- Jisoo deja esa porquería ahí -dijo con un gesto de desagrado- esa cabeza no es tuya -se quejo destrozando la cabeza de un tipo con el bate lleno de clavos, la sangre salpicando su cara-

- No seas amargada Rosé -se quejo Jisoo soltando la cabeza y disparando a un tipo detrás de Rose- mejor dame mi bate y te devuelvo las pistolas, no es cómodo y nos tardamos mucho -gimoteo, rápidamente ambas se acercaron e intercambiaron armas-

Lo siguiente fue que el lugar se volvió una carnicería, cabezas y balas volando y ellas bañadas en sangre.

- Odio que la jefesita sea tan sanguinaria -se quejo Rosé, de las dos era la más limpia al menos para matar, no como su compañera quien disfrutaba destrozando cuerpos a golpe de bate-

- No hables así de Jenduki -se quejo Jisoo, estaba moliendo la carne de una tipa con el pie, parecía carne molida, se carcajeo ante su estupidez golpeando a otro tipo hasta desfigurarlo, si se había vuelto algo loca después de todo- ya sabes que no le gusta que le digas sanguinaria, prefiere el término Gourmet -dijo sin dejar de batear a un tipo hasta que un clavo quedó atorado en la cara del mismo, poniendo su pie sobre el pecho de este jalo con fuerza-

- no se como me enamoraste -se quejo la otra disparando detrás de Jisoo, una mujer intentaba salir con algo en brazos, vio alrededor, ya lo quedaba nada vivo ahí- creo que me diste agua de calzón -dijo haciendo una ceña indicando que rematara a todos, no debían dejar vivo a nadie-

- corrección Rosita, fue un amarre -se burló dándole un bataso en la cabeza a cada cuerpo en el piso-

— Siempre estas tan enojada —habló Rose cuando observó a Jisoo destrozar cuerpos como piñatas—

Ya sabía de su trauma, pero ahí estaba, en la mafia de Kim sirviendo al Señor Jaebeom al que le debía la vida ahora.

Con la traición de los Manoban y ellas ahí en la zona roja de la segunda rama de ese clan asesinando. Jisoo solo bromeaba con ella.

— Hay un niña ahí escondida —Dijo Rose apuntando a la oscuridad—

Una pequeña de cabello negro y largo asomo por ahí observando la masacre de su familia.

— Me llamó Pranpriya Manoban —habló la vosecilla, el cerebro de Jisoo haciendo Click al instante que la miró.

Se sentía en un deja vu.

— El señor Jaebeom estará satisfecho si se la llevamos —dijo Jisoo— nos puede ayudar —

— Pranpriya es un nombre feo —se quejo Rose tomando a la niña en su hombro esta se dejaba totalmente como si estuviera muerta— te diré Lisa —