▶Canción: Bufón -Manuel García.

▶Pairing: Uzumaki Naruto x OC (Uchiha Hanako).

▶Género: romance.

▶Advertencias: me puse soft u_u

No sabría explicar muy bien cómo es que me acabé enamorando del bufón de la aldea.

Hay un bufón que golpea mi puerta y se esconde
sé que es así porque la última vez vi la punta graciosa de un pie

De repente, me encontraba sonriendo a escondidas cuando escuchaba a la gente gritar tu nombre con apremio, y luego, tu risita traviesa.

No eras un mal niño. Con el tiempo lo fuiste demostrando. Y yo siempre estuve muy atenta a tu crecimiento.

—¡Hanako-chan! —me gritabas, y yo corría detrás de ti, riendo juntos.

Me mostraste el cielo al anochecer, con su oscuridad y brillos infinitos.

Cuando vi las estrellas reflejarse en tus ojos azules, sentí cómo mi corazón se elevaba junto a la luna. El estómago me cosquilleó y suspiré, polvo rosado saliendo de mis pulmones. Recibí una mirada curiosa de tu parte y lo único que pude hacer fue sonreírte de lado.

 Naruto... lo eras todo para mí. El día y la noche, la bondad y la venganza, mi tristeza y mi alegría.

Desde niños que éramos unidos y cariñosos el uno con el otro, pero con los años yo fui necesitando más y no sabía cómo decírtelo. Mi amor se estancaba en mi garganta, demasiado vergonzoso como para dejarse ver por entre mis labios y ser expulsado por mi lengua.

Por eso, decidí por no pensarlo más y simplemente actuar, como siempre lo hacía.

En uno de nuestros tantos íntimos paseos nocturnos, detuve mi andar y tomé tu mano con firmeza. Mi piel ardía.

—Te amo —solté.

Me miraste extrañado para luego sonreír.

—Yo también te amo, ¿a qué viene eso?

—Estoy enamorada de ti —rectifiqué, y tu mirada cambió.

Cuando lo espero detrás de la puerta no viene

Por supuesto que ya sabía que me amabas. Tenías el corazón más grande y noble que conocía, y dentro de él habían muchas personas.

Pero no sabía si tú me amabas de la misma forma en la que yo lo hacía. Con cada fibra de mi ser. Tú eras mi primer pensamiento al despertar, y el último al dormir. Suspiraba tu nombre y cada vez que cerraba los ojos veía tu rostro.

Naruto quedaste en silencio, observándome sorprendido. Bajé la mirada y mordí mi labio inferior, esperando lo peor.

ahora se bien que adivina que siempre está alerta
a veces lo escucho que se rie desde afuera
aunque no creas
y aunque abro en vano reconozco el olor a flor que deja

El rechazo.

—No... no me lo esperaba...

—Es porque eres tonto —reí ligeramente—. Ya todos los demás se han dado cuenta.

—Hanako-chan...

—Está bien si no sientes lo mismo que yo.... —murmuré, soltando tu mano con lentitud. No quería dejarte ir— Este amor que siento... no necesita nada a cambio...

Tomaste mis dos manos con fuerza y las sacudiste un poco. Dirigí mis ojos cristalizados a los tuyos. Tenías el rostro fruncido en seriedad, pocas veces te había visto así.

—Eres de lo más preciado que tengo.

Me abrazaste y besaste la frente. No me rechazaste, pero tampoco aceptaste mis sentimientos.

Eras un hombre honesto, así que no me desesperé. Sabía que me darías tu respuesta cuando estuvieses listo, cuando supieses qué decirme para no lastimarme.

Pero en temas así, no había manera posible de no sufrir.

y aunque no logré cantar con él tengo el recuerdo de un reflejo

Llegué a casa y lloré por miedo a ser rechazada y que toda nuestra larga relación de amistad quedase reducida a menos que cenizas.

Al día siguiente me pusiste una mano en la espalda con gesto cariñoso y me pediste tiempo.

—No sé qué es lo que siento por ti.

Y vi una luz de esperanza. Me pasé los siguientes días fantaseando contigo, rebozando de ganas de besarte, abrazarte y tomarte de la mano dónde sea que estuviésemos.

Quería amarte con libertad.

Fue un día nublado cuando nos vimos reunidos en un parque de la aldea. Nos sentamos en unas bancas viendo a los niños jugar.

Mi corazón latía deprisa. Sentía que en cualquier momento rompería mi pecho y se iría, sin soportar más la tensión del momento.

Pusiste una de tus manos sobre las mías, que recargaban nerviosas sobre mi regazo. Con una de tus manos fue capaz de tomar las dos mías. Temblé, sintiéndome extraña. Escuché una pequeña risa de tu parte y volteé a verte.

—Nunca te había visto tan nerviosa —murmuró con una sonrisa asomándose por sus labios.

Un pequeño sonrojo adornaba tus mejillas y tus ojos brillaban aunque no hubieran estrellas reflejadas en ellos.

No dijimos palabra alguna porque no fue necesario. Nos unimos porque ambos lo queríamos. Respiré sobre tu boca y te abracé con fuerza.

Ese día hacía frío y me hablaste de una combinación genial que habías hecho de ramen con un poco de ají y ajo frito que era perfecta para calentar el cuerpo. Nos tomamos de las manos y mi corazón volvió a elevarse hasta el cielo.

siempre golpea mi puerta, yo abro y se esconde...
siempre golpea mi puerta yo abro...

Sentados en la alfombra que estaba a los pies de tu cama, comimos ramen instantáneo y comparábamos la forma de nuestros pies entre risas.

—Tienes los dedos realmente largos —me dijiste, moviendo tu mano de forma extraña en dirección a mis pies.

—Son elegantes —alegué—. Tu uña chiquita del pie es muy fea.

—¡Es igual a la tuya! —gruñiste, tomando mi pie y zamarreándolo sin cuidado.

Reí y te empujé para que me soltases.

—Entonces la mía también es fea.

—No hay nada de ti que sea feo.

Te miré con cariño eterno y respondiste dándome un piquito en los labios.

—Creo que le pusimos mucho ajo al ramen.

Reíste ante mi comentario y me diste otro besito. Y otro, y otro.

Y seguí cayendo por ti, bufón idiota.

Mi bufón idiota.

n/a:

EN SERIO amo las canciones de manuel garcía??? y el naruhana es un shipp tan SOFT???? es que- esta es una de las cositas más UWU que he escrito y me encanta honestly