Reto 160 - Clichés de la Ficción
160.Utiliza tres clichés de la ficción para hacer un escrito con ellos.
21-10-2018
1-El elegido.
2-La historia se repite.
3-Fin de todo con la muerte del villano.
Respirar solo un Segundo
Era simple, lo único que las gemelas tenían que hacer era sobrevivir el día de su cumpleaños 17, las veinticuatro horas, respirar por lo menos hasta el primer minuto del día siguiente. Muy simple, ¿no creen?, lo que todos hacemos siempre. Aún hay que sumarle algunas cosas más, las cosas que podían ver y pensar Melanie y Luna estando en encerradas en una habitación.
—Parece que nos han secuestrado, aunque todavía me pregunto ¿Por qué nos pareemos tanto? —cuestionó Luna tranquilamente por el parentesco increíble entre ellas.
No estaba entrando en pánico todavía porque no había pasado nada que la haya alterado y estaba pensando en las posibles razones por las que estaba ahí.
—No sé porque pareces tan tranquila, no es momento para hacer preguntas casuales, dios, ¿Cómo es que llegamos aquí?, de seguro todavía estoy durmiendo, por eso la gemela fastidiosa a mi lado —respondió Melanie incrédula.
Aún no podía creer que por la noche había ido a dormir a su cama y horas después despertó en una habitación sin nada y con una chica que parecía su gemela separada al nacer. Además que daba miedo la tranquilidad que tenia considerando la situación.
—No ganas nada siendo paranoica, si ambas pensamos lógicamente tal vez encontremos la salida o la razón de ser de todo lo que está pasando.
—Pareces una nerd sacada de una película de terror, no abra salida, tendremos que esperar a que alguien note que no estamos o a despertar.
—No puedes esperar a que las personas solucionen tus problemas.
—No tienes que resolver todos tus problemas tu sola.
Ambas se habían sumido en una pelea, pues sus formas de pensar eran muy diferentes. Podían ser idénticas físicamente pero solo era una de las pocas cosas que tenían en común.
Solo habían pasado diez horas desde su cumpleaños, la persona que las tenia encerradas, Mick, sonreía el ver que su plan salió a la perfección, tanto tiempo planeando daban por fin sus frutos, solo faltaba esperar un par de horas más para poder robarles su juventud y asesinarlas, debía de mantener la eterna juventud y magia que le fue otorgada hace diecisiete generaciones de hermanos, con los primeros gemelos.
Cada diez años unos gemelos nacían en la familia Decker, con los que Mick tenía que renovar su juventud, todas las veces les fueron arrebatados en su cumpleaños diecisiete. A pesar de todos los intentos de la familia ningunos gemelos les fueron rescatados en algún momento. Esta vez tampoco parecía la excepción, pues la propia familia se había encargado de eso, la profecía no se podía cumplir.
"... diecisiete, el numero que será tu salvación y tú misma perdición, diecisiete, siempre tendrás que recordar ese número..."
Mick recordaba una parte del hechizo con el que obtuvo sus poderes, el cual le decía que tuviera cuidado con los gemelos numero 17 pues podían ser su perdición. Pero la decisión de la familia de tener a las gemelas separadas de ellas mismas y sus verdaderos familiares, solo le hacia el trabajo más fácil. Las niñas sin conocerse y conocerlo, no tendrían ninguna oportunidad contra él.
—Estoy hambrienta, ojalá nuestro secuestrador se apiade de nosotras y podamos comer algo, después de todo es mi cumpleaños. —Luna mantenía la calma como siempre, aunque desde hace unas horas comenzaba a tener un mal presentimiento.
—También es mi cumpleaños, lo declararé somos gemelas separadas al nacer, a pesar de que no me agradas no podemos negar nuestro parentesco y estoy de acuerdo contigo también tengo hambre.
—Parece que tus neuronas no funcionan tan lento, ya sabía que éramos gemelas es lo más obvio, aunque me gustaría preguntar cosas como ¿porque nuestros padres no nos dijeron?, o, ¿Quiénes con nuestros verdaderos padres?, lo principal y primero es salir de aquí.
—Parece que por fin entiendo su forma tan nerd de hablar, me gustaría que nos dieran señales de vida fuera de este cuarto.
Ambas comenzaban a tener valentía ante el silencio y tranquilidad que estaban teniendo desde el primer momento que despertaron en el cuarto. Nada anormal había pasado, ni un golpe, ni una voz, ni una respiración a parte de las suyas.
Pero Mick era tan bueno ocultándose que estaba enfrente de ellas y no podían notarlo, podía caminar y sus pasos no hacían ruido, podía golpear y nada extraño se notaria. El hechizo con el que robaría su juventud ya había comenzado desde hace un par de horas, el cual duraba cuatro horas, otras cuatro en fortalecer su magia y por ultimo tenía dos horas restantes para asesinarlas, no podían respirar ni un segundo el día siguiente o toda la vida y trabajo de él se iría; el que estuvieran hambrientas y débiles le facilitaba todo el proceso.
Pasaron las primeras cuatro horas del primer hechizo, las gemelas se mantuvieron juntas, pues la tranquilidad que sintieron por el silencio se estaba volviendo terrorífica, pues no sabían cómo salir ni lo que estaba pasando. Luna aún tenía un presentimiento algo en su mente le decía algo, Melanie estaba segura que debía haber alguna señal de vida por algún lado.
Las chicas sentadas en una esquina sosteniendo la mano de la otra, manteniendo el calor, pues el frio se estaba adueñando de la habitación, pensando que iban a morir por lo hambrientas, sedientas y asustadas que estaban, hizo que sus sentidos aumentaran un poco. Las ocho horas y el segundo hechizo habían acabado, el tiempo de vida comenzaba a contar hacia atrás.
A cada momento se sentían más débiles, su esperanza amenazaba con desaparecer, pero tenerse una a la otra las hacia tener fortaleza. Los sentidos de Melanie se agudizaron tanto por su paranoia que pudo notar una señal de vida en la habitación caminando de un lado a otro en la habitación, sobresaltándose por la impresión le hablo lo más bajo que pudo al oído de la otra.
—Hay alguien en la habitación, puedo oírlo, creo que se acerca a nosotras.
No pudo decir nada más, pues Mick tomó a Luna encajándole una daga en el estomago. Melanie se paró del suelo en donde se encontraba, escuchando como el sujeto frente a ella alardeaba:
—Falle, creo que tardará un poco más en morir, un poco las arriba y será justo en el corazón. —ella repitió sus palabras en su cabeza y trato de con sus ojos localizar ese lugar.
Era la primera vez en su vida que se sentía con tanta adrenalina, pero le molestaba muchísimo que hirieran tanto a su gemela que no sabía que tenía. Ella trato de quitarle la daga a Mick y usarla en contra de él mismo, pero no sabía lucha, así termino en las mismas condiciones que Luna. En el piso con una herida en el estomago desangrándose lentamente.
Pasaron las dos horas y sorprendentemente al estar totalmente quieta viéndose la una a la otra, guardando sus energías, dieron sus últimos alientos el primer segundo del día siguiente. Mick murió entonces, cumpliendo con la profecía y la familia Dereck se libro de la maldición en la generación diecisiete de gemelos, con el primer día después del cumpleaños 17 de Melanie y Luna.
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