■8■ "Erizo negro con rojo"
"No puedo tocarte, no puedo abrazarte, no puedo besarte..."
•☆•
La nieve seguía cayendo, nieve con ceniza y olor a quemado, pero aún así era hermosa para mí. Buscábamos recursos y comida, Blaze y yo teníamos la firme convicción de buscar sobrevivientes, a pesar del rostro molesto de Mephiles. Buscaríamos humanos, animales, mobians cualquier especie o raza...pero no encontrábamos ni siquiera plantas, todo estaba quemado y abandonado.
Mephiles caminaba con nosotros varios metros apartado, no hablaba demasiado, pero al menos yo...le tenía confianza, Blaze era más precavida, decía que algo de él no le terminaba de gustar. Y bueno, no es el mejor en tacto, pero nos ha ayudado todo este tiempo, a mí me ha ayudado mucho.
—¿En serio estás bien?
Blaze preguntó susurrando, no quería que Mephiles escuchara nada.
—¡Sí!- afirmé sonriente para luego darme cuenta que contesté en voz alta, avergonzándome por mi descuido— Digo... sí— le dije en voz baja— Sabes que es muy raro, pero me ha curado.
—Que te haga daño como sin nada es lo que más me preocupa, pudo pasársele la mano.
—Ya lo ha hecho y nunca pasa de esas pequeñas heridas jiji.
《Oh no...¡tonto!》Pensé al darme cuenta de que había yo mismo develado mi secreto.
—¿Cómo que...?- Suspiró, respirando profundo, miró de reojo a Mephiles para luego mirarme algo enfadada— Silver... es verdad que nos ha salvado de muchas, pero realmente no deberías acercarte a él... tanto, solo somos aliados por conveniencia no amigos y... un amigo jamás te haría daño.
Eso lo sabía de sobra, pero... las veces que me ha tocado y me a lastimado, han sido por algo... pero eso no se lo puedo decir a Blaze.
Llegamos a nuestra guarida, un edificio desgastado que aún se mantenía de pie, era de los más firmes y lejanos de iblis, alli Blaze comenzó a checar lo reunido, Mephiles pasó de largo pero su sombra negra en el suelo me tocó una pierna, indicaba que quería que fuera con él.
Obedecí, deshaciéndome de las preguntas de Blaze con una excusa sencilla pero eficaz, "voy al baño"
Seguí el rastro de sombra que Mephiles me dejaba, y entonces llegué a una habitación que Mephiles mantenía sellada siempre, eso me hizo sentir emocionado pues al fin sabría que hay detrás.
—Copo de nieve... pasa, ...sin miedo...
Entré solo para darme cuenta que las sombras nuevamente sellaron la entrada una vez pasé, eso significaba que estaba a solas y encerrado con él... a decir verdad... eso me asustaba.
—Acércate, debo decirte algo, ya es hora.
—¿Es hora?
Caminé vacilante hasta la silla desplegable donde me pidió sentarme, esta rechinó por lo oxidada que estaba, la sensación fue incómoda.
—Llevamos meses siendo aliados de supervivencia, han respetado mis reglas y mis órdenes... la mayoría del tiempo...
Asentí con el gesto más serio que tenía, con toda mi atención.
—Hay algo que no te he contado...que no les he revelado.
—¿Qué?
Mephiles se deshizo en sombra en el suelo para aparecer tras de mí, su rostro cerca de mi cuello, me hizo sentir un escalofrío inesperado.
—Silver... yo soy el producto de la maldad de un erizo que hace 200 años despertó a Iblis, y con ello... condenó mi existencia.
—¿Có-có-cómo?
No pude moverme, su sombra rodeó mis brazos y torso, su rostro se acercó mucho más a mi cuello, pero aunque sabía que estaba ahí, no sentía nada, ni su respiración golpear mi piel.
—Copo...copo de nieve...
Cerré los ojos sintiendo varias emociones, ansiedad, una profunda ansiedad acompañada de tristeza, mucha tristeza que me hacía doler el corazón, felicidad, la sensación placentera de la expectativa, me moría por dentro de saber qué me haría...
Fue lento, su sombra recorriendome, quemándome a su paso como un alambre fundiéndose, dolía, dolía pero ese dolor me distraía de otro dolor; cuando le miraba...cuando veía a Mephiles...mi corazón se atormentaba, con la sensación de llorar y gritar, parece que, sin ningún motivo.
No me atreví a abrir los ojos, pues su voz me hacía sentir mejor con todas esas contradictorias emociones.
—... Ese erizo malo... te arrebató tu futuro, un futuro lleno de vida, de felicidad y prosperidad, yo mismo... reducido a sombras, estoy en una terrible maldición...no puedo...tocar sin lastimarte, si te toco con mis sombras siempre te lastimo.
—P-pero puedes tocarme sin ellas... jejeje...
Hablé nervioso sin abrir los ojos.
—Sí... pero así no siento nada...mi piel es insensible, sin vida como este mundo... copo de nieve... quiero sentirte... copo de nieve.
Su sombra me abrazó con más fuerza, provocándome un alarido ahogado de dolor, apreté los dientes soportando, apreté los párpados negándome rotundamente a mirar, tenía miedo, mucho miedo, pero también en mí ese dolor en el corazón se arruyaba con su acercamiento.
—¿Puedo...besarte?
Mi corazón latió con fuerza, y negué por instinto con la cabeza, 《¡No! Silver eres un estú-》
—¡¡Aaarggg!!
Grité al sentir fuego en todo mi cuerpo, Mephiles me tenía a su merced, cubierto por sus sombras que aprisionaban no solo mi cuerpo sino, mi corazón.
—Copo...copo de nieve...perdóname...no quiero hacerte daño...pero tu negativa me ha hecho enojar, y mis emociones se transmiten a la sombra, no puedo evitarlo, quiero sentirte, pero con ello te lastimo.
Abrí los ojos, con gestos de dolor silenciosos, miré frente mío a Mephiles y sus ojos verdes brillando entre tanta oscuridad en la habitación.
—No vas a corresponderme nunca ¿verdad?
—Meph... yo... te...temo...
Sus ojos dejaron de brillar, su sombra se deslizó rápidamente de mí para regresar al cuerpo de su portador, Mephiles se alejó y su sombra se dispersó por toda la habitación cubriendo todo en una total oscuridad...la nada misma, donde no podía verlo ni verme a mí mismo.
—Meph...eso...
—¿Te asusta?
—¡Eh!
Exclamé asustado, lo único que podía ver era sus ojos brillando en un rojo intenso.
—Son...rojos...
—Si te muestro mi verdadera forma, huirías de mí, si te toco con ella te haría mucho...mucho daño.
—Y... ¿Por qué me dices todo esto?
Ni mis manos y poderes que evoqué podía mirar en esa negrura, el miedo crecía, no me gustaba éste lugar.
—Por que quiero que mates a ese erizo...por mí....por nosotros.
—¿Qué?
El espacio negro donde sólo sus ojos podía ver ahora mostraban una esmeralda color púrpura, brillante, llena de poder, esa joya...
—Esa joya es la esmeralda de...
—Del chaos... no sólo con ella puedes tener poder, sino usarla de varias maneras... acércate, toma la esmeralda...
Me levanté de mi asiento, caminé con miedo, guiado por la luz de la esmeralda y poco a poco pude ver mis manos siendo iluminas por su resplandor. Tomé la esmeralda y de ella pude ver en su interior, un erizo negro con rojo, ¡¡demasiado...!!
—¡Ah!
Dejé caer al suelo la esmeralda, y su poder chocando contra la sombra logró desvanecerla mostrándome a Mephiles quien se ocultó entre sus sombras como un capullo.
—¿Lo has visto? Él me robó todo...mi cuerpo, mi futuro, me robó...
Mephiles volvía a la normalidad caminando hacía a mí, me tocó con su mano y sus ojos no dejaron de mirar a los míos.
—a ti...
—Yo...yo estoy aquí...
—Pero me rechazas... me temes, no me comprendes.
—¿Cómo puede él ser el causante de todo esto? ¿Por qué es tan parecido a ti?
Su sombra verde me envolvió, curaba mis heridas mientras con sus manos intentaba acariciarme.
—No puedo sentir tu calor, tu piel, es como si tocara la nada...
—Mephiles...
—Él hace 200 años cometió un pecado... se enamoró.
—¿Qué?
—¿No lo sabes? Se dice que el amor es la fuerza más poderosa del universo, capaz de todo...para bien... o para mal...
—No comprendo como eso puede...
—Silver...no seas tonto, si quieres recuperar tu futuro deberás viajar al pasado y matarle, antes de que haga algo.
—¿Y cómo...?
—Viajarás con mi poder, yo no puedo ir, pero tú si, junto con Blaze... él intentará engañarte, te dirá cosas que tal vez te hagan sentir confundido, pero no debes creerle nada, si no quieres creerme a mí, entiendo, pero mira a tu alrededor, el mundo está muriendo y es cuestión de días que nosotros muramos con él, libérame Silver...y entonces tú y yo...podremos estar juntos para siempre...
Sus sombra verde me curó, regresó a su dueño, mi mente confundida, llena de pensamientos desordenados...mi corazón doliendo, mi ojos húmedos, todo era un chaos dentro mío, pero si al viajar en el tiempo obtenía respuestas... lo haría.
—Está bien, iré con Blaze.
—perfecto...copo de nieve... cuídate y no permitas que el enemigo te engañe, y para eso...
Mephiles me abrazó, llevó su rostro al mío y rozó su piel en mis labios, no sentí nada, pero mi corazón palpitó doliente, con una gran vacío en su interior.
—No puedo tocarte, no puedo abrazarte, no puedo besarte, no con mi forma corpórea, si uso mis sombras puedo sentirte, pero...ya sabes el resto.
Mephiles restregó con desesperación su rostro en mi pecho, hundiendo su nariz en mi pelaje blanco, yo también quería...sentirlo... era por eso que soportaba...el dolor.
—Copo de nieve... mi copo de nieve...
—Meph...
—Eres mío... dime que eres mío...
—... ... ...
No fui capaz de responder.
Continuará....
Muy bien, ya por fin pude entregar este capítulo, sé que es algo confuso pero poco a poco se entenderá que pinta aquí la relación extraña de esos dos.
Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro