64.Escribe una historia de un personaje con miedo al amor.

03-04-2018

Adrian y Zea

Estaba empezando a leer el libro "el poder de la persona" de Carl Rogers, mientras pensaba en lo complicado que es enamorarse, sé que está un mal basarse en las películas o los libros de romance para esto, pero enamorarse vuelve a las personas tontas y las hace actuar sin sentido. Pero lo me hace creerlo más es el hecho que también en la vida real sucede, no tan frecuente como lo irreal, pero sucede, como yo con mi ex-novia

El punto es que lo que más aprecio de mí es mi inteligencia y la capacidad para ver las cosas más lógicas en una situación -o por lo menos en la mayoría-. Así que, si algo como el amor puede quitarme esto, prefiero no tenerlo nunca.

Pienso de pronto en la chica que vi varias veces en el cine, ella podría ser la chica perfecta, una chica linda y que lo gustaba al parecer el mismo tipo de películas, pues siempre que la he visto sale de la misma sala que yo y me gustaron los siete minutos en los que mantuvimos una conversación. Seria perfecta pero no puedo detenerme a pensar en lo que sea que pudiese suceder, como ya dije enamorarme no está en mis planes.

Retomé mi lectura del libro de nuevo, mientras esperaba que el maestro de la primera hora llegara al salón y comenzarán las clases de matemáticas que para muchos son complicadas, pero a mí lo único que me parece complicado en estos momentos es la complejidad del libro que tengo ahora en mis manos, pues nunca antes leí algún libro de ese tipo.

-Adrian, oye, tierra llamando a Adrian -escuche como el tonto de Leo me hablaba, de seguro que quiere que le pase la tarea otra vez.

-¿Qué pasa?

-¿Me pasas la tarea de matemáticas? -comenzó a decir más cosas, pero no importa que diga, después de todo siempre termino pasándosela

Traté de retomar mi lectura, pero de nuevo pensé en la chica del cine que por nuestra platica de ayer me entré que se llamaba Zea, se que ya habíamos hablado antes pero nunca mencionamos nuestros nombres. Nunca había escuchado el nombre de Zea, pero creo que es lindo y le queda de alguna forma. Lo que tampoco puedo negar es que me agrada hablar con ella, a pesar de que solo hemos hablado dos veces para mí es como una buena amiga, si tengo suerte solo seremos eso. El maestro de Mate llegó al salón interrumpiendo mis pensamientos.

Ya son las cinco de la tarde, termine mi tarea y ahora me encuentro en el supermercado con mi madre, realmente me pregunto como ella logró que saliera de la casa después de que había declarado que el día de hoy nadie me iba a sacar en todo el día, pues mi plan después de hacer mi tarea era, ver una película en internet y después leer. Estaba caminando detrás de mi madre cuando escucho que alguien me llama.

-Adrian, hey, hola -Dijo Zea detrás de mí.

Voltee a verla, sonriendo o más bien tratando de hacerlo, no quería encontrarla hoy o mejor dicho no verla nunca más, no desde la última vez que nos vimos. Simplemente nos vimos a los ojos y comencé a compórtame raro y ella también, síntomas del amor, no puedo estar cerca de ella. Por eso había declarado desde hace unos días que iba a evitarla lo más posible, ella era lo que más temía que me pasará.

-Hola Zea, qué raro verte por aquí -la verdad nunca pensé verla cerca de este lugar, el cine al que frecuentaba comúnmente estaba a muchos kilómetros de donde estábamos ahora.

-Pues mi hermana es muy exigente con sus productos de belleza y como no los encontramos en el súper anterior, estamos aquí

-Ya bien -dije pausadamente, era obvio que ambos estábamos nerviosos, pude ver como su cara enrojecía y me vio a los ojos otra vez, no puede ser sucederá de nuevo.

-Estaba esperando verte en los días anteriores -hablo rápidamente Zea yo voltee con mi madre que estaba al otro lado del pasillo.

-Sí bueno tengo que ir a ayudar a mi madre.

Estaba en una especie de cita con Zea, no quiero ni recordar cómo pasó, simplemente estoy aquí violando todas las cosas que alguna vez dije que no debería hacer. El enamoramiento me vuelve tonto.

-Haber déjame entender lo que dices, te gusto y me gustas, todo bien estas ahí, ¿pero no podemos estar juntos porque no quieres ser como los hombres en las historias de amor? -me preguntó, cuando lo explique de una forma muy rara y rápida la situación en la que me encontraba- de verdad que eres tonto.

-Tú lo explicas mejor, es exactamente lo que digo. Así que no podemos volver a vernos otra vez, no como lo que sea que estemos haciendo, solo como amigos.

-Dime Adri, ¿Qué es a lo que le temes tanto?, según lo que creo hay la posibilidad de que un trauma en el pasado te cause esta repulsión ante el amor. -me contesto lo más calmada que pudo. ¿Alguien preguntó porque me parecía perfecta? Pues ella entiende perfectamente la psicología como yo lo hago y es muy inteligente.

-Solo diré que hice cosas estúpidas por una chica que no entendía nada de lo que yo era antes, ella esperaba más de mí de lo que podía darle, no quería perderla e hice cosas tontas -Le dije rápidamente pues quería terminar lo más pronto posible y sentí como si un peso de encima se me fuera. Ella me vio con ternura y sonrió levemente.

-Yo no exijo que seas como el príncipe azul que salen en los libros, yo no estoy exigiendo nada, ni mucho menos que seas alguien que no eres, me gustas aun con tus comportamientos raros. Adri, lo que digo es que yo solo quiero estar a tu lado, como tu acompañante y como la persona que siempre te apoye. Dame una oportunidad y verás de lo que hablo, si no te gusta dejaremos todo esto.

Tal vez me volví demasiado tonto o ella sabe hablar muy bien o tal vez fueron sus ojos tan brillantes, pero acepte su propuesta aun sabiendo que había una gran posibilidad de que alguno de los dos -o ambos-, terminara lastimado. Pero lo bueno es que he dejado de negar el enamoramiento que siento hacia ella.

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