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Chap. Twelve. "Te protegeré"

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Deaton condujo a Daire y Scott a una mesa de metal llena de suministros sobrantes. Rápidamente agarró una botella de alcohol antes de volverse hacia los dos adolescentes.

- Van a volver, así que no tenemos mucho tiempo para hablar - Deaton comenzó a verter un poco del líquido en una gasa.

Scott miró entre la botella y el corte en su estómago, sin saber si confiar en su jefe.

- ¿qué-qué es eso?

- Es alcohol isopropílico. No querrás que se infecte, ¿verdad? - Deaton inexpresivo.

Daire no pudo evitar resoplar divertida, lo que le valió una mirada de Scott.

Ignorándolos, Deaton continuó abordando la herida de Scott.

- Curarás igual, solo que no tan rápido debido a Derek.

Scott levantó una ceja.

- Está bien, ¿cómo sabes todo esto? En realidad, ¿cómo sabes algo?

Deaton no se molestó en levantar la vista del vendaje que estaba colocando en el abdomen de Scott.

- Es una larga historia, lo que puedo decirte es que sé sobre los de tu clase. Puedo ayudar a los de tu clase.

Daire no pudo evitar interrumpir.

- ¿y yo?

Deaton levantó la vista del trozo de cinta recién rasgado.

- Lo siento, Daire, pero ahora no es el momento. Tenemos problemas más urgentes.

Abatida, pero sabiendo que tenía razón, Daire asintió con la cabeza y volvió a quedarse en silencio, con los ojos en su piel libre de imperfecciones. Piel que aún debería tener los rasguños de Derek.

Después de terminar el vendaje, Deaton echó un vistazo al cadáver que yacía sobre la mesa de metal.

- Esto, esto es algo diferente.

- ¿Sabes qué lo hizo? - Scott preguntó después de apartar la mirada de la espantosa vista.

El veterinario negó con la cabeza.

- No, pero la voluntad de Argent.

Daire se animó ante la mención de su familia, ya que sabía lo que Deaton le iba a decir a Scott.

Deaton apartó la mirada de Scott y la posó en ella.

- Ahora esta es la parte crucial, debes encontrar una especie de registro o libro. Lleno de descripciones, historias, anotaciones, de todas las cosas que han descubierto.

Scott trató de formar una oración coherente.

- ¿Todas las cosas? ¿Cuántas cosas hay ahí fuera?

Deaton abrió la boca para decir más, pero al sonido de la puerta principal abriéndose, empujó a los dos adolescentes hacia la puerta trasera.

- Lo saben, ¿verdad? - su mirada todavía en la de Daire. Ella asintió y cerró la puerta, empujando a Scott contra la pared y presionando un dedo sobre sus labios.

Podía oír tres conjuntos de pasos entrar en la parte trasera de la oficina. Conteniendo la respiración esperó.

- Estoy empezando a pensar que necesito comprar un letrero cerrado más prominente.

Daire no pudo evitar sonreír ante el gruñido de Deaton.

- Hola Allen.

Daire se tensó ante el sonido de la voz del hijo de puta.

- Ha pasado mucho tiempo, lo último que supe es que te habías retirado.

- Lo último que supe es que seguiste un código de conducta.

- Si no te hubieras dado cuenta de que este cuerpo es uno de los nuestros.

No fue una sorpresa que el dueño de la segunda voz fuera su tío, Daire se asomó al panel de vidrio de la puerta, la curiosidad se apoderó de ella.

- Lo hice, también noté el residuo de pólvora en las yemas de sus dedos. Así que no asumas que seré perseguido por tu filosofía, solo porque responderé algunas preguntas - Deaton respondió.

La irritación envolvió la voz de su tío.

- Él solo tenía veinticuatro años.

- Los asesinos vienen en todas las edades - Deaton respondió.

- Todas las edades, tamaños y formas. Es el último el que nos preocupa - El gran hijo de puta respondió.

- ¿Qué tal si nos dices lo que encontraste? - Dijo el tío de Daire.

- ¿Ves este corte? - preguntó Deaton antes de girar la cabeza del cazador muerto y crear un fuerte chasquido, - preciso, casi quirúrgico, pero esta no es la herida que lo mató. Esto tenía un propósito más interesante.

- ¿Relacionado con la columna? - Grandfucker preguntó

- Así es, lo que sea que hizo este corte lo mezcló con una toxina parricida. Lo suficientemente potente como para desactivar todas las funciones motoras - Deaton hizo una pausa e hizo un gesto hacia los diez cortes largos en el pecho del hombre - Estas son la causa de la muerte. Observe los patrones en cada lado.

- Cinco, por cada dedo - dijo Chris.

- Por cada garra - Gran hijo de puta corregido.

- Como puede ver, se hundió, cortó hacia arriba echando raíces en los pulmones y cortando la caja torácica con facilidad - Deaton continuó.

- ¿Habías visto algo como esto antes? - preguntó uno de los miembros de la familia de Daire.

- No.

- ¿Alguna idea?

- No, pero puedo decirte que es rápido, notablemente fuerte y tiene la capacidad de dejar a sus víctimas esencialmente indefensas en segundos - declaró Deaton.

- Dices que debemos ser cautelosos, lo entendemos - Daire puso los ojos en blanco ante la respuesta de su tío.

- Digo que debes tener miedo, mucho miedo porque en el mundo natural los depredadores con toxinas paralizantes las usan para atrapar y comerse a sus presas. Esta presa no fue comida, eso significa que lo que sea que lo mató solo quería matarlo. En el hecho de matar puede ser su único propósito - concluyó Deaton.

Daire giró la cabeza para mirar a Scott y murmuró casi incoherentemente.

- Ah diablos.

Scotty Daire estaban sentados en el estacionamiento del mecánico entre unaambulancia y varios autos de policía. Stiles les envió un mensaje de texto, diciendo algo sobre un asesinato sobrenatural y los dos se dirigieron directamente.

Stiles abrió la puerta del auto y se sentó, pasando una mano por su cuero cabelludo afeitado.

- ¿Estás bien? - Daire preguntó moviéndose para que básicamente se sentara entre Scott y Stiles, a pesar de estar sentada en la parte de atrás.

- Apenas - murmuró Stiles, se dio la vuelta para mirar a sus amigos - Tenías razón, no es como tú. Sus ojos eran de reptil.

- ¿Como un lagarto? - Scott confirmó.

- ¿Esperar tanto como el Dr. Connors? - preguntó Daire. Ambos muchachos se giraron hacia ella y compartieron una mirada de "no ayudar". Ella se encogió de hombros - Está bien, entonces no es el momento de mencionar a Spiderman. De todos modos, ¿qué pasa con los ojos de Lizards? - Daire preguntó todavía usando el nombre de supervillano de Spiderman.

Stiles asintió.

- Hay algo en ellos.

Daire inclinó la cabeza confundida.

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Sabes cuando ves a tu amigo con una máscara de Halloween? ¿Y sientes que lo conoces, pero simplemente no puedes averiguar quién es?

- ¿Estás diciendo que sabes quién es? - Scott preguntó con los ojos muy abiertos.

Stiles negó con la cabeza.

- No, pero creo que es nuevo para mí.

Había sido una noche infernal y, a pesar de que cada músculo y hueso del cuerpo de Daire pedía dormir, decidió colarse un rato para practicar con sus cuchillos arrojadizos. Con los auriculares puestos y totalmente concentrada, no notó a nadie más en el garaje hasta que un dedo helado la pinchó en los omoplatos. Sorprendida, Daire agarró la muñeca de la persona y la atrajo contra su cuerpo colocando el cuchillo que sostenía debajo de su garganta.

- Esa es una forma de saludar a tu abuelo.

Al darse cuenta de que los dedos helados en realidad pertenecían a su Grandfucker Daire, la soltó y sacó sus auriculares.

- La próxima vez no me acerques sigilosamente cuando estoy sosteniendo un cuchillo.

El anciano se rió entre dientes.

- Lo tendré en cuenta.

Colocando el cuchillo en el banco de trabajo frente a ella, se dio la vuelta.

- ¿Qué quieres?

Gerard arqueó una ceja gris.

- ¿Qué pasó con esos modales tuyos? Pensé que tu madre te enseñó mejor.

Daire contuvo un gruñido.

- Bueno, no veo por qué necesito modales cuando todo lo que soy para esta familia es un arma rota.

- Vamos, Daire, sabes mejor que eso. Eres familia simple y llanamente - Sus ojos se posaron en el pequeño pastillero de metal que sostenía en la mano.

- Acordemos estar en desacuerdo entonces, pero repetiré mi pregunta. ¿Qué quieres?

Toda la personalidad de Gerard pareció cambiar. Ya no era un anciano feliz que solo quería hablar con su nieta. Ahora él era el líder de los cazadores.

- Solo quería asegurar tu lealtad a esta familia, ya tuve esta conversación con Allison, pero Chris dijo que desde que comenzaste a vivir con ellos ya no sigues el código.

Daire tomó una estrella arrojadiza y jugó con ella entre sus dedos.

- Y aparentemente tú tampoco.

Un gruñido fue la única indicación de su incomodidad por su desafío. Ella lo notó cuando habló con él en la oficina del director, y la hizo feliz que se estaba metiendo debajo de su piel.

- Cuida tu tono, jovencita.

Daire alzó la vista hacia él, fijándose en su cabello gris casi blanco, ralo, su vieja piel curtida llena de arrugas y el pequeño estuche de pastillas de hojalata que sostenía en su mano.

No sabía si era porque ahora era un depredador sobrenatural, o el hecho de que él se veía mucho mayor y más débil que cuando ella era una niña, o si simplemente era más fuerte ahora que finalmente sentía que pertenecía. .

Pero ya no la asustaba.

Sintiendo una nueva confianza, Daire echó los hombros hacia atrás y se encontró con los ojos fríos del hombre que quería usarla.

- No, no cuidaré mi tono. Y te diré lo mismo que le dije a Chris la noche que lo encontré abajo aquí puliendo su arma. No soy un arma pequeña que puedas controlar. No mataré por ti.

Gerard abrió la boca, pero Daire no le permitió ni un centímetro.

- Y no empieces a decir tonterías sobre cómo estamos matando monstruos, porque los verdaderos monstruos somos nosotros. Confía en mí, lo sé - Miró las diez cicatrices que marcan el interior de sus muñecas - No me importa cuáles sean tus planes de connivencia, pero sé que sigo mi propio código, je te protegerai, y si intentas lastimar a alguien, me importa mucho - Ella sonrió - Tú no serás el que quede intacto.

Daire le arrojó la estrella a su Grandfucker.

- Buenas noches.