El invierno puede ser muy divertido, sobre todo si el lago se congela.

Para Itami y sus amigos la pista de hielo está lista, ¡sólo falta conseguir los patines!

Unos trozos de madera, cortados a la medida de los pies, servirán muy bien.

- ¿Ya se pusieron los patines? - dice Vil, mientras mira los pies de sus amigos.

- Jack, los tuyos están demasiado largos, espero que no tropieces. Los tuyos se ven bastante bien, Itami, y creo que los míos quedaron muy altos, pero bueno, a ver qué pasa.

¡Ja, ja, ja! ¡Que gracioso! Los tres se tambalean en el hielo: aunque tratan de guardar el equilibrio, ¡no pueden!

Jack es el primero en caer.

Itami intenta hacer una pirueta y, ¡cuas!, resbala en el hielo.

A pesar de sus altos patines, Vil mantiene el equilibrio a fuerza de pasitos, pero ¡uy, ay, ayayay...! Cae de sentón.

- Creo que no les quedaron muy bien esos patines - les dice Cater, sonriendo y grabando con su celular -, ¡pero cómo nos estamos divirtiendo!