Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15: "No"

Rubby

No quiero quedarme con cosas que decir, pero él simplemente se va cuando lo desea. No me gusta que empiece una conversación y luego se vaya como si nada hubiera sucedido.

Luke nunca abre su corazón, me sorprende que después de tanto tiempo lo haya hecho. Me da algo de miedo no haber conseguido lo que deseaba de él. Sin embargo, sé que mi padre me dio su palabra de ángel del Señor, no me va a defraudar.

Hay muchas cosas que tengo que pensar, debo dejar de creer en Luke, pero no puedo hacerlo. Hay algo dentro de mí que me obliga a pensar en él, no sé la razón, pero tengo que hacerlo.

Debería de estar pensando en cómo detener a Jenna y lograr que suelten a mi madre, pero Luke se adentra siempre en mis pensamientos más profundos y me impide lograr lo que deseo.

No puedo creer que tenga que creer en algo que ni siquiera yo sé si puedo creer, Jenna me quiere muerta, pero yo deseo vivir. Quiero estar bien, pero sé que algo malo va a suceder y me acabara antes de lo que yo pienso.

Respiro hondo aguantando el miedo, trato de seguir lo más que puedo, pero ya no sé cuánto más pueda soportar este juego. La vida es eso, es un juego y creo que muy pronto me saldrá el cartel que dice que perdí el juego.

¿Tengo miedo de morir? Por supuesto que tengo miedo de ya no estar entre los vivos, pero tengo una corazonada mágica que me brinda una pequeña ola de paz.

¿Por qué siento lo que siento ahora? ¿Algo va a cambiar?

Deseo abrir los ojos y darme cuenta de que todo continua estando en perfectas condiciones, que el mundo sigue igual, pero que yo soy la que lo ve diferente por saber más de lo que se oculta entre las sombras.   

—Realmente no es lo que quiero... —Digo simplemente para lograr oírme.

Comienzo a caminar con lentitud para regresar junto a mi padre, que por alguna extraña razón, no se encuentra donde debía estar en ese preciso instante. Él debería estar donde estaba y ahora ya no está.

Mi padre se marchó sin decirme nada, ni siquiera pensó en mí antes de hacerlo. Tengo miedo de que la vida se ponga en jaque con él.

Castiel es un buen hombre, quizás no es un ángel del todo bueno, pero es importante para mí. Después de todo, él es mi padre. No quiero ni puedo perderlo. Tengo miedo de hacerlo.

Siento que él puede estar en problemas, así como también lo está mi madre.

Ya es demasiado que me quiten a los dos, eso no tiene sentido. Sin embargo, viniendo de Lucifer puedo creer lo que sea.

—¿Castiel? —Pregunto al ver que se encuentra en la casa, agarro con rapidez mi teléfono y le envío un mensaje a Luke contándole aquella situación en la que me encuentro en este preciso instante—. ¿Papá?

No entiendo la razón por la que Castiel no me dice nada, no está en la casa. Pero, entonces, ¿dónde está mi padre? No lo entiendo.

—Papá… Castiel, ¿me escuchás? —Pregunto con seriedad en mi tono de voz.

No hay respuesta a mis plegarias.

Castiel no se comunica.

Luke no tarda ni dos segundos en llegar a mi lado.

—¿Qué pasó? —Pregunta al llegar.

—No lo sé, no encuentro a Cass.

—No es posible.

—¿Qué? —Cuestiono sin entender lo que está pasando.

Necesito respuestas, ya que no logro comprender del todo lo que me está pasando. No me doy cuenta de nada, es muy confuso y me hace entrar en un pequeño dilema sobre la verdad y la mentira.

Los ángeles no saben mentir, pero sé de algunos que lo han logrado, uno de ellos fue un arcángel: Lucifer.

—Se lo llevaron.

El anuncio de Luke me deja sin palabras, no puedo ni siquiera entender lo que asimila tan rápido. Necesito ser como él, captar las cosas fácilmente, pero no puedo hacer nada igual de rápido que él.

Él ya debe saber quiénes fueron los culpables, mientras que yo sigo pensando sin poder tener una respuesta.  

—¿Quiénes? —Debo confesar que no entiendo lo que él me está diciendo.

Las respuestas de Luke son demasiado salteadas y, por ese motivo, me confunden aún más.

Al menos él me da un par de respuestas a mis interrogantes. Hay otros que no hacen nada y me sueltan la mano esperando que yo sola pueda descifrar la vida misma de las respuestas.

Es muy raro todo lo que puede hacer una adolescente como yo, pero estoy segura de que estas cosas no están en la lista de ninguna que haya conocido en mi vida.

¿Quiénes se pudieron haber llevado a mi padre? Él solo es un pobre ángel del Señor que trata de mantener a su familia unida.

—Los príncipes del infierno —comenta Luke.

—¿De qué me estás hablando? —Pregunto llena de intriga en mi tono de voz.

—¿No lo recuerdas? —Alza ambas cejas.

—Ah, sí, lo lamento mucho.

—Claro, está bien...

—¿Cómo lo ayudaré? ¿Cómo lo encontraré?

—No lo sé, creí que todos estarían exterminados.

—Pero no es así.

—Lo sé, Rubby. Cuando me asesinaron, creí que asesinarían a los demás.

Mi ceño se frunce inmediatamente al oír sus palabras, no logro imaginar lo que sale de sus labios. Tengo miedo de lo que pueda decirme.

—¿Vos sos uno? —Me atrevo a preguntar.

—Algo así, no sé cómo explicarte. La cuestión es salvar a tu padre antes de lo peor.

—Y a Dios. —Agrego con una dulce sonrisa sobre mis labios.

—Dios está libre, Rubby. —Me responde Luke.

No comprendo cómo es que él puede saber tanto.

—¿A dónde se juntan los príncipes del infierno?

—Antes nos reuníamos justo en el núcleo de la tierra.

Asiento al oírlo, pero estoy un poco asustada.

—¿Cómo puedo ir ahí? —Cuestiono mirándolo fijamente a los ojos.

—Tú no puedes... solo los príncipes, Dios y Lucifer pueden ir.

Niego al oírlo. Él no está en lo correcto. No pienso dejar que eso suceda.

—¿Cómo está ahí mi padre, entonces?

—Estará dentro del cuerpo de alguno de ellos.

Una sonrisa amplia se dibuja sobre mis labios al oír aquellas palabras, ya que se me ocurre una gran idea para llevar a cabo.

—Entonces, vos podés llevarme.

Luke niega con la cabeza más de una vez al oír lo que sale de mis labios.

—No. Yo soy muy diferente, no tengo esas habilidades.

—¿Qué? Se supone que sos un nefilim.

—Sí, lo soy. Pero... no soy solo eso ¿Sabes? Mejor olvídalo.

Niego con la cabeza al oírlo.

—Bien, si vos no podés, yo encontraré la manera de lograr ir sola. Nos vemos luego, Luke. Salvaré a mi familia.

Comienzo a caminar con el ceño fruncido hasta llegar a la puerta, en ese preciso instante, giro y lo miro con una pequeña sonrisa sobre mis labios.

—Ya sabes dónde estaré —informo con un tono de voz serio.

Observo como él se pone de pie acercándose a mí.

—Espera, Rubby. —Me observa a los ojos—. No te vayas, no aún. Créeme Castiel la encontrara. Tú y yo debemos acabar con Jenna.

—Bien, solo les daré un plazo de un año. Si Cass no regresa o Tamara tampoco... iré yo.

Lo miro fijamente a los ojos con mi ceño completamente fruncido, giro para cerrar la puerta y luego regreso a mirarlo. Lo hago a un lado para comenzar a caminar hacia el sofá y lograr sentirme en comodidad.

—Rubby, entra en el subconsciente de alguno de tus padres, así podremos lograr algo más.

Luke toma asiento a mi lado y me observa atentamente.

Cierro mis ojos y simplemente comienzo a pensar en mi madre, abro mis ojos lentamente y puedo observar espaciosamente lo que mi madre está viendo en este preciso instante.

Mi ceño se frunce inmediatamente al ver a Lucifer a su lado, la última vez que lo había visto estaba muerto. Puedo sentir que Tamara, por alguna razón, está en calma, una calma absoluta.

En un extraño momento siento y observo como alguien toma la mano de mi madre, al levantar la vista me doy cuenta de que Castiel está a su lado. La está conteniendo, atrás de él hay seis ángeles con sus espadas angelicales que fueron creadas para todos los ángeles que Dios creó en su momento; lamentablemente a Lucifer no pueden matarlo con esas espadas, solo lo lograrían si tuvieran la propia espada de ese arcángel. Pero está oculta, solo él sabe dónde se encuentra.

Vuelvo al presente, a la sala de estar junto a Luke.

—Está con tu padre, Cass, Tamara y unos seis ángeles.

—Bueno, ¿cómo era el lugar? ¿Alguna pista o algo que nos ayude?

—No, solo la vi atada en una camilla. No sé.

—¿Cómo era?

—De huesos humanos... creo, y las cadenas eran de espinas.

—Creo que sé donde está ese lugar.

—¿Qué es? —Me atrevo a cuestionar.

—Aún no sé, no estoy muy seguro. Es mejor que no hable hasta estarlo, pero créeme... tu padre viajo en el tiempo.

Niego con la cabeza.

—No, eso es completamente imposible.

—Créeme no lo es ¿Cómo crees que estoy vivo? ¿Cómo crees que Jenna está viva?

—No... no puedo creer eso, Luke. Esto es demasiado para mí.

—Nada es demasiado para ti, Rubby. Tu sangre es la clave.

Niego sin poder creer lo que estoy oyendo.

Esas cosas solo existen en los libros, es imposible que esto… Me rehúso a comprender lo que está pasando.

—¿La clave para qué?

—Te diré que tu sangre me trajo a la vida, a Jenna la traje yo. Pero esto empezó hace mucho tiempo. Dios creó a los ángeles, a Hermes. Tamara se juntó con Castiel antes de la creación de la tierra, creando todo lo que ves. Castiel y Tamara te crearon a ti, Dios envió a Lucifer y a Tamara al infierno frío y despiadado. Tamara salió del infierno formando una grieta justo en el núcleo de la tierra y esto hizo que el infierno se vuelva caluroso. En ese preciso instante, mi padre estaba creando una trampa mortal, donde cada alma sufriría una y otra vez sus pecados cometidos. La primera mujer en llegar al infierno, mi madre. Fue ahí donde me crearon... luego Dios para lograr matarme, ya que soy un nefilim, creó a los príncipes del infierno. Uno de ellos salió rebelde, se enamoró de mí. Me dejó vivir, esa es Jenna... rompió las reglas de Dios y él la mató.

No sé qué responder luego de oír aquellas palabras, solo sé que todo esto es demasiado para mí.

—Wow... Luke, no sabía nada de esto ¿Mi sangre qué tiene que ver en todo esto? —Decido hacer la pregunta del millón.  

—Una parte esencial. Es la clave. Créeme... todo va a estar bien, pero todo será muy complicado.

—Dime qué tiene mi sangre.

—Eres una híbrido, eres más fuerte que yo, y yo soy un nefilim.

—Okay, Luke. Salvaré a mi familia y si tengo que morir, lo haré... ¿Eso es lo que tengo que hacer? —Alzo ambas cejas.

—No, no quiero que eso suceda. No puedo, no quiero perderte.

Y regresamos al inicio, ya que ahora sé que mi destino es morir, pero ninguno de ellos quiere que eso suceda. Mi destino es padecer en la guerra que vendrá, no me gusta lo que me tiene que pasar, pero no puedo hacer nada para que eso cambie y no quiero que ni Luke ni mi padre hagan sus locuras.

—No empecemos de nuevo, Luke… —Le dedico una dulce sonrisa.

Él me mira directamente a los ojos y luego niega con la cabeza. Se nota que no está para nada feliz por la situación, no me quiere perder, yo tampoco a él, pero tengo miedo de perder a toda la humanidad por mi capricho.

Se acerca y toma mis manos, las acaricia con delicadeza en su accionar.

—No puedo —dice con seguridad en sus palabras—. No pienso cumplir con lo que me pides. No me importa que tu padre lo haya hecho, yo no pienso hacerlo.

Casi de inmediato me separo de él y niego con la cabeza sin comprender la razón por la que está haciendo esto.

—¿Por qué querés pelear conmigo sobre este tema? Solo acepta lo que quiero… —Comento con seriedad en mi tono de voz—. ¿Te es tan complicado?

Él me mira a los ojos, suelta un suspiro sonoro de sus labios, pero luego se aleja más de lo que ya está de mí.

—¿Y qué hay con lo que yo quiero? ¿A vos no te importa? —Cuestiona alzando ambas cejas sin poder creer en lo que yo pueda decirle—. Yo siempre hago lo que vos querés, pero cuando llega el momento de hacer algo que yo quiero… —Niega con la cabeza.

Me duele que él piense de ese modo. No quiero creer que él se siente así de mal por mi culpa, porque yo quiero seguir con mis deseos, pero le niego los suyos. Eso nunca fue mi intención, pero no quiero que haga una locura por mí.

—Solo no quiero que hagas estupideces por mí…

Él se queda serio mirándome a los ojos.

—De eso se trata, yo siempre hago estupideces por los seres que amo.

Trago saliva sonoramente ante sus palabras, ya que no esperaba escuchar eso de su parte.

—Yo a ti, pero no significa que haga una estupidez por ti.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro