Mirando alrededor Lili observó el cuerpo de su hermana sedada en el suelo.

— Ya te puedes levantar —dijo mirando sus uñas, con los hombres de Wang fuera y en la comodidad de sus casa ya se podía dar ciertos lujos—

— Me dolió el balazo imbécil —se quejo Lisa levantando su cara del suelo, su mirada gritaba molestia y demás, parecía totalmente disgustada al respecto— Ni siquiera dijeron algo interesante —

— Claro que sí —bufo Lili analizando la vestimenta de su hermana—

Pantalones negros, camisa negra, cabello corto, algunos tatuajes sobresalientes en su cuerpo, una cicatriz que atravesaba desde su pómulo hasta su labio.

Luego de mirarla Lili se vio a sí misma, cabello rubio, ropa de colores claros y sus sandalias de sandías, debajo de esa ropa algunas armas reposaban.

— Te vez como una matona —Dijo Lili— es algo chocante para mí —

— Disculpa señora fresita, no todas vivimos en cuna de oro —bufo sarcásticamente Lisa— estoy en una mafia donde me apodan la bestia y he matado a tipos enterrando una cuchara en sus ojos y sacándola por el otro lado de la cabeza —

— Eso suena interesante —dijo la rubia interesada— ¿Metes la cuchara como si fueras a comer helado y luego de golpe la sacas? —preguntó ladeando la cabeza— debería intentarlo —

— ¡Casi me matan y era lo único que estaba cerca! —se quejo Lisa— ¡Ni siquiera me gusta matar!

— ¿Entonces por qué lo haces? —preguntó de nuevo—

— Son órdenes —respondió secamente, su mirada tornándose más oscura de repente— de los Kim y tuyas —

— Pero a mí me puedes desobedecer —dijo alzándose de hombros— si juegas en ambos bandos puede salir mal, yo no puedo sacarte de apuros siempre —

— Aun así siempre estas ahí —

— Tengo que cuidar la única familia que me queda —dijo restándole importancia— Sabes que nacimos bajo circunstancias diferentes, y aunque nos parecemos físicamente no somos ni por asomo parecidas —

— Me estoy acostando con mi jefa —dijo Lisa recostandose en el piso, su hermana no era ni de cerca igual de fuerte que ella—

— ya lo sabia —dijo asintiendo, la rubia era algunos centímetros más baja que la pelinegra— ¿como esta Jisoo? —

— Esta loca —bufo— y Roseanne también —

— ¿Pensé que las querías? —dijo Lili ladeando la cabeza de nuevo, había ciertas cosas que no comprendía respecto a la pequeña Pranpriya— se ven cercanas y deje ir a Jisoo precisamente porque sabía lo que hacía —

— Me dijo que la torturaste y casi la matas en reiteradas ocasiones —comenzó a relatar— Sabe que eres mi hermana pero parece no saber que yo lo se —

— Siempre ha sido muy obvia, cuando se acostó con mi novia era igual —

— Luego dijo que Rosé le disparo —

— Yo mande a Rosé para que la buscará, si salía viva era un premio para Jaebeom —

— Ella te odia —

— Todos lo hacen —respondió la rubia restándole importancia— No es algo que me importe —