Dez
— La dejaste hecha una mierda —la voz de su jefa se escucho en la pequeña sala— mira a tu mamá querida niña —dijo entrando a la sala—
Su madre...
Sintió un escalofrío recorrerla al nombrarla así, ¿ella seguía siendo una niña?
Lilian estaba inconsciente en la silla a la que estaba amarrada, sus dedos sangrantes sin uñas y su boca con algunos rastros de sangre que venían con las uñas que Lisa la había obligado a tragar, las mejillas abiertas y el cuerpo tembloroso, alrededor todo marcaba un rastro de lo que había hecho.
Sintió el cuerpo temblar un poco cuando su jefa se acercó con esa postura tan arrogante y le acarició la barbilla seguido de su cabello.
— Deberías cortarlo —dijo tomando un mechón azabache entre sus dedos— ya es muy largo y podría estorbar —
— Supongo —respondió guardando silencio mientras observaba a su jefa andar por el lugar analizando todo—
Quizá eran sus malditas hormonas pero veía de alguna manera excitante la manera en que Jennie sonreía al ver a Lilian.
O solo se estaba volviendo loca del estrés, su cuerpo también tenía un ligero temblor.
Trató de relajarse desviando la mirada a otro lado cuando su jefa se inclino un poco hacia la mujer en la silla y su trasero se enmarcaba un poco con el ceñido vestido que traía, sus tacones torneando sus piernas y sus cintura luciendo más pequeña de lo que era por la posición.
Respiro un poco alto cuando de reojo observó a su jefa acercarse a ella como si fuera un gato.
— ¿Qué tienes Lisa? —preguntó girando su rostro entre sus dedos analizando los pequeños cortes y la cicatriz de su cara, a pesar de ser joven tenía un aspecto duro, áspero, parecía mayor que ella aunque sólo se llevarán un año— Te noto nerviosa —
— No estoy nerviosa —respondió mirándola a los ojos, logrando que su jefa sonriera con sorna, no iba a intimidarla—
— ¿Entonces? —preguntó alzando una ceja sin despegar su mirada, la mocosa siempre le había resultado muy atrayente y más cuando la veía de esa manera tan frívola desde que había crecido la tenía en la mira—
— No estoy acostumbrada a que revisen mi lugar de trabajo —dijo alejándose lentamente sintiendo el aliento de su jefa cerca de sus labios todavía sosteniendo su mirada— menos a que me toquen de esta manera, puede darme la mano y podría arrancarle todo el brazo —advirtió alejándose más—
— ¿Quieres probar? —preguntó Jennie de manera pícara sin evitar el contacto, sentía los pelos de la nuca crispados y antes de que Lisa respondiera la beso atrayendo su cuerpo con su brazos—
Su lengua deslizándose en su cavidad bucal mientras sentía las grandes manos de Lisa posarse en su trasero.
Sonrió para sus adentros.
Podría obtener un poco de diversión con ella.
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