— Te vez particularmente feliz el día de hoy —murmuro Jennie observando la enorme sonrisa en el rostro de Lisa—

Sus ojos parecían brillar y sus labios se estiraban en un a sonrisa amplia y bonita, en todos sus años ahí, Lisa nunca había sonreído, o llorado.

O al menos Jennie nunca la había visto hacerlo.

— Estoy feliz —respondió Lisa ampliando su sonrisa, en la sala de armas parecía bailar mientras disparaba a los muñecos y acertaba cada tiro en medio de los ojos—

— ¿Y se puede saber porque? —

— Bueno, soy fuerte —sonrió Lisa dejando el arma de lado para tomar de la cintura a Jennie, le dio una vuelta antes de tararear una canción de ritmo movido, para sorpresa de Jennie, Lisa era muy buena bailarina— Soy más fuerte que Jisoo y soy más fuerte que Rosé —

— ¿Solo eso te hace feliz? —preguntó Jennie con la ceja alzada, un beso fue dejado en sus labios mientras seguían el dichoso baile imaginario—

— Siempre les tuve miedo —confesó Lisa en un susurro— me daba miedo que un día Rosé me disparara y me daba miedo que un día Jisoo me matara a golpes por mi parecido con Lisa —

— Tu eres Lisa, estas delirando un poco —Negó Jennie—

— Se llama Lalisa Manoban —sonrió Lisa con burla— yo soy Pranpriya Manoban —dijo dando un vuelta al cuerpo de Jennie— me pusieron "Lisa" —bufo ante lo último— por la mujer que tu conoces como Lili —

— Lalisa Manoban es un nombre peligroso —sonrió Jennie mirando el brillo oscuro aparecer en la mirada de Lisa— todos le temen, pero por lo visto, ella no aparenta el miedo que todos le tienen —

— La apariencia no es relevante —Negó Lisa metiendo las manos bajo el vestido apretado de Jennie para presionar su trasero, el jadeo de Jennie soplando aire caliente en su boca— yo puedo dar miedo por mi apariencia, pero no soy ni la mitad de intimidante que Lili —

"Tampoco estoy tan loca", pensó Lisa disfrutando el contacto con los labios de Jennie, sus alientos cálidos chocando mientras sus manos se metían entre la ropa interior de su jefa bajadola de a poco.

— Antes le tenía mucho miedo a Rosé y a Jisoo —continuó su relato—

— Pero parece que ese miedo se ha esfumado —dijo Jennie acariciando el cabello de Lisa, ahora que era corto se sentía diferente—

Podía admirar la belleza que poseía, sus carnosos labios, ojos grandes, nariz linda, incluso esa cicatriz en su mejilla.

El cuerpo de Lisa estaba lleno de tatuajes tratando de ocultar la cantidad de heridas que poseía.

Pero seguía siendo hermosa, cuando Lisa miraba a Jennie, ella sentía que sólo eran ambas ahí.

— Ahora ellas deberían de tenerme miedo a mi —Murmuró Lisa antes de retomar el beso—