preparación para la campaña de liberación, con la ayuda de Zyanya y Xanastaku, la guerrilla filipina realizó operaciones de inteligencia que recopilaron información interna precisa sobre los prisioneros de guerra en Los Baños y sus guardias. Muchos prisioneros eran amigos desde hace mucho tiempo de familias partisanas antes de la guerra. Con el teniente coronel Gustavo Inglés designado como coordinador general de la guerrilla con la 11.º División Aerotransportada, se compartió información con el Estado Mayor de Comando de Swing, incluidos el coronel Henry Muller (G-2) y el coronel Douglas Quandt (G-3), así como otros planificadores principales, quienes afinaron la estrategia final.

El 12 de febrero, Freddy Zervoulakos, un greco-filipino de 19 años, escapó sigilosamente del campo de prisioneros y se puso en contacto con Yun y K'in, quienes iban en representación de la guerrilla. Lo enviaron de regreso al campamento con la promesa de que los internos serían rescatados. Pero el comité de internos decidió que lo mejor sería que los prisioneros no hicieran nada. Una semana más tarde, otro fugitivo del campo, un ingeniero civil llamado Pete Miles, dio más información valiosa a los planificadores de la 11.º División A/B, incluida la rutina diaria en el campo, detalles de las posiciones de las tropas y la ubicación exacta de los internos. Esto resultó ser una gran ventaja para los planificadores y les permitió finalizar el plan de cuatro fases que se programó para que coincidiera con el período de ejercicio de los guardias, que fue realizado por las tropas japonesas sin ropa, equipo ni armas. minimizando así el riesgo de daño a los internos durante el rescate. Mientras tanto, dos tenientes hicieron un reconocimiento de la zona de lanzamiento con los guerrilleros y los dos internos.

El plan consistió en cuatro fases, mismos que estaban elaborados con la más compleja precisión y se debía de realizarse de la mejor forma. El más mínimo error se traduciría en un rotundo tropiezo, y por consiguiente, en el retraso de las misiones de rescate.

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Febrero 23, 1945.

Son las 4:20 de la madrugada del día 23 de febrero. Después de semanas y semanas de entrenamiento, prácticas y misiones de reconocimiento, finalmente se da por iniciada la ofensiva para liberar el campo de prisioneros de Los Baños. Los primeros batallones, correspondientes al 511 ° Regimiento de Infantería de Paracaidistas del Ejército de los Estados Unidos, entraron en Laguna de Bay y se dirigieron al Punto Mayondon, donde lograron llegar a su destino sin alertar a los defensores japoneses y se dirigieron al viaje por tierra restante de 2 millas (3,2 km) hasta el Campo, con el objetivo de llegar justo después de las 7:00 am.

Mientras tanto, la Compañía B del teniente Ringler, junto con el pelotón de ametralladoras ligeras, habían pasado la noche sin luna del 22 de febrero esperando en Campo Nichols donde, al amanecer, se pusieron sus paracaídas, se pusieron su equipo y cargaron en nueve del 65º Escuadrón de Transporte de Tropas, bajo el mando del Mayor Don Anderson, para el vuelo corto. Volando sin oposición de aviones japoneses o fuego antiaéreo, pronto llegaron a su destino, que estaba claramente marcado con humo verde por el pelotón de reconocimiento.

Los Batallones de Reconocimiento del Cuerpo de Marines de Estados Unidos se encargaron de eliminaron los puestos de guardia en el lado norte y oeste del campo, mientras que los guerrilleros Hunters ROTC persiguieron y mataron a los guardias japoneses. 

A las 7:00 de la mañana, llegando a la altitud de salto planificada de 500 pies (150 m) y en formación de tres "V" de tres grupos de aviones, los paracaidistas de la 11.º descendieron de sus aviones y, una vez que pisaron tierra, comienzan a preparar sus armas para la acción. En un cuarto grupo de aviones que estaba por llegar a lugar, había un avión especial donde se encontraban Tanjiro e Izel, quienes comienzan a entablar conversaciones mientras se preparan para hacer el descenso.

- Sabes, Izel, creo que tendremos mucha acción una vez que lleguemos al campo. - dice Tanjiro a modo de confianza.

- Si. Por cierto, me gustaría decirte algo importante, Tanjiro. - dice Izel de forma sincera.

- A ver, soy todo oídos. - replica Tanjiro.

- Verá, yo formo parte de las Águilas de la Muerte, un grupo secreto enviado por el gobierno de México para permitir el avance de los Aliados en el Pacífico. Pero la verdad es que todos los integrantes de mi grupo somos la reencarnación de un grupo de jovenes que lucha contra las amenazas sobrenaturales desde tiempos inmemoriales. - declara Izel, dejando a Tanjiro sorprendido.

- ¿En serio, Izel? - cuestiona Tanjiro.

- Así es. - prosigue Izel - Hace 486 años, un grupo de jovenes lucharon contra los dioses del Cem Anahuac (es decir, de Mesoamérica), quienes amenazaron con provocar el llamado "Fin del Mundo". Esos jóvenes eramos nosotros. Ahora, varios siglos después, nos estamos enfrentando a una serie de demonios que son una amenaza para la humanidad, como lo fueron los dioses a quienes hemos enfrentado. -

- Interesante. - declara Tanjiro - Pero será mejor que me cuentes más de tu historia después de que terminemos ésta misión. -

Sin embargo, en el momento en que Izel y Tanjiro terminaban los preparativos para descender y atacar detras de las lineas enemigas, su avión de pasajeros comienza a ser atacado por demonios de bajo rango (Gremlins), los cuáles eran supuestamente miembros del Kempeitai que subieron de manera sorpresiva al avión, y que comienzan a atacar al resto de soldados dentro del mismo.

- Maldición, ya están aquí dentro del avión. - dice Izel a modo de enojo.

- Ya sabemos lo que debemos de hacer: defender el avión. - exclamó Tanjiro, mientras saca su espada - ¡Respiración del Agua, Sexta Postura, Remolino Sinuoso! -

Tanjiro usa su espada Nichirin Negra para matar a varios Gremlins, mientras que Izel usa su rifle automático Mondragón para darle un tiro en la cabeza a varios otros Gremlins y, en cuestión de segundos, logran salvar el avión en el que estaban.

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Mientras tanto, el resto de los heroes protege a las fuerzas americanas contra los demonios de rango medio (Manananggal) que circundan cerca del campo de prisioneros, conforme van acercándose al campamento en vehiculos anfibios, al mando del Coronel Gustavo Inglés del ejército de Filipinas en la siguiente fase del combate.

- ¡Hay que eliminarlos a todos! ¡Respiración del Rayo, Primera Postura, Destello del Relámpago! - exclama Zenitsu mientras usa su espada Nichirin Amarilla contra los Manananggal.

- ¡Te acompaño, camarada! ¡Respiración de la Bestia, Séptimo Colmillo, Percepción Espacial! - Inosuke usa su habilidad para detectar la ubicación de los enemigos; cuando finalmente da con ellos, y percatándose de que había una horda de Manananggal cubriendo a los soldados japoneses, prosigue exclamando - ¡Estamos rodeados! ¡Hay demonios en todas partes! ¡Ataquen por doquier! -

- ¡Respiración de la Flor, Segunda Postura, Espíritu de Ciruela! - dice Kanao mientras usa su espada Nichirin Rosa para activar un mecanismo de defensa, desviando los ataques perpetrados por varios Manananggal, haciendo que éstos mismos se caigan con dichos ataques regresados.

- ¡Son demasiados! - exclama Yun mientras dispara a diestra y siniestra a varios demonios.

- ¡Lo sé, pero debemos hacer nuestro mayor esfuerzo! - le replica K'in mientras hace exactamente lo mismo que su hermano.

- ¡Háganse a un lado, chicos! ¡Yo me encargo del resto! - declara Zyanya, quien usa sus dos filosas cuchillas para despedazar a dos demonios de un solo movimiento.

- ¡Chicas, a mi señal! - dice Xanastaku a a Nezuko y Aoi mientras divisa en el panorama a otra horda de Manananggal, hace una señal de esperar un poco, y cuando los demonios se acercan, exclama: - ¡AHORA! -

Inmediatamente, Aoi y Nezuko se encargan de liquidar a la última horda de demonios que se habia acercado a la zona de batalla. Gracias a éstas hazañas, los ejércitos aliados finalmente pudieron desembarcar en tierra.

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Tras haber aterrizado, Tanjiro e Izel comenzaron a caminar hacia la entrada del campo de prisioneros.

- Lo logramos, finalmente llegamos al Campo de Los Baños; debemos entrar rápidamente. - dice Izel, pero éste es inmediatamente interrumpido por Tanjiro.

- Espera un momento. - dice Tanjiro deteniendo a Izel mientras señala una silueta que le pareció familiar - Yo conozco a ese tipo... Es un Demonio. -

- ¿En serio? - pregunta Izel.

- Si. - Tanjiro prosigue - El Mayor Taro Iwanaka es el comandante asignado por el Kempeitai para dirigir y supervisar el campo de prisioneros de Los Baños; pero lo que nadie sabe, es que el sujeto en realidad es un Demonio de máxima categoría, un ser despiadado que no dudaría ni un segundo en desafiar a cualquiera que se le oponga, incluso si se trata de sus propios compatriotas. -

- Haces como si eso sonara más terrorófico de lo que pareciera. - exclama Izel con curiosidad.

- Lo es, Izel. Es verdaderamente terrorífico. - responde Tanjiro.

Una voz comienza a escucharse:  - Así que vienes aquí a darle la espalda a tu nación, Tanjiro Kamado. - la voz no era otra más que el mismísimo general Iwanaka, quien poco a poco se da la vuelta y muestra su lado más demoniaco - ¡Y para rematar, te acabas de aliar con nuestros enemigos! -

- Se equivoca, Mayor Iwanaka. - declara Tanjiro - Yo no le doy la espalda a mi nación... ¡Es usted quien le ha dado la espalda a la humanidad, a TU humanidad! -

Iwanaka suelta una risa macabra y prosigue: - ¡La humanidad ya no significa nada para mí! ¡Soy un ser totalmente superior! ¡Tú y tu nuevo amiguito no son nada contra mi gran poder! - 

- Eso lo veremos... - dice Izel de manera amenazadora.

En esos mismos momentos, Tanjiro e Izel se enfrentan al Demonio Iwanaka. Izel muestra su espada sanguinaria K'i'k mientras Tanjiro muestra su katana oscura, la Nichirin Negra. El enfrentamiento se vuelve fuerte, ya que Iwanaka saca, no una, ni dos, sino cuatro espadas, las cuales vendrían de sus cuatro brazos (dos de ellos aparecieron como por arte de magia al inicio). Tras un enfrentamiento que dura aproximadamente un minuto y medio (y en el que Iwanaka parecía tener toda la ventaja), Tanjiro e Izel, casi llegando al punto de agotamiento, optan por sacar sus últimos recursos...

- ¡Respiración del Sol, Sexta Postura, Sol Abrasante! - exclama Tanjiro.

- ¡Que la sangre de Mictecacihuatl te consuma con el calor del fuego! - exclama Izel dirigiéndose a Iwanaka.

Los movimientos de ambas espadas dan como resultado un fuerte torbellino de fuego que se lanza directamente hacia Iwanaka, haciendo que éste comience a arder en llamas de manera rápida, reduciéndolo a cenizas en cuestión de segundos.

Mientras tanto, el resto de unidades de las fuerzas aliadas lanzaron una feroz ofensiva contra el campamento entre 15 y 20 minutos después de iniciado el ataque, ingresando a través de aberturas abiertas por los exploradores. El tiroteo entre las fuerzas aliadas y las fuerzas japonesas fue breve e intenso, y con los japoneses derrotados, los internos lograron ser liberados. 

Conscientes de la necesidad de velocidad, los soldados de una unidad al mando del Teniente John Ringler se apresuraron a llevarse a los internos lo más rápido que pudieron. Algunos prisioneros se negaron a irse, por lo que los hombres de la unidad al mando del teniente Walter Hettlinger quemaron las chozas restantes del campo para alentar a los internos a subir a los vehículos. Al principio, los discapacitados, junto con las mujeres y los niños, fueron cargados en los vehículos que esperaban, mientras que los internos más capacitados formaron una columna a pie y se dirigieron a la playa y la libertad.