152.Escribe un relato con un diálogo o frase que escuches esta semana.

07-10-2018

Eres increíble, amor (Maudrés)

—Resulta que Marc es el novio de Joanna, ¿puedes creerlo? —dijo Andrés dejándome confundido— lindura, yo nunca lo hubiera creído.

—¿Quiénes son ellos?, ¿de qué hablas?, ¿me perdí de algo?

—Ah, eres tan lindo cuando haces esa cara —hablo mientras tomaba mi mano para cruzar la calle, caminábamos para ir a comprar helados.

—Lo estás haciendo a propósito —exclame refiriéndome a que me ponía nervioso— ¿pero quiénes son ellos? —sonrió burlonamente antes de contestarme.

—De verdad eres una lindura, solo estaba repitiendo lo que escuché de una señora hablando por teléfono. ¿puedes creer que Marc es el novio y no solo el amigo de Joanna?

—Eres un chismoso, tan raro, tan sexy y tan guapo, ¿Cómo es posible?

—Gracias, ya lo sé. —dijo con una sonrisa, era imposible hacer que se sonrojara, creo que nunca lo lograré.

El único que termino sonrojado al decir esas cosas fui yo. Andrés soltó mi mano, ya que habías terminado de cruzar la calle con autos, y pasó su brazo por encima de mis hombros, jalándome el cachete del lado contrario.

—Tan lindo, mi novio, ¿Cómo le haces para sonrojarte tanto?, las personas normales no lo hacen, ¿acaso eres un extraterrestre?

—Deja de hacer eso... —hice un puchero. Solo hacía que me sintiera más nervioso—... mira allí está la nevería.

Me solté se su agarre y corrí como niño pequeño hasta estar frente al lugar. Deseaba poder probar el nuevo sabor de helado que estaban vendiendo, plátano con fresa y chispas de chocolate, esperé a mi novio que caminaba tan lento y parecía divertirse con hacerme esperar, pues tenía una gran sonrisa en su rostro. Entramos, tuvimos que esperar poco tiempo pues había varias personas.

—Así que quieres probar la nieve de plátano —asentí con una sonrisa— ¿no quieres mejor probar de nuevo el mío?

—Pervertido, no es el momento de hablar de esas cosas —dije observando el piso para luego subir mi vista y detenerme justo en su entrepierna, sonrojándome de nuevo.

—Pues parece que alguien está pensando en esas cosas, toma aquí el helado digno de un princeso —hablo mi sensual novio, mientras me daba mi vaso con nieve.

Ni siquiera le tome importancia a lo que había dicho, pues me había sumido probar mi nieve. Pero antes de que pudiera tan siquiera probarlo, un chico pasó a mi lado empujándome y haciendo que se me resbalara del vaso de mis manos, cayendo al piso. Mi helado de plátano con fresa y chispas de chocolate. Según la que atendía era la última bola que quedaba de ese sabor, tenía que esperar otra semana para poder probarlo. Tengo tan mala suerte.

—¿Quién demonios te crees para tocar a mi novio? —preguntó de una forma muy seria Andrés, como si esperara de verdad una respuesta seria, no parecía querer pelear o algo así.

— Así que son gays, por eso él es tan débil que no puede aguantar un empujoncito, pobres princesos —contesto ofensivamente el chico que me había golpeado, ¿de verdad soy tan débil?, me sentí mas enojado que antes. Andrés tomó mi mano.

—¿verdad que mi princeso es lindo?, ya quisieras estar cerca de alguien como nosotros, por lo menos tenemos más cerebro y sabemos respetar —dijo calmadamente mi genial novio, si estaba molesto no lo aparento en lo absoluto.

Y salimos el lugar para terminar sentados en la banca del parque que estaba cerca. En ningún momento me soltó de la mano, como si temiera que fuera a irme o algo.

—Lamento que no hayas podido probar hoy el helado —comenzó a hablar, no podía creer que estuviera sonrojado en estos momentos— vendremos la próxima semana, mientras come el mío, es de vainilla, también tiene chispas de chocolate.

—¿estás bien?, eres el verdadero extraterrestre en la relación, el chico que nunca se sonroja, ¿estás bien? —pregunté preocupado olvidando el tema de la nieve.

—Tenía tantas ganas de golpear a ese tipo, no debería de insultarnos de esa manera... —me volteo a ver a los ojos, la expresión de su cara era una con la que no me había topado en todo este tiempo— Me avergüenza saber que te involucré en todo eso, lo lamento.

—¿de qué hablas?, lo que pasó allá fue lo más increíble que jamás haya visto, no creo que alguien pudiera actuar de esa forma en esa situación; eres increíble, amor —le dije mientras lo abrazaba y le robaba un cucharada de su nieve— de todas formas tal vez sea verdad, soy muy débil...

—Lindura, primero, es muy bello que me digas amor, y segundo, no deberías de pensar de esa forma, ese tipo fue el que no sabe respetar a las personas. Eres perfecto tal y como eres, amo tu cuerpo de la forma en la que esta. De cualquier forma, tienes a tu sexy novio que se metería en una pelea por ti.

Debí de mantenerme callado, me gustaba el Andrés un poco avergonzado y vulnerable que vi por unos minutos, tal vez en estos momentos no estaría tan sonrojado por todo lo dijo al final.

—Yo también te amo tal y como eres.

Al final nos comimos entre ambos la nieve que se había comprado para él. Vainilla con chispas de chocolate.

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