Capítulo 44: Arrumacos
Atria no sabía si tenía buena suerte o mala porque, para la hora de la comida, ya había conseguido un castigo por parte de Umbridge. Mientras que los gemelos y Leah -que definitivamente volvía a hablar con ella-hablaban con Harry, Ron y Hermione sobre las calificaciones ella estaba pensando en las formas de hacer desaparecer a la profesora durante lo que quedaba de año. Ella solo iba a ayudar a que se fuera antes de tiempo, si total, no tenían ni un solo profesor que durase más de un año. Y esa mujer odiaba a Remus, así que se lo tendría merecido, muy merecido.
Todo había sido por la evaluación de la Suma Inquisidora en clase de Aritmancia. A la profesora Vector le daba exactamente igual que estuviera allí, claro, pero a ella no le gustó. El artículo de El Profeta de por la mañana la había puesto de mal humor con solo leer a Percy -Atria también se estaba planteando como hacerle desaparecer para que así Molly no llorase tanto- y cuando la mala bruja mencionó adrede que menos mal que la profesora Vector no era una "desagradable híbrida como otros profesores que había habido en el colegio" Atria empezó a chillarla y poco importó que Ciara intentara calmarla. Había acabado con una semana de castigos. Y, para rematarlo, no iba a estar sola, Harry también iba a estar castigado. Así que cuando Angelina se enteró empezó a gritarles a ambos en mitad del Gran Comedor y la profesora McGonagall amenazó con quitarla la capitanía.
- Bueno, hermanito, te veo esta tarde en el castigo.
- Tienes que evitar que te castigue -le dice y ella no puede evitar reírse.
- Tú vas por tu segunda semana de castigos con ella, ¿por qué no puedes intentar evitarlo tú?
Harry prácticamente gruñe a Atria, que se levanta de su lado. Va hacia los gemelos, le da un beso en la mejilla a Fred y luego sale prácticamente corriendo detrás de sus amigas. Y cuando se ven en el castigo parece que a Atria le importa más bien poco.
- Tengo un plan -murmura cuando entran y a Harry le late el corazón de la emoción.
Pero Atria no hace nada. Pasan toda la noche copiando con las plumas de sangre, él copia "No debo decir mentiras" y ella "No debo desafiar a las figuras de autoridad". Atria se toma su tiempo para copiar la frase, viendo cómo se graban las palabras en su mano. Y luego observa la pluma mientras copia. Ni siquiera sabe escribir con ella, acostumbrada a los bolígrafos así que la letra que tiene en la mano ni siquiera parece suya. Y cuando se la enseña a Umbridge ella se ríe.
- Parece que criarse con híbridos asilvestra a las personas -y se ríe de nuevo falsamente. Atria está a punto de intentar estrangularla y se mueve en su dirección, pero Harry le pega un pisotón y, bruscamente, le tiende la mano a Umbridge para que la mire-. Bien, creo que ambos habéis entendido el mensaje por esta noche, nos vemos mañana a las cinco en punto.
- No si te mato antes -murmura en cuanto han cerrado la puerta del despacho-. ¿Crees que se notará si le arranco la cabeza de un mordisco? Creo que nadie la echaría en falta.
- Bueno, si de repente a la Suma Inquisidora de Hogwarts le falta la cabeza ¿no crees que lo investigarían? -Harry lo pregunta en serio, pero Atria parece que no le hace caso.
- Es que me lo estoy imaginando. Seguro que su sangre es asquerosa y su carne aún más, pero te prometo que sería tan gratificante -sí, sigue en sus fantasías de matar a Umbridge. Harry nunca había visto esa parte de Atria, tan salvaje. ¿Sería su parte loba hablando o de verdad era ella? -. Imagina, Harry, su cabeza colgada como la de los elfos de Grimmauld Place, ¿no sería maravilloso?
- Sí -y sí que sería maravilloso verla con el resto de los elfos-, sí que lo sería. Pero no puedes hacer nada.
- Sí, ya sé que no le puedo arrancar la cabeza, pero nadie ha dicho que no pueda coger y llenarle la ropa de algunos polvos venenosos o intentar provocarle una diarrea -y ahí Harry se ríe. Sería divertido ver a Umbridge con diarrea, teniendo que salir corriendo de clase para poder llegar al baño.
- ¿Y cuál era tu plan?
- Sinceramente, estoy tan cansada que ni siquiera me acuerdo.
Cuando llegan a la sala común, pensando que iban a ser los únicos que estaban allí, se sorprenden. Ron y Hermione estaban esperando a Harry, mientras que los gemelos esperaban a Atria. Hermione extiende dos cuencos y Atria lo primero que hace es olisquearlo.
- Tentáculos de murtlap, ¿verdad? -dice, metiendo la mano dentro del cuenco y respira aliviada. Mucho mejor.
- Sí, es una solución en la que están pasteurizados y escabechados. He leído que va bien para las heridas -dice ella, intentando ser lo más suave posible para que Harry viera que tenía buenas intenciones y que la pelea de por la mañana estaba olvidada.
Los seis se sientan en los sillones. Harry, Ron y Hermione susurran entre ellos, mientras que Atria aprovecha y se esconde en el cuello de Fred, que se ríe cuando nota la respiración de la chica.
- ¿Está utilizando la pluma contigo también? -pregunta George, que mete la mano en el cuenco y empieza a frotar la solución de Hermione sobre la herida. Y Atria se queja.
- Escuece, no hagas eso -protesta, pero George sigue.
- Tienes que aplicarla por toda la herida, Atria -ella saca la mano y la intenta esconder, pero Fred se la coge antes. Y los tres ven la herida.
- ¿Quién va a necesitar los cuadernillos muggles para mejorar su letra? -Fred intenta bromear y parece que funciona ya que Atria se ríe-. Se nota que no sabes escribir con plumas.
- No sé cómo lo hacéis, es demasiado complicado, los bolígrafos son mucho mejores.
Al final es ella misma la que empieza a pasar la solución de murtlap por toda la mano y, al final, se cansa y acaba mandando a George a que busque la crema que había creado y que tenía Harry. Él confirma que la tiene sobre su mesilla y entonces George sube escaleras arriba y Harry vuelve a su conversación.
- ¿Angie está muy enfadada? -pregunta, temiendo la respuesta.
- No te preocupes por ella ahora, ¿vale? -Fred le da un beso en la cabeza que dice mucho más de lo que él piensa. Claro que Angelina está enfadada, si parece que la ha poseído Oliver-. Pero tienes que intentar que no te castigue.
- Bueno, si no se metiera con Remus y le llamara híbrido de forma constante...
- Te quiere provocar, lo sabes perfectamente. Igual que está provocando a Harry e igual que lo hace en todas las clases, buscando a los que le creen.
- ¿Me estás regañando, Fred? -Atria decide intentar aligerar el ambiente. Porque desde que apareció el boggart en Grimmauld Place siente que todo es demasiado diferente- Porque no me esperaba esto de ti.
- Puedo hacer otra cosa en lugar de regañarte -lo susurra contra sus labios. Tan cerca que casi los siente. Pero entonces alguien carraspea-. ¡Hermione!
- ¡Perdón! -está tan roja como la primera vez que los había pillado. Ron mira al suelo, como si estuviera incómodo y Harry solo mira su mano.
- ¿Cuántas veces van ya, Hermione? Porque te prometo que me voy a vengar cuando tú quieras besar a alguien -le dice y la chica se pone aún más roja porque ha notado perfectamente lo que estaba diciendo Atria. Cuando quiera besar a Ron.
- Sí, bueno, pregúntaselo -Ron frunce el ceño y mira de reojo a Hermione cada tres segundos.
- ¿De verdad éramos así? -le susurra Fred al oído y Atria asiente.
- Ya has oído a George, incluso peores.
- ¿Podéis hacernos caso y luego os hacéis arrumacos?
- ¿En serio, Ron? ¿Arrumacos?
- ¡Sabes que mamá los llama así!
- Oh, vaya, Molly ha poseído al pequeño Ronnie.
Siguen metiéndose con él hasta que George baja, por fin, con la crema y Atria saca la mano de la solución de murtlap y se echa una buena capa, para luego lanzar el bote hacia Harry.
- Creo que me lo voy a llevar esta noche, debo tener en el baúl otro tarro y yo también lo voy a necesitar -Harry asiente ante las palabras de su hermana y se lo devuelve-. No se te da mal lanzar, ¿has pensado en probar como cazador?
- La verdad es que no, solo he jugado como buscador.
- ¡Centraos, todos!
Y el grito de Hermione basta para centrarles. Y también para que todos se pongan serios y la miren fijamente.
- ¿Qué pensáis de que Harry nos enseñe Defensa Contra las Artes Oscuras?
Primero se miran a Harry, que se pone a negar, luego se miran entre los tres y vuelven a mirar a Hermione.
- Que por qué no. Él conoce más cosas que nosotros -dice Fred, encogiéndose de hombros y cuando ve que Harry va a hablar, sigue él-. Nosotros dos estamos orientados a otro tipo de magia más casual, Harry y Atria suele preferir desmemorizarse, así que nos vendrían bien tus habilidades.
- ¿De verdad? ¿Vas a seguir con eso? Porque si tanto te molesta podrías contarme exactamente todo lo que olvidé, ¿sabes? -es divertido fingir que está molesta porque Fred intenta abrazarla para que se le pase el enfado. Y le encanta que la abrace, que apoye la cabeza en su hombro y le de un beso en la mejilla cuando ella sonríe y ella se lo devuelve sin dudarlo ni un segundo. Como ha cambiado todo-. De todas formas, desmemorizar es muy útil, imaginad lanzárselo a un mortífago o al mismísimo Voldemort.
- ¿Por qué no lo pruebas si alguna vez te lo cruzas? -George va a seguir proponiendo cosas que le podrían decir a Voldemort, pero cuando ve la cara de Hermione, decide seguir con el tema principal-. Harry, puedes hacer cosas que ninguno de nosotros tenemos ni idea.
- Como tener un patronus -intenta que no se note el resentimiento en su voz, pero se nota y los cinco la miran-. ¿Qué? Yo también quiero y a mí no me sale.
- Bueno, pero tú eres una animaga -murmura Harry y Atria pone los ojos en blanco.
- Me ayudó Remus, y fue porque te iba a arrancar la cabeza por lo que conseguí transformarme, no por mí misma.
- Sí, pero sigues siendo una animaga. ¿Por qué no enseñas tú? Remus ha tenido que enseñarte, ¿no? Tú me lo dijiste el año pasado -Atria nota como las mejillas se le ponen rojas. Pues ha pillado la pequeña mentira que le soltó a Harry.
- Ya... es que, técnicamente... si me ciño a la palabra enseñar como viene en el diccionario... no me ha enseñado nada de magia combativa -porque es demasiado peligrosa o algo así. Probablemente tenga razón, pero bueno, ¿acaso importa ya? A Harry se le cae el alma a los pies al ver que realmente está solo en esta-. Tú puedes enseñarnos mucho mejor de lo que yo pueda soñar, pregunta a Neville si quieres referencias.
- ¿Para qué iba a preguntar a Neville? -definitivamente Harry no se enteraba de absolutamente nada. Y eso que había estado estudiando con Neville en mitad de la sala común.
- Porque él te dirá que como profesora soy nefasta, lo cual es una completa mierda porque eso significa que nunca podré robarle el puesto a Snape si lo del Quidditch me sale mal -Harry vuelve a negar y sigue negando a pesar de que Atria sigue hablando-. Tú venciste a Quirrell.
- Sin ayuda de Ron y Hermione no hubiera hecho nada.
- Mataste el basilisco y salvaste a Ginny -dice Fred.
- Sin Hermione habiendo encontrado qué era el monstruo no hubiera llegado nunca a la Cámara Secreta.
- Salvaste a Sirius de algo peor que la muerte -Atria sigue intentándolo y Harry vuelve a negar.
- Sin el giratiempo hubiera sido imposible.
- Te enfrentaste a Quien-Tu-Sabes y viniste para contarlo -dice George y en ese momento Harry se levanta de la silla.
- ¡Y Cedric murió! ¿Qué me quieres decir con eso? Ya se lo he dicho a Ron y Hermione, fue por pura suerte, porque había siempre alguien ahí que me había ayudado a llegar o...
- Cuando te enfrentaste a Voldemort no, Harry.
- ¡Sí, si había gente, estaba Cedric, estaba Bertha Jorkins, estaba un anciano muggle y estaban mamá y papá, que me dijeron que tenía que hacer!
No se lo había contado a Atria. No le había contado nada de esa noche a ella ni a Cho, ni a Julie. Solo había sido capaz de decirle a los Diggory las palabras de su hijo. Pero no se atrevía a hablar con ninguna de las tres. Y no quería hacerlo ahora, con Ron, Hermione y los gemelos al lado.
- ¿A mamá y papá? -la voz de Atria es un susurro y, si no fuera porque están solos, no la hubiera oído nadie. Harry asiente y ve como los ojos de Atria empiezan a brillar-. ¿Cómo?
- Priori Incantatem -dice Harry-. La varita de Voldemort vomitó sus últimos hechizos en orden inverso. Como la mayoría habían sido maldiciones asesinas salieron los... espíritus.
- Te... te dijeron algo... ¿te dijeron algo de mí? -vuelve a susurrar. Y, de repente, se levanta del regazo de Fred-. Olvídalo, no quiero saberlo, perdona. De verdad creo que podrías enseñarnos y aprenderíamos mucho de ti. Me voy ya a dormir.
- ¡Están orgullosos de ti! -no sabe si Atria lo ha oído porque ha salido corriendo escaleras arriba, pero los gemelos sonríen.
- Se lo diremos -dice George, poniéndole una mano en el hombro-. Yo también creo que podríamos aprender mucho de ti.
- Desde luego, tienes que enseñarnos a gritar de esa forma además de a defendernos -Fred bromea antes de darle una palmada amistosa en el hombro libre y luego se gira a mirar a George-. Supongo que nosotros también nos vamos a dormir.
- Piénsatelo, Harry, sabemos de unas cuantas personas más a las que les encantaría aprender algo útil este año.
- Sí, por lo visto quieren aprobar los EXTASIS o algo así, ¿sabéis que estupidez es esa?
- ¿Ves, Harry? ¡No somos los únicos que pensamos así!
Hermione sigue hablando, pero los gemelos ya no escuchan más porque suben hasta su habitación, en el último piso. Atria ya tiene puesto el pijama y está en la cama, tapada casi hasta las cejas. Los dos saben que está fingiendo estar dormida porque no quiere hablar de lo que ha pasado en la sala común, pero los gemelos no piensan dejarlo pasar. Por eso en cuanto tienen el pijama, se tumban en la cama con Atria.
- ¿De verdad no quieres oír lo que ha dicho Harry? -y, como respuesta, Atria decide cambiar de forma. Y, para poder mantener un poco más el teatro, vuelve a cambiar unas cuantas veces. Según Remus hacía eso cuando tenía pesadillas. Si Lee se despertaba en esos momentos sería divertido, la verdad.
- Déjala, Fred, ¿no ves que no tiene interés ninguno en saber que sí que dijeron algo? -nota como la cama deja de hundirse a su espalda y supone que George se ha levantado. Pero sí que quiere saberlo, así que abre los ojos, todavía como una loba.
- Nunca te había mirado tan cerca, es imposible confundirte por una loba real -dice Fred y Atria vuelve a cambiar.
- Es por los ojos, ¿verdad?
- Y porque tienes un remolino en la cabeza -dice George, que termina de meterse en la cama y cierra las cortinas con un movimiento de varita. Y luego, Atria reconoce el gesto para el hechizo silenciador-. Se te notan más las cicatrices siendo loba.
- Bueno, me las hizo así, supongo que es normal, ¿no? -dice, levantándose la camiseta para ver la del costado-. Esta está bastante mejor.
- ¿Cómo es que Ron lo sabía y yo no? Porque de verdad que no lo entiendo, Atria -dice Fred, cruzándose de brazos. No habían hablado de ello porque en Grimmauld Place no había vuelto el tema, pero ahí estaba.
- Fue un accidente, me quedé dormida en la sala común y me desperté por una pesadilla. Harry lo vio y estaba hablando con Sirius en la chimenea, oímos un ruido y resultó que era Ron -hay tantas cosas que en realidad no les ha contado-. Fingí que estábamos discutiendo para que Ron no viera a Sirius, pero Harry se lo tomó en serio y dijo que no le había contado nada de la cicatriz. Y Ron, como buen cotilla que es, no paró hasta descubrir que era.
- Tenía que haberlo contado -repite Fred y Atria levanta una ceja.
- ¿Y tú no deberías haber contado que habías roto con Angie?
- Yo no quiero oír eso -dice George, levantándose de la cama-. Que descanséis, pareja, poned el hechizo silenciador no quiero oír la discusión.
- No va a haber discusión -dicen ambos a la vez, pero por si acaso, lo ponen.
- ¿Y bien? -pregunta Atria y Fred se encoge de hombros.
- No sé, cuando lo hable con Angie parecía una buena idea porque así quizá te ponías celosa -dice, y luego niega-. Una estupidez, lo sé, nunca estarías celosa de Angie.
- En realidad, sí que lo estuve -murmura, mirando a las sábanas. Le cuesta admitirlo y nota como se pone roja.
- ¿Por qué ibas a estar celosa de Angie?
- Porque era a ella a quien veías con mi poción.
No era la reacción que esperaba. Porque Fred se echa a reír a carcajada limpia. Y no para por mucho que Atria le da un golpe en el brazo.
- ¡Oye!
- Perdona, es que es demasiado divertido pensar que estabas celosa de Angie, Atria.
- Ella es más alta, más mayor, más guapa, juega mucho mejor al quidditch, tiene mejores notas, ¿quieres que siga? Porque tengo mil motivos más.
- ¿Sabes cuál es el más importante? -Atria niega y Fred sonríe-. Que no es tú.
- Que pegajoso eres -intenta ocultar la sonrisa boba que le está saliendo. De verdad que lo intenta, pero no funciona.
- Siempre has sido tú -quizá es buen momento para recordar el espejo. O que le había mentido con la poción. O para hablar sobre todo lo que ella había olvidado.
- No siempre, en la poción oliste a Angie -y eso la molesta, así que empieza a hablar sin control- y no entiendo por qué me besaste cuando estuvimos discutiendo y...
- Cálmate -intenta interrumpirla, pero no sirve de nada porque Atria sigue.
- ... me sentí fatal, ¿sabes? Porque pensaba que estabas con Angie y cuando estuvimos solos después de la idea de acosar a Ridley...
- Atria.
- ...creo que casi lo volviste a hacer y no lo entiendo porque lo último que sabía es que te gustaba Angie así que no entiendo por qué llevamos todo el verano como si estuviéramos saliendo y...
- Eh, ¿cómo que como si estuviéramos saliendo? -Fred sujeta a Atria de los hombros y parece que eso calma el discurso sin fin de la chica-. Atria, ¿cómo que como si estuviéramos saliendo?
- O sea, sé lo que acabas de decir, pero no sé, Angie sigue estando y si la viste en la poción no siempre fui yo porque mi poción no miente te muestra a quien quieres y ahora hemos vuelto a Hogwarts y entendería que no quisieras seguir con esto y...
- Te vi a ti Atria, no a Angie, te mentí de forma completamente descarada porque tenía miedo de perderte.
Es mucho más agradable decirlo en voz alta. Y es mucho más divertido porque las mejillas de Atria vuelven a ponerse rojas. ¿Quién le iba a decir que le daban tanta vergüenza esas cosas?
- No llego a entender cómo puedes estar a veces tan segura de lo nuestro y, de repente, colapsar como lo estás haciendo ahora.
- Yo tampoco soy un desastre -murmura, tirándose contra la almohada-. Me gustaría decir que siempre fuiste tú, pero es que no lo sé porque no me acuerdo. Pero sé que si me acordase serías tú.
- También te mentí con otra cosa.
- ¿Vamos a basar esta relación en mentiras? Porque entre las mías y las que te estás sacando ahora... -Fred pone los ojos en blanco y Atria no puede evitar reírse-. Bueno, ¿y cuál es tu mentira?
- Estoy intentando ver la forma de contártela, ¿por qué no buscas algo que no me hayas contado todavía?
- Sí, hay algo, pero quiero guardarla para más adelante, que hay más personas afectadas -sí, en Navidades le diría quien eran Los Merodeadores. La cara que se le quedaría al saber que había conocido a uno toda su vida y que estaba con la hija de uno de ellos sería espectacular.
- ¿Qué? ¿Hay más cosas? -por supuesto, lo último que se le puede ocurrir a Fred es nada que tenga que ver con los Merodeadores, así que se imagina que ha hecho cualquier locura de nuevo. ¿Qué habría perdido esta vez? ¿Con qué la habría liado? ¿A quién le habría hecho algo?
- Claro que hay, soy una chica con muchos secretos -bromea, pero cuando Fred levanta una ceja entiende que se ha ido a lo peor-. No es nada malo, de verdad, de hecho, sé que te gustará conocer la verdad por fin.
- ¿Cómo que por fin?
- ¿Tú no tenías algo que contar? -sí, mejor desviar el tema porque como siga así se lo acaba contando todo.
- Cuando tú me lo cuentes -ahora no piensa decir nada del espejo, no hasta que ella no cuente su secreto. Pero eso no parece que a Atria le importe.
- Entonces puedo esperar hasta las Navidades.
En realidad, no planea esperar, planea otra cosa. Así que le besa. Le besa como aquella primera noche en Grimmauld Place. Empieza en las mejillas, sigue por la línea de la mandíbula y baja al cuello. Pero no tarda en buscar sus labios.
- Creo que repetir lo que casi hicimos en Grimmauld Place no es buena idea -murmura Fred, y Atria asiente.
- Ya sabemos parar, ¿no? -dice, para besarle de nuevo cuando ve como asiente.
Pero es una gran mentira. Ninguno de los dos tiene muy claro como parar. Así que siguen y siguen y siguen. Hasta que se dan cuenta de donde están, de que no están solos. Y se esfuerzan por intentar bajar la intensidad de los besos. No están en Grimmauld Place, en la habitación de Regulus a solas, no, están en Hogwarts, compartiendo habitación con George y Lee.
- Creo que no sabemos parar -susurra Atria entre besos y Fred no puede evitar reírse.
- Tenemos que recuperar mucho tiempo perdido.
Sí, definitivamente tienen que hacerlo. Pero también saben que no pueden seguir, no allí. Así que consiguen parar cuando oyen el ronquido de Lee. Y no pueden evitar empezar a reírse a carcajadas.
Tienen la misma rutina el resto de los días. Clases por las mañanas, aprender latín con Madame Prince algunas tardes, los entrenamientos de quidditch el resto de ellas y los gemelos tienden a esperarla cuando llega del castigo de Umbridge, se quedan hablando un rato -hay días que Lee también se une y son los días donde más hablan de Sortilegios- y luego pasan a los besos. Podrían haber tenido eso desde hacía años, pero no había funcionado bien. Ahora tenían el resto de sus vidas. Y no pensaban desaprovechar ni un momento.
Por eso, a pesar de que van con sus amigos en la primera salida a Hogsmeade del año y que luego se reunirán con Harry, Ron y Hermione, deciden llamarlo cita. Pasan por Honey Dukes, pasan por Zonkos -donde, no van a mentir, utilizan gran parte de la mañana- y, cuando se quieren dar cuenta, están yendo hacia Cabeza de Puerco.
Atria se lo había dicho a sus amigas, que no habían tardado en aceptar sin dudarlo ni un segundo. Cho también se había apuntado y Marietta parecía no querer ir, pero había acabado diciendo que sí. A la hora de decir más nombres, Julie había dicho que Eleanor y Bridget no debían saberlo porque sus padres trabajaban en el Ministerio, con contacto directo con Umbridge y era algo peligroso. Y en cuanto a Lia y Cassie... ninguna de las dos podía llegar a planteárselo, no con las familias que tenían. Nadie confiaba lo suficiente en McLaggen para contárselo, pero sí en Seth y Jack, que no tardaron en unirse también al grupo, al igual que lo hicieron Mara, Isaac y Zack.
Todo en la reunión estaba yendo de forma bastante decente. Por supuesto, se cuestionó la vuelta de Voldemort, algo que Atria tenía claro que iba a pasar. Y los gemelos y ella no dudaron en amenazar a Zacharias Smith -el chico era incluso peor que McLaggen, tenía quejas por todo, al menos McLaggen tenía la cabeza tan metida en su culo que las cosas las criticaba diciendo que él lo hacía mejor- con una de las cosas que habían comprado en Zonko. La gracia estaba en que, en realidad, solo era un soporte para petardos, pero como estaba a medio montar para que entrase en la bolsa, parecía cualquier otra cosa.
Fred fue el primero en firmar cuando Hermione saca el pergamino y Harry no puede evitar sorprenderse. Porque que sea el novio de su hermana el primero en firmar, sin tener ninguna duda de lo que van a hacer, le reconforta. Porque confía en él. George es el siguiente en firmar, luego le pasa el pergamino a Atria y es cuando algunos intentan echarse atrás. Pero, con un poco de presión por parte de Hermione y que Atria vuelve a meter la mano en la bolsa de Zonko, acaban firmando. Hermione es quien se quedará la lista y, desde luego, no es tan tonta como para dejarla por ahí.
- Bueno, nosotros nos vamos, tenemos que comprar unos artículos delicados, ya nos veremos más tarde -dice Fred una vez todos los que estaban allí habían firmado.
Pero de la compra de artículos delicados no se encargan los cuatro, si no que solo se encargan George y Lee porque Fred tiene otros planes que, por supuesto, había mantenido ocultos de Atria. Porque definitivamente necesitaban un rato a solas y que mejor momento que cuando todo el colegio estaba en Hogsmeade.
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¿Ron diciendo arrumacos? Es un gran sí en mi cabeza la verdad.
Y adoro a mis niños juntos por fin de verdad, es que que ganas tenía que leyerais todos es que kdkskwksks
Lo dije en Primavera, así que algunas ya lo habréis visto, pero igualmente, ¡Feliz Navidad adelantada! Estoy deseando que sea mañana para ponerme a tope con la escritura y pronto subiros dos capítulos en una semana o algo así para celebrar todo esto (y el nuevo año por supuesto)
Mil gracias por leer ❤️❤️❤️❤️❤️❤️
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