Sete
- No estoy segura de esto -Murmuró Jisoo, ahora mismo estaba viendo como curaban a Lisa sin anestesia debido a la prisa, la aguja traspasando la piel de su mejilla en cada puntada- me alegra que hagas realidad tu sueño pero ser "La Bestia" no es algo increíble -
- concuerdo, tu obedeces al instante y sin titubear -completo Rosé- el viejo se va aprovechar de eso -
- Pero ambos son mis jefes -dijo Lisa sin entender muy bien su actitud, torció el ceño cuando la aguja volvió a entrar, los malditos puntos dolían- se supone que sólo obedezca -
Como Lili me enseñó, pensó.
- Te dije que no debíamos hacerla tan diligente -regaño Jisoo-
- Yo te dije que no la hicieras tan grotesca y mira, casi se traga los ojos de Han -regaño Rosé- Eso es tu culpa -
- No empiecen -se quejo Lisa gimoteando- No puede ser tan malo -
- Eres la Bestia, eso es MALO -dijo Jisoo son obviedad- La última Bestia había sido un tipo bajito y maníaco al que le tenía miedo -
- ¿Tu? -preguntó asombrada Lisa, eso no lo esperaba, su Unnie Jisoo era de todo menos asustadiza, la había visto en acción tantas veces y trabajando parecía algo completamente distinto a lo que era con ellas, que confesara miedo era... Impactante, sobre todo cuando ella también era una bestia enojada, pero tenía entendido que era de esa manera debido a los traumas-
- Si... Era increíble lo que podía hacer, cuando te vi acabar con el grandote me acorde de él -susurro- que te nombre la Bestia no es algo de mucho orgullo, prácticamente te entregan como arma humana y si conmigo trabajabas duro, ahora lo harás más -
Guardando silencio ambas suspiraron con angustia, de verdad le habían tomado cariño a la niña que sacaron de aquella masacre que provocaron, ahora dejan hacerse a la idea de que su presencia era peligrosa.
- Cuando tenías 11 eras más bonita -se cruzó de brazos Jisoo, le dolía el cuerpo entero- eras puro amor, aunque no hablabas -
- No sabía hablar bien -respondió Rosé con una sonrisa- Y estaba enana -
- Cállate porque lloro -dijo Jisoo haciendo un puchero- No quiero llorar ya hace años que no lo hago pero esta niña toca mi fibra sensible -
- Unnie -llamó Lisa con una sonrisa, el doctor ya había salido después de curarla- ven y dame un abrazo -
Soltando algunas lágrimas Jisoo se acercó abrazándola con fuerza medida, Rose quién veía la escena conmovida se unió también.
- Siempre serás nuestra bebé -Murmuró Jisoo-
- Nuestra niña -completo Rosé-
De verdad la querían mucho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro