Capítulo 2
Noviembre 2, 1944.
Los miembros de las Águilas de la Muerte se encontraban en la base aérea aliada, mientras estaban realizando un altar con motivo del Día de Muertos. Quien estaba a cargo de la elaboración de dicho altar era Zyanya, debido a que ella perdió a su prometido en el ataque del Potrero del Llano, y por esa razón es que Zyanya le dedicó dicho altar, para honrar su memoria.
- Bonito altar el que estamos haciendo. - dice Izel con una sonrisa.
- Gracias. - responde Zyanya, quien continúa - Éste altar lo dedico a alguien muy especial. Alguien que dió su vida por nuestra patria. -
- ¿Por nuestra patria? ¿Es en serio? - replica K'in con algunas risas - Necesito el contexto. -
- Era uno de los trabajadores en el Potrero del Llano. Estuvo ahí cuando el barco fue atacado... - dice Zyanya con algunas lágrimas en los ojos - El fue uno de los que murieron. -
- Cuánto lo siento. - dice Xanastaku mientras abraza a Zyanya a modo de consolación.
- Gracias, Xan. - responde Zyanya con una sonrisa.
Yun va hacia donde se encuentra su hermano para reprocharle por la burla que K'in hizo sobre Zyanya.
- Ahora sí que te pasaste de listo, cuate. - dice Yun a modo de reprenda - Anda, ve y pídele una disculpa. -
K'in va hacia donde estaba Zyanya.
- Zyanya, me gustaría pedir una humilde disculpa por burlarme de la memoria de tu prometido; no fue mi intención. - dice K'in con una mirada de arrepentimiento.
- Tranquilo, K'in. No hay problema. Errar es de humanos, pero rectificar es de sabios. - responde Zyanya con una mirada más alegre.
- Bueno, si me lo preguntan, voy a ver qué es lo que mi hermana está haciendo. Ahí los veo. - dice Izel mientras camina hacia donde se encuentra Nelli.
- ¡Hola, hermanito! - saluda Nelli - ¿Cómo has estado? -
- Muy bien. - responde Izel - Acabo de hacer unos 36 panes de muerto para nosotros 6. Son 6 panes para cada quién. Puedes agarrar un paquete. -
Izel agarra su paquete de 6 panes de muerto y agarra uno para comérselo.
- ¡Gracias, hermana! - dice Izel después de comer el pan.
- De nada, Itzy. - replica Nelli - ¡Dile a los demás compañeros que los panes de muerto ya están listos! -
- No se hable más. Déjame yo les aviso. - dice Izel antes de irse.
- Por cierto, antes de irte, déjame decirte que puse la foto de nuestros padres en el altar que hizo Zyanya. - aclara Nelli.
- ¡Rayos! ¿Cómo pude haberlo olvidado? - dice Izel con algo de frustración (ya que olvidó que sus padres habían muerto durante la Guerra Cristera como voluntarios que apoyaron al Ejército Cristero), pero aliviándose al momento y continúa - Bueno. Después de todo, es Día de Muertos; es bueno recordar a los que se nos adelantaron, aunque sea mínimo una vez al año. -
- Y algo más. - lo interrumpe Nelli antes de que Izel se vaya si quiera.
- ¿Qué, Nelli? - cuestiona Izel con algo de molestia.
- ¿Es verdad que te gusta Xanastaku? - pregunta Nelli a su hermano de forma demasiado curiosa.
- ¡¿Qué?! - exclama Izel con un poco de vergüenza y algo de sorpresa - ¡¿Pero qué diantres acabas de decir?! -
- Me lo dijeron Yun y K'in, estás enamorado de ella; cada vez que hablas con ella o la saludas, ella y tu siempre se ponen rojos, como los tomates. - dice Nelli a modo de mucha gracia.
- Bien, creo que ya me cansé de esto. - dice Izel demasiado molesto - Voy a decirle a ese par de yucatecos con cara de artesanía maya que dejen de decir estupideces. -
- ¿A quiénes llamaste "par de yucatecos con cara de artesanía maya"? - pregunta Yun, quien llegó junto con su hermano K'in, Zyanya y Xanastaku.
- Ejem... A nadie. - responde Izel a modo de evasión.
- Je, je, je, muy gracioso, pero no puedes ganarme a mi en eso de hacer bromas y chistes; ahi te gano por experiencia. - replica K'in, quien a continuación le hace una broma pegándole a Izel un cartelito con la leyenda "patéame el trasero", haciendo que Yun vea el letreo y lanza una patada a Izel.
- Basta, eso no es gracioso. - exclama Izel, quien comienza a perseguir a los hermanos Yun y K'in por un rato, mientras que las chicas comenzaban a reírse al ver semejante acto.
- Hombres... Todos son iguales. - dice Zyanya.
- No lo creo. Algunos son más "iguales" que otros. - replica Nelli.
- Dejemos que los chicos se entretengan por un buen rato; dentro de poco volverán a la labor que nos han encomendado. - declara Xanastaku.
En ese momento, las tres chicas continúan riéndose a carcajadas.
----
Mientras tanto, en el campamento base de las fuerzas imperiales japonesas, los miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios se encontraban realizando una deliciosa cena tradicional japonesa para los soldados, mientras conversaban sobre los últimos reportes de guerra.
- Bueno, ha sido otra larga y agotadora jornada. - dice Tanjiro mientras probaba los onigiris que su mujer, Kanao, le había preparado.
- Si; tan larga y agotadora ha sido que me dieron muchísimas ganas de comer éste delicioso plato de bacalao. - dice Zenitsu mientras comía de forma gustosa el bacalao que le preparó su mujer, Nezuko, quien tuvo el honor de traer bacalao importado de Alemania.
- ¡Muy graciosos, pero ninguna de las cosas se compara al delicioso ramen que me sirvieron en cuatro platos! - dijo Inosuke, quien comienza a probar de forma muy exagerada los platos de ramen que su mujer, Aoi, le preparó con un poco de curry, haciendo que Inosuke comenzara a arder tras ingerir el segundo plato. Ésto hace que los demás miembros del Cuerpo miren con sorpresa a Inosuke.
- ¡Miren a Inosuke, parece que el haberse puesto la máscara de jabalí durante sus años mozos lo ha afectado de manera considerable! - dice Tanjiro en voz baja.
- ¡Incluso si ya no lleva la máscara, sigue teniendo los mismos comportamientos salvajes! - dice Zenitsu a modo de broma.
Inmediatamente, tanto los miembros del Cuerpo como los otros soldados se reían mientras veían cómo Inosuke se volvía a arder la cara una y otra vez al comer las sopas de ramen.
Pero dichas risas pronto se vieron interrumpidos por otra voz que comenzaba a entonarse en voz alta.
- ¡NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO! ¡NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO! - quien hace la exclamación era nadie más y nadie menos que Murata, uno de los viejos miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios, que ahora funge como Mensajero Provisional del Servicio Postal Imperial del Japón.
- ¡Hola, Murata! - saluda Tanjiro - ¿Buenas noticias? ¿Malas noticias? -
- Ni una cosa ni la otra, Comandante... - responde Murata - ¡Sólo noticias para usted y la demás comitiva! -
Tanjiro se apresuró a leer la nota que Murata le había mandado; después de un minuto, Tanjiro dio un fuerte suspiro, para después decir lo siguiente:
- ¡Saludos a todos, miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios y soldados asignados del Ejército Imperial Japonés! - exclama Tanjiro, haciendo que todos los presentes se pongan en posición de firmes - ¡Por orden del Gobernador Militar de Japón en las Filipinas, el general Tomoyuki Yamashita; Yo, Tanjiro Kamado, Comandante del Cuerpo de Cazadores de Demonios, ordeno a todos ustedes, tanto los miembros del Cuerpo como los miembros de las unidades del Ejército Imperial que me han sido asignados, que a partir de mañana, a las 0420, comenzarán con una vigilancia del perímetro de la zona asignada; dicha vigilancia tendrá una duración de 24 horas! ¡Nos han pedido a todos que debamos cumplirla en su totalidad! -
- ¡Pero si apenas son las 9 de la noche, ¿No crees que debamos atrasarla un poco más?! - exclamó un soldado común a modo de oposición.
- ¡Una orden es una orden, y es nuestro deber cumplirla de manera cabal! - responde Tanjiro con algo de molestia - ¿Alguna otra objeción? -
- ¡NINGUNA OBJECIÓN, SEÑOR! - exclamaron todos los demás que estaban reunidos.
- ¡No se hable más! ¡A descansar todos, que mañana hay que levantarnos temprano! - sentencia Tanjiro.
Después de escuchar la orden de Tanjiro, todos los Cazadores y todos los soldados tuvieron que irse a sus dormitorios para ir a dormir y descansar, mientras hacían los preparativos para la misión que tenían asignados hacer el día de mañana.
----
A la mañana siguiente, Las Águilas de la Muerte comenzaron a hacer un vuelo de reconocimiento de la zona de Jalajala. Izel, Yun, K'in, Zyanya y Xanastaku volaban a bordo de sus respectivos Me 262 mientras hacían una labor de inspección. Pero ellos no estaban solos, ya que un sexto avión iba con ellos: un P-47 Thunderbolt de fabricación americana, pero con insignias de la Fuerza Aérea Mexicana, el cuál estaba piloteado por nadie más y nadie menos que Nelli, la hermana mayor de Izel.
- ¡Compañeros, es momento de que hacemos labores de búsqueda si es que tengamos suerte y encontremos a Pilar Aguinaldo y a Pedro de Alvarado lo más pronto posible! - dice Nelli mientras se comunica con los demás pilotos.
- Un momento... ¿Eres tú, Nelli? - pregunta Izel - ¿Y cómo es que sabes pilotear un avión? -
- Lo aprendí desde hace 5 años y nunca lo supiste... De hecho aprendí a volar antes que tú y los demás lo hicieran. Vaya que eres olvidadizo, hermanito. - responde Nelli.
- Bueno, bueno. ¿Quieren callarse de una maldita vez? - cuestiona Yun al ver a Izel y Nelli discutiendo.
- ¡Sí, estamos haciendo un vuelo de reconocimiento y ustedes no ayudan! - reprocha K'in mientras suelta una que otra risa irónica.
- ¡Compañeros, pongan mucha atención en el horizonte! - dice Zyanya a modo de alerta.
En ese mismo instante, el cielo, que hasta hace poco parecía estar despejado, pronto comienza a nublarse de una manera demasiado inusual.
- ¡Compañeros, comienzo a detectar una poderosa fuerza a varios metros de donde nos encontramos! - dice Xanastaku mientras comienza a ver el cielo nublarse - ¡Parece que el cielo está comenzando a cambiar de color! -
Y las palabras de Xanastaku resultaron ser ciertas: En poco tiempo, el cielo nublado de repente dejó de tener ese tono grisáceo, y poco a poco comenzó a volverse de color rojo, como de sangre.
- ¡Tengo un mal presentimiento! - dice Izel con un tono de seguridad.
- ¿Estás seguro de eso? - pregunta Yun.
- ¡Ay, no digas estupideces, Izel! - dice K'in en tono burlón - ¡Yo digo que todo ésto es una boma! -
Pero no es ninguna broma: Inmediatamente, el cielo comenzó a lanzar múltiples rayos color escarlata, cuyos sonidos son siete veces más fuertes que un relámpago normal.
- ¡Escuchen todos! ¡Rompan formación y esquiven los rayos! - exclama Izel.
- ¡A la orden! - responde Zyanya.
- ¡Como usted diga! - responde Yun.
- ¡Ni modo, no hay de otra! - responde K'in.
- ¡Confío en tí, Izel! - responde Xanastaku.
- ¡Hubo muchos días nublados y lluviosos, pero ninguno como éste! - dice Nelli con la misma determinación que su hermano.
En ese momento, las seis aeronaves comienzan a realizar varias acrobacias a fin de esquivar todos y cada uno de los rayos que pasaban sobre ellos. El espectáculo duró aproximadamente un minuto y medio, pero a pesar de dichas dificultades, cada piloto comenzó a ingeniárselas para poder esquivar todos los rayos; afortunadamente todos lograron alejarse de las zonas con rayos, aunque a duras penas, dejando a todos ellos con algo de agotamiento físico por la adrenalina que les causó andar esquivando rayo tras rayo.
- ¡Uf, estuvimos cerca de no contarla! - dice Nelli, respirando profundamente.
- ¡Si, esa fue la cosa más difícil con la que tuvimos que lidiar! - dice K'in, también con señal de agotamiento.
- ¡Es como si el clima y las fuerzas de la naturaleza se pusieran del lado del enemigo! - dice Yun en un modo que sonara casi pesimista.
- ¡Coincido, es como si nosotros estuviéramos descendiendo al mismísimo infierno! - dice Zyanya de forma convencida y crédula.
- Sea lo que sea, ya pasamos la parte difícil, ahora tenemos que buscar un lugar en dónde aterrizar, ya que no nos queda mucho combustible. - dice Xanastaku a modo de alerta.
- Tienes razón, Xan. Tanto volar en vueltas han hecho que nuestro combustible bajara de forma considerable, aunque se supone que éste no debería de ser el caso. - dice Izel, quien prosigue - ¿Ven ésta pista de aterrizaje? ¡Estoy seguro que ésta será nuestra salvación! ¡Aterricemos ahí y pidamos ayuda! -
- ¡Entendido! - exclamaron todos los pilotos.
Inmediatamente, las Águilas de la Muerte comienzan su proceso de aterrizaje a la base aérea más cercana, la cuál estaba a pocos metros y estaba apenas mostrándose tras la fuerte neblina roja, que poco a poco comenzaba a regresar a sus colores normales.
Los aviones mexicanos lograron tocar suelo en la pista de aterrizaje, lo cuál no fue ningún problema. El verdadero problema llegaría minutos después, cuando los pilotos bajarían.
- Bien, ya logramos tocar tierra. Ahora, vayamos al hangar a contactar a la gente. - dice Izel a sus compañeros, sin saber que el enemigo los sorprendería casi de inmediato.
- ¡Quédense quietos y no se muevan! ¡Pongan las manos arriba y no saquen ningún arma! - quien ordena ésto es Inosuke Hashibira, miembro del Cuerpo de Cazadores de Demonios, quien en ésta ocasión aparece usando el uniforme que usan los soldados del Ejército Imperial Japonés.
- ¡Ay no, nos lleva la fregada! - dice K'in con mucho miedo.
- ¡Ya lo oyeron, americanos! ¡Manos arriba y no se muevan! - dice Zenitsu Agatsuma, quien también aparece con el uniforme del Ejército Imperial Japonés.
- ¿Qué carajos dicen? ¡Nosotros no somos americanos! - declara Izel a modo de defensa.
Pero los alegatos de defensa de los pilotos mexicanos no resultaron ser suficientes, ya que rápidamente fueron mandados al suelo por una docena de soldados japoneses. Inmediatamente aparece frente a los pilotos una figura prominente. Se trataba ni más ni menos que del mismísimo Tanjiro Kamado, quien aparece usando la vestimenta de un general del Ejército Imperial Japonés.
- ¡Así que ustedes, inmundos hostiles, son los que irrumpieron y husmearon en éste sitio, ¿O me equivoco?! - declara Tanjiro de la manera más amenazadora y observando con una mirada castigadora a todos y cada uno de los pilotos mexicanos y, sin dejarles oportunidad de que digan algo a su defensa, Tanjiro ordena: - ¡Soldados, llévense a esos "gaijin" al cuartel! ¡Los tomaremos como prisioneros a partir de ahora! -
- ¡Como ordene! - dijo uno de los soldados japoneses.
Acto seguido, los soldados japoneses (siendo la mitad de ellos realmente miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios disfrazados) comienzan a llevar por la fuerza a los soldados japoneses.
- ¡Eso no es justo! - dice Nelli.
- ¡Nosotros estamos desarmados! - dice K'in.
- ¿Y esos aviones que trajeron? ¿Llaman a eso "estar desarmados"? - contesta un soldado japonés, quien después se ríe y luego pega a K'in con una porra.
- ¡Eso no se va a quedar así! - dice Yun.
- ¡Nos la van a pagar, bestias! - dice Zyanya.
- ¡Ni crean que se saldrán con la suya! - declara Xanastaku.
- ¡No tienen ni la más remota idea de lo que hacen! - dice Izel a modo de desafío.
- ¡Por su puesto que sí, "gringo"! - responde el soldado japonés que tiene capturado a Izel.
- ¡Que no soy gringo, soy mexicano! - responde Izel a la burla del soldado japonés.
- ¿"Mexicano"? ¿En serio? ¡No te creo! - responde el soldado japonés entre muchas risas, quien luego le pega a Izel con una porra.
En ese momento, Kanao y Nezuko van hacia donde está Tanjiro para preguntarle sobre el futuro de los soldados mexicanos que acaban de capturar.
- ¡Tanjiro, amado mío! - dice Kanao - ¿Qué es lo que haremos con los prisioneros? ¿ Acaso los van a torturar y a matar?
- ¡Hermano, ten piedad de ellos! - suplica Nezuko a su hermano mayor - ¡Tal vez ellos puedan servirnos para algo útil, quizás podamos convertirlos en nuestros aliados! ¡Puedes encerrarlos, pero no debes hacerles ningún mal ni daño que los perjudique! ¡Lo suplicamos! -
Tanjiro toma un respiro profundo para después proseguir con una sonrisa: - Tranquilas, nosotros no los vamos a torturar ni a hacerles daño, ni mucho menos matarlos. Pero sí les vamos a presionar para que hablen y nos den algo de información importante. Porque la verdadera guerra que libramos no es contra naciones o imperios, sino contra espíritus y entidades sobrenaturales que perturban el orden natural de las cosas. -
Tanto Nezuko como Kanao estaban aliviadas debido a la postura conciliadora que acaba de dar Tanjiro. Pero, ¿Podrá Tanjiro convencer a los demás miembros del Cuerpo de Cazadores de Demonios de que los pilotos mexicanos que acaban de capturar puedan ser más una ayuda en vez de un estorbo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro