THE AMAZING TEAM RED.JULIO 2014, MARTES 8.
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Peter caminó a paso lento hasta el local en donde se encontraba la familia de Gwen y esta misma esperándolo para cenar. Se sentía pésimo ya que la promesa que le hizo al padre de su novia no lo dejaba en paz, no podía soportarlo más.

Se asomó para ver a la rubia dentro del local, esta reía con los demás y se asomaba a cada minuto, impaciente porque el castaño llegara. Al verlo, su sonrisa se borró debido al estado de Peter, por lo que de inmediato le avisó a su madre que saldría y hablaría con él.

—¿Peter? —se volteó al escucharla salir, la rubia comenzó a acercarse a él—. ¿Qué pasa? —le pregunta con dulzura, se volteó para verla y trató de sonreír.

—Hola —susurró—. No sé que estoy haciendo.

La expresión de Gwen cambió—. Es por mi padre, ¿verdad?

—Sí —suspiró—. Lo veo en todas partes, no... No sé que... No sé que hacer, no logro sacarlo de mi cabeza —su voz sonó desesperada.

—Sí pero ya hemos hablado de esto —murmura su novia con desanimo en su voz.

—Lo sé, pero, Gwen...

—No es su decisión...

—Gwen —la interrumpió con la voz algo firme—. Yo le prometí que me mantendría lejos de ti, y ahora voy a cenar con tu familia —pausó—. ¿Cómo quieres que haga eso? ¿En qué me convierte? —alzó la voz un poco sin poder evitarlo.

—No lo sé, tú explícamelo —alcanzó a decir Gwen sin expresión facial.

—En alguien en que no se puede confiar —caminó unos pasos lejos de ella mientras le daba la espalda, recostó su frente en la pared.

—Hemos pasado por mucho, Peter —niega recordando esas veces que salían a un parque sólo porque si, cuando visitaba a Los Vengadores, esas fotografías que se tomaban para recordar la ocasión aunque no tuviera nada de especial ese día, miles de cosas que tal vez tirarían a la basura—. Creí que habías dicho que me amabas —dice la rubia algo alto en casi un sollozo.

Wade dio un pequeño salto mientras se dirigía al restaurante en donde Peter comería con los padres de Gwen. Aunque el castaño le dijo que lo vería en un bar no tan lejos de ahí, Wade comería él solo en el restaurante mientras Peter comía con los padres de Gwen. Dejo de caminar de inmediato al ver lo que pasaba frente al local, así que retrocedió unos pasos y vio con atención lo que pasaba.

—Claro que te amo —dice Peter con la vista en el suelo, se dio la vuelta antes de volver a hablar—. Te amo...

—¿Y por qué no te basta con eso? —habla su novia acercándose a él, quedando a varios centímetros.

—Porque, ¿y si te llega a pasar algo como lo que le pasó a tu papá por mi culpa?

—Oye...

—¡No, espera, espera! No puedo permitir que eso te pase —bajó la mirada al sentir sus ojos arder.

—Escúchame, eres el Hombre Araña... Y amo eso —pausó—. Pero amo más a Peter Parker, eso basta para mí —Peter la miró destrozado.

—No quiero perderte también —niega para luego apretar sus labios.

La rubia rió seco—. Si no perderme significa no poder estar juntos... ¿Eso a quién beneficia, Peter?

El castaño calló unos segundos.

—Lo siento, pero no puedo, Gwen —ella apartó la mirada mientras sonreía sin gracia, negó y lo miró, sonriéndole con sarcasmo.

—Me has hecho esto una y otra vez, Peter —apretó sus manos en puños mientras veía una lágrima salir de los ojos cafés que tanto amaba—. No puedo seguir así —lo pensó unos segundos—. Yo termino contigo...

Wade entreabrió la boca al escuchar lo que dijo, Peter bajó la cabeza y asintió.

—Yo termino contigo —repitió.

Sin decir nada más, se dio la vuelta y entró lo más rápido que pudo al restaurante. Parker caminó rápido hasta la entrada decidido a detenerla, pero se detuvo al momento en que sus ojos se conectaron con los de ella por última vez.

El castaño se dio la vuelta secando sus lágrimas y comenzó a caminar en dirección al bar en donde había quedado con el mercenario. Este de inmediato al ver que se acercaba a él, aplaudió y fue a su lado mientras alzaba los brazos, haciendo como si no hubiera visto nada.

—Pete, Peter —rodeó sus hombros con su brazo y lo sacudió para animarlo, el castaño forzó una sonrisa.

—¿Qué haces aquí tan temprano? Te dije que te vería en una hora.

—Seh, bueno, pensé que sería divertido verte comer desde otra mesa para que te pusieras nervioso —Parker rió—. ¿Por qué no estás allá? —trató de sonar casual, no lo molestaría ya que ha pasado algo similar entre él y Vanessa.

—Eh, ellos tuvieron una emergencia y debieron irse —se aclaró la garganta—. Nada grave.

—¡Oh! Que mal. Bueno, ¿te gustaría ir a tomar algo mientras arreglamos lo de nuestro trato —el castaño frunció el ceño.

—¿Trato?

Wade suspiró con fastidio—. ¿La araña que te picó de casualidad te hizo olvidadizo? Me prometiste que me ayudarías a buscar al maldito de Francis porque te ayudé con el cabeza de huevo —el menor rió bajo ante el apodo de Aleksei.

—No lo sé, Wade —ambos dejaron de caminar y se quedaron frente a frente—. No creo que sea buena idea, ¿no crees que él está muerto? ¿O simplemente ya no hace...?

—¡No me vengas con tus excusas de mierda, Parker! —lo señaló con tono amenazante—. Me has hecho una promesa y no me interesa si no estás cumpliendo la promesa del padre muerto de tu caliente novia, vas a cumplir la promesa y me ayudarás o... —el castaño alzó las cejas sin temor esperando que terminara de hablar—. ¡O te mataré! —Peter rió bajo.

—Adelante, hazlo —Wilson abrió los ojos de sobremanera y lo miró incrédulo.

—¿Ahora?

—Sí, adelante.

—Pero...

El castaño comenzó a reír—. Sé que no me matarás, Wade —siguió caminando con el mayor siguiéndolo—. Nos conocemos desde hace ya casi tres años y no querrás matarme aunque fuera de vida o muerte. ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Yo te odiaba, bueno, me caes algo mal pero por lo menos me caes un poco bien ahora.

—Primero, eso sonó muy romántico. Y segundo, no puedo creer que hayan estúpidos que no te reconozcan la voz, ¡fue muy fácil! Además, nos conocimos hace mucho tiempo y te descubrí yo solo hace dos años.

—Bien, dejando eso de lado —volvió a detenerse y lo miró con una mueca—. Lo siento, pero no lo haré.

Las manos de Wade se cerraron en forma de puño.

—Y yo que pensé que si aceptabas dejaría de matar gente mientras buscabamos al imbécil —comenzó a caminar con enojo—. ¡No me sigas! Ni tampoco me jodas el culo cuando estoy buscando a Francis, tú te lo buscaste, así que lidiarás con eso.

Peter bufó—. ¡Pero quería decirte algo, Wade! —en el bar iba a decirle lo de unirse a Los Vengadores.

—¡Díselo a Francis! Oh, cierto, ¡no lo he encontrado! —grita hecho furia sin dejar de caminar en dirección a su casa.

El menor suspiró pasándose una mano por el cabello, miró a los lados y comenzó a caminar en dirección a su casa, ya vería que hará después con él.

Peter lanzó una telaraña al vidrio y lo rompió para luego entrar por la ventana, Wade apartó la vista del hombre a quien iba a matar al momento en que el arácnido llegó.

—Vamos a hablar, Deadpool —comenzó a acercarse a él despacio.

El de traje rojo disparó y siguió con lo suyo, ignorándolo por completo.

—¡No puedes ignorarme toda la vida!

—Jódete —silbó este mientras veía algo en las computadoras que tenían las cámaras de seguridad.

El menor gruñó.

—¡¿Dónde está Francis?! —grita Wade apuntando con un arma a dos empleados del lugar, estos comenzaron a balbucear entre llanto—. ¡Hablen bien! Se parecen al insecto si hablan así.

—¿Cuánto tiempo estarás así conmigo? Y por cierto, te escuché —el mayor rodó los ojos al momento en que escuchó a Peter detrás de él.

Se volteó para verlo—. Estoy trabajando, no te entrometas en lo que no te importa —regresó la vista a los trabajadores y cargó su arma—. ¡Les hice una pregunta!

—Sí me impor...

—¡Si te importara cumplirías tu promesa, insecto!

—¡Deja de llamarme insecto!

—¡Oblígame!

El menor le lanzó una telaraña a la boca del mercenario y salió del lugar hecho furia.

Peter vio como Gwen cruzaba la calle a un paso moderado y se dirigía a la mesa en donde estaban sus antiguos compañeros de clase. Su vista volteó de inmediato hasta un edificio a una cuadra que tenía una habitación en llamas y las personas gritaban horrorizadas ante la escena.

Suspiró viéndola por última vez y lanzó una telaraña para luego comenzar ir hasta el lugar.

Al entrar a la habitación, notó que era una oficina y era debido a que Deadpool estaba matando a las personas que no les supiera responder en donde estaba la persona que le dio aquella apariencia.

Él gruñó exasperado—. ¡Deadpool! —el aludido lo miró con fastidio luego de matar a un hombre.

—¿Qué? —alargó la palabra levantándose—. Me estoy divirtiendo, vete, ¡ushcale, ushcale!

—¡Vamos a hablar ahora mismo y no me importa lo que digas! —exclamó mientras se ponía más cerca de él, haciendo notar los más o menos cinco centímetros de altura que tenían de diferencia.

—Que enano eres —ríe el mayor tocando la nariz del castaño, este apartó su mano de un golpe—. Estás bien chiquito, ¡ja! —siguió tratando de tocar su nariz, pero de un momento a otro, el menor comenzó a toser debido al humo.

—Wade, por favor —siguió tosiendo—. Necesito hablar contigo, en verdad.. —no soportó más estar cerca del humo, corrió hasta la ventana con torpeza y salió hasta el edificio de al lado para sentarse y tomar aire.

Minutos después de haber recuperado el aliento, fue hasta el edificio en donde había escondido su mochila y revisó su teléfono, pudo ver que tenía un mensaje de Wade de hace unos minutos.

¿Dónde estás, engendro?

Rió bajo mientras contestaba.

Ve a mi casa, mi tía ya debió de haberse ido.

Y sin más, se fue en dirección a su casa.

Peter cerró la ventana luego de lanzar su mochila a la cama, se quitó la máscara y se volteó.

—¡Telarañas! Deberías limpiar esta habitación, creo que vi algo moverse en...

—¿Cómo entraste a mi habitación? —Wade tomó la máscara de Peter y se quitó la suya, lo miró.

—De la misma manera en que tú entraste —señaló la ventana—. Y apresúrate con lo que me dirás, no he desayuna...

—¿Peter? ¿Cariño? —ambos se miraron al escuchar la voz de May—. ¿Puedo pasar? —pregunta tratando de abrir la puerta, pero esta tenía puesto el pasador que Peter había diseñado.

—Eh... ¡No! —comenzó a empujar a Wade al armario, pero este se tropezó y ambos cayeron al suelo.

—E-El examen es a las nueve, cariño. Además dijiste que llevarías mi auto al taller porque sigue fallando —frunció el ceño apegando su oreja a la puerta al escuchar ruidos extraños—. ¿Lo olvidaste?

—¡Dame un segundo, tía! Si no te levantas yo mismo te cortaré la mano —amenazó en susurro mientras ayudaba al mayor a levantarse, este entró al armario y cerró la puerta.

—Peter, sólo déjame entrar —pidió May con extrañeza.

—¡Es que estoy muy desnudo tía, espera! —cuando corrió a la cama, se tropezó con el interruptor del pasador, así que este se abrió—. ¡No entres, porque estoy muy desnudo! —se lanzó a la cama y se tapó con su sábana algo atareado.

—¡Por el amor de Dios! Dijiste que llevarías mi auto al taller porque... —al abrir la puerta, vio como la cara de su sobrino estaba sucia por completo, lo miró con la boca abierta—. ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien. Sólo que... Estoy tan desnudo ahora —se excusó.

—¿Qué te pasó en la cara? La traes asquerosa —el menor alzó ambas cejas.

—¿Ah si?

—Sí.

—¡Ah, sí, sí! Es que limpié... La chimenea.

May arrugó el entrecejo—. No tenemos chimenea —Peter tomó aire.

—¿Queeé?

—¡Es tarde! —exclama su tía ya con enojo—. Fuera de aquí, ahora —lo señaló mientras cerraba la puerta.

—¡Buenos días, te quiero!

—¡Yo también!

La puerta del armario se abrió, dejando ver a un Wade con su traje de Deadpool puesto y la máscara del Hombre Araña.

—¿Estás desnudo? ¡A ver!

—¡Aléjate de mí, Wilson!