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Capítulo 11

Tras haber salvado a Jonathan Harker, los miembros de la Liga de Combatientes Extraordinarios y sus aliados, toman el Tren Transiberiano hacia Ussuriisk, para después tomar el Transmanchuriano hacia Harbin, para cuando habían llegado a ése lugar, ya era de noche. Una vez que llegaron hacia Harbin, nuestros héroes bajan del tren, y rápidamente son recibidos por una figura que les parecía demasiado familiar.

- ¡Saludos a todos, compañeros de la Liga! - exclama alguien, quien resulta ser ni más ni menos que el propio doctor Henry Jekyll.

- ¡Hola, Doctor Jekyll, mucho tiempo de no vernos! - saluda el Capitán Nemo.

El aspecto del doctor Jekyll era algo sombrío, más que nada por su cabello negro y su traje también de negro, además de usar lentes para evitar cualquier contacto con la luz solar.

El aspecto del doctor Jekyll daba indicios de una cosa, y sólo una cosa: tanto tiempo ha invertido en desarrollar un suero para "rehumanizar" a los seres convertidos en demonios, a tal grado de sacrificar algo demasiado importante para él mismo en el proceso.

- Digame, ¿Qué cosas ha hecho usted en los territorios bajo control japonés? ¿Qué cosas interesantes has descubierto? - cuestiona un poco el Capitán Nemo.

- Bueno, mi estimado compañero, durante mis investigaciones, he encontrado evidencias peculiares acerca de cómo los humanos se convertían en demonios; la gran mayoría de los casos se dieron aproximadamente entre finales de la década de 1910 y principios de la década de 1920; específicamente en el periodo que los japoneses conocían como "La Era Taisho". - dice Jekyll, quien prosigue - La mayor parte de esos mismos casos se llevaban a cabo en la metrópoli del archipiélago japonés. -

- Eso explica muchas cosas. - contesta Jean Roque Raltique.

- Sin embargo, de todos los casos de demonios que han registrado los Cuerpos de Cazadores de Demonios en las zonas de influencia japonesa, sólo se llegó a registrar un caso en el que un demonio logró ser sanado y reconvertido en un humano, el caso de... - Jekyll es abruptamente interrumpido. 

- ¡El caso de Nezuko Kamado! - exclamó Zenitsu Agatsuma.

- Espera, ¿Cómo sabes su nombre? - cuestiona un poco Jekyll.

- Porque... ¡Ella es mi mujer, y fui testigo de su evolución! - responde Zenitsu.

- Zenitsu tiene razón, yo fui una demonio, pero he recuperado mi humanidad y lo puedo demostrar. - exclamó Nezuko Kamado, dejando a Jekyll más boquiabierto de lo que ya estaba.

- No puede ser. - dice así mismo Jekyll, pero para evitar soltar al monstruo interior, respira un poco y prosigue - ¡Vengan conmigo al principal centro de operaciones de la Unidad 731, tengo qué mostrarles algo! -

- No sé ustedes, pero ésto me huele a algo completamente sospechoso. - comenta Zyanya.

- Sea o no sospechoso, lo cierto es que ya llegamos al lugar indicado. - replica Yun.

- Y ojalá y lleguemos también en el momento indicado, porque si no... - replica K'in.

Nuestros héroes caminan por varias calles a lo largo del pueblo de Harbin, hasta llegar a los principales laboratorios de la Unidad 731; al llegar al recinto, se percataron de todos los horrores que se estaban manifestando frente a sus ojos; los gritos de las personas que estaban siendo torturadas se oían incluso a varios metros fuera del laboratorio.

- ¡Esto es terrible, muy terrible! - dice Nezuko.

- ¡Lo que vimos en Kinkaseki se queda corto comparado con éste lugar! - exclama Zenitsu.

- ¡Escuché rumores de que a ése lugar lo conocen como el "Laboratorio del Diablo", o "El Lugar más cercano al Infierno"! - dice Mina Murray con un claro rostro de afrenta.

- De hecho, no estás tan equivocada, señorita Murray. - comenta Jekyll - Diariamente acuden más de 200 personas prisioneras de guerra a éste lugar, con el fin de ser torturadas hasta morir y/o ser usados como conejillos de indias para los experimentos de los altos mandos militares del Ejército Imperial Japonés. -

- Eso suena demasiado aterrador, si me lo preguntan. - dice Yun.

- ¿Llamas eso aterrador? Ni eso, hermano. Digamos las cosas como son: Estamos en lo que llamamos "Infierno en la Tierra". - le corrige K'in.

- Yo personalmente no creo en la existencia del Infierno, pero ahora que lo mencionan, puede que sea real. - dice Zyanya.

- Bien, creo que éste es el lugar. - dice Jekyll, quien inmediatamente comienza a experimentar una severa reacción debido a que las luces del laboratorio estaban prácticamente encendidas, lo que rápidamente hace que el estado emocional de Jekyll cambie abruptamente, haciendo que sus ojos se vuelvan rojos.

- ¡Tengo un mal presentimiento de ésto! - exclama Nadia, quien comienza a prepararse con su propia lanza.

- ¡Yo pienso lo mismo! - replica Zyanya, quien también saca sus cuchillos de obsidiana y en posición de defensa para replegarse ante un posible ataque.

Inmediatamente, Jekyll comienza a evolucionar hasta convertirse en un demonio, con una expresión de desenfreno, locura y deseo por devorar gente, expresiones que se materializan en su rostro, por lo que técnicamente deja de ser un ser humano en el sentido casi literal de la palabra.

- ¡¿Doctor Jekyll?! - dice el Capitán Nemo, tratando de tranquilizarlo.

- ¡SOY EL SEÑOR EDWARD HYDE PARA TÍ, MOCOSO! - exclamó el metamorfoseado sujeto, quien inmediatamente adopta su otra identidad, y comienza a correr y saltar hacia donde estaban otros soldados y prisioneros que estaban adentro de la base.

Inmediatamente, las alarmas comienzan a sonar dentro de la base, mientras los soldados del Ejército Imperial Japonés comienzan a alertar sobre la presencia del señor Hyde.

- ¡Atención, atención! ¡El asesino conocido como Edward Hyde se encuentra dentro de la base, repito, el asesino conocido como Edward Hyde se encuentra dentro de la base! ¡Movilícense y neutralícenlo! - exclama uno de los operadores japoneses dentro de la torre de operaciones de la base, quien inmediatamente alerta a los soldados para prepararse a pelear contra Hyde.

- Así que las suposiciones de Izel eran correctas. - comenta Yun.

- El Doctor Jekyll y el señor Hyde eran la misma persona desde un principio. - replica K'in.

- Lo suponía. - dice Zyanya, con un extraño sentimiento de "odio darle la razón a éste tipo, pero se la tengo que dar de todas formas".

- Bueno, no hay que seguir perdiendo tiempo. Tenemos que salvar a nuestro amigo Henry de los soldados japoneses. - comenta Harry Quatermain.

- Y no solamente salvarlo de los japoneses, sino también salvarlo de sí mismo, que es lo que más nos compete. - replica Tom Sawyer.

- ¡Esperen, chicos, que nosotras nos encargaremos de ésto! - comenta Susan Griffin-Skinner, quien activa su traje invisible.

- ¡Sí, deja ésto a nosotras! - dice Nadia, quien usa la piedra azul para proteger tanto a ella como a Nezuko Kamado.

- ¡No se preocupen, nosotras tenemos los sueros de la señorita Tamayo, serán efectivos! - comenta Nezuko.

- ¡Mi amada Nezuko, no te preocupes, que yo te acompañaré! - exclama Zenitsu, quien decide acompañar a su esposa - ¡No dejaré que te lastimen, Nezuko! -

- ¡Zenitsu, no vayas allá, es peligroso! - reclama Inosuke el hecho de que Zenitsu decidió tomar acción al respecto.

- ¡Déjalo ir, Inosuke! - le pide su mujer, Aoi - ¡Él ha salido de cosas peores antes, y estoy segura de que saldrá de ésta también! ¡Hay qué tener fé en ello! -

Inmediatamente, Zenitsu, en compañía de Susan, Nezuko, Nadia, Mina y Zyanya, comienzan a realizar ataques a diestra y siniestra contra todos y cada uno de los soldados japoneses que estaban en su camino, pues éstos les estorbaban el paso a nuestros héroes para llegar hacia donde estaba Hyde, quien se encargaba de atacar fatalmente a cualquier soldado que se le enfrentaba.

- ¡Respiración del Rayo, Cuarta Postura: Trueno Distante! - exclama Zenitsu, quien comienza a lanzar un fuerte ataque de largo alcance, con el cuál logra dar con todos los soldados enemigos, los cuáles estaban convertidos en demonios, neutralizándolos a todos al instante.

- ¡Gracias por facilitarme el trabajo, Zenitsu! - dice Nezuko - ¡Ahora me encargaré de mandarlos al más allá! - Nezuko saca su fusil y comienza a darle el tiro de gracia a cada soldado, con el fin de eliminarlos de uno en uno, antes de que pudieran volver a levantarse.

Pero inmediatamente, aparecen más y más soldados demonios, que se encargaron de rodear a nuestros compañeros. En éstos momentos, Mina Murray y Jonathan Harker comienzan a prepararse para lanzar sus mejores técnicas como los Cazadores de Demonios que ellos son.

- ¡Respiración de la Luna, Primera Postura: Luna Oscura - Santuario Nocturno! - exclama Murray, quien lanza un simple corte vertical con una especie de espada medieval, con la cuál hace eliminar a varios soldados formados en columna de un solo golpe.

- ¡Respiración de la Niebla, Segunda Postura: Capas de Neblina! - exclama Harker, quien lanza multiples cortes alrededor de nuestros héroes cortando todos los soldados demoniacos a su alrededor.

- ¡Increíble, ellos también se saben las técnicas de respiración! - exclama un Zenitsu sorprendido por las increíbles técnicas que Murray y Harker comenzaron a realizar.

Una vez que el camino quedó despejado y con todos los soldados enemigos eliminados, sólo quedaron Edward Hyde y algunos prisioneros que sobrevivieron a semejante carnicería. Cuando los Cazadores de Demonios se preparaban para enfrentarse cara a cara con el "monstruo", Nezuko los detiene antes de siquiera hacer alguna acción.

- ¡Esperen un momento, amigos! ¡Déjenme ésto a mi! - dice Nezuko al resto de nuestros héroes.

Nezuko comienza a caminar hacia donde estaba Hyde, con el fin de encararlo y darle una especie de curación.

- ¡Escucha, ésta especie de antídoto hará que tu naturaleza demoniaca sea menos agresiva; con ésto serás más humano de lo que ya eras antes! - Al decir éso, Nezuko lanza el antídoto en uno de los brazos de Hyde, y una vez hecho ésto, "regresa" el Doctor Jekyll.

- Que... ¿Qué fue lo que pasó? - pregunta Jekyll al recobrar el sentido.

- Pues te lo diré: Edward Hyde se apoderó de tu cuerpo e hizo destrozos en éste lugar. Pero no te preocupes, ya estás a salvo. - dice Nezuko.

- Gracias. - se limita a decir Jekyll.

En ese mismo momento, Jonathan Harker comienza a dirigirse hacia Henry Jekyll, a fin de lanzarle la pregunta del millón.

- Escúchame bien, Doctor Jekyll, ¿Quiero saber quién fue el que me infectó? -dice Harker - Y si de casualidad sabes su nombre, ¿Dónde se encuentra él ahora? -

El Doctor Jekyll respira un poco y luego proseguir con lo siguiente: - Déjame adivinar, ¿Buscas al tal Renfield, o me equivoco? Bueno, pues ése es, efectivamente, el mismo sujeto que nos infectó tanto a mí como a usted, mi estimado comandante Harker; pero si de verdad estás buscando a Renfield, temo decirte que él ya no se encuentra aquí. Se fue de aquí hace algunos días. -

- ¿En serio? ¡No te creo! - exclama Mina Murray, quien saca un revólver, apunta hacia él y prosigue - Dime, ¿Dónde se encuentra Renfield? -

- Por favor no, Mina. Él ya no representa un peligro... por ahora. - dice Tom Sawyer, quien convence a Murray de bajar su revólver, pues Jekyll dejó de ser Hyde en ése mismo instante. 

- Vaya, vaya, pero si es la señorita Murray en persona... - prosigue Jekyll - Para tu mayor información, Renfield acaba de tomar un submarino en dirección hacia Sudamérica, algunos rumores apuntan que está ayudando a crear un nuevo grupo de demonios liderado por un sujeto conocido con el alias de "Señor H." -

- ¡¿Señor H?! - exclaman el resto de héroes.

- Sí. Ustedes saben que quién estoy hablando. - comenta Jekyll, quien prosigue - Los medios dicen que el "Señor H" murió hace unos meses mientras el Ejército Rojo estaba asediando la ciudad de Berlín, pero yo sé la verdad, y sé que él escapó con rumbo a una base ultrasecreta escondida en una parte remota en Sudamérica. -

La Liga de Combatientes Extraordinarios se había enterado, no solo del actual paradero de Renfield, sino también de la existencia de un sujeto conocido como "Señor H", que había escapado de Berlín antes de la caída del Tercer Reich. Pero lo que nadie sabía, era que el mentado "Señor H" no era otro sino el mismísimo Adolf Hitler, el líder absoluto de Alemania, quien supuestamente había sido dado por muerto por suicido en un búnker de Berlín, pero que en realidad había sido rescatado a última hora por un selecto grupo de oficiales nazis, los cuáles lo ocultaron en un submarino alemán con la más alta tecnología, y que partieron del puerto de Hamburgo para tomar escala en España y, después, proseguir su viaje hacia Sudamérica, donde está la supuesta base secreta de la que habla Jekyll.

Mientras tanto, en Japón, Tanjiro Kamado, en compañía de Izel, Nelli, Xanastaku, Kanao Tsuyuri, Genya Shinazugawa, Senjuro Rengoku, Arsène Lupin III, Fujiko Mine, Daisuke Jigen, Goemon Ishikawa XIII, Sherlock Holmes III y John Watson III, habían arribado hacia Tokio para poner fin a un plan hecho por los militares para hacer un golpe de estado y proseguir con la guerra, pero ¿Nuestros héroes lograrán detener las ambiciones de esos militares?

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