- ¿La viste? -susurro Mingyu a Jisoo- acaba de llegar -gruñó inconscientemente ante lo dicho-

Sin contestar se apresuró a llegar a la entrada antes de que volviera a desaparecer por meses, la vio chorreando en sangre y arrastrando un cuerpo inconsciente.

Desde que Lisa había comenzado un entrenamiento más duro incluso su mirada había cambiado, ese día, después de una "misión" de varios meses por fin había vuelvo, su cuerpo goteando sangre y un cuerpo siendo arrastrado tras ella.

- ¿No vas a saludar a tu Unnie? -preguntó cruzandose de brazos y extendiendo un pañuelo cuando está giro en su dirección, tomandolo que le ofreció se limpio la cara con una mueca-

- Disculpa Jisoo -fue lo primero que dijo, ya ni siquiera la llamaba Unnie- me mandaron urgentemente por ella -señaló el cuerpo, sacándole la bolsa que le cubría la cabeza Jisoo ahogo un jadeo al ver una cara similar a la de Lisa, una cara similar a una tormentosa en su mirada-

- ¿quien es ella? -preguntó consternada analizándola, ojos, labios, pero algo distinta en la forma de la cara y tamaño-

- Se llama Lilian Manoban -dijo dándole una patada para despertarla y volver a ponerle la bolsa- La perra casi me mata, dijo que lo de Bestia venía de familia -se quejo mostrándole el costado de su cuerpo donde una herida reposaba, se había puesto una venda de urgencia pero eso no quitaba que fuera doloroso-

- Es tu...

- Es mi mamá -asintió dándole otra patada- también vi a mi papá pero lo mate, bueno... Mate a todos menos a ella -dijo- cuando tenía 11 y fui dejada en la rama secundaria de los Manoban nunca creí volver a verlo -dijo con un gesto asustado sus manos temblando mientras lanzaba el cuerpo dentro de un pequeño carro para arrastarla más fácil- es como si ya no fuera yo -Murmuró evadiendo su mirada, se sentía perdida en esos instantes- no sentí nada -susurro sin ser escuchada por Jisoo

Escuchando la voz de su jefe llamarla, Lisa se despidio entrando al lado del cuerpo y cambiando su cara a un gesto serio-

Al final siempre se alejaba de su jefa asi que ya había perdido esperanzas.

(...)
- Informe -dijo el hombre viéndola parada sin moverse, el cuerpo retorciendose como gusano-

- Familia Manoban, mafia de Tailandia y encargada de manejar la trata de menores, estuvo involucrada en el lavado de dinero a los Kim hace algunos años y su rama secundaria fue aniquilada hace años por Jisoo y Rosé, comencé el exterminio de la primera rama a excepción de Lilian Manoban, Lili Manoban y Pranpriya Manoban actualmente Lalisa Manoban -respondió-

- Eliminate de la lista Lisa -dijo Jennie sentada en un almohadón mientras tomaba té, siempre se impresionaba la manera en que esa mocosa de 20 años llegaba viva y cubierta de sangre, sus pisadas ya estaban incluso marcadas en el piso, siempre recorría el mismo camino hasta ahí- Tu ya no eres parte de la rama principal, eres parte de los Kim -

Buscando la aprobación del hombre frente a ella, recibió un asentimiento.

- Lili Manoban está fuera del mapa en este momento, y Lilian Manoban está aquí frente a usted -se corrigió- Lili Manoban está aliada con los Wang y es seguro que querrán iniciar una guerra por territorio, necesito más gente después de quedarse sin familia -

- Interesante... -dijo sobandose la barbilla- Llama a Rosé y Jisoo -ordenó a Jennie quien rodando los ojos movió una campana tras ella-

- Duo RJ -Murmuró en el pequeño micrófono, recibiendo una contestación en inglés- Vendrán en 5 minutos, mientras siéntate a tomar el té conmigo -le dijo a Lisa quien se sentó a una distancia prudente recibiendo un pequeño vaso-

- Gracias Jefa -dijo inclinándose, su cabello goteando líquido rojo, de un color demasiado vivo-

En momentos se veía como una niña perdida, sus ojos como dos cuencos vacíos, su traje roto y teñido de rojo, su cabellos pegado y goteando, tenía cicatrices en todo su cuerpo.

La venda cubriéndose de sangre y la herida punzando, todavía conservaba la cicatriz de su mejilla dándole un aire atemorizante, esta recorría desde su pómulo hasta la comisura del labio.

- ¿que se siente? -preguntó segura de que ella le contestaría-

- Se siente horrible -Murmuró viendo fijamente el té, las manos le temblaban otra vez como venían haciendo desde hace unos años-