— ¡Esa pequeña mierda! —gruñó el señor Kim golpeando su escritorio, parecía que todo paraba cuando el hombre se enfurecia— ¡Hay un maldito infiltrado y todos son demasiado estúpidos para notarlo! —

— Te estas poniendo paranoico —bufo Jennie sentada en el cojín con bordados de oro que había comprado en Dubai, ella estaba de lo más tranquila bebiendo su té, Lisa en su espalda permanecía tan seria como siempre— solo mencione que vi a alguien hablar por teléfono con su novia —

— ¿Estas estúpida? —se quejo el hombre lanzando una taza en dirección a su hija quien no se movió de su lugar—

Lisa había atrapado la taza y ahora la estaba llenando de agua antes de extenderla hacia su jefe.

Tomando la taza el señor Kim dio un trajo en busca de calmar el ardor de su garganta, ni siquiera podía pensar en algún traicionero.

— Quizá es alguien de confianza —dijo Lisa sin borrar su gesto estoico— piense que, la mierda traicionera no vería que dudará de su fidelidad —

— Tienes razón —dijo él Kim mayor sobandose las sienes— llama a Mingyu, Jisoo, Rose, Min-ho —

Recibiendo la orden sin chistar Lisa camino recta en dirección a la salida buscando a las personas elegidas.

— Ella es tan diligente —suspiro el hombre viendo a Lisa salir de la sala estilo tradicional donde normalmente estaban— ojalá fuera mi hija —

Jennie miró a su padre de soslayo sin tomarle importancia, el viejo era decrepito y desagradable, ella estaba casi segura de que ni siquiera era su hija.

(...)
— ¿Saben por qué están aquí? —preguntó el señor Kim, o Jaebeom como era su nombre, pasando como un gato frente a los miembros del clan frente a él— Hay un traidor en las filas y sospecho de alguno de ustedes —

Relamiendose los labios para responder Jisoo fue la primera en hablar.

— Le debo la vida señor, mi esposa y Lisa están aquí, ¿no le parece demasiado estúpido dudar de mi confianza y lealtad? Le he entregado incluso mi libertad —habló en un tono firme apretando la mandíbula enojada por la falta de confianza, ¡le había dado todo! Incluso si antes quería matarla seguía ahí—

— Yo prácticamente creci en este lugar, le he servido desde que tengo memoria, tengo familia aquí e historia, Jisoo lo acaba de decir —bufo Rosé— ¿Quiere dudar de la mujer que aniquiló a todos los que lo señalaron con el dedo? ¡Yo he cuidado a la señorita desde que aprendió a estar aquí! —medio grito alterandose, su esposa, Lisa, su estabilidad, todo a manos de ese jefe que ahora dudaba de ella—

— Estoy del lado de Rosé —dijo Mingyu— yo le he servido con mi vida y casi la pierdo en más de una ocasión, ¡Soy de la familia y una rama del clan! —grito renegando por la mirada acusadora— ¡Antes muerto que matar lo que yo también estoy ayudando a progresar! —

— Sería muy estúpido de su parte —escupió Min-ho con rencor— no poner a Lisa como sospechosa, ¡mató a su familia, mató a su clan, mató a su propia madre y padre! ¿que lo hace pensar que no lo puede hacer con usted sin ningún problema? —Murmuró las palabras con veneno total sin perturbar a Lisa— no es una Kim y es parte de la familia enemiga —

— Estoy viva gracias a este hombre que ha sido como un padre para mi —comenzó a decir Lisa— fui capaz de matar a todo un clan de traición hacia la familia, mate a mi madre, a mi padre, a mis tíos, a mis primos, casi mató a mi hermana —comenzó a escupir las palabras con odio— para prosperar, yo vivo para servir a esta familia, no quieras ver más que eso —

— No eres más que una plaga —respondió el hombre que antes la acusó con el dedo, la odiaba— eres un jodido monstruo que no conoce de límites —

El golpe que sonó en la habitación dejó mudos a todos, el señor Kim había golpeado a Min-ho quien ahora estaba en el suelo.

— No hables asi de ella —musito enojado sosteniendo su mano— Tu no sabes la cantidad de cosas que ha  perdido para seguir con vida ¿Ves esas pisadas? —apuntó las huellas que estaban impregnadas en el sueño, un rastro carmesí que se veía vivo— es el camino que ella recorre todos los días mientras me cuenta cuantas cabezas arrancó ese día —

Jennie cerró los ojos y abrió los ojos, el nítido recuerdo de Lisa bañada en sangre y dando detalles de su trabajo, la manera en que algunas cicatrices quedan visibles y otras tantas eran cubiertas con símbolos de tinta, su ropa destrozada y la manera en que los miraba, como si su ojos fueran dos cuencas vacías.

Jisoo y Rosé temieron por su pequeña niña que ahora tenía un camino de sangre señalando todo lo que había hecho.