146.Escribe una historia que incluya las palabras: "billete", "magia" y "sordo".

26-09-2018

Todos alrededor sonríen.

Mi padre parecía nunca escuchar nada de lo que decíamos, realmente así como ese dicho, "no hay peor sordo que el que no quiere oír", creo solo escucha lo que quiere, mi hermanita estaba contándole sobre la vez que la lleve a comer helado con un sabor extraño, té de matcha, y que quería volver a ir con él. Mi padre simplemente se limito a asentir sin dejar de ver su celular, estaba trabajando todo el tiempo. Suspiré.

—Tomen hagan lo que quieran con esto —dijo mi padre mostrándonos unos cuantos billetes, con más dinero que cualquier niño gastaría. Los tomé.

—¿No te quedaras?, ¿cuál es el chiste de venir entonces? —pregunté mostrándome un poco molesto, aunque ya sabía el tipo de respuesta que me iba a dar.

—Daniel, ustedes quisieron venir a este lugar, entonces ustedes se divertirán aquí, tal como querían. Yo tengo mucho trabajo que hacer, saben que todas esas cosas que los compro no son gratis. Los veo aquí en tres horas —contesto como de costumbre y se fue dejándonos solos.

—Hubiera preferido que mamá nos traerá, siempre es más divertido con ella —hable un tanto fuerte mientras mi padre se iba.

—Hermanito, no pelees con papá —me hablo Lucy con esos ojos brillantes— ¿podemos ir a la rueda de la fortuna?

Yo le sonreí y la lleve a donde ella quería, tenemos suerte de que yo sea muy alto y parezca más que un niño de 14 años, sino no podríamos subirnos a alguno de los juegos de esta feria.

Aun tenía un billete de quinientos pesos, realmente mi padre siempre nos da más dinero del que realmente necesitamos. Tal vez sea si forma de pedirnos disculpas o algún tipo de chantaje, para que dejemos de hablar tan bien de mamá quizá. Creo que sobre todo iba dirigido a mí.

—Vayamos ahí, hermano, vayamos ahí —hablo mi hermana jalándome de mi camisa, señalando a un montón de gente reunida y lo que parecía ser un mago.

La tome de la mano, la lleve cerca para que pudiera ver y la senté sobre mis piernas, pues no había mucho espacio en donde hacerlo. Ella se veía tan feliz por todo, le asombraba de manera increíble los trucos de magia que mostraban en el show, después de todo aun tenía cinco años.

Me hacia bien verla tan feliz a pesar de la situación con nuestros padres, ella debería de tener una infancia muy alegre, no como la mía, con padres peleando todo el tiempo, sintiéndome mal por mamá y aparentando cosas que nunca fueron verdad; pero yo no tenía un hermano que me protegiera como yo lo hago con ella. La abracé fuerte, mientras aún veía el acto de magia y todos alrededor sonreían.

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