Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Apologize.

Kim Seokjin & Kim Namjoon.

Eran una feliz pareja, habían pasado tantos años juntos, tantos momentos tristes y tantos momentos felices, siempre estuvieron el uno para el otro.

Entonces Namjoon decidió dar el siguiente paso en su hermosa relación, bajo la luz de la luna le había pedido a Seokjin que se casara con él. Este con lágrimas corriendo por sus mejillas y felicidad que no podía contener, le había gritado que sí, para después saltar a sus brazos y fundirse en un abrazo lleno de amor y emoción.

Vivieron el momento con gran alegría, siendo un bonito recuerdo en el futuro, pero todo comenzó a ir mal.

De un día para otro estaban totalmente felices, a pasar a otro donde discutían y gritaban, para al final del día arreglarse y seguir igual. Era algo que sucedía en cualquier otra pareja, pero en ellos dos ya no era normal.

Parecía que el momento donde su relación brillaba tanto, se había ido y las cosas lentamente se iban marchitando. Seokjin lo había notado y le dolía, le dolía que cada vez Namjoon se veía tan cansado de él o de su relación, le dolía las palabras fuertes que se le escapaban para definir a su persona o a su relación cada que discutían, sin medir palabras, como un grito de desesperación que ni él mismo había notado que estaba soltando.

Tal parecía que su relación moría pero quería aferrarse a Namjoon porque tal vez todo mejoraría con el tiempo.

Eso fue lo que pasó, le dio tiempo, pospusieron su boda al menos tres años y en esos tres años la relación estaba en una constante subida y bajada pero al final todo parecía volver a lo estable. Namjoon llegaba con flores, le hablaba con palabras bonitas y lo llenaba de mil cariñitos. Lo mismo Seokjin, le demostraba al moreno cuanto lo amaba y a pesar de las palabras pasadas que seguían clavadas en su corazón, lo seguía amando millones.

Hasta que la gota que rebasó el vaso cayó.

Seokjin despertó ante los movimientos lentos pero notorios. Abrió sus ojos y trató de no moverse hasta saber que pasaba. Por el espejo pudo ver el reflejo de Namjoon, este se ponía sus zapatos en silencio, no queriendo despertar al chico que dormía a su lado.

Lo vio girar su mirada, percatándose que siguiera dormido, entonces se levantó de la cama, tomando su reloj y su celular, saliendo de la habitación minutos después, dejando el lugar inundado por su delicioso perfume.

Pero, ¿Por qué salía a esa hora? Y lo peor de todo, ¿Por qué salía en silencio? Seokjin mordía su labio con nerviosismo mientras miraba su teléfono en espera de un aviso, una respuesta o lo que había presenciado, pero no hubo nada.

Habían pasado demasiadas horas y Namjoon seguía sin llegar, Seokjin se paseaba desde la cama hasta la ventana, con la preocupación de si algo le había ocurrido al moreno.

A lo lejos miró llegar el auto de este, el cielo tan oscuro ahora se volvía lentamente más claro, informando que estaba próximo a amanecer.

Pronto regresó a la cama, metiéndose en ella y fingiendo estar dormido. Lo escuchó entrar en casa y minutos después entró a la habitación, cerrando lentamente, sacándose cada prenda con mucho cuidado, dejando todo en su lugar y caminando a paso rápido pero silencioso hasta el baño.

Lo escuchó hablar por teléfono, pero no lo entendía, hasta que salió con su pijama, duchado y listo para dormir.

Cerró sus ojos cuando este se acercó, entonces lo sintió meterse en la cama y abrazarlo hasta atraerlo a su cuerpo.

Ese día no pudo dormir nada al estar tan confuso con lo que había presenciado.

Los días siguientes fueron iguales, también notó que su actitud hacia él volvió a cambiar, ya no era el Namjoon lindo, ahora se frustraba con su presencia y se molestaba cuando Seokjin hacía algo mal ¿Qué estaba mal en Namjoon y en su relación?

No llegues tarde, amor. Hice la reservación en nuestro restaurante favorito. Suerte en el trabajo y recuerda que te amo le dijo, viéndolo ajustar su traje del trabajo para caminar fuera de casa.

Nos vemos pronto dijo sin más.

¿No se te olvida algo? preguntó con un sentimiento horrible en el pecho.

Lo vio suspirar y esperaba haber visto mal pero juraba que había rodado los ojos para apartarse del auto y llegar hasta él donde dejó un beso rápido en sus labios y con la misma velocidad regresar al auto y marcharse sin mirar atrás.

Seokjin se tragó sus lágrimas, calmándose y después de hacerlo, volver a entrar a casa por sus llaves para irse al trabajo. Pero le dolió que Namjoon no le respondió a su confesión de amor.

Prefirió ya no pensar más en el tema, ahora sólo esperaba a que la jornada terminara para ir a casa, ducharse y arreglarse para le cena de esa noche.

Al salir del trabajo condujo hasta una tienda, compró el vino favorito de Namjoon y sus chocolates favoritos, también compró algunos cuadros de fotos y antes de ir a casa pasó a sacar las fotos para decorar los cuadros.

Llegó a casa cansado pero con toda la emoción del mundo. Corrió hasta su habitación donde se despojó de toda su ropa para correr al baño.

Se tomó su tiempo, se duchó con un jabón que hacía burbujas en la tina y que dejaba su piel suave y con un delicioso olor a fresas. Se deshizo de cada vello estorboso usando espuma para afeitar y que su rostro quedara tan suave y delicado. Al terminar se vistió y se arregló tan bonito y elegante.

Feliz con el resultado se quedó en espera del moreno que no debería tardar en llegar a casa.

El vino que había guardado anteriormente en la nevera, ahora estaba listo para beberse. Sacó dos copas y las dejó en espera, antes de ir al restaurante quería brindar con Namjoon, por su relación, por ellos, por lo felices que eran...

La hora de salida de Namjoon llegó, así que esperó pacientemente en el sillón de la sala. Los minutos pasaron, no había rastros de Namjoon, incluso el vino se había calentado y de los nervios ya se había comido la mitad de los chocolates que eran para el moreno.

Decidió llamarle, pero era inútil, no contestaba, incluso decidió llamar al trabajo pero no lo atendieron pues la jornada había terminado hace una hora. Le llamó a cada uno de sus amigos con temor de que algo le hubiera sucedido pero todos aseguraban que estaba bien y que seguramente se le había cruzado algo en el camino que lo hizo retrasarse.

Dejó su celular encima de la mesita de la sala, respirando profundo. Sí, seguramente algo pasó en el camino que no era de preocuparse, pero que eso lo había hecho tardarse una hora en llegar a casa.

Las horas siguieron pasando, giraba su anillo de compromiso en su dedo, tan nervioso y estresado. A las horas siguientes ya se había sacado su bonito outfit, llorando al no saber nada del moreno, y porque era demasiado tarde para ir a la reservación en el restaurante pues todo ya debía estar cerrado.

Su estómago rugía con hambre, solo había desayunado pero no podía apartarse de la ventana, solo esperando a ver el auto llegar a lo lejos y que Namjoon dijera que algo había ocurrido en el camino y que por ello había tardado tanto.

Estaba sentado en el sillón con las cortinas completamente abiertas, abrazando su propio cuerpo mientras esperaba. Ya ni siquiera tenía lágrimas para llorar.

A eso de las dos de la madrugada vio el auto llegar. Como pudo se levantó, ignorando el dolor en su cuerpo, el mareo repentino y el hambre voraz que le hacía doler el estómago, incluso la garganta.

Namjoon entró con normalidad, ignorando su presencia, pues ni siquiera se había fijado de él. Seokjin sujetó su mano, haciéndolo frenar para mirarlo con completa preocupación.

¿Dónde estabas? Me tenías tan preocupado, Namjoon una pequeña lágrima corrió de uno de sus ojos.

Su nariz estaba completamente roja y sus ojos hinchados, seguramente su labio estaría partido de tanto morderlo, pues Namjoon miraba esas tres zonas con mayor fijación.

Me quedé con mis amigos bebiendo.

¿Y sabes que día es hoy? ¿No recordaste lo que te dije por la mañana? Te pedí que no llegaras tarde. Perdimos la reservación, ni siquiera pudimos festejar nuestro aniversario y tú pareces olvidarlo. No recibí ni un mensaje tuyo donde al menos me dijeras que no vendrías a casa, me dejaste con el pendiente sobre si algo había pasado. En esas horas me sentí horrible, sin saber nada de ti, yo... más lágrimas siguieron.

No es para tanto, Seokjin. Mañana podemos ir al restaurante de tu madre y ya ¿Tranquilo ahora? soltó sin más, sin ninguna pizca de arrepentimiento.

Seokjin sintió como si le cayera un gran balde de agua fría, todos sus sentimientos habían sido pisoteados en menos de un minuto.

Lo miró sonreír falsamente antes de darse la vuelta y caminar hasta la habitación mientas se sacaba su corbata y camisa. Entonces lo notó, una gran marca roja en la parte trasera de su cuello.

Sus ojos se abrieron grandes, más lágrimas llegaron, Namjoon ni siquiera lo notó romperse ahí mismo.

Seokjin entró a la habitación minutos después de haberse roto a él mismo con pensamientos horribles sobre su persona o sobre lo que había hecho mal para que Namjoon llegara a casa con lo que parecía un chupetón.

Namjoon ya dormía, sin que nada perturbara sus sueños. Caminó hasta el baño, abrió la sesta de ropa para buscar la que se había puesto ese día. Ahí la encontró, la camisa escondida por debajo de otras prendas. La sacó e inspeccionó pero algo llamó su atención, un perfume que no conocía.

Lo acercó a su nariz, pudo identificar el perfume de Namjoon pero estaba combinado con otro más leve pero varonil.

Lloró y lloró mucho mientras sostenía la camisa de Namjoon. No tenía que pensar tanto para saber que Namjoon se veía con alguien más.

Escuchó el ruido de la cama, rápidamente regresó la ropa a su lugar, poniéndose de pie para abrir el grifo y mojar su rostro. Al elevar la mirada se encontró con Namjoon mirándolo desde el espejo.

¿Sigues llorando? preguntó, acercándose hasta él—. Dije que mañana te compensaré por este día, no era mi intención llegar tarde, ya sabes como son los chicos, insisten y no paran.

Seokjin asintió, Namjoon lo abrazó, refugiándolo en sus brazos. Lloró, le dolía el corazón.

Mañana será otro día, olvidaremos esto y esperaremos la llegada de nuestra cita con el decorador de bodas ¿Lo recuerdas?

Seokjin volvió a asentir.

Entonces vayamos a dormir, te necesito a mi lado, necesito tenerte entre mis brazos para dormir tan bien. Te necesito tanto, Seokjin soltó.

Como si estuviera en piloto automático, se sacó su ropa y se colocó la pijama, caminó hasta la cama seguido de Namjoon y se abrazaron para dormir, intentando olvidar todo lo que sabía, intentando ignorar lo difícil que era comprender a Namjoon, porque un día parecía despreciarlo y al otro le decía cuanto lo amaba y cuanto lo necesitaba mientras le hacía el amor de la forma más dulce y hermosa.

Por un día se permitiría dormir tranquilamente, era mejor dormir a seguir despierto, pensando en todo y con hambre que le hacía doler el estómago.

A la mañana sus ojos seguían hinchados y no tenía las ganas de levantarse hasta que Namjoon lo convenció de salir a desayunar. Parecían una bonita relación, se reían, se besaban, se daban abrazos cortos y otros largos, pero entonces el celular de Namjoon sonó.

Toda su aura cambió, se veía distante, cortante, nuevamente estaba el Namjoon que despreciaba a Seokjin.

¿Está bien si te quedas aquí? Debo irme ahora dijo sin míralo.

¿Puedes dejarme cerca de casa? preguntó bajito.

Namjoon suspiró pesado, asintiendo después de unos minutos.

Pronto se pusieron de pie para llegar al auto. Namjoon condujo tan rápido como pudo, dejando a Seokjin en la puerta de casa. El mayor se acercó para agradecerle con un beso pero este lo evitó disimuladamente. Nuevamente su corazón dolía.

Pensó rápido y lo que se le ocurrió fue sacarse su reloj inteligente y dejarlo caer debajo del sillón en el momento que salió del auto.

Lo despidió desde la puerta y entró, Namjoon después de asegurarse que Seokjin había entrado en casa aceleró el auto.

Seokjin salió tan rápido en cuanto Namjoon se marchó, ahora con las llaves de su auto y con su celular encendido en la aplicación de su reloj, rastreándolo.

Pudo seguir el camino que llevaba Namjoon hasta que se detuvo. Pronto condujo al lugar, a lo lejos lo vio subir al auto con un ramo hermoso de rosas. Ahora volvió a subir y a conducir.

Seokjin lo siguió de lejos hasta que el auto volvió a parar enfrente de una casa. Lo miró esperar hasta que un chico salió de la casa. Namjoon ya lo estaba esperando afuera con el ramo detrás de él. El chico llegó hasta este, sonriéndole alegre, entonces Namjoon sacó el ramo. El desconocido se lanzó a sus brazos, besando sus labios con alegría.

Seokjin lloró al presenciarlo, pero fue peor cuando el beso comenzó a ser intenso, tanto que al separarse se miraron cómplices y regalándose un último beso vulgar, entrelazaron sus manos y corrieron dentro de casa.

Se quedó ahí afuera, llorando en su auto, con el corazón destrozado. Casi pasó una hora y los miró salir nuevamente, con una gran vibra sexual, la ropa de Namjoon ya no estaba acomodada como al principio, sus labios seguían hinchados y los cabellos de su acompañante estaban hechos un desastre, ni siquiera se preocupó por esconder todas esas marcas rojas y recién hechas en su cuello.

Eso era todo lo que necesitaba ver. Tomando los restos de su corazón aceleró el auto, alejándose del lugar.

Namjoon se apartó del beso y giró para subirse al auto cuando miró el que ya iba lejos. Se le hizo malditamente conocido, hasta sintió un sentimiento horrible en su pecho.

Seokjin llegó a casa minutos después, llorando sin parar, sin creerse todo lo que había presenciado. Llegó a su habitación y sacó todas sus maletas para meter toda su ropa. Había tomado una decisión.

Estaba por terminar todo e irse sin que Namjoon se enterara pero este había llegado. Cerró la última maleta y con lágrimas corriendo de sus ojos tomó algunas últimas pertenencias para lanzarlas al bolso de mano.

Seokjin, ¿Qué haces? preguntó al entrar a la habitación y mirar todo desordenado, con un Seokjin llorando mientras terminaba de hacer la última maleta.

¿Qué haces tú? preguntó como pudo, ni siquiera podía mirarlo, le dolía tanto.

Solo fui al trabajo ¿Ocurre algo? intentó hacerse al inocente pero su pecho dolía, podía jurar que el auto era de Seokjin.

No puedo creer lo mentiroso que eres.

Amor... Puedo explicarlo.

¿Amor? ¿Explicarlo? ¿Qué tienes por explicar, Namjoon? ¿Qué todo este tiempo te has visto con alguien más? ¿Qué importa más otra persona que yo, tu prometido? preguntó con rabia pero tan dolido—. ¿Desde cuándo, Namjoon? ¿Desde cuando dejé de ser tan importante para ti? ¿Todas las noches que te escapabas en silencio era para verlo a él?

No.... Yo... Me pasé de copas y terminamos durmiendo juntos pero yo no... El no me importa... Yo te amo a ti, eres la persona con la que decidí compartir mi vida, no él. Amor, créeme, por favor...

Seokjin no dijo nada, permaneció en silencio, tragándose el grito que quería escapar de lo más profundo de su garganta, tan doloroso e hiriente.

Cariño...

¿Hace cuánto no me regalas una flor, Namjoon? La última vez fue en mi cumpleaños, hace un año y a él... A él le regalas rosas, las más rojas, las que gritan pasión y amor...

Nos viste... susurró, pero fue escuchado por Seokjin.

Lo sabía desde hace días pero hoy decidí terminar con todo lo que me lastima y te seguí... Fue la peor decisión que tuve, pero la que me hizo abrir los ojos y hacerme entender que no quiero esto en mi vida. Yo te amaba Namjoon, tú eras primero que yo, te di todo de mí, te entregué tantos años de mi vida, acepté convertirme en tu esposo y amarnos hasta el final, pero creo que solo yo deseaba eso.

Te prometo que no lo amo, él es solo un juego, ni siquiera me gusta, es solo sexo sin nada de por medio, tú eres mi verdadero amor, Seokjin, por favor. Yo te necesito tanto, eres mi único y real amor. Lo siento tanto, solo por favor perdóname y sus ojos estaban llenos de lágrimas, suplicándole a Seokjin.

Dices que me necesitas, luego vienes y acabas conmigo, pero espera... Dices que lo sientes, pero creo que es demasiado tarde para pedir perdón.

No, amor, no por favor. Prometo que voy a cambiar, desde hoy mismo romperé todo contacto con él, solo seremos tú y yo como antes intentó sonreír, pero más lágrimas caían de sus ojos.

Dije que es demasiado tarde para pedir perdón... Es demasiado tarde, Namjoon.

Cambiaré, lo prometo, pero no me dejes, te necesito, Seokjin, solo dame una oportunidad de corregir mis errores.

Le daría a esto otra oportunidad, me enamoraría, recibiría una bala por ti... Te necesito como un corazón necesita de un latido, pero no es nada nuevo, eso ya lo sabías, Namjoon, porque mi amor es real, pero esto sobrepasa todos mis límites.

Puedo hacer las cosas mejor, te amo y tú me amas, nos vamos a casar, podemos dejar todo atrás y comenzar de nuevo... Yo lo siento tanto, de verdad lo siento.

Te amé tanto... Te amé con un rojo fuego que ahora se vuelve azul. Y dices "lo siento" como un ángel que el cielo me hizo creer que eras, pero mi amor, siento decir esto, pero es demasiado tarde para pedir perdón.

Lo siento, lo siento tanto lágrimas corrían con fuerza.

Dije que es demasiado tarde.

Y apartando sus lágrimas tomó su última maleta para salir de la habitación, dejando a Namjoon atrás, soltando su mano y yéndose de su lado.

Namjoon se quedó ahí, notando lo idiota que había sido, él de verdad ama a Seokjin pero la había cagado en grande y lo había perdido para siempre.

Ya no podía hacer nada, era demasiado tarde para pedir perdón.

¡Hola!

¿Qué les pareció?

Creo que este es el primer Namjin que escribo donde no terminan juntos, soy lágrimas 😭

Espero les guste 💜

Voten y comenten mucho ❤

¡Adiós!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro