87.Escribe un día en una ciudad que es salvada por superhéroes, desde el punto de vista de una persona que los adora o los odia.

22-05-2018

"Los chicos enmascarados ayudaron otra vez a arrestar a unos delincuentes...", escuche por el televisor, los chicos enmascarados, creo que ellos prefieren ser llamados "el chico y la chica yin-yang"; se han vuelto muy populares en las últimas semanas, pues de la nada aparecieron con sus buenas habilidades y ayudando a detener a ladrones, secuestradores y asesinos en serie.

No son los primeros en ser superhéroes, los hay en estados unidos, pero ellos son los primeros que existen en México. Muchas personas se sienten a salvo con ellos aquí, otros piensan que solo son una farsa del gobierno. Yo creo que son geniales y que me gustaría saber cómo son tan valientes, inteligentes y en de dónde sacan tan buenas habilidades... tal vez son una especie de mutantes o extraterrestres, como la mayoría en estados unidos.

Después de desayunar y ponerme el uniforme de la escuela, tomé mi mochila, me despedí de mis padres y fui a tomar el camión para ir a la preparatoria. No paso nada interesante, no hasta la fastidiosa platica del maestro de Etica sobre: "chicos no deberían arriesgarse como esos chicos, ni como las personas que salen en las noticias de nuestro país vecino, podrían morir...". No creo que alguien sea tan valiente o tonto como para tan siquiera pensar en eso, creo que por lo menos por ahora todos nos sentimos a salvo con ellos aquí.

—La chica Yin-Yang es muy linda —dijo Alex, mi mejor amigo, mientras veía una foto de ella que le habían tomado los reporteros y suspiraba. Volteo la silla giratoria hacia mí dejando de ver la pantalla de la computadora, pues yo estaba detrás de él acostado en mi cama, leyendo las nuevas noticias sobre estos chicos.

—¿Qué? —le pregunte después de que se me quedara viendo sin decir ni una palabra más.

—David, ¿donde está lo que siempre dices?, "nunca la has visto realmente, ¿Cómo sabes que es linda?..." —hablo haciendo una voz chillona, según él imitándome.

—¿Cómo sabes que los dos no son novios? —continúe con la frase que él estaba diciendo— aún si no lo fueran, que te hace pensar en ella se fijaría en ti o en si tiene la misma edad... ¿Qué?, ¿Por qué pones esa cara?, yo solo te estoy complaciendo.

Ambos nos quedamos viendo por unos segundos y después nos soltamos en risas, que duraron un corto tiempo.

—Sabes he estado pensando —dijo Alex después de terminar de reír y poniendo una cara seria.

—No me digas que piensas.

—A veces lo hago, David, no quisieras conocerlos de verdad, hablar con ellos, tal vez hacerles una entrevista —continuo mi amigo. ¿Una entrevista?, ¿acaso cree que ellos tienen tiempo para eso?, estoy seguro que él están fanático de ellos como yo, pero no volveré a cruzar esa línea otra vez.

—Estás loco, muy, muy loco. Es peligroso, ya sabes que no podemos hacer eso otra vez.

No dijo nada más simplemente se volteo a la computadora y comenzó a escribir unas cuantas cosas, no le preste atención y volví a mi lectura de antes. Recordando lo que paso la ultima vez, la razón por la cual sabemos que quieren ser llamados el chico y la chica Yin-Yang, que no fue a propósito, pero tampoco impedimos que sucediera una vez que nos dimos cuenta de lo que sucedía.

No sé como termine en esta situación, son como las seis de la tarde, deje que Alex me chantajeara y me trajera hasta aquí, donde según él esta la guarida secreta de nuestros superhéroes, espero que no quiera entrar a este lugar abandonado.

—Espera Alex, no piensas meterte en problemas para que ellos vengan y los conozcas por fin, ¿cierto?, podríamos terminar en la cárcel —le cuestione, mientras veía como tocaba la puerta de alambre de aquel lugar que era algo como un almacén.

—Eso es justo lo que haré —tal vez alguien no sea tan idiota como para hacerse el héroe, pero si para meterse en problemas por conocer a los héroes, solo les estamos dando más trabajo a ellos.

Algo que decía que me fuera, pero otro algo me decía que me quedara creo que podría suceder algo interesante. Dicen que la curiosidad mato el gato. No soy un gato, pero si soy curioso tanto como para morir por algo como esto. Ni siquiera, tuvimos oportunidad para pensar en cómo íbamos a entrar a aquel lugar, cuándo frente a nosotros aparecía una nota pegada entre el alambre de la puerta.

"Siempre hagan lo correcto chicos, el bien siempre es recompensado"

Atte. Yin-Yang

Ambos nos quedamos viendo, sin saber si aquello era una broma de alguien o si los chicos se la pasaban escribiendo y pegando notas por toda la cuidad. No lo sabía pero algo dentro de mí me decía que hiciera caso a aquello, como si fuera una promesa de los chicos, de que los conoceríamos si hacíamos lo correcto y no nos metíamos en problemas, creo que Alex también lo entendió así, pues sin decir nada camino en la dirección donde se encontraban nuestras casas. Curioso que no le haga caso a mis padres que los conozco de toda la vida, pero sí a una nota que estaba firmada por dos extraños que nunca he conocido realmente.

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