Se había asegurado de que todas las marcas estuvieran cubiertas con maquillaje antes de llegar a su departamento esa tarde.

Aunque claramente eso no ayudaba a que se sintiera menos mierda.

Suspirando introdujo la llave en la cerradura de la puerta y entró quitándose los tacones que la estaban matando desde que salió del hotel.

Entró lentamente debido al dolor que sentía, relajandose un poco al oler el aroma a comida, no había probado bocado desde que se había levantado esa mañana con unas increíbles ganas de tirarse desde el último piso del hotel.

- ¿Fue un viaje gratificante? -Jisoo preguntó desde la cocina al escuchar los pasos aproximándose-

- Me fue del asco -contestó con sinceridad- el alfa gordo y feo con el que teníamos que cerrar el contrato se me insinuaba constantemente, me duelen los pies, muero de hambre y lo único que quiero es dormir hasta el próximo año -dijo tirandose al sofa, dormiría un poco esperando a Jisoo-

Suspirando, la beta asintió apretando los labios prestando total atención la sartén donde preparaba la comida.

Se sentía cohibida ante el aroma que la omega desprendía, olía a medicamento, jabón y tabaco.

Claro, y ni cómo dejar pasar el aroma a alfa que le gritaba un "aléjate de mi propiedad" que aunque algo cubierto seguía presente.

No tenía un buen olfato, ni muchos instintos, vaya, ni siquiera tenía celo.

Seguramente era su imaginación.

Convenciendo a su cabeza de que lo que pensaba estaba erróneo se dijo a sí misma que debía esforzarse más para Jennie, ella era la beta de la relación y Jennie una delicada omega que tenía que salir a trabajar para una tirana todos los días.

Debía esforzarse para darle a su omega lo que merecía.

No sólo una simple comida al llegar del trabajo.

(...)
Entró como de costumbre saludando a los recepcionistas del primer piso en su camino al elevador.

Esperaba junto a otros empleados la llegada a su piso en silencio, siempre era agobiante sentirse rodeada de todas esas personas que parecían juzgarla con la mirada.

Le gustaba imaginar algunas cosas cuando eso pasaba, como que era invisible por ejemplo. Sin percatarse exactamente cuando se dio cuenta de que estaba sola y el elevador se abría mostrando su escritorio lleno de papeleo y el reloj de pared con su Indeseable tic tac.

Tomando asiento frente al escritorio comienzo a acomodar todo el incesante papeleo que parece caer del cielo cada que llegó, la agenda de Manoban siempre ajetreada también está en sus prioridades, incluso tenía que ordenar el lugar algunas veces y otra vez perdida en sus pensamientos no se percataba de la alfa que la observaba en el marco de la puerta.

- Ven a mi oficina un momento Jennie -dijo dándose la vuelta para caminar hasta su silla-

- ¿Me necesita señora? -pregunto pasando a la oficina dejando la puerta abierta-

- Si, acércate -dijo con una actitud serena- hazme una mamada -ordeno recargando su espalda en su asiento en espera de que la obedeciera-

Con un amargo sabor de boca camino sin titubear quedando de rodillas frente a ella, ni siquiera pudo decir que no, tenia una idea de la razón de su obediencia inmediata-

- Eres una buena chica -dijo dándole una palmadita en la cabeza, ante el gesto sintió como una cubeta de agua caerle encima, podía ver a la alfa conteniendo una risa-

- No finjas inocencia, aunque sí me pareció curioso que no saltaras sobre el a la primera -dijo acercándose a la alfa- de todas maneras gracias Manoban, eres una buena chica -le dio una palmadita en la cabeza conteniendo una carcajada-

-No soy un perro, pero lo tomaré aunque me ofenda muchísimo -quito su mano con delicadeza viéndola directamente a los ojos-

Recordaba haber corrido la mirada por la vergüenza y luego huido.

Sintió sus ojos algo húmedos y trago saliva antes de desabrochar el botón y bajar la bragueta del pantalón con cuidado, bajo sus bóxer y ante ella estaba su pene semierecto esperando que lo pusiera en su boca, sus manos comenzaron a temblar y podía sentir la mirada de la alfa en su nuca esperando expectante su siguiente movimiento.

Aún con las manos temblando tocó su pene logrando que la alfa soltara un siseo bajo ante el contacto, con sus dedos delineo la vena que recorría de la base hasta la punta, se sentía cohibida pero aun así sus manos parecían trabajar solas ante la orden que la alfa había dictado, contuvo la respiración un poco y se obligo a tragar las lagrimas que amenazaban con salir.

Suspiro antes de engullir toda la extencion asegurándose de ahuecar las mejillas, sentía la sensación viscosa y salada del liquido pre seminal dándole una sensación algo desagradable, movió la cabeza de arriba abajo tratando de no provocarse arcadas, sintió unas manos sostener su cabello con rudeza y obligarla a aumentar el ritmo.

No se movió mucho y tampoco forcejeo con ella.

La sensación de asco nuevamente se arremolinaba en su estomago, conteniendo las arcadas, también se obligo a tragar el semen de la alfa cuando esta se vino en su boca, separándose luego de ser usada como una vil muñeca inflable, la alfa le extendió un sobre dorado con una sonrisa burlona, sus ojos azules brillando.

Lo recibo con un gracias y una reverencia de noventa grados dando la vuelta y cerrando la puerta tras ella, lanzo el sobre encima de su escritorio sin cuidado y corrió al baño alcanzando apenas a vomitar en el inodoro.

Tenia unas horribles ganas de llorar y no podía hacer mas que tragarse las lagrimas.

Hey, hey, hey

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Sinopsis:

"No me importa que seas alfa, te conquistare de igual forma."

Finalizada