172.Escribe una historia que tenga lugar en un taller mecánico.

13-11-2018

No lo entiendes

Me encontraba en medio de un taller mecánico espacial, arreglando mi carro-nave espacial. Estando ahí un poco irritada por la situación, recordé que en algún punto decidí volverme ociosa, dejar de usar mis poderes y depender de este tipo de cosas, más que nada porque me di cuenta de que aquello traía problemas. Era más sencillo viajar a otros planetas con mis poderes de tele-transportación. Suspiré, extrañamente comencé a extrañar a esa antigua yo, qué no le importaba los problemas que ocasionará por sus poderes, algo que no había sucedido en mucho tiempo.

—Eres terrestre, ¿no es así? —me preguntó curiosa la alienígena que estaba a cargo de arreglar mi chatarra, asentí, sabía lo que iba a preguntar porque se veía muy incómoda— ¿Cómo es posible que seas poseedora de esto?, solo algunos alienígenas pueden tenerlos, y ¿Cómo es que puedes entenderme?

—Pues realmente solo soy mitad humana y entre una de mis habilidades esta entender cualquier lengua, no solo las terrestres, cualquiera... realmente es difícil de explicar.

La observé mientras fingía hacerle algo a la nave espacial, no sabía nada arreglar naves espaciales, pero soy muy observadora y era obvio que solo estaba fingiendo.

Es una habitante del planeta Misfanteri, de donde se crearon muchos prototipos de naves que viajan atreves del espacio, a las cuales como dijo ella solo muy pocos alienígenas pueden tener acceso; los terrestres no eran uno de ellos. No estaba confiando en mí, los terrestres no tienen buena fama, por eso pocos se atreven a aparecerse en la tierra. De seguro está pensando lo peor de mí.

Suspiré de nuevo, observando el lugar, agudizando mis sentidos, esperando que cualquier cosa mala se aproxime porque siempre sucede así. Tengo la oportunidad de huir en cualquier momento, pues a pesar de que no lo uso muy seguido todavía puedo tele-transportarme, pero no planeo irme sin saber cómo arreglar mi chatarra.

—¿Vas a tardar mucho en hacer lo que sea que estés haciendo?, soy buena en muchas cosas, pero nunca he aprendido a arreglar esta nave espacial, ni ninguna otra siendo sincera.

—Qué extraño. —habló dejando su tono amable que había estado usando, parecía que algo realmente le estaba molestando

—¿Qué?, ¿podrías ser mas especifica? —dije tranquila, sabía muy bien tratar con este tipo de situación, era el pan de cada semana de mi vida. Además he estado en michos lugares y aprendido muchas cosas.

—Es extraño que tengas tanta prisa de irte, nunca la tienes, no la tuviste cuando... —bajo la voz y se le notó como su cuerpo comenzaba tensarse— cuando destruiste lo más importante para mí.

Claro, tenía que tener una razón personal, para estar enojada conmigo, porque el universo me la iba a poner fácil. Lo cual quería decir que sabía perfectamente quien era desde que aparecí en este taller y lo mal que su planeta lo pasó cuando yo estuve ahí, que realmente no fue mi culpa del todo, yo hasta quise ayudar a restaurar los daños que surgieron por la pelea que se llevó a cabo ese día, en el que mi contrincante destruyó muchas de las casas y cosas que encontró a su paso.

Pero todos creyeron que todo había sido mi culpa porque esa es la versión que mi padre dio, siendo él una de las personas más influyentes en el universo y en muchos planetas, y versión que no puede desmentir.

—Déjame explicar... —comencé a decir, pero ella ya se había lanzado hacia mí tratando de golpearme y amenazándome con lo que parecía una llave inglesa pero un poco diferente. Tenía muy buenos reflejos y un una sola vez logro tocarme, lo que la ponía las furiosa— dime, ¿qué es lo que te quité?, tal vez puedo arreglarlo.

—¡no lo entiendes!, no es algo simplemente arregles, ya no es forma de traerlo, ¿acaso puedes revivir a alguien?

Me sentí tan mal, no supe cómo reaccionar simplemente deje que me golpeara una sola vez, tenía un puño fuerte. Mi nariz sangraba, la mitad de mi cara dolía, ella parecía estar tranquilándose por el llanto que comenzaba a aparecer, soltando la llave que tenía en su mano y arrodillándose en el piso.

—Lo lamento tanto, se supone que debíamos pelear en un lugar donde no hubiera personas, lo siento tanto, pero no pude controlarlo a tiempo, tampoco era buena con mis poderes en ese entonces

Estaba escuchándome, con lágrimas en sus ojos y una mirada de odio hacia mí. No la juzgo, tal vez tendría la misma expresión de saber que una persona asesino a la persona más importante de mi vida y la tuviera enfrente. Tal vez podría controlarme un poco más.

—¿De verdad todos estos años has estado enojada conmigo?, já, te estás haciendo daño a ti misma. Realmente espero que hayas disfrutado de golpearme y de que hayas obtenido mi disculpa, porque esto, mi cara, dolerá por un largo tiempo y tendré que ingeniármelas yo sola para arreglar mi auto.

No me decía nada, pero la expresión den su rostro había cambiado; no me sorprendió realmente era buena con las palabras y siempre sabia que decirles a las personas. Algo que heredé de mi padre, creo que logro engañar personas.

—Una cosa más antes de irme, no puedes ir por la vida odiando a una persona, solo le haces daño a tu alma, si te preguntas no te odiaré después de esto, sé que tienes tus razones. Y encontré los planos para arreglar mi nave, gracias a ti.

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